13 : Falso
- ¡Haise! - hablé a través del teléfono. Después de varios intentos por llamarlo finalmente había logrado contactar con él. Estaba un poco más aliviada al poder tener la certeza de que estaba bien. Pero ese alivio no duró más que unos minutos.
- Primera clase Koizumi. - respondió de manera poco expresiva. Me quedé anonadada unos segundos. Probablemente había quedado demasiado afectado , o eso era lo que intentaba creer. - ¿podría pedirle que no me llamara por mi nombre de una manera tan informal? Le agradecería mucho.
- ¿q-que?
- investigador Sasaki , muchas gracias. - interrumpió. Sentí las vibraciones de mi pulso , al igual que podía escuchar cada una de mis respiraciones. Si , sentía miedo. - ¿de qué le gustaría hablar?...
(...)
- Koizumi (t/n) , soy investigadora de primera clase. - afirmé mientras saludaba haciendo una reverencia. aquel joven de cabellos verdes me dejó pasar a la residencia , donde según tenía entendido, vivía el escuadrón Qs. Un pequeño nudo se formó en mi garganta al ver los ojos de aquel chico.
- ¿de qué le gustaría hablar , primera clase? - interrogó Mutsuki Tooru , el investigador de parche.
- vine a dejar unas cosas. - hablé rápidamente mientras sacaba el documento de uno de mis bolsillos. - yo... también participe en la operación de exterminio a los Tsukiyama. Perdí a mí mejor amiga , se... se bien por lo que están pasando.
- agradecemos su consideración. - dijo él de manera sumamente formal. Nuevamente volví a tomar algo de mis bolsillos.
- también... quería dejarles esto. - agregué enseñando un sobre el cual contenía algo de dinero. - el investigador Sasaki me habló hace algún tiempo acerca de la situación de Shirazu Ginshi. Así que... quisiera ayudar un poco con respecto a esto. - me encontraba sumamente apenada. Quizás también había llegado a sentir algo de empatía por aquel equipo. Hacia apenas unas horas que había intentado de hablar un poco con Haise , sin embargo el no estaba dispuesto a intercambiar palabras conmigo , se hallaba demasiado diferente después de lo ocurrido.
Al enterarme que el no había asistido al funeral de su subordinado no pude evitar hallarme furiosa y ansiosa por ir a encararle lo que había hecho y por no estar ahí precisamente. Pero Haise no era el mismo y Ui probablemente tenía razón al hablar de lo despreciable que él era.
Mi corazón estaba quebrandose poco a poco , había perdido a mis dos mejores amigos en menos de una semana y ahora... ¿estaba sola? Dudaba acerca del hecho de poder contar con alguien más, el resto de personas que conocía sólo compartia conmigo la relación de colegas y siempre tenía que quedarme al margen del profesionalismo. Todo... Todo era demasiado extraño últimamente , y eso me asustaba demasiado.
(...)
Las cosas cambiaron demasiado desde entonces. Los meses transcurrían en silencio y en monotonía sin la dulce compañía de Hairu. Necesitaba una confidente , alguien con quien hablar y precisamente en ese momento mis ganas de luchar se quedaban cada vez más escasas. La extrañaba mucho , nunca creí que la muerte de alguien me afectará tanto , sobretodo por qué ya lo había experimentado con anterioridad.
Yo no era de piedra , pero el haber visto morir a tantos compañeros , de alguna manera me había hecho más fuerte. Sin embargo... Hairu era otra historia.
Mi relación con Koori se afianzó un poco después de lo ocurrido. Al parecer el suceso a él le había afectado más de lo que yo creía. Pero... no había sentido para alegrarse por eso.
- Ya terminó nuestro turno , Koizumi . Hora de irnos. - Hablo aquel clase especial con serenidad y mucho profesionalismo. Mis ojos se fijaron en él , me dolía ver su aspecto un poco más ojeroso y demacrado de lo usual , casi nadie lo notaba , sin embargo para mi era más que claro. Él me importaba demasiado.
- Ui-san - hablé. Koori estaba tomando su maletín y ya se disponía a retirarse de la oficina que ahora sólo nosotros compartíamos como líder y vice-líder del S1 respectivamente. - ¿le gustaría venir a tomar un café? - quizás algo de confusión se mostró en su rostro , yo ya me había acostumbrado a hacer esa clase de peticiones al menos una vez semanalmente , por lo que ya había perdido un poco el miedo a preguntarselo.
- estará bien. - afirmó. Ambos emprendimos el camino hacia una cafetería que estaba cerca del edificio principal de la CCG. Nuestra caminata fue en silencio , pero eso no me impidió notar el preciso momento en el que un suspiro escapó de sus labios.
Yo lo sabia , aunque no lo demostrara , él también estaba triste...
(...)
"Nadie más está luchando por tus demonios.
Quizá defenderlos sea el inicio de tu sentido..."
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