Realidad Loud
El Lincoln adulto miraba con extrañeza la rara escena frente a él. El albino adulto adolescente observaba fijamente a su hermana Luan por dos, osea que veía doble.
Frente a él estaba su esposa amante de mayor edad, esta lo miraba con una sonrisa nerviosa como queriendo decirle que ni ella sabía lo que estaba pasando en estos momentos.
Y por otro lado, tenía a una joven Luan de tal vez quince años de edad, abrazándolo de la cintura y lo más raro, era que estaba vestida con ropas negras muy apretadas resaltando su linda y poco desarrollada figura.
Esta no dejaba de disculparse por algo acerca de un vídeo en internet o algo así.
—Ya ya ya ya, todo estará bien... —Le acarició la cabeza a la pequeña Luan bajo la mirada atenta de la otra Luan.
—P-pero, l-lo que te hicimos, ¡Fue horrible! —Gritó entre llantos la más pequeña.
Lincoln se agachó un poco para estar a su altura y poder mirarla a los ojos.
—Sabes, no importa lo que me hayan hecho, lo importante es lo arrepentidas que estén de sus actos y...
—¡Lo estoy, lo estoy, lo estoy! ¡Mucho, muchísimo, demasiado! —Lo interrumpió ella abrazándolo del cuello.
Lincoln simplemente correspondió el abrazo. No notó que la otra Luan tenía la mirada al suelo con una sombra cubriendo sus ojos, era como si estuviera dolida o algo así.
El albino le resto importancia a su amante. Simplemente tomó de la mano a la más joven y la empezó a jalar hasta la habitación de arriba para mostrarle donde dormiría.
–Ven Luan, luego me cuentas con más detalle lo que te trae por aquí y...
(¡Slash!)
—¡Agh!
La Luan más joven miró con horror cómo un cuchillo salía desde el pecho de su hermano menor, no tan menor. Observó con más detenimiento y vio que su otra yo había atacado a Lincoln.
—¡Lincoln es mio y de nadie más! ¡Perra! —Gritó la mayor ya enloquecida.
La menor se separó de Lincoln, retrocedió un poco y observó como su hermano empezaba a botar sangre por la boca, poco a poco parecía que la vida se escapaba de su cuerpo y que en cuestión de segundos...
—¡Agh...! —Soltó Lincoln mientras caía muerto aún lado.
—¡AAAAAAAHHHHH! —Fue entonces que la menor grito a todo pulmón un grito muy espeluznante y aterrado.
La mayor se dio cuenta de lo que hizo y enseguida se acercó al cuerpo del albino para ver si podía ayudarlo.
—¡NOOOOOO! —Lo empezó a agitar para hacerlo reaccionar pero no tuvo éxito. Fue entonces que con lágrimas en los ojos y con el cuchillo en manos, se levantó del suelo y encaró a la menor. —¡Mira lo que hiciste! —Le gritó apuntándole con el cuchillo ensangrentado.
La menor puso una expresión mucho más ofendida que asustada.
—¿¡Yooooo!? —Le dijo con enojo. —¡Pero si tu le clavaste el cuchillo en la espalda quien saber por qué motivo! —Le reprochó poniendo sus manos en su cintura.
La mayor soltó una sonora carcajada y la observó de forma psicópata.
—Ah pero recuerda que yo soy tú y todo lo que yo haga es como si tu lo hicieras, así que tienes igual culpa en la muerte de nuestro hermano, así cómo en la de nuestros padres y hermanas, al igual por no sacar la basura y limpiar la cocina —la mayor culpo a la menor por todo como si fuera lo más natural del mundo.
—No, claro que no, eso no funciona así —se defendió la menor.
—Si, claro que si funciona así —le dijo la mayor.
—No, así no funciona —se defendió nuevamente.
—Que si funciona así —dijo la mayor.
—Que no, así no funciona, tu eres culpable de tus actos y yo de los míos —le intentó explicar la menor a la mayor.
—¡Qué si funciona así! —Le gritó ya desesperada la mayor.
—¡Qué no funciona así, y se acabo! –Gritó ya molesta la menor.
—¡Qué si!
—¡Qué no!
—¡Qué si!
—¡Qué no!
—¡QUÉ SI!
—¡QUÉ NO!
—¡QUÉ SI, AL INFINITO!
