💫7. Clover-21💫


Enid

Una vez que estuvimos a salvo de vuelta en el almacén, Jaret me contó todo lo que sabía sobre la raza Catbary, raza a la que parecía pertenecer el chico al que rescatamos.
Ewan era un mestizo de la raza Catbary originarios del planeta Clover-21, un mundo muy diferente a la Tierra actual; pero similar a la que teníamos hace miles de años.

Clover-21 es un planeta poco conocido en la actualidad, lo que sé sobre él se debe a los conocimientos de Jaret. Debido a que este planeta se ubica lejos de nuestra órbita no se considera importante saber de él en la escuela. El sistema educativo siempre busca enseñar lo básico, por lo demás no son tan eficientes, ha sido de esa forma por generaciones incluso antes del actual orden mundial, pero bueno no es importante por ahora.

En resumen, Clover-21 es un planeta republicano con tecnología medianamente superior a la nuestra, su principal fuente de energía es el vapor y han logrado dar un equilibrio perfecto entre maquinaria y ambiente fértil, es decir sus ciudades se asemejan más a grandes bosques por donde atraviesan trenes y autos por vías creadas especialmente para ellos que no dañan al ecosistema. Su gente se divide en dos razas, los Catbary, la raza de la cual es mestizo Ewan y los Catbory una raza similar a ellos con quienes están en guerra por diferentes cuestiones.

Para centrarnos en los Catbary ellos tienen una conexión con la tecnología más arraigada que su alter-ego la raza Catbory. Los poderes de los puros de Catbary radican en la metamorfosis, invisibilidad y manipulación de energía eléctrica; pero en el caso de un mestizo, esos poderes se limitan. Ewan no posee el poder de controlar la energía eléctrica; pero puede usar la invisibilidad a voluntad, por otro lado su metamorfosis solo le permite cambiar su apariencia haciendo variar su edad; además de que sus rasgos físicos se mantienen intactos, él dice llamarlo "una visita previa al futuro y un recuerdo del pasado" También confesó haber usado esa habilidad para ganar tiempo con los protocolos que solían seguir los Goodbots, pues ellos al ver a un niño perdido esperaban y registraban la zona para ver si alguien de su familia estaba cerca, en un caso normal ellos se encargarían de llevarlo con sus padres, en este caso solo esperaban para poder dar con el paradero de los demás y eliminar a la familia entera.

Al final no pude rechazar a Ewan pues se encontraba solo en medio de la nada y con los Goodbots vigilando era peligroso tanto para él como para nosotros. No deben confundirse no soy del tipo misericordiosa, solo pienso en el futuro, si dejaba ir a ese chico era seguro que nos seguiría y nos delataría más tarde para usarnos como distracción, en este tipo de situaciones era mejor traerlo con nosotros y evitar que nos causara problemas más tarde. Además, estaba exhausta, tenía una lesión en el tobillo y, no podría luchar cómodamente por lo menos en las siguientes horas. Debía descansar y pensar en un plan que no involucrará seguir exponiéndome a luchar.

—Te debo mi vida, así he decidido ser tu fiel seguidor. Puedes pedirme lo que desees —ofreció el pelirrojo haciendo una reverencia de rodillas frente a mí.

Estábamos en el almacén, era un ambiente pequeño y cerrado en el que ni siquiera pude verlo cuando se acercaba. No pude creer la agilidad que tenía para moverse sin ser notado, de cualquier modo, sus palabras no tenían ningún significado, no soy ingenua, jamás creería fácilmente en la lealtad de las personas, aunque haya salvado su vida aún éramos desconocidos que podrían fácilmente apuñalarse las espaldas en cualquier momento.

—No necesito nada de ti, pero me gustaría saber tu historia —respondí por curiosidad—, ¿Quiénes son tus padres?, ¿Dónde está tu familia?, ¿Y cómo terminaste en una situación cómo esa, rodeado por robots asesinos? —le pregunté directamente.

Ewan parecía vacilante, supuse que se encontraba incómodo por mis preguntas y reflexionando sobre mi actitud, para ser la primera vez que hablaba con él, puede que haya sido demasiado agresiva.

—Está bien si no quieres decirlo, te comprendo aún no sabes nada sobre mí —repuse, pero él tomó mis manos.

—No, lo haré. Quiero contártelo —aseguró para empezar a decirme su historia, por supuesto antes de eso aparte mis manos de él porque no me sentía cómoda con ello.

