Lisa, Lola, Leni, Lucy, Lily y Haiku se encontraban observando fijamente a su hermana Lana, la cual estaba bien amarrada a una silla. Además, frente a ella había una especie de pantalla de plasma quien sabe como para que, Lisa la colocó allí y no les explico a las chicas lo que iba a hacer.

-¿Qué se supone que harás con ella, Lisa? -Preguntó Haiku sin emoción alguna... Bueno tal vez algo de intriga.

La genio se acomodo los lentes y les explico lo más breve que pudo.

-Cómo verán en esta gráfica... -Sacó una gráfica de quien sabe donde. -El espécimen conocido como Lana sufre de un extraño caso de bipolaridad múltiple muy avanzada para alguien de su edad. -Explicó Lisa.

Todas se miraron entre sí y por unos segundos y luego volvieron su atención a Lisa.

-¿Ella se va a morir? -Preguntó Leni muy preocupada.

Lisa cerró los ojos después de dar un largo suspiro.

-Me temo que si... -Dijo Lisa con pesar.

En ese instante todas empezaron a llorar por el trágico destino que le deparaba a una persona muy querida para ellas.

-A menos que... -Dijo Lisa deteniendo el llanto de todas. -Le suministre un tratamiento muy especial que he estado investigando desde hace un tiempo... Desde que Lincoln quedo atrapado en la purga. -Susurró la última parte para si misma.

-¿Perdón? -Preguntó Lola.

-N-nada -dijo Lisa.

En eso la genio encendió el televisor y una extraña imagen en espiral en blanco y negro apareció en este.

-¿Qué es eso Lisa? -Preguntó Haiku ya muy confundida.

Lisa soltó una risa burlona y le explico.

-Es para el tratamiento de Lana -le dijo mirando a la gótica a los ojos. -¡Despierten a la paciente! -Ordenó Lisa señalando a Lana, que aún dormía.

-Entendido -asintió Leni, la rubia saco una cubeta de agua y sin previo aviso.

(¡Splash!)

La vertió sobre Lana, la cuál se despertó de golpe.

-¡AAAAAAH! ¡Ah-ah-aaaah! -Gritaba Lana mirando a todos lados. Fue entonces que su furiosa vista se poso en Lisa y cuando iba a ir por ella, se dio cuenta de que estaba amarrada. -¿¡Qué significa esto!? -Exigió saber.

-Tranquila Lana, solo intentamos curarte -le dijo Lola con suavidad.

-¡Yo no estoy enferma! ¡Ustedes lo están! -Gritaba cómo si estuviera loca de remate.

Lola iba a acercarse para calmarla pero Lisa la detuvo.

-Hay que ayudarla cuánto antes... -Pidió Lisa.

Lola no tuvo de otra que asentir y ayudar en lo que fuera a su hermana gemela, la quería todavía, aún después de lo que paso. Fue entonces que la genio dio la orden para que sujetarán a Lana y la hicieran mirar la pantalla del televisor fijamente.

Haiku y Leni obedecieron, tomaron a la rubia de la cabeza y la pusieron recta para que viera fijamente la pantalla.

-Escucha bien Lana -la llamó ella. -Cuándo cuente hasta tres, entrarás en un trance del cual no podrás salir hasta que te dé las indicaciones y chasquee mis dedos, ¿Entendiste? -Habló Lisa con lentitud bajo la atenta mirada de odio que su hermana Lana le lanzaba y también bajo la mirada de estupefacción que Haiku le lanzaba.

-¿Hipnosis? ¿Es en serio? -Preguntó Haiku con sarcasmo, si, ahora estaba un poco harta de todo esto y ya no le importaba mostrar sus emociones.

-¿Tienes una mejor idea? -Preguntó Lisa con los brazos cruzados.

Haiku simplemente rodó su ojo y le pidió que continuará.

-Muy bien, continuemos...

-Te violaré mientras duermes jeje.

-¡Uno, dos tres! -Lisa se apresuró a contar ya muerta del miedo por las palabras de Lana.

