Capítulo 2

La vivienda fue inundada con risas que todos se encargaban de producir. Sobre todo de Kim y Chloe que no paraban de bromear. Alya y Nino se encargaban de servir unos zumos mientras que Adrien, Marinette y Bridgette estaban recostados unos sobre otro, haciendo que el peso recayera en Adrien.

Al llegar las diez de la noche, los ojos de cierta azabache empezaron a cerrarse por el cansancio vivido en ese día, y claro que esto no fue ignorado por los ojos de Marinette.

Ambas se levantaron de los lugares en donde se encontraban para comenzar a desearles las buenas noches a sus amigos.

La habitación de ellas era acogedora, contaba con una "Cama Queen", aire acondicionado y un tocador solamente para ellas.

Luego de terminar sus hábitos de aseo y acomodar sus pertenencias ambas se fueron directo a la cama que de por sí, solo una se encargaría de quedar profundamente dormida en ella.

—Perdóname Mari—soltó la azabache sorprendiendo a Marinette.

— Aaamm ¿porqué?—musitó mientras acariciaba la coronilla de su hermana.

—Por que por mi culpa, tú te pierdes toda la diversión—Bridgette levantó su rostro para lograr ver directamente los ojos de Marinette.

— ¿Y tú porque andas asimilando eso?—despeinó el cabello lacio de su hermana mientras ambas se mataban de risa—los mejores momentos son los que paso contigo mi ajolotia.

—Eso no es cierto—alegó la azabache—tus mejores momentos son los que vives junto a Adrien.

La mayor se levantó de su cómodo lugar para ponerse de pie y quedar directamente frente a Bridgette.

— ¡Señorita por favor!—la azabache posó su mano derecha en su pecho— ¡me ofende con tal comentario!—colocó su mano izquierda encima de su cabeza para presentar que estaba claramente ofendida.

La risa de Bridgette no paraba mientras que Marinette solo se encargaba de observarla y embozar sonrisas ladinas. Se dirigió nuevamente hacia ella para adentrarse en las cómodas sabanas que portaba la habitación.

—Sabes muy bien que mis momentos contigo no se pueden comparar con los que he vivido junto a Adrien. Ambos son muy especiales para mí y disfruto estar con ustedes. Pero no importa de quien se trate, tú eres mi hermana y nada ni nadie se podrá comparar al gran cariño que te tengo.

—Te quiero Mari.

—Y yo a ti, ajolotia—volvió a despeinar el cabello de la azabache.

— ¡Oye! ¿Porque tanto afán de llamarme así?—alegó la menor de las Dupain.

—Tú muy bien sabes el origen de tu apodo. —le dirigió una mirada de picardía.

— ¡Nunca me imagine que Alya estaría detrás de Alex y yo!

La risa de Marinette inundó la habitación.

—Eso te ganas por andar con noviecitos—golpeó con su dedo índice la nariz de la azabache—a decir verdad, no te queda mal el nombre. Tus ojos son iguales que los de un ajolote.

— ¡Oye!

Esta vez, la risa de ambas se volvió tan escandalosa que por un momento pensaron que sus amigos llegarían a la habitación a ver qué era lo que ocurría. Por fortuna de ambas, no se asomó ninguno.

Ambas se acomodaron en el cómodo colchón de la habitación y solamente una de ellas quedó profundamente dormida mientras que la otra se encargaba de sumirse en los escritos de su libro.

Sin embargo, había algo que paso desapercibido por la azabache. Y es que unos ojos la estuvieron observando desde que entraron en la estancia.

........................

Marinette estaba tan sumida en sus sueños que ni siquiera un rayo de sol que se había colado por su ventana la logro despertar. Lo que si lo había conseguido fueron los gritos que producía la novia de su amigo Kim.

La azabache abrió los ojos de un solo golpe. Lo único que pasaba por su mente era la advertencia de Luka entremezclándose con los gritos de Chloe.

Las reglas eran claras y totalmente fáciles de no romper. Lo que hacía falta era compartirlas con sus amigos del alma.