Ewan Miller era un chico de diecisiete años que había nacido de una relación clandestina entre un miembro de la familia Nyx, un clan que se enorgullecía fervientemente de su linaje puro, y un humano que se convirtió en el enemigo número uno del clan.
La madre de Ewan se enamoró del humano que trabaja para su familia, el humano que cautivo su corazón planeaba sacarla en secreto del clan para poder vivir una vida pacífica juntos; pero fue asesinado misteriosamente al poco tiempo. La joven del clan Nyx escapó por su cuenta llevando al bebé en su vientre fruto de esa relación, lo crio y educó en secreto escapando de su familia quienes solo la veían como una deshonra, una mancha que debían erradicar con rapidez.

Ewan dijo que su madre siempre le contaba historias sobre su padre y sus hazañas como alguien inteligente y capaz. Existe una leyenda que dice que un miembro puro de la raza Catbary no puede dar a luz a un mestizo de otra raza pues su vida sería reducida y sería consumida en poco tiempo, de hecho, era verdad. El organismo de los Catbary era incompatible con muchas razas y eso incluía la humana, así fue como la madre de Ewan vivió con él protegiéndolo por quince años hasta que su vida se apagó. Después de eso, vivió ocultándose hasta que solo hace unos días fue encontrado por el clan Nyx, quienes tenían planeado sacrificarlo el mismo día que se realizó la toma del poder en nuestro planeta. Ellos escaparon debido a las advertencias y le demostraron piedad dejando que muriera en el planeta de su padre, el mismo que estábamos tratando de salvar de su destrucción en cinco días.

La historia de Ewan no era muy diferente a la de Jaret, quizá por eso no me sorprendió del todo, pero aun así sentí el deseo de ayudarlo. No lo tuve que pensar mucho, aún si estuviera mintiéndome, a mí me parecía muy sincero. Existen familias como el clan Nyx que tienen reglas crueles y otras, como mi familia quienes tenían reglas disfrazadas de costumbres. La tradición de ser humanos puros con la que mi familia ha vivido por generaciones es un ejemplo, y para ser sincera no estaba segura de sí deseaba seguir ese camino, o si sería perseguida por elegir uno distinto, después de todo quedaban pocos humanos con quienes establecer relaciones y quedarían muchos menos después de todo lo que estaba pasando.

Debería haber ignorado ese pensamiento, después de todo por el momento solo era importante sobrevivir, lo demás era trivial e inútil.

—¡Ah! —Jaret grito de dolor mientras sostenía su cabeza con ambas manos, cayó de golpe al suelo de rodillas.

—¿Qué sucede? —me acerqué a él de inmediato e intenté moverlo por mi cuenta para hacer que se sentará en una posición más cómoda sobre las escaleras del almacén.

Intente examinarlo, pero no tenía muchos conocimientos sobre medicina extraterrestre. De cualquier modo, toque su frente e intente ver claramente su rostro, parecía tener una especie de jaqueca o migraña.

—¿Estás bien?, ¿Dónde te duele? —pregunté queriendo saber exacta que parte de su cabeza era el problema, quizá podría ayudar poniendo algo de frío, aunque no tenía nada a la mano.

Mientras tocaba sus manos que hacían presión sobre su cabeza, mi mirada parecía relajarse en sus ojos, sus expresiones tensas por el dolor se atenuaban gradualmente y él ya era capaz de mirarme con calma, aunque no decía nada, lo cual me hacía desesperar aún más.

—¿Qué tienes? Dime qué pasa —exigí soltando sus manos, pero él lo evitó sobreponiendo las suyas.

—Eres tú —susurró y no lo comprendí.

—Veo que ustedes se llevan bien. ¿Son pareja o solo están saliendo? —preguntó Ewan directamente y apenas lo escuche empuje a Jaret para que soltara mis manos.

—Eso no es...

—No somos nada, no tengo ningún tipo de relación con ella —respondió Jaret levantándose del suelo con un quejido, antes de que yo pudiera terminar de contestar—, ¿Quién querría salir con una chica tan ruda cómo ella? —añadió lo que me hizo enfadar y sin pensar le lancé la horquilla de mi cabello apuntando a su cabeza.

—¡Yo jamás saldría con un inepto como tú! —grité cuando él esquivó mi ataque.

—Veo que llevan una muy buena relación —comentó Ewan con una sonrisa en su rostro, juro que no comprendí si lo decía en serio o de algún modo solo intentaba ser divertido y jugar con la situación.

Continuará...

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