—¡QUÉ NO, AL INFINITO MÁS UNO Y SI HABLAS ERES UNA IDIOTA, TENDRAS MALA SUERTE Y TENDRAS QUE DORMIR AFUERA USANDO UN MALDITO TRAJE DE UNICORNIO! —La menor puso punto y final a esta ridiculez.
—Es de ardilla —la corrigió.
—¡LO QUÉ SEA! —La calló nuevamente.
La mayor intentó decir algo pero estaba atónita y sin palabras, por lo que simplemente bajo la cabeza y empezó a reír de forma divertida.
—¿Qué es tan gracioso? —Preguntó la menor ya de brazos cruzados.
Entonces la psicópata levanto la mirada y la observó con una enorme sonrisa algo perturbadora.
—Nada, simplemente que te voy a matar jajaja... —Se encogió de hombros mientras decía eso.
—Oh, era eso... —Dijo Luan restándole importancia al asunto mientras desviaba la mirada, un segundo después levantó la vista con los ojos bien abiertos como platos y rápidamente volteó a ver a la loca. —Oh... —Murmuró aterrada.
Mientras la loca se acercaba, ella simplemente empezó a retroceder. Hasta que...
—¡Adiós! —Se despidió para luego salir corriendo a toda velocidad escaleras arriba y encerrarse en la que era la antigua habitación de la Lisa de esa dimensión, mundo alterno o donde sea que se encontrará para evitar que la mataran.
La loca solo levantó una ceja con una expresión de sorpresa en su rostro. Pero enseguida agitó su cabeza en repetidas ocasiones para salir en persecución de la otra Luan.
____________________________________
—¡Me va a matar! ¡Me va a matar! ¡Me va a matar! ¡La loca me va a matar! —Repetía Luan con miedo mientras colocaba muchos muebles y lo que sea que encontrará enfrente de la puerta para evitar que alguien entrará.
(¡Smack!)
(¡Smack!)
(¡Smack!)
La puerta era golpeada del otro lado con mucha fuerza.
—¡Se que estas allí Luany! —Gritó la loca desde el otro lado de la puerta.
Luan retrocedió mientras temblaba mucho, empezó a sudar y poco a poco se iba convirtiendo en un manojo de nervios.
(¡Crash!)
Se formó una abertura en la puerta y la Luan loca asomó la cabeza.
—Aquí está Luaaaaaan jajaja —bromeó la mayor.
—¿¡Dónde estas Lynn!? —Gritó la menor levantando la vista al cielo.
____________________________________
—Umm si Lincoln... Esto sabe bien... Tienes un muy buen sabor...
—P-por favor Lynn... Ya para... E-esto es... Raro... —Se quejó Lincoln muy sonrojado.
—No, tush dedos saben... Bien... —Decía la deportista mientras le chupaba los dedos del pie a su hermano menor, a quien acababa de salvar de su doble mayor de aspecto terrorífico y sexy.
Lincoln intentó quitársela de encima pero no podía, su hermana ya era muy fuerte y no parecía querer dejarlo libre. Pronto lo violaría si no la detenía. Hasta que se le ocurrió algo.
—¡Lynn, mira un pase largo acercándose! —Gritó Lincoln esperando que se la creyera.
Lynn lo miró con una expresión de "¿En serio?" y dijo.
—¿En serio piensas que caeré en eso? —Preguntó seriamente.
Lincoln soltó un suspiro de derrota y dijo.
—Tienes razón... Solo es una pared...
—¡Una pared!, ¿¡Dónde!? —Lynn se puso de pie y volteó a ver en donde estaba esa dichosa pared. Pero se fijo que no había nada allí, ya que la casa poco a poco se iba derrumbando. —Espera un minuto... —Volteó a ver el sofá donde se supone tenía sometido a su hermano menor, pero Lincoln ya no estaba allí.
Desvío la vista a un lado, sus ojos rojos se posaron en la escalera y allí, observó que Lincoln subía por estas.
—¡Lincoln ven aquí ahora y complaceme! —Salió corriendo tras su hermano.
Lo encontró de pie a espaldas de una ventana. Observándola con mucho miedo mientras temblaba cómo gelatina.
—Te encontré hermanito... Jejeje... —Habló con malicia y cómo si estuviera desesperada, empezó a correr en dirección a su hermano a toda velocidad dejando un camino de fuego a sus pies.
