NO CONFÍO EN TÍ
- Wow, yo pensé que eso solo pasaba en las películas - Dijo Tn volteando a ver a Fuutaro, el cual estaba petrificado después de lo que escuchó.
- En fin, Ikeda-san - Dijo Yotsuba - Vamos a casa... Tengo hambre.
Así fué como se dirigieron al departamento de las quintillizas. En el camino, Tn iba contándoles un poco sobre los profesores y los salones en general. A todo esto, Fuutaro sólo los iba siguiendo, el cuál después fué descubierto por Miku. Esta solo le dijo que sí seguía siguiendolas iba a llamar a la policía, y Fuutaro se asustó. Cuando llegaron al edificio, subieron por un elevador y entraron a él departamento de las quintillizas. Cabe aclarar que ellas vivían en una zona de gente rica, personas adineradas que vivían entre muchísimo lujo.
- No eres bienvenido a mi casa, que te quede claro eso - Dijo una pelirrosa malhumorada.
- Disculpa a Nino, Ikeda-san - Dijo Yotsuba.
- ¡¡TENÍAS QUE ABRIR LA BOCOTA!! - Gritó Nino después de que Yotsuba le dijo su nombre a Tn.
- No te preocupes Nakano-san - Dijo Tn sonriente.
- Por favor, solo dime Yotsuba - Dijo Yotsuba.
- Está bien... Yotsuba - Dijo el pelicastaño.
En cuanto Tn terminó de decir esto, se pudo escuchar como tocaban la puerta.
- Yo la atiendo - Dijo Tn.
El pelicastaño se dirigió a la puerta y la abrió, dejando ver a Fuutaro, con la cara relajada como siempre, aunque en el fondo sabía que su apestoso trasero estaba en peligro cerca de estas quintillizas.
Su punzada no lo engañaba, el sabía que algo iba a pasar, de hecho, él y Tn tenían una creencia, Fuutaro era descendiente de Nostradamus, ya que siempre que predecía un evento, este sucedía.
- ¿Tas bien? - Preguntó Tn.
- No, estoy que me lleva la reata padrino, pero nada de que preocuparse - Susurró Fuutaro en el oído de Tn.
- ¡Es el acosador! - Gritó Miku, desde las escaleras.
- ¡¿A-Acosador?! - Nino volteó bruscamente a ver a Fuutaro, dejando ver una expresión de furia en su rostro.
- Oh mierda - Exclamó Tn.
Después de que Fuutaro pasara al departamento, recibiera una super paliza por parte de Nino y explicara la situación del acosador, todo se calmó. Todos se reunieron en la sala.
- Fuu... - Suspiró Nino - Déjame ver si entendí... Tú eres Uesugi Fuutaro, el tutor que mi padre contrató para ayudarnos con las asesorías, eres un chico de 17 años con problemas para socializar y aún así intentas impartirnos clases... ¿Verdad?.
Hubo un silencio incómodo.
- Ehh, si Nino, lleva diciendo eso los últimos 40 minutos - Dijo Tn.
- No me llames por mi nombre, igualado - Dijo Nino.
- Oh, perdona Nakano-san - Dijo Tn.
- En fin, deberíamos comenzar con las tutorías, ¿no lo creen? - Dijo Fuutaro.
- Ja, ni creas que voy a estudiar contigo, prefiero reprobar y ser tonta toda mi vida que tener que acatar ordenes de alguien como tú - Dijo Nino.
- Bueno, pero te apuesto lo que quieras a que tus hermanas si querrán estudiar, ¿o no chicas? - Volteó Fuutaro para confirmar.
- Eh, si, tal vez podamos estudiar un poco Nino - Dijo Miku.
- Esto es irreal - Dijo Nino furiosa para irse a su cuarto, y azotando la puerta.
