Usopp inició su aventura de la mano de Luffy, pero cuando Sanji llegó al barco, todo cambió. Casi se puso a llorar frente a Luffy para que no le dijera a Sanji que él era el francotirador y su alma gemela. Aunque Luffy no entendía del todo, decidió ceder ante Usopp. Ya estaba acostumbrado a tenerlo como su francotirador y sabía que presionarlo no era la mejor manera de hacer las cosas.

Sanji era muy amable con las chicas y cariñoso con Usopp, pero este último decidió que Sanji no lo querría. No era una hermosa chica con grandes pechos como el cocinero pensaba, y aunque la tripulación acordó no revelar que Usopp era el francotirador, Sanji finalmente hizo la pregunta.

-¿Tenemos un francotirador o no? - Todos se pusieron nerviosos, Zoro metió la cabeza en un balde de agua haciéndose el dormido.

-A-aún no lo hemos definido, Sanji - Nami miró hacia otro lado fingiendo desinterés.

-¿Te interesa, cocinero? - Robin le sonrió con sus ojos cerrados, pero ni siquiera eso pareció conmover las emociones de Sanji. Esto era importante.

-Es mi alma gemela, Robin - Sanji dio una calada a su cigarrillo.

-Uh, T-tierra a la vista - Usopp cambió el tema con éxito, y todos se prepararon para la nueva aventura.

Sanji permaneció en silencio mientras todos se preparaban, pero de repente, Luffy habló.

-Sanji, tú y Usopp cuidarán el barco en los días que no estaremos - Luffy parecía muy serio.

-P-pero... - Usopp deseaba saltar por la borda y convertirse en portador de una Fruta del Diablo.

-Sí, capitán - Usopp estaba nervioso. ¿Sanji acababa de llamar "capitán" a Luffy? Eso no era común.

Ahora estaban solos en el barco, y Usopp, completamente agotado, decidió ir a tomar una ducha. En la bañera, tuvo que quitarse las muñequeras que cubrían su marca de alma gemela.

-¿Usopp, te