(¡Click!)

Al momento en que Lisa chasqueo sus dedos, la rubia de vestido rosa entro en una especie de trance y sus ojos estaban en espiral viendo de forma embelesada la pantalla.

-¿Funcionó? -Preguntó Haiku pasando su mano enfrente de la cara de Lana, al parecer la pequeña estaba en una especie de trance.

-Cuándo vuelva a chasquear los dedos, tu volverás a ser Lana, te gustará jugar en el lodo, las cosas sucias, te vestirás con tu overol y gorra roja, repararas todo y amarás a los animales y nunca, pero nunca, escúchame bien, nunca sentirás atracción sexual hacia ninguna de tus hermanas... Sobre todo de mi -le susurró eso último en el odio.

-¿Qué es atracción sexual? -Preguntó Lola a Leni en voz baja.

Leni se sonrojo un poco y le dijo.

-Cuándo seas mayor te lo explico -le dijo con una sonrisa nerviosa.

Lola no tuvo de otra que resignarse y poner atención a lo que decía Lisa.

-Lo que ordenes, ama -dijo Lana como si fuera un robot.

Lisa dio un par de pasos hacia atrás y cerró los ojos muy fuertemente antes de chasquear sus dedos.

(¡Click!)

Lana por su parte observó a todas partes como si no supiera donde estaba.

-¿Dónde estoy? -Preguntó la rubia con algo de miedo, hasta que su semblante cambio a uno muy asqueado al ver que estaba usando un vestido. -¡Eww! ¡Guacala! Un vestido. -Se quejó ella. En un rápido movimiento se liberó del amarre sin esfuerzo alguno.

Camino fuera de la habitación, se escuchó como si estuviera moviéndo muchas cosas y al instante regreso, ya vestida con su overol y su gorra roja.

Lisa y las demás la observaban fijamente con algo de intriga.

-¿Qué les pasa a todas? -Preguntó Lana con una sonrisa.

Fue entonces que Lola se le abalanzó para darle un muy fuerte abrazo a su gemela, las demás esperaron un segundo y al ver que todo estaba bien, corrieron a abrazarla también.

-Es bueno tenerte de vuelta -dijo Lola con lágrimas en los ojos.

-Pero... Si, fuiste tu la que se murió -mencionó Lana con algo de burla.

Eso provocó la risa en todas y después de separarse. Era hora de limpiar todo el desastre que tenían en la casa.

Unas horas después.

-Así está mejor -dijo Lola.

-¿Qué? Pero si tu no ayudaste... Ah, te refieres a eso -Lucy se detuvo al ver que Lola se refería a ella misma mientras se miraba en el espejo.

La diva revivida se fue a dar un baño, se cambio de ropa y se arregló lo más que pudo. Hizo todo eso mientras sus hermanas aseaban la casa, su gemela devolvía sus cosas a la habitación para dejarla como antes, Leni cambiaba a Lily, Lisa guardaba todo, Lucy limpiaba la habitación de su hermano y la dejaba como antes, devolviendo sus cosas a la antigua habitación que compartía con Lynn, si, Lisa le dijo que Luan y Lynn habían ido por Lincoln, la gótica tenía un buen presentimiento.

Mientras tanto, Haiku terminaba de barrer la casa, la mayor estaba muy agotada cómo para hacer algo más, así que...

-Suficiente, yo me voy -aviso ella. Se dirigió a la puerta y al abrirla. Casi es derribada por Luan y Lynn las cuáles traían cargando aun chico de cabello blanco con ropas blancas.

Haiku simplemente levantó una ceja y sin más que decir, salió de la casa y cerró la puerta muy lentamente. Pero no se iba con las manos vacías, en sus manos llevaba el libro que Lisa uso para revivir a Lola. Tal vez le serviría para algo.

-¡Lincoln! -Gritó Lola al ver a su hermano nuevamente.

Eso hizo que todos los que estaban presentes en la casa corrieran hasta la sala en donde Lola había gritado.