Pero antes de que pudiera tocarlo, Lincoln sonrió con superioridad y cuándo su hermana saltó para atraparlo, él simplemente se hizo a un lado.
(¡Crash!)
—¡AAAAAAAHHHhhh...
(¡Splash!)
Lynn rompió la ventana y cayó en el jardín de su vecino Quejon del que no se sabía nada y qué a nadie le importaba.
—Auuu... —Se quejó del dolor en su cara. Poco a poco se iba poniendo de pie y algo raro pasaba. —¿Qué demo? —Por alguna extraña razón todo se veía muy extraño, era como si viera a través de una pantalla rota y justamente eso era. —¿¡Qué mierdas!? —Gritó molesta al quitarse los lentes de realidad virtual que estaba usando.
Miró a todas partes muy molesta, estaba en una habitación blanca y Luan estaba allí también, usando unos lentes iguales.
—La loca... La loca... La loca... —Balbuceaba Luan mientras movía su manos, su cuerpo estaba atado con unos cables que la sostenían de sus brazos y piernas.
Ella se observó a sí misma y se fijo que estaba tirada en el suelo, seguramente se dio un impulso y se logró zafar de los cables cayendo de cara al suelo y así liberándose del mundo alterno.
Se terminó de soltar de los cables con mucho enojo. Se fijo que nuevamente tenía su cuerpo más desarrollado y aún estaba usando ese estúpido traje ajustado que Lisa les dio.
Camino un poco por la habitación, observó las miles de pantallas que habían allí. Pero antes de hacer algo más, hizo lo más lógico que haría alguien en su posición que acaba de perder todo nuevamente.
—¡BUAAAAAAAA! —Cayó de rodillas con las manos cubriendo su rostro mientras rompía en llanto.
Treinta minutos de llanto después.
Lynn se levantó del suelo, se limpió las lágrimas de sus ojos y se acercó a Luan para liberarla de su encierro mental.
Mientras tanto con Luan y la loca.
—Este órgano se fue para el mercado —dijo la loca sacando uno de los riñones de Luan y poniéndolos en una balanza. —Este otro se fue al cine. —Sacó el estómago de Luan y lo arrojó por la ventana.
Mientras tanto, Luan miraba con horror cómo era despedazada miembro por miembro, pero lo raro era que no sentía dolor, seguramente el dolor era tan insoportable que no lo sentía o algo así.
—E-estetetete or-ganiso... —Por alguna razón la realidad empezaba a volverse muy extraña.
—Debo estar muriendo... Jeje... —Luan cerró los ojos y espero a que todo acabará.
Pero...
—Oye, despierta. Hay qué ir por Lincoln para irnos de este raro lugar de una vez por todas.
Abrió los ojos al escuchar la voz de su hermana Lynn.
—¿Lynn? ¿También moriste? —Preguntó confundida la ex comediante.
La deportista solo soltó un suspiro muy exasperado y comenzó a explicarle la situación a su hermana mayor.
Una explicación después.
—¿Realidad virtual? —Preguntó Luan ya libre de sus ataduras.
Lynn asintió. La comediante soltó un suspiro, por un segundo creyó que se quedaría sin órganos.
—Si, ahora vamonos. Debo encontrar al responsable de esto y enseñarle una lección –aclaró Lynn dirigiéndose a una puerta que estaba por allí.
(¡Smack!)
Le dio una patada y la abrió sin el mayor esfuerzo. La atravesó sin esperar a Luan.
—¡Espérame! —Gritó Luan mientras salía en persecución de su hermana.
Mientras tanto en la cafetería del asilo.
Lidy se encontraba sentada tomando un café mientras jugaba con un extraño juego de ajedrez con muchas piezas extrañas.
—¡Jajaja! —Reía la peliblanca con malicia. —Las piezas están en su lugar y muy pronto podré hacer mi jugada.
Una pieza de ajedrez idéntica a Lynn y otra con la forma de Luan se movían por si solas hasta quedar enfrente de una pieza idéntica a Lidy, la cuál se veía riendo cómo lo hacía la verdadera Lidy.
Mientras tanto otras piezas desaparecían, cómo una Luan adulta con cara de psicópata, una familia Loud algo preocupada por sus hermanos que acababan de salir a la purga, Un elefante de color verde, un psicólogo lisiado que olvida cobrarle a sus pacientes y otras más que ya desaparecieron y no me dio tiempo de ver que eran, pero que seguramente no eran importantes.