No era posible que en tan solo el descuido de una noche, sus amigos del alma se hubieran encargado de meter la pata.

Marinette se enfundó torpemente su bata junto a sus pantuflas y se dirigió al lugar de donde venían los gritos. La sorpresa que se llevo no fue mas que la de ver a Kim corriendo detrás de Chloe mientras los demás se ahogaban de la risa.

— ¿Qué pasa? ¿Porque gritan?—alegó la azabache mientras se posicionaba junto a su novio sumergido en el agua que provenía de la cascada.

—Buenos días amor. Yo dormí muy bien ¿y tú?—musito el rubio mientras la observaba y arqueaba ambas cejas.

La azabache se inclinó para depositarle un casto beso en los labios. Acto que fue claramente recibido por parte del ojizarco.

—Ahora si respondo a tu pregunta. —soltó el rubio—Toda la mañana, Kim a intentado atrapar a Chloe y hacer que entre al agua, pero ella no quiere estropear su "alisado de Keratina", por eso se ha encargado de correr durante todo un buen rato.

Dió un sorbo a la refrescante bebida que tenía a su lado.

— ¿Y solo por eso han hecho tanto alboroto?—alegó mientras fruncía el ceño.

—Relájate Mari. Tú sabes muy bien como se comportan ambos.

Marinette se quedó de brazos cruzados mientras observaba como Kim hacia un baile de victoria al haber logrado atrapar a Chloe y sumergirla en el caudal que rodeaba la cascada.

— ¿Porqué no entras?—soltó el rubio.

Se tomo su tiempo para pensarlo. No sería mala idea pasar el rato con su atractivo novio. Compartir tiempo con sus amigos era el principal motivo por el cual habían hecho esta excursión. Al momento de darle una respuesta a Adrien la imagen de cierta azabache invadió la mente de Marinette. Se levanto de un solo golpe y se dirigió a la cabaña. Intento ir de la manera más calmada posible, pero no lo logro. Lo que sí consiguió fue dejar al rubio con un signo de interrogación en su cabeza.

Entro acelerada con un solo destino; la habitación.

Y entonces la vio; durmiendo placida y relajadamente mientras unos cabellos rebeldes se encontraban en su frente.

Se asomo para contemplarla más de cerca. Al ver que estaba profundamente dormida, decidió sentarse a su lado para perderse en los pensamientos que se aproximaban.

Al pasar los minutos la menor de las Dupain comenzó a removerse entre las sabanas. Abrió los ojos lentamente y se dió cuenta que una figura materna se encontraba junto a ella.

Esos momentos le brindaban seguridad, pues desde que había ocurrido aquel suceso representado como "Fría noche", ella sufría pero no se quejaba durante las noches, de cierta manera no era necesario pues toda la familia lo sabía. Desde entonces Bridgette ha permanecido en compañía durante las noches.

La mañana pasó como hoja que lleva el viento y al caer la tarde comenzó la verdadera acción, pues lo que se asomaba no tenía vuelta atrás.

Durante la tarde, el grupo de jóvenes se divirtió como nunca nadie lo había hecho. jugaron juegos de mesa, comieron frituras y se encargaron de hacer curiosos y chistosos videos para recordar siempre el momento.

Mientras que la diversión abundaba y las risas no sesaban Marinette recordó la información que debía compartir con sus amigos, era un poco extraña, pero no estaba de mas hacer conocedor a sus compañeros de diversión. 

—Oigan chicos, necesito decirles algo—la atención de sus amigos cayo directamente en ella— verán, antes de entrar a la cabaña he hablado con Luka y me ha dicho ciertas cosas que deberían saber.

—Oye Mari, no nos dirás que la cabaña esta embrujada— todos empezaron a reir, luego Max silenció de pronto— ¿Verdad?

—¡No, no, claro que no!— aclaró la azabache— son solamente unos comentarios.Creo.

—Entonces suéltalo chica—musitó la castaña.

—La cuestión es que...

—Marinette. ¿Mari puedes venir?

