Enid

¿Sabes lo qué quieres de la vida? ¿Cuánto dinero quieres ganar o dónde quieres trabajar? ¿Puedes decirme claramente cuáles eran tus sueños y cuántos has logrado alcanzar hasta ahora?
He estudiado toda mi vida con un solo objetivo, quería ayudar a la humanidad, contribuir en algo grande y bueno para todos. Ser reconocida no era algo que esperará; pero tampoco puedo decir que lo despreciaría.

Mi familia me enseño, toda mi vida que debíamos fortalecernos en secreto sin revelar nuestras verdaderas habilidades. Debíamos ser bondadosos por fuera, para que la sociedad no nos viese de forma hostil y amenazante, siempre debíamos seguir las reglas sin mostrar nuestros talentos a menos que fuera sumamente necesario y que si alguna vez lo hacíamos, debía ser para protegernos a nosotros mismos y a las personas que considerábamos preciadas; pero jamás a desconocidos. No lo entendía, apuesto que para cualquier niño de seis o siete años sería algo incomprensible, estoy segura de eso pues tenía esa edad cuando mis padres me hablaron de todo aquello.

Pero ahora sé la razón. Todo comenzó, cuando desperté de un hermoso sueño que yo misma había creado.

Año 6021 en la Tierra.
3 de febrero.

Mi madre, Gaby Zendrar trabajaba como enfermera en una importante clínica en el centro de la ciudad; ella venía de una familia tradicional humana, eso significa que sus ancestros juraron preservar la cultura y genética puramente humana sin hibridaciones o mestizaje, por supuesto esto incluye a sus descendientes quienes deben cumplir el mismo rol.

Mi padre, Josh Anderson se desempeñaba como profesor en la Facultad de Investigaciones de la Universidad After Lock, él proviene de una familia política humana, su padre, mi abuelo fue uno de los ministro del nuevo orden, hasta que cayó víctima de un atentado terrorista y sus datos se perdieron para siempre, pues era de los pocos políticos que rechazaba rotundamente la conversión de humano a máquina. En la actualidad era mi tía, Janet Anderson, quien formaba parte del gabinete del líder mundial y doce años después de su nombramiento "decidió", aceptar el cambio de "supuesta inmortalidad", ella atravesó el proceso que transformaba el cerebro humano a un cerebro sintético que posteriormente es colocado a un caparazón androide con apariencia humana. En la actualidad eso no es extraño y no se ve como algo malo, aunque para mí nunca ha sido normal preferir algo creado a comparación de algo con lo que naciste.

Aun así, no me podía quejar, porque ese era el mundo al que decidí proteger dedicando mi vida para hacerlo mejor cada día, o eso pensaba, que irónico es cuando el sueño de tú vida es el mismo que te despierte y te hace ver la realidad. Lo falso era como un hermoso sueño y aunque lo verdadero se podía ver como una pesadilla, era real y sin más mentiras. Tenía solo dieciséis años, pero jamás imaginé, que algo tan increíble sucediera frente a mis ojos.

—«Hola, soy Jaret Galar». —Se inscribió en la pantalla del comunicador que estaba a mi disposición.

El examen para agentes de asistencia en ASTRAL había iniciado, la prueba que había esperado por años estaba frente a mí. No podía evitar estar nerviosa y al mismo tiempo emocionada. El temblor en mis manos demostraba lo preocupada que estaba mientras realizaba el primer avance en la prueba. Odiaba esa parte de mí que no podía ocultar como era debido; me hacía sentir vulnerable, aun así, a mis padres les complacía que tuviera una debilidad como esa, pues eso me hacía humana.

Mi cabello negro, piel clara y labios rosados hacían resaltar mis ojos color marrón claro, en realidad mi color de ojos verdadero es muy diferente, pero eso no viene al caso. Tenía la apariencia de un pequeño cachorro inofensivo así que solía pasar desapercibida la mayor parte del tiempo. Eso era algo bueno, aunque en ese momento hubiera dado todo por resaltar.

Mis manos temblorosas, se dirigieron al teclado que debía manejar para darle una respuesta, a la inteligencia artificial que simulaba ser un habitante de otro planeta. La prueba consistía en recibir chats y videollamadas con un extraterrestre refugiado, al que ayudaría a adaptarse a las costumbres del planeta Tierra. Esta era una prueba larga e intensiva, durante tres meses dedicaría doce horas de mi tiempo a responder las dudas y preguntas triviales, que parecían embargar la cabeza de uno de esos seres. Por supuesto, jamás me rendía y todo lo que hacía lo lograba con la mejor de las calificaciones.

1 de abril.

Por los últimos dos meses intercambié mensajes con lo que pensé, era una simulación hecha específicamente para la prueba utilizando la inteligencia artificial.
Reuní muchos datos interesantes sobre él, aunque sabía que no era real al menos podía tener una idea clara de su personalidad y apariencia.