-¡Por los anteojos de Steve Jobs! ¡Lo consiguieron! -Gritó Lisa asombrada.

Lynn y Luan se veían muy cansadas, bajaron a Lincoln y lo pusieron sobre el sofá. El albino tenía la mirada cansada mientras Lola y Leni lo abrazaban, al poco tiempo Lucy, Lily y Lana se le habían unido en el abrazo.

-Te extrañe tanto... -Murmuró Leni mientras abrazaba a su hermano, hundiendo su cabeza entre sus pechos ya más grandes.

Lincoln solamente soltó un suspiro cansado. Finalmente había vuelto a casa, de una forma muy estúpida por idea de alguien que solo escribe estupideces.

-¿Cómo fue que lo encontraron? -Preguntó Lisa a ambas chicas.

Lynn pidió un tiempo con su dedo índice. La castaña se veía muy agotada, era como si hubiera corrido un millón de kilómetros.

Luan por su parte, logró quitarse la parte de arriba de su sofocante traje, dejando visible su sujetador amarillo, importandole muy poco todos los demás.

-Aaaa... Qué alivio -se recostó sobre el gran sofá, acomodando su cabeza sobre las piernas de Lincoln.

Este solo soltó un suspiro agotado. Aún no podía hablar del todo, aunque no tenía nada que decirles a estas chicas.

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Un rato después de que Luan y Lynn se cambiarán y se dieran un baño ya que apestaban mucho. Se encontraban en la habitación de Lisa, esperando a que la genio terminará de revisar a su hermano, el cuál ayudaron a vestirse para dejarlo como era antes del incidente de la purga.

Ahora Lincoln usaba su camisa naranja, sus pantalones azules y su zapatos blancos. Además de que Lola y Leni lo peinaron echándole mucho acondicionador en el cabello. El albino no dijo nada mientras sus hermanas hacían todo por él. Si, no tenía nada que decirles.

Además de que estaba mudo y tenía una pierna lesionada aún.

-Bueno, al parecer todo esta en orden, ignorando la falta de habla y su lesión en la pierna, todo esta bien con nuestro hermano -se dirigió Lisa a las demás.

Todas las chicas se emocionaron y se acercaron a abrazar a su hermano, quién sólo se removió muy incómodo.

-¿Y cómo lo trajeron de vuelta? ¿Hablaron con su doctor a cargo? -Preguntó Lisa sin romper el abrazo.

Fue entonces que Lynn y Luan miraron al techo cómo si estuvieran recordando algo que paso hace horas.

Flashback

Lynn y Luan seguían golpeando a Lidy en todas partes del cuerpo, desde lo del concurso de preguntas y respuestas, odiaban a esa niña y más, al descubrir que era la responsable de que terminarán usando lentes de realidad virtual.

Querían sangre... Pero antes.

-¿¡Dónde está Lincoln!? -Preguntó Lynn tomándola del cuello y levantándola del piso.

La mirada de odio que le lanzaba la deportista a la niña, hacían temblar a... En realidad solo estaban ellas tres allí y Luan estaba igual o más furiosa, así que nadie se asustaba más que Lidy.

-E-esta por allá... -Sin fuerza alguna levantando su debo índice quebrado y señalando una puerta a lo lejos. -Jejeje... -Pero la risa de la pequeña hizo que ambas chicas se pusieran alerta.

Ya habían estado cómo diez horas en ese lugar como para saber que algo estúpido se aproximaba.

-¿Qué es tan gracioso? -Preguntó Lynn con enojo.

-Jajaja, suerte evitando a los guardias -rió la peliblanca de forma malvada.

En eso se escuchó una especie de música de carnaval.

-¡Presentando a nuestro elenco de guardias que protegen el Asylum, además de que son de alguna forma, el pilar del edificio! -Anunció el anunciador por un altavoz.

Lynn lanzó el cuerpo de Lidy a un lado.

-Estoy bien... -Aviso Lidy desde el suelo.

Luan se colocó junto a su hermana y así ambas adoptaron poses de pelea. Listas para lo que sea que viniera.

