Es curioso como los sucesos que transcurren te cambian las emociones. En tan solo unas horas puedes experimentar amor, felicidad, dulzura, diversión, preocupación, temor y miedo.

Nadie sabe lo que va a ocurrir y ni siquiera lo entiendes cuando está pasando. No es cuestión de lógica, es cuestión de tiempo.

El grupo de estudiantes no tenía en claro lo que estaba pasando pero no les hacía falta mucho para lograr averiguarlo.

Después de la desaparición de Chloè y la ausencia de Kim optaron por mantenerse juntos, nadie se separaba y tampoco se quedaba atrás. Nadie se alejaba ni se adelantaba. Los sucesos dentro de la cabaña no eran algo común, aquí había algo extraño que solamente los ojos de Marinette podían ver y medio entender, pues la idea de los demás era solamente algo de mal chiste o una broma de mal gusto.

Tras recorrer la casa y no encontrar algo fuera de lugar, decidieron mantenerse juntos en la habitación que ocupaban las hermanas Dupaing-Cheng.

— ¿Qué vamos a hacer? — musitó la castaña. — no podemos llamar a nadie, la maldita señal no sirve en este lugar.

Alya y Nino estaban sentados en el lado derecho de la cama, la castaña tenía la cara escondida en sus manos mientras que el moreno le acariciaba la espalda en un vaivén; Bridgette se encontraba recostada en las piernas de Marinette al lado izquierdo de la cama mientras que Adrien se encontraba de brazos cruzados recostado en la pared junto a la entrada de la habitación.

— Creo que...— el rubio lo pensó muy bien antes de soltarlo— creo que lo mejor que podemos hacer, es esperar.

El rostro de todos poseía la mirada gacha, de todos, menos de Alya Cèsaire. Al escuchar las palabras del Agreste se levantò de golpe para dirigirle la palabra.

­­— ¡¿Crees que tenemos oportunidad de elegir!? ¡Es obvio que no hay otra solución! — regresò a su sitio y hundió sus pensamientos en las palmas de sus manos.

—Alya, tranquila. No nos pasará nada si nos quedamos aquí, es cuestión de horas, verás que pronto amanecerá— Marinette cogió el móvil que estaba en la mesita de noche al lado suyo y al encender la pantalla su rostro se petrificó. Faltaban más de tres horas y media para que el sol saliese, pero eso no se lo dijo a la castaña, pues eso no haría que se tranquilizara.

Un sonido audible se hizo presente en las afueras de la cabaña. Una clase de arma estremeciéndose contra la corteza de madera.

Adrien se levantò de golpe y colocó su índice sobre su boca en señal de silencio. Camino hacia la ventana con tal de lograr visualizar que es lo que producía esos sonidos.

­— ¡No Adrien, no mires por la ventana!­— susurró Marinette.

Adrien decidió ignorarla mientras se acercaba a paso tranquilo hacia el gran ventanal cubierto por una cortina de color vino tinto. Cogió la cortina y la levantó lentamente, se acercó un poco al cristal y al no lograr visualizar nada opto por colocar ambas manos a los costados de su frente y toparse contra el vidrio del ventanal.

Después de mirar unos segundos al exterior, regresò su mirada a la estancia. Cuando iba a soltar la cortina que tenìa sujetada con su mano izquierda, un fuerte golpe azotó la ventana produciendo un grito de parte de Bridgette. Adrien regresò la mirada hacia el ventanal y se encontró con el reloj de Kim pegado en el cristal de la ventana desde el exterior, este chorreaba gotas de sangre que resbalaban a través del ventanal

Adrien al verlo intentò tomarlo pero la ventana estaba sellada desde afuera, de modo que no se podía abrir. No, a menos que se forzara del otro lado.

—Mala idea— pensó— mala idea.

Se girò sobre sus talones y le dirigió la mirada a Nino quien se encontraba observando cada gesto suyo.

— Ohh no, ohh no amigo. Conozco esa mirada y no me obligaras— musitó el moreno.

— Vamos Nino, sé que no es la mejor de las ideas, pero el reloj de Kim está conectado con su teléfono. Podríamos comunicarnos con él y saber dónde está.

— ¿Qué? — gestionó la castaña. ¿Estás hablando en serio?

La mirada del rubio no mostraba atisbos de estar jugando, más bien todo lo contrario.

—Solo será momento, regresaremos enseguida. No estaremos mucho tiempo afuera.

— ¡Nooo! ¡Ni de broma! Nino se queda aquí y esto se acabó.

—Tal vez no sea mala idea— esta vez hablò Marinette.

— ¡Quée! ¿Tú también? — le dirigió la mirada.

— Piénsalo Alya. Kim podría estar herido no sabemos si esta dentro de la casa. No tenemos muchas opciones. Si no va Nino lo haré yo y ustedes se quedaran con Bridgette.

— Noo Marinette, yo iré contigo— expuso la Dupain menor.

Los reproches de todos hicieron que fuese imposible para el rubio entender lo que cada uno decía, por lo que optó en caminar hacia el centro de la habitación.

— ¡Ya basta! — gritó— Nino ¿vienes o no?

El moreno lo pensó y en cuestión de segundos se puso de pie. Alya se quedó mirándolo por varios segundos con gestos de confusión, a lo que niño optó por tranquilizarla con palabras que no fueron audibles para todos los presentes.

—Regresaremos en unos minutos— soltó el rubio con su celular en mano— no abran la puerta a menos que seamos nosotros y no salgan de aquí ¿entendido?