Todos se quedaron callados ante la actitud de Nino, era un poco infantil y berrinchuda... Bueno, era bastante berrinchuda. Sus hermanas solo se veían con una expresión de vergüenza, mientras que los dos jóvenes estaban un poco más incómodos que nada. Incluso Tn que había convivido muchísimo más con mujeres, nunca había visto a una que se comportara como Nino.
- Si eh... ¿Y si comenzamos a estudiar? - Dijo Ichika.
Todos empezaron a hojear libros, hacer apuntes y comenzar a completar ejercicios de Álgebra.
Una peculiaridad de Tn era que, como todo adolescente promedio, la música era su fuerte, no tanto en habilidad artística, pero sí le gustaba mucho tener sus audífonos puestos para escuchar y disfrutar de la música que había descargado en su celular. Tenía una galería bastante extensa de música, desde Metal muy pesado, hasta un suave y fluido Jazz, pero había una canción en particular que lo hacía sentir en un espacio extenso.
Tal vez no me entendieron, pero por espacio extenso me refiero a que la canción le daba esa vibra, de que cuando cerraba los ojos veía un paisaje enorme. Unas montañas, con muchísimos pinos, que si bajabas a la tierra, veías que era un hermoso bosque, cubierto por una espesa neblina. La canción le provocaba una sensación de liberación, se sentía libre como un ave, rebelde como un macho cabrío, alto como un árbol.
Para poder pasar el rato, Tn se puso sus audífonos y comenzó a escuchar todas las canciones que tenia en su celular, probablemente tenía descargadas veinte horas de música solamente para decir poco. Mientras hacía su tarea, veía atentamente el paisaje de la ventana que estaba por enfrente de él. Pensaba un poco triste donde estaría su madre.
Ya era costumbre que la señora llamara a su hijo justo después de que el saliera de la escuela, tal vez por que necesitaba que Tn le comprara algo en el mini super cercano a su casa, o simplemente para saber cómo le había ido en la escuela. Hoy no había hecho eso, y eso lo tenía muy pensativo. Cuando volteó a ver enfrente de él habían dos ojos azules viéndolo fijamente. Era Itsuki, algo preocupada. El joven de pelos castaños se retiró los audífonos.
- ¿Qué pasa Ikeda-kun? - Dijo Itsuki en un tono angustiado pero tierno al mismo tiempo.
- Nada, todo está bien... Solo pensaba en tu hermana - Dijo Tn sin remordimientos.
Una mueca de ligera molestia y furia se hicieron presentes en el bello rostro de Itsuki.
- ¿Ah sí? - Preguntó Itsuki - ¿Y qué pensabas?.
- Qué podemos hacer para que baje... Tal vez me tenga que ganar su confianza de una u otra forma - Dijo Tn.
El pelicastaño lo dijo desviando la mirada a la puerta de Nino. Esto relajó un poco a Itsuki, la cual no estaba enojada por el hecho de que mencionaran a Nino, si no que Tn la había mencionado.
Después de un extenso rato de estudios y más cosas, Nino decidió bajar. Todos habían dirigido su mirada hacia la pelirrosa, ella bajaba las escaleras lentamente, con sus ojos serenos y sonriente. Esto asustaba bastante a sus hermanas, un cambio de humor así de repentino en Nino era algo de qué preocuparse. Una cualidad bastante llamativa y aterradora de esta chica es que ella es completamente impredecible. Aún asi, esto les dió un pequeño aire de esperanzas a Fuutaro y a Tn.
- ¡Nakano-san, que gusto verte! - Exclamó Tn con un brillo en los ojos.
- Jeje, si, decidí estudiar con ustedes, la verdad es que mi actitud no fué la mejor cuando nos conocimos, pero déjenme compensarlo - Dijo Nino - Les voy a preparar galletas.
- SIUUUUUUUUUUUUU - Gritó Itsuki.
Nino rió un poco y después de esto se dirigió a la cocina. Tn sintió una presencia detrás de él, una presencia oscura y tenebrosa. Cuando volteó, vió una Miku salvaje, una que lo veía fijamente a los ojos.