En eso un grupo de guardias uniformados salieron por una puerta.

-¡Presentando... Al Minotauro!

-¡MUUUUUU!

-¡Al castrado!

-¡Eres una puta Verónica!

-¡Al cerdo!

-¡Wooooaaaaah!

-¡A Henry!

-Disculpen, Henry no se siente bien, estuvo haciendo ejercicio toda la noche -mencionó uno de los guardias señalando su entrepierna.

-¡A Rick!

-¿Cómo acabe yo aquí? -Preguntó un oficial de policía.

-¡A Jason!

-Oigan ese no combina con la historia -habló Rick señalando al enmascarado de la moto sierra.

Pero Jason le mostró una bolsa de donas que traía en sus manos.

-Bien, que se quede -Rick cambio de parecer.

Mientras tanto el anunciador seguía anunciador a los demás guardias.

-¡También tenemos al Guason, a Bane, a Sans, al King Dice, a Error Sans, al pirata barba negra, al Diablo Rojo, a Bendy, al enmascarado de plata, a la defensa del club alemán; BayernMúnich, a los atletas olímpicos de los juegos de invierno de Corea del Sur, a Deadpool, a los payasos, a Matilde y a toda su familia de idiotas, a la mujer con la máscara de mariposa, al buitre, al hermano mayor del Minotauro, a un par de Ghouls de baja categoría, a un ninja de color blanco por que no habían negros, a dos guardias robots que casi nunca usamos y que decidimos activar el día de hoy solo por ser el último capítulo de la saga de GokuBlack, al Dios de la destrucción del universo 69, a un par de pingüinos y por último... Los demás guardias que son solo extras! -Termino de anunciar el anunciador y al parecer cayó tendido en el suelo por la falta de aire.

-Rindanse chicas, no podrán con tantos guardias... -Habló Lidy poniéndose frente a todos los cuerpos de seguridad, pero al fijarse bien. No vio a las chicas por ningún lado. -Oigan, ¿Adonde se fueron? -Preguntó ella, haciendo que todos voltearan a ver a todas partes.

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Mientras tanto Lynn y Luan aprovecharon la presentación para ir por Lincoln.

Se acercaron a la puerta y sin previo aviso, la derribaron cayendo de cara al suelo.

-Ay, eso sí dolió... -Se quejó Luan poniéndose de pie mientras se sobaba la cabeza.

Pero al fijarse bien en donde estaban, notaron que era una habitación como la de esos psicólogos.

-¿Disculpen, se les ofrece algo? -Hablo un muy malhumorado Albert Stimbelton desde su escritorio. -Estoy atendiendo a alguien y...

-¡Lincoln! -Gritaron ambas al ver a su humano menor sentado en el diván, ignorando las palabras del psicólogo.

Se acercaron rápidamente a su hermano y sin tiempo para un emotivo reencuentro, se acercaron a él y lo cargaron tomándolo de los brazos.

-¡Aghmm! -Balbuceo Lincoln.

Iban a salir por la puerta pero Albert se les interpuso en el camino.

-¡Oigan chicas, si creen que entrar a un edificio de gobierno para secuestrar a su hermano es tan fácil como escribir una tonta historia que subirás a una triste pagina de internet para que muchos desconocidos la lean, pues déjenme decirles que...

(¡Crash!)

Se ve desde afuera del edificio cómo el cuerpo de Albert sale por una de las ventanas del Asylum.

(¡Splash!)

Se ve como el cuerpo del psicólogo se estrella contra el duro suelo.

-¿Qué? -Preguntó Lynn a sus hermanos quienes la miraban con desaprobación al ver que ella arrojó al hombre por la ventana. -Él siempre dice que le gustaría saltar por la ventana o algo así.

-Creo que ese es otro psicológo... -La corrigió Luan, aunque ella no estaba segura.

-Oooh... -Dijo Lynn con algo de culpa.

-Ya vamonos -dijo Luan con algo de cansancio.