Las azabaches asintieron con la cabeza mientras que Alya intentaba no preocuparse por la salida de su novio.

Los chicos salieron a paso acelerado de la estancia. En cuestión de segundos ya estaban frente al ventanal descolgando el Apple Watch de Kim.

Adrien lo analizó y logró visualizar que la sangre que escurría. Estaba fresca, eso significaba que Kim podría estar en peligro.

—Viejo, mira eso todo lo que quieras, pero hazlo dentro.

Ambos regresaron a la cabaña y cerraron la puerta tras de sí, caminaron el gran corredor logrando quedar en frente de la puerta en donde se encontraban las chicas. Adrien toco la puerta mientras les decía a las chicas que eran ellos.

Marinette les abrió la puerta. Adrien se adentrò en el tocador para lograr limpiar el accesorio de Kim y Nino se quedó recostado en el umbral de la puerta mientras su mirada se conectaba con la de Alya impartiendole tranquilidad de cierta forma.

— ¿Funciona? — cuestionó Marinette.

—Eso creo, aunque tiene poca carga.

— ¿Puedes localizar el teléfono de Kim? — preguntò el moreno mientras se adentraba en la habitación y cerraba la puerta a sus espaldas.

Los chicos guardaron silencio. Adrien necesitaba silencio para lograr escuchar si el celular de Kim estaba en la cabaña.

Realizó la prueba "Ping" y esperó unos segundos.

Nada.

Realizó la prueba nuevamente. Todos guardaban silencio.

Nada.

Opto por hacerlo una última vez. Cerró los ojos y cruzo los dedos. Una vibración acompañada de una melodía muy conocida se escuchó de fondo. Adrien salió de golpe de la habitación y se encaminó a paso acelerado al lugar de donde la melodía venía.

Se topó con una de las paredes de madera del gran corredor, en el cual no había alguna entrada pero al fondo se escuchaba el sonido y la vibración del móvil.

— Debe ser un pasaje secreto o algo así.

Los chicos se acercaron a la pared y comenzaron a visualizar algún objeto o artefacto que les sirviese de llave para ese "pasaje".

El Reloj terminó la función y la melodía dejó de sonar.

— ¿Cómo entraremos? — expuso la castaña.

— tiene que haber una forma. — Adrien comenzó a buscar cosas inusuales que pudiesen abrir ese lugar.

Bridgette se acerco a la pared y la estudió de manera detallada.

— ¿Y si giramos todos los cuadros que hay en el pasillo? — musitó la azabache mayor.

—Hay que intentarlo.

Cada uno se encargó de ver, analizar, girar y dar movimientos tranquilos a los cuadros que rodeaban el pasillo mientras que Bridgette seguía perdida en los detalles de la fina madera.

Un estilo peculiar llamó su atención. Era el típico diseño de madera que poseía un óvalo al centro una clase de paréntesis a su alrededor. Visualizò las demás tablas de madera, solamente la que estaba enfrente de ella tenía ese peculiar diseño.

Posó sus manos alrededor del diseño y acercó su rostro para lograr visualizar mejor el ovalo. Este resaltaba por su diseño y su orilla reflejaba que podía hundirse al presionar con un simple toque.

Bridgette lo presionó.

Las tablas produjeron un agudo sonido y se levantaron de manera que quedaron escondidas en el techo. En cualquier momento caerían para esconder nuevamente la entrada.

— ¿Cómo lo has conseguido? — preguntó su hermana.

— Solo toque el óvalo de esa mancha— señaló el diseño de madera que había estudiado.

— ¡Esa es mi hermanita! — la apachurrò de manera adorable.

Marinette se asomo y logro ver que ese pasaje contenía gradas a la luz neutro de una brillante farola.

— ¿Adrien, crees que sea buena idea bajar? — el rostro de alegría de Marinette desapareció y ahora solo se visualizaba uno de duda y mal presentimiento.

Adrien diò unos cuantos toques al reloj de Kim y en cuestión de segundos la melodía de una llamada se volvió a hacer presente.

—No tenemos opción. Síganme y no se alejen— dedicó una mirada seria para cada uno de los presentes.

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Bueno mis criaturas, aquì les dejo un regalo anticipado de Navidad. (solo por si acaso)

No, ya en seri. Intentaré no demorarme tanto en finalizar esta historia. Tengo que continuar unos pendientes y tal vez comenzar unos nuevos... no lo sè, el tiempo lo dirá.

Eeeeen fin. Y este fue el capìtulo de la seman. Si te gusto vota por el. No olvides seguirme en mis cuentas de... naaaahhh mentira, lo siento, he pasado mucho tiempo metida en Youtube y menos en Wattpad.

Nada más, nada menos, solo les digo que los quieeero y gracias por leerme.

He batido récord, sinceramente no tienen idea de como me emociono al ver las lecturas que esta historia tiene en cada capítulo nuevo. No tienen idea de lo feliz que me ponen.

Gracias por ser tan bellos. 

Gracias por leer.

Gracias por votar.

Gracias por comentar.

Los amo mucho. En serio, cada nombre de perfil queda guardado en mi mente y mi corazón.

Este capìtulo va para ti mi queridísima LMM05Z

 Te pido mil y un disculpas por que hace un mes ¡UN MES! te dije que actualizarìa. ¡PERDOOOON!. gracias por estar ahí, ahí presente leyendo cada capítulo y comentando, te llevo en el corazón. espero que este capitulo sea de tu agrado y cumpla con tus espectativas!! te quiero mucho nena.

Sin nada mas que decir. los quiero mucho...

Ney♡