En el tablero aún se veían las piezas de dos góticas, una niña genio, una chica rubia muy tonta, una bebé de dos años y dos gemelas viéndose fijamente como si estuvieran a punto de pelear a golpes con un final muy sangriento.
También se observaban a las dos piezas de la deportista y de la ex comediante observando con enojo a la chica peliblanca.
—¿Quién podrá detener mi plan de quedarme a Lincoln para mi sola? ¡Jajaja! —Rió Lidy.
—Ejem... —Dijo alguien a sus espaldas.
Fue entonces que la peliblanca se dio la vuelta muy lentamente, encontrándose con un par de chicas muy molestas.
—Rayos... —Fue lo último que dijo antes de que Lynn y Luan se le abalanzaran y empezarán a agarrarla a golpes.
Lynn tomó el tablero de ajedrez y empezó a golpearla con el. Mientras que Luan simplemente la pateaba en el estómago.
Estarían por un largo rato así.
Mientras tanto en la casa Loud.
—¡Perfecto, esto no pudo haber salido mejor! —Se auto felicitaba Lisa mientras revisaba el cuerpo recién revivido de su hermana Lola. —¡Soy la mejor!
—¿Qué pasó exactamente? —Preguntó Lola con algo de dificultad. No recordaba nada, excepto a Lana enterrandole un destornillador en... —¡Yo la mato! —Gritó con furia al recordar lo que había pasado.
Lisa la intentó detener explicándole que acababa de regresar a la vida y que no podía encarar a Lana en ese estado, además de que estaba toda sucia y aún no podía mover del todo algunas partes de su cuerpo.
Mientras ellas discutían. Lucy atendía a su paralizada amiga, Haiku aún seguía inmóvil con una cara de horror suprema en su rostro por el susto que acababa de pasar hace poco.
—¿Haiku? ¿Estas bien? —Preguntó ella. Pero no recibió respuesta alguna. —Oye, me estas preocupando... —La movió de los hombros y nada. —¿Acaso tu alma abandonó tu cuerpo y esta se fue al inminente olvido? —Acercó su rostro al de ella. —Haiku...
Fue entonces que se fijo en los pechos de su amiga, estos empezaban a notarse y su curiosidad aumento. Vio de reojo a Lisa y a Lola, estas estaban distraídas, así que sonrió de forma traviesas, acercó sus manos a los pechos de ella y los apretó con un poco de fuerza. Eran suaves, un poco grandes y...
—No hagas eso...
—¡AAAAAAH! —Lucy pegó un fuerte grito por el susto como si fuera una niña fresa y asustadiza. —Digo... Aaahh... —Recuperó rápidamente su postura ante la mirada expectante de Haiku. —Qué bueno que estés bien, amiga. —Dijo Lucy con una pequeña sonrisa.
Haiku se puso de pie y le dijo.
—Lo estaré cuándo terminemos con esto —le dijo a Lucy. La gótica mayor se acercó a Lisa y le dijo. —Lisa es hora de ir por la otra gemela para ponerle fin a esto. —Aclaró Haiku.
Lisa iba a decir algo pero...
—Estoy de acuerdo, vamos —Lola apoyo la idea y así ambas salieron del cuarto de Lisa y se dirigieron a su objetivo.
—Esperen —las llamó Lisa quién no tuvo de otra que ir tras ellas, Lucy la siguió de cerca también.
____________________________________
—¿Así que volviste de la muerte solo para enfrentarme? —Preguntó Lana.
Ambas gemelas estaban en el pasillo del segundo piso mirándose cara a cara. Lola tenía una mirada de enojo mientras que Lana tenía una mirada de burla.
—Así es, es hora que pagues por lo que hiciste —dijo Lola con decisión.
—Jajaja, vaya pero que adorable —dijo Lana con diversión. —Vaya Lisa, no puedo creer que hayas traído a Lola solo para enfrentarme... —Se dirigió a Lisa. —¿Tanto miedo me tienes? —Preguntó a la genio.
Lisa se ocultaba atrás de Haiku mientras temblaba cómo nunca.
—¿Yo? —Preguntó Lisa. —Jajaja no, no te tengo miedo. Solo traje de vuelta a Lola por... Por... —No sabia que decir. —¡Para que toda la familia este reunida nuevamente, si eso! —Lisa sonrió de forma extraña bajó la mirada cansada de todas las demás.