Ahora ambas corrían por los largos pasillos blancos del Asylum con su hermano menor en brazos, lo cuál era muy difícil ya que los guardias poco a poco les cortaban el paso y ellas debían ingeniárselas para librarse de ellos.

-Alto allí -Sans las detuvo poniéndose frente a ellas. -No avancen más o tendrán un mal rato. -Las amenazó, pero lo único que recibió fue la mirada cansada de ambas. -¿Qué? ¿Dije algo malo?

-Si, es que... ¿Cómo te lo explico? -Luan se puso dubitativa. -Oh si, es mejor cuando lo dices en inglés ya que la versión en español apesta. -Aclaró Luan. Para después darle una patada en los bajos al esqueleto rechoncho.

-¡Ay!... Mis huesitos... -Susurró el pobre con una vocecilla mientras se sujetaba las partes con ambas manos y caía al suelo.

Las chicas y Lincoln siguieron de frente, se toparon con muchos obstáculos.

-¡Alto allí zorras! -Rick les apuntaba con un arma.

Pero Lynn fue más rápida y le dio una patada en el estómago al policía y este cayó al suelo, no pudo evitar que ellas siguieran su camino a la salida.

Por más que corrieran no podían evitar que eso locos les dieran alcance. Algunos eran más rápidos.

-¡No escaparan!

Otros más insistentes.

-¡Insisto en que se detengan!

Pero ninguno las iba a parar.

-¿Qué quieres niña? -Preguntó Lynn ya que Lidy les bloqueaba el paso frente a la puerta de salida del Asylum.

-Jejeje...

Rió la peliblanca mientras sacaba una bomba de atrás de su espalda y se la mostraba a las chicas.

-¿Qué harás c-con eso? -Preguntó Luan aterrada.

Lincoln se removió un poco y ella lo abrazo. Lynn entonces dio un paso al frente y la encaró.

-¿Qué intentas lograr con todo esto? -Preguntó ya harta la castaña.

La peliblanca soltó una sonora carcajada y se acercó a Lynn para decirle todo lo que quería.

-Desde muy joven, siempre quise un hermano mayor y ahora he encontrado a uno perfecto... -Volteó a ver a Lincoln por un breve instante, luego se fijo que muy atrás se acercaban los guardias para detener a estas chicas. -Así que, les pido que dejen a Lincoln y que se vayan, o si no, ¡Los haré volar a todos en pedazos! -Gritó con enojo y locura la pobre.

Pero ese enojo se transformó en miedo al ver que Lynn la miraba con malicia.

-¡Aghh! -Soltó Lidy al momento en que la castaña la tomó del cuello.

-Sabes, por mi puedes hacer explotar todo este extraño lugar, pero... -Acercó su rostro al de la chica. -Yo me voy de aquí con mis hermanos. -Puso fin al asunto para luego arrojar lo más lejos posible a la chica con todo y bomba.

-¡AAAAAAH! -Gritó Lidy al caer de cara al suelo, sobre la bomba. -Auch... -Se llevó una mano a la cabeza por el dolor. Luego su atención se centro en un extraño sonido bajo ella. -Oh... Rayos... -Maldijo en voz baja al ver que la bomba se había activado por el golpe y el contador de esta estaba en cinco segundos.

Lynn y Luan salieron del Asylum con lo que venían a traer desde un principio. A su hermano Lincoln. Tal vez se habían alejado unos cuantos metros hasta que...

(¡BOOOOOOOM!)

Una fuerte explosión a sus espaldas las hizo detenerse y voltearse muy lentamente solo para ver que el gran edificio se derrumbaba poco a poco.

Lincoln se golpeó la frente con su mano mientras ellas dos se miraban entre sí. Para luego salir corriendo hacía su casa sin mirar atrás.

Tres horas después.

Después de tanto correr, lograron divisar la casa Loud y al estar frente a ella vieron desde el jardín que la puerta se estaba abriendo y sin pedir permiso entraron.

Fin del Flashback.