- Eh... ¿Hola? - Dijo Tn.
- Si yo fuera tú, no aceptaría nada que me ofreciera Nino en este momento - Dijo Miku con una mirada sombría.
- ¿Puedo saber por qué? - Dijo Tn.
- Por el hecho de que es super impredecible, no sé que se tenga entre manos, pero te apuesto lo que quieras a que uno de los dos no sale de aquí estable - Dijo Miku.
- P-pero... las galletas no se rechazan - Dijo Tn.
- Cuando estés con tus amigos y te den una galleta glaseada, no vas a querer aceptarla - Dijo Miku.
- En fin, uhh... Itsuki... ¿Por qué te pusiste así de contenta? - Preguntó Tn volteando a ver a Itsuki.
- Nino es la mejor cocinera del mundo, amo toda la comida que prepara - Dijo Itsuki.
- Con más razón no voy a rechazar esas galletas - Dijo Tn - ¿Ya ves Miku? No seas tan desconfiada con tu propia hermana.
- No sabes lo que dices, cariño - Dijo Miku - Ya verás, entenderás lo que te digo.
Después de esta extraña conversación, Tn volteó a ver la cocina, de donde salía un olor delicioso y una melodía dulce se escuchaba. Se acercó a la cocina sólo para ver a Nino, la cuál estaba muy concentrada en lo que hacía, tan concentrada que ni siquiera notó que el pelicastaño se había acercado a verla. La chica sacó de un delantal que traía puesto, una bolsa con un polvo blanco, y comenzó a echarlo en una masa aparte de la que estaba utilizando para las galletas.
- ¿Les está poniendo cocaína? - Pensaba Tn.
En eso, el celular de este comenzó a sonar. Era su madre, la cuál lo llamaba. Esto lo asustó, y asustó a Nino también, la cual escondió, como pudo, el polvo. Volteó a su derecha y vió a Tn.
- ¡¿C-cuánto tiempo llevas ahí?! - Preguntó Nino un poco furiosa.
- Acabo de llegar, es que, olía delicioso jeje - Dijo Tn intentando no verse nervioso.
- Oh, ok - Dijo Nino un poco aliviada.
Tn se apartó de la cocina y se fué a una pequeña terraza que tenían las chicas y le contestó a su mamá, alegre porque por fin su madre le había llamado. Contestó y le hablo a su mamá en un tono muy alegre. Su mamá siempre fué su adoración, la mujer que de pequeño siempre lo consoló cuando se sentía mal, la que siempre le dió el amor que necesitaba y sobre todo, aquella que le hacía saber lo orgullosa que estaba de él.
- Hola mamá - Dijo Tn.
- Hola amor mío - Respondió su madre - ¿Cómo estuvo tu día?
- Pues bastante normal mamá, conocí a unas quintillizas - Dijo Tn.
- Uy, picarón - Dijo la madre de Tn - ¿Y cuál de ellas es mi nuera?
- Ninguna ma - Respondió Tn muy ruborizado.
- Bueno, te espero aquí en la casa, no tardes mucho mi niño - Dijo su madre - Te tengo una noticia especial.
- Está bien ma, ahí llegaré, te amo - Dijo Tn sonriendo.
- Yo te amo más, hijo - Dijo su madre para después colgar.
Tn bajó su celular y sonrió. Le tranquilizó bastante que su madre le llamara. Después de esto procedió a pasar de nuevo a la casa de las quintillizas. Fuutaro ya no estaba, algo que de verdad le preocupaba, por lo que le preguntó a las chicas que era lo que sucedia.
- ¡¡¿¿D-DÓNDE ESTÁ FUUTARO??!! - Preguntó alertado Tn.
Las chicas estaban sentadas en un círculo, incluyendo a Nino, la cuál estaba con una mirada de vergüenza y enojo. Con cara de tsundere, para resumir.
