Que se lo cargara la chingada, Ace no llevaba ni medio mes con su tripulación reunida y ya le habían puesto precio a su linda cabecita, llamando la atención de Barbablanca por lo obvia y GIGANTE que era su marca del alma. Pero aún no era el momento; aún no podía verlos. Tenía que volver a pelear. Tendría que luchar por no ser atrapado y tener un poco más de libertad con su tripulación antes de llegar con todas las pruebas que había recopilado contra Teach. No sabía si lo que tenía era suficiente para Barbablanca, aunque debía admitir que era MUCHA evidencia. Aun así, se sentía un poco inseguro. Sabía cómo era papá con sus hijos.

En este momento, estaba escondido en un pedazo de roca con Jinbe.

-¿De qué nos escondemos, Puño de Fuego? - Jinbe lo miraba sereno como siempre.

-De los Barbablanca. Solo tengo que esperar a mi tripulación, y no vamos a la - Ace chilló como niña cuando una mano tocó su hombro.

-¿No estabas con ellos? - Jinbe parecía algo molesto.

-No te enojes. Es que no soy bueno con el concepto de familia. No quiero un papá - Ace no pudo evitar pensar "no quiero que mueran por mi culpa otra vez". Y si era necesario, esta vez patalearía durísimo.

-Puño de Fuego, Shirohige es un buen h... -

-¡Capitán, vamos!

Todos ya estaban a bordo del barco, y Ace pegó la carrera del día hasta llegar al barco y saltó. Ahora escapaban de los Barbablanca. En el camino, se chocó con Thatch, pero no paró de correr hasta alejarse de la isla.