Luan y Lynn se miraron con una ceja levantada después de recordar eso que sucedió en ese extraño lugar.

-Pues solo hicimos lo que cualquier hermana mayor haría por su hermano menor jeje -le respondieron al mismo tiempo a Lisa, dejándola tranquila y la cuál decidió no preguntar más.

Más tarde.

Todo volvió a la normalidad y ahora todos se encontraban viendo la televisión, veían su programa favorito "El barco de los sueños". Lincoln estaba sentado en medio con ocho de sus diez hermanas sentadas con él.

Nada podía perturbar este momento.

-¡Lana, Lincoln!

Excepto el grito de asombro de sus padres al ver a sus dos hijos de vuelta en casa. Una de ellas con vida y el otro de vuelta del Asylum.

Los señores Loud acababan de llegar a casa y al ver a Lincoln y a Lana otra vez, hicieron lo más lógico que un padre haría en estos casos.

(¡Splat!)

Ambos cayeron desmayados al suelo. Todos se miraron entre sí y rápidamente los fueron a ayudar.

Un largo rato más tarde.

La señora y el señor Loud abrazaban a sus dos hijos que estaban de vuelta. Lisa les había explicado cómo trajo de vuelta a Lana, luego Lynn y Luan les dijeron una mentira de que habían recibido una llamada del asilo en donde estaba recluido Lincoln, para que fueran por el albino ya que al parecer él había terminado su tratamiento, incluso lo había hecho con honores.

-Vaya Lincoln, no había esperado menos de ti -lo felicitó su madre colocando sus manos sobre sus hombros y observando a su hijo con una sonrisa triste.

Lincoln solamente observó a la cuarta pared con la mirada cansada.

-Poo-poo... -Lily se sentó a su lado y lo abrazo del estomago.

Esa linda acción provocó un chillido general en todos los presentes. Pero Rita aún no estaba segura, así que.

-Voy a llamar al asilo para estar segura de que Lincoln esta del todo bien -avisó ella, causando pánico en todos los presentes, excepto Lincoln, Lily y el señor Loud.

Tomó el teléfono y marcó el número del Asylum para ver si alguien le respondía.

Escuchaba cómo el teléfono sonaba del otro lado de la línea, así que solo espero a que le respondieran.

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(¡Riiiiing!) (¡Riiiiing!) (¡Riiiiing!) (¡Riiiiing!)

El teléfono sonaba entre los escombros del edificio.

-Aghmm... Vamos... -Albert intentaba alcanzar el teléfono para pedir ayuda. El hombre tenía la mitad inferior de su cuerpo atrapada bajo los escombros de una pared. Poco a poco se iba acercando, pero no sirvió de nada. -¡AAAAAAH! -Ya que una pared se vino abajo aplastando al pobre hombre con todo y teléfono.

____________________________________

-Deje su mensaje al finalizar la...

-Nah, de seguro no hay nadie -Rita colgó al escuchar a la operadora del otro lado de la línea.

Ambos adultos estaban tan felices que olvidaron todas sus penas al instante. No podían creer que su familia estaba reunida otra vez.

-No saben lo felices que estamos en estos momentos -dijo el señor Loud sentándose en el sofá al lado de Lincoln.

La señora Loud hizo lo mismo, se sentó al otro lado de Lincoln y lo abrazó contra su cuerpo.

-Es bueno tenerte de vuelta hermanito -dijo Leni abrazando a su hermano.

-¿Ya no te iras, verdad? -Preguntaron las gemelas al unísono, se sentaron en las piernas de su hermano y lo miraron con cara de perrito.

-No, niñas. Lincoln ya estuvo mucho tiempo fuera y no creo que quiera salir después de lo que hizo el año pasado jeje -bromeó el señor Loud observando con falso enojo al albino.

Lincoln solamente rodó los ojos y se dejó abrazar.

-Luego me cuentas las inolvidables experiencias que viviste en la purga -Lucy le susurró en el oído mientras lo abrazaba, causando un escalofrío en el albino.