- No lo sé - Dijo Ichika - ¿Por qué no le preguntas a Nino?
- ¡¿Fué el polvo que le pusiste a las galletas?! - Preguntó Tn.
- Entonces si me viste - Dijo Nino.
- Ya lo está llevando Itsuki a su casa, no te preocupes - Dijo Ichika - Nino, ¿no quieres decirle algo a Tn?.
- No, la verdad no - Dijo Nino volteando hacia otro lado.
- Hmmm, eso lo dudo mucho, la verdad - Dijo Ichika - En fin, les agradezco su tiempo a ti y a Fuutaro, gracias por la tutoría de hoy, espero vuelvan mañana.
- Por supuesto que volveremos, pero no lo vuelvan a drogar porfavor - Dijo Tn.
- Gracias Tn, nos vemos, ten una buena noche - Dijo Ichika.
Tn tomó sus cosas y salió del departamento de las quintillizas, entusiasmado por la noticia que le iba a dar su madre. Cabe recalcar que Ichika le habia dicho que tuviera buena noche por que si se llevaron un muy buen tramo del día estudiando y haciendo mil cosas más. Normalmennte la ruta de Tn de la escuela a su casa es pasar por varias calles cercanas a la cafetería en donde trabaja Kimi, para saludarla o para acompañarla a su casa, por que ya saben, en Japón el acoso está hasta su puta madre.
Hoy no fué la excepción, fué a la cafeteria Todoyami para poder acompañar a Kimi a su casa, y afortunadamente la encontró, apenas había terminado de cerrar por completo la cafetería.
- Ya vine, perdón por la demora Kimi - Dijo Tn.
- ¡Hola!, no te preocupes Ikeda-kun - Dijo Kimi - Se me hace un gesto extremadamente lindo que aún teniendo cosas que hacer e acompañes a mi casa.
- Jeje, ¿nos vamos? - Preguntó Tn alzando su codo en señal de que Kimi lo tomara para llevarla a su casa.
Kimi vió esto con un brillo en los ojos y se sonrojó.
- Si... vámonos - Dijo Kimi entrelazando su brazo con el de Tn.
Estos dos eran muy buenos amigos, se conocían desde pequeños. Lo que Tn no sabía, por que no usaba correctamente la lógica, era que, Kimi estaba perdidamente enamorada de él. Simplemente, ella creía que la química que tenían era impresionante, Tn era el chico que ella buscaba, podía oírlo hablar por horas sin cansarse, le encantaba verlo haciendo cosas, le gustaba que era alguien que pensaba siempre antes de actuar, y sobre todo... La trataba bien. Llegaron a la casa de Kimi y Tn la dejó en la puerta de su casa, ya que, no le causaba ningún inconveniente dejarla en su casa, Tn vivía aproximadamente a 2 cuadras de donde Kimi vivia.
- Muchas gracias de nuevo, Ikeda-kun - Dijo Kimi - Disfruto mucho tu compañía.
- No hay de qué Kimi, es un placer - Dijo Tn - Y a mi también me gusta estar contigo jeje.
- Bueno... nos vemos mañana Ikeda-kun - Dijo Kimi.
Se quedaron en silencio un momento hasta que Kimi rompió este dándole un beso a Tn, en la mejilla.
- Je... ten una buena noche - Dijo Kimi para después meterse a su casa.
Tn se fué un poco ruborizado por el acto que hizo Kimi, y se dirigió a su casa. Un poco cansado, apresuró el paso y llegó rápido a su casa, para darse cuenta de que había un hombre alto de cabellos largos color negro esperándolo en la puerta.
Era Andrés.
Hola papus, buenas, espero que estén bien. Espero les haya gustado este capítulo, sé que no les importa pero, me he sentido fatal durante estos últimos meses. Prometo que les actualizaré unn poco más recurrentemente. Los amo, gracias por creer en mí.
Arrivederci.
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