Marinette fue interrumpida de golpe por cierta joven que la llamaba. se encaminpo hacia la cocina buscando a la proveniente de buscar la presencia de ella.

Visualizó a su hermana de brazos cruzados mientras que luego dirigía la mirada a su alrededor y vehía como las alacenas tenían sus puertas de par en par, las gavetas tenían a la vista los cubiertos y el refrigerador tenia medio abiertas sus puertas.

—¿Que pasa?¿que pasó aquí?— cuestiono la mayor de las Dupain.

—No encuentro ninguna fritura, no hay galletas y los zumos se han acabado. Tengo un poco de hambre Mari.

— Pero ¿como es eso posible? todos trajimos suficiente comida para un fin de semana— alegó Marinette mientras se encaminaba hacia el refrigerador. Abrió las puertas de par en par y no se encontró con mas que unas cuantas verduras.

Regresó a la sala de estar para cuestionar a sus amigos, tal vez alguno se había excedido con el vacío de su estómago.

—No Mari, nosotros no hemos tomado mas que lo que comimos hace rato.— aclaró el rubio.

— Tal vez nos pasamos de comer chica y no nos dimos cuenta— soltó la castaña— pero no te preocupes, si quieres podemos ir por más. Cielo, ¿nos prestas el auto?— Nino le guiño el ojo para luego lanzarle las llaves a su amada novia— Gracias.— soltó con todo cantadito.

Las tres se encaminaron hacia el auto para dirigirse al pueblo más cercano.

Marinette llevaba en su mente las palabras que aquel chico de ojos azules le había dicho. Con lo que no contaba es que no invidirían su mente al regreso.

A los veinte minutos de rondar por un pueblo se encontraron con una tienda de conveniencia a la cual no dudaron en entrar.

Bridgette y Alya se encontraban surtiendo la canasta mientras que Marinette deambulaba por el lugar. Logró visualizar a un tipo limpiado las mesas de fondo.

—Es muy extraño ver jovencitas por acá.

Marinette se giró sobre sus pies para localizar al sujeto proveniente de esa voz. Tenía una gorra con el logotipo del lugar y un gafete con su nombre, el cual Marinette no pudo identificar muy bien.El tipo ya era un adulto, aunque no presentaba llegar a tener nietos.

— Dime preciosa ¿estas de visita?—. el sujeto reposo la barbilla en su brazo.

—Algo así, estamos de excursión.— soltó la azabache.

—Ah, ya veo. Es muy extraño que alguien venga aquí a estas horas, es mas, es muy raro ver a alguien en las calles a esta hora.

—Solo andamos de paso señor.

—Yo te recomendaría que se dieran prisa en regresar muñeca. La niebla está a punto de bajar y créeme que no querrás que te atrape a mitad del camino.

—Pero, señor, en el bosque no hay niebla.

El tipo abrió los ojos al momento en que Marinette le dijo de donde venía. Se quedó en shock por unos minutos. Cuando por fin iba a soltar algo Alya y la azabache se aparecieron con la canasta de aperitivos para poder cancelarlos.

Las palabras que el tipo diría se quedaron ahogadas en su garganta, pues solamente se encargó de cobrar lo que las chicas habían colocado en la mesa registradora.

—Gracias.— Alya le regaló una sonrisa al vendedor para luego dirigirle la palabra a Marinette— ¿Lo ves? todo tiene una solución.

Al salir de la tienda y encaminarse hacia el auto Marinette volteó a ver y se encontró con los dos sujetos observando en como ellas se dirigían al auto. Marinette por instinto apresuró su paso y se adentro en el trasnporte, volteó a ver de nuevo y los tipos ya no estaban.

La azabache se encontraba tan sumida en sus pensamientos que no vio ni la hora ni el momento en que ya se encontraban frente a la cabaña. La noche estaba por caer y se apresuraron en entrar a la estancia.

......................

La noche era fría y a pesar de que todo estaba completamente cerrado, las ráfagas de viento se hacían presentes en la vivienda.