Fue entonces que ambas gemelas adoptaron poses de pelea y se miraron a los ojos.
—Bueno, no importa. Después de que venza a este feo zombie... —Señaló a Lola. —Iré por ti, Lisa. —Dijo con una sonrisa psicópata lujuriosa haciendo casi orinarse en los pantalones a la genio.
—¡No me vencerás tan fácilmente, no está vez! —Gritó Lola con voz chillona.
Entonces ambas chicas soltaron un grito de batalla mientras corrían la una a la otra.
Batalla de gemelas: Expectativa.
Lana y Lola chocaron puños haciendo que una onda de impacto enviara a volar a todos los presentes hasta el siguiente estado.
Lola saltó encima de Lana y le dio un puñetazo en la cara, tirándole todos los dientes. Lana aprovechó ese descuido y mordió muy fuertemente el puño de su gemela mientras lo tenía en su boca, trituró el puño de Lola haciendo que la recién revivida soltará un enorme grito de dolor.
Aunque fue muy extraño que sintiera el dolor de la mordida, ya que le botó todos los dientes.
Batalla de gemelas: Realidad.
Ambas rubias rodaban por el suelo mientras se jalaban el cabello bajó la mirada confusa de ambas góticas y Lisa.
—Suelta mi cabello —exigió Lana.
—No, tu deja mi cabello bien cuidado —exigió Lola también con lágrimas en los ojos.
Mientras ellas "Peleaban", Haiku se acercó a Lisa y a Lucy y les susurró.
—Tengo una idea... —Les dijo.
—¿Cuál es? —Preguntó Lisa.
—Hay que ayudar a Lola a someter a tu hermana Lana —dijo su plan.
—Me parece perfecto —dijeron Lisa y Lucy al mismo tiempo.
—Poo-Poo... —Lily se acercó gateando y asintió también, apoyando el plan de la gótica mayor.
Mientras tanto Lana estaba encima de Lola sujetando las muñecas de la gemela menor.
—¡Jajaja! —Rió de forma triunfal la mayor. —Es hora de acabar con esto de una...
—¡Agarrenla! —Gritó Lisa a sus espaldas interrumpiendo su monólogo.
—¿Eh?, ¡AAAAAAH! —Gritó al momento en el que cuatro chicas se le abalanzaron y empezaron a someterla contra su voluntad. —¡Déjenme! —Exigió ella.
Era un poco difícil para todas detenerla, ya que se removía con mucha violencia y mucha agresividad.
—¡Sostengan con más fuerza! —Pidió Lisa.
—Eso intentó, pero es muy fuerte —dijo Haiku abrazando con fuerza a la rubia por la espalda.
—Lana, detente —pidió Lucy tomándola del cuello con una especie de candado de muy mala calidad.
—¡Nunca! —Gritó Lana.
—¡Con más fuerza! —Pidió Lola tomando a su gemela de una pierna.
—¡Poo-Poo! —Dijo Lily sujetando a Lana de una mano.
Era muy difícil sostenerla y pronto se liberaría del agarre de todas.
(¡Smack!)
Pero eso nunca pasó ya que Leni apareció y la golpeó en la cabeza con una tostadora noqueando a la rubia impostora en el acto.
—¡Leni! —Gritaron todas con enojo.
—Lo siento... —Se disculpó Leni, pero...
—¡Gracias! —Agradecieron para después rodear a la rubia con una fuerte abrazo grupal.
—Oh jeje... De nada —dijo ella correspondiendo el abrazo.
Después de unos minutos de estarse abrazando. Se separaron y Lisa habló.
—¡Deprisa, hay que trasladar a nuestra hermana con síndrome de bipolaridad contagiosa a un lugar donde no le sea posible moverse! —Pidió rápidamente la castaña, pero lo único que recibió fue que todas la observarán fijamente sin decir nada. Fue entonces que soltó un suspiro cansado y les dijo. —Qué me ayuden a llevar a Lana a mi habitación para curarla. —Aclaró la genio.
—OOOOOOH —Dijeron todas al mismo tiempo y así sin perder tiempo, cargaron a Lana a la habitación de Lisa, exceso Leni, ella no miró a Lana por ningún lado. Simplemente estaba confundida por que veía a Lola por dos.
Pero eso no importaba ahora, debían solucionar todo de una vez por todas.
Continúa en el siguiente capítulo...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top