Lisa también lo abrazó pero esta estaba más concentrada en ayudar en la recuperación de su hermano, así que no dijo nada más. Lily se restrego en el pecho de este.

Luan y Lynn se miraron por unos momentos, se dedicaron una pequeña sonrisa para luego abrazar a su hermano, uniéndose al abrazo grupal dando por finalizada con éxito su tan extraña misión.

-Solo faltan Lori y Luna y la familia estará completa -dijo el señor Loud.

Nadie le dio importancia a lo que él dijo y siguieron con su abrazo grupal. No hacía falta preocuparse por personas sin importancia cuándo ya la más importante esta en casa. Si Luna y Lori querían regresar, que lo hagan, pero nadie iría por ellas.

Y así la familia que fue separada por una estupidez humana, volvía a reunirse casi por completo. Nadie podría separarlos, nunca.

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-Duerman bien familia Loud, por que esta será su última noche con mi hermano -Lidy los observaba a través de la ventana con una mirada y una sonrisa maléfica.

Poco a poco se fue alejando de espaldas para alejarse de la casa Loud. En donde volvería para hacer pagar a todos.

¿Fin?

-¡AAAAAAH! -Lidy iba tan concentrada caminando de espaldas que no se fijo en el camión que iba acercándose, y que la atropelló sin previo aviso enviándola al otro mundo.

Ahora si.

¿Fin?

No, esperen...

En la casa de Haiku.

Era medianoche y esta se encontraba invocando seres sobrenaturales gracias a la ayuda del libro de magia negra que tomó "prestado" de Lisa.

Estaba parada en el centro de un círculo hecho con sal, rodeada de velas negras, tomó el libro en sus manos y empezó a leer algo en latín.

-Inmorticuns delirius cambrionitorio demoniacus, ¡Perfectinius! -Levantó las manos hacía arriba al decir en voz alta eso último.

En cuestión de segundos el piso se abrió y unas llamas salieron de este, dando paso a un demonio de casi dos metros de alto, tres cuernos cafés en su cabeza, cola larga con la punta puntiaguda, tez clara, muy fornido y de cabello blanco muy largo, además de que solamente usaba un bóxer de color naranja.

-¿Me llamaste, nena? -Preguntó este con voz seductora dejando sin habla a la gótica.

Pero este levantó una ceja al ver a la niña de casi trece años que lo invoco, parecía algo decepcionado por lo que veía.

-Vaya, yo esperaba una chica con buenos atributos... -Dijo con decepción. Luego observó el libro en manos de la chica y se le ocurrió una idea. -Aunque eso puede arreglarse jeje. -Sin permiso de ella, le quitó el libro a la chica y leyó algo en voz alta. -Conviértete en... -Decía pero luego pensó en su mente lo que quería.

-¿Pero que? -Haiku reaccionó al ver que su cuerpo era envuelto en llamas.

Cuándo estas se dispersaron, la gótica se sorprendió al ver que tenía su cuerpo más desarrollado, cómo si fuera de veintiuno, estaba más alta, con sus pechos enormes, su trasero más grande, además de que tenía dos cuernos de sucubo en los costados de su cabeza, alas de sucubo en su espalda, una cola de sucubo y un traje negro muy ajustado.

-Eso esta mejor -dijo complacido el demonio de cabello banco.

-¡Woah! -Se exaltó la gótica al ser cargada cómo novia por el guapo demonio.

-Vamos a tu habitación, te haré ver el infierno toda la semana y te daré muchos hijos vampiros -le prometió el demonio.

Haiku lo observó fijamente por unos instantes, algo dudosa. Pero al final se encogió de hombros y se dejó llevar.

-Me convenciste con hijos vampiros -dijo Haiku con una sonrisa pequeña en su rostro.

Y así el demonio se la llevó a su habitación en donde le enseñó como lo hacían en el infierno, además que le mostró más artes oscuras y el sentido de la vida.

Haiku estaba muy complacida, después de todo, esa loca visita a la casa Loud había dado frutos y si le había servido de mucho.

Ahora si.

Fin