El grupo de amigos necesitaba un proveedor de calor. Pero lastimosamente la leña se estaba acabando y el fuego de la chimenea se estaba apagando.

— Aquí cada vez hace mas frió y no sé qué vamos a hacer— Alya se encontraba preocupada ya que parecía que la noche seria más fría que la anterior.

— ¿Porqué no salimos a buscar un poco de leña? No creo que nos llevemos mucho tiempo si literalmente estamos en un bosque. — soltó Nino mientras le echaba un brazo a su preocupada novia.

—No creo que sea buena idea. Además Marinette y los demás no están. Ellos podrían desolarse al no vernos aquí. — Chloé se cruzo de brazos.

— Pero eso es pan comido. Voy a decirles que vamos a salir a...

Nino fue detenido por Alya quien lo tomo del brazo.

­— No creo que sea buena idea.

— ¿Porqué?

— ¿En serio quieres que lo expliquemos? — Kim se cruzo de brazos y arqueo ambas cejas.

Todo el grupo se quedo en completo silencio. Max inicio una sonrisa y los demás a proseguir con una carcajada.

Las mejillas de Nino tomaron un ligero sonrojo a lo que después negó con la cabeza.

— Esta bien, esta bien. Comprendo. Entonces vamos nosotros y que Max se quede. Ya saben, por cualquier cosa va.

— Me parece bien.

— Eso suena mejor.

Las reglas estaban por romperse, pero ellos no serian culpables ya que nunca se llegaron a enterar de lo que Marinette tenía que compartir.

Mientras tanto, en una habitación de la cabaña ya hacían dos personas, alejadas completamente de lo que estaba por suceder.

—No creo que este sea el mejor lugar para hacer eso.

— ¿Porqué no? si lo hacemos en casa, ¿Qué tiene de malo hacerlo aquí?

—Pues... estas incomoda, no te ves muy bien y además, ¡no tienes tus utensilios para coser bien!

Los ojos de Marinette se abrieron como platos y con su boca embozó una trompita que la hizo lucir completamente tierna.

— Ya sabes lo que dicen; si puedes trabajar en casa, convierte la casa en cualquier lugar.

La risa de ambas inundo la estancia cuando de repente se escucharon dos golpes al otro lado de la puerta.

— ¿Si?

Marinette se puso en pie y se dirigió hacia la puerta.

Su mirada cambio al encontrarse con unos ojos profundamente verdes cuan esmeraldas y cabellos dorados como rayos de sol.

— ¿Estas muy ocupada? — interrogó el rubio mientras se adentraba en la habitación.

—Pues, estoy realizando unos diseños con Bridgette.

—Brid, ¿te importa si me la llevo un rato?

Bridgette le brindo una mirada coqueta a Marinette para después darle su respuesta.

—Es toda tuya.

Adrien tomó la mano de Marinette mientras esta solo le correspondió a Bridgette con miradas asesinas. Su propia hermana la había entregado.

En cierto punto, Marinette no es que no quisiera estar con su novio. Lo amaba, lo adoraba, pero también no podía darse el lujo de dejar a su hermana de lado. La responsable en que ella estuviese en la cabaña era ella misma. Debía cuidarla, pero de igual forma quería darse la libertad de disfrutar momentos que no podría volver a tener cerca de la presencia de su novio.

—Diviértanse. — se recostó en la cabecera de la cama y retomo la lectura de su libro.

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Y bien, acepto quejas y reclamos por ser impuntual. Aunque debo admitir que es un gran, pero graaan milagro que yo este actulizando tan pronto.

En fin, espero que se entretengan con este capitulito y que lo disfruten mucho. Se que dije que este sería un poco intenso y pues, si, si lo es, pero nomas un poquiiito.

Les dejo la referencia a aquellos que se preguntan el ¿Qué es un ajolotito?

Okay, ya, ya. Disfrútenlo. Gózenlo. Saboréenlo y háganmelo saber en los comentarios.

Y ya, sin mas rodeos les digo mi línea. Tu comentario es mas que bienvenido, y tu voto me sacará una gran sonrisota. 

Ney_♡

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