Nombre: Jaret Galar
Edad: 17 años
Planeta: Valdos-17
Raza: Ventury
Altura: 1.78 cm.
Peso: 70 kg.
Poderes: Percepción de emociones
Descripción física:
Humanoide, posee muchas similitudes con los humanos.
Cabello rubio con puntas negras, ojos color zafiro que pueden cambiar a un dorado ambarino. Tono de piel intermedio oscuro. Contextura normal.

Solo había tenido una oportunidad de realizar una videollamada holográfica con su simulación, pero podía describirlo casi perfectamente porque había tomado especial atención a sus rasgos visibles y la personalidad que él demostraba al intercambiar mensajes conmigo. Era apuesto, aunque su cabello rubio con tonos oscuros lo hacía ver raro, además sus ojos eran curiosos nunca permanecían de una sola tonalidad y aunque tenía pocas expresiones lo notaba agradable, pero algo presumido. En ese punto fue cuando comencé a sentir que algo era diferente, ninguno de mis amigos que habían tomado la prueba u otros compañeros a los que pregunte supo explicarme lo que ocurría. Las preguntas estandarizadas, que se suponía debían hacerme durante la prueba jamás llegaron a mí, era casi como si hablará con un extraterrestre real y no con una simulación computarizada. Pero la confirmación para mi loca teoría, llegó poco tiempo después, cuando recibí un extraño mensaje de su parte.

—«¿Quién eres? ¿Por qué haces esto? ¿Realmente sabes qué es Astral?».

«¿De qué habla este idiota? Maldita computadora, ¿acaso no sabes quién soy?, ¿entonces cómo evaluaras mi prueba?»—maldije sin poder controlar mis palabras, rara vez puedo contenerme, así que ya no lo intentaba.

Me dije a mí misma que podría tratarse de un error en el sistema o un virus infiltrado que trataba de jugarme una broma por órdenes externas, pero para ese momento esas cosas ya no tenían sentido alguno. En mi interior lo sabía, pero tenía miedo de creerlo, al final quise seguir fingiendo un poco más «Se amable y gentil»—me repetí y contesté el mensaje.

—Mi nombre es Enid Anderson, pensé que por lo menos eso sería archivado en tu sistema. Sobre la segunda pregunta no tengo idea de a qué te refieres, se más claro por favor, si me equivoqué en algo puede resolverse. Y por último respondiendo a tu tercera duda, ASTRAL es una compañía de reubicación y protección de extraterrestres —escribí en teclado y lo envié como respuesta a sus dudas.

—«¿Eso es lo qué piensas? ¿Sabes a dónde llevan a los refugiados para reubicarlos?» —la respuesta que me envió, no tardó en llegar y con ella nuevas dudas aparecieron.

—Técnicamente sería un lugar cómodo en la Tierra, aún no tengo información sobre eso —replique enviándole el mensaje al instante.

—«Ellos dicen tener el objetivo de salvar a civiles, habitantes de planetas en crisis como guerras, devastación ecológica o problemas políticos, pero todo es una farsa. ¿Desde cuándo trabajas para ellos?» —la conversación empezaba a tomar un rumbo extraño.

—Aún no trabajo para ellos, se supone que esta es una prueba para evaluar las capacidades de los nuevos aspirantes y ser seleccionados para los empleos. Si eres una inteligencia artificial defectuosa te reportaré de inmediato, creó que ya sabes que no funcionas correctamente —escribí con sarcasmo, estaba cansada de intentar hacer que funcionará cuando era obvio que estaba roto o infectado por algún virus, no creí que contestaría.

—«No soy una Inteligencia artificial, mi nombre es Jaret y por los últimos meses todo lo que te he contado sobre mí y de mi planeta fue real. Quise aprender sobre la Tierra» —aseguró—. «Sino estas involucrada con ASTRAL, aún creó que mereces saber lo que es en realidad, antes de que sea demasiado tarde. Te veré en las siguientes coordenadas, investigue tú dirección en el mundo real así que sé el lugar en donde vives, la ubicación del sitio en el que deseo verte está cerca de tu casa» —confesó dejándome perpleja y con la duda de si aquello realmente estaba ocurriendo.

—¿Esto es una amenaza? ¿Eres un extraterrestre fugitivo o algo así? —le interrogue.

—«No te estoy obligando a nada, sino deseas verme no lo hagas, pero no digas que no te advertí sobre ASTRAL. Y si estas aliadas con ellos, entonces espero que sepas como asumir las consecuencias» —advirtió antes de desconectarse del dispositivo de comunicación.

Continuará...

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Opción 7) Astrales.
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Hasta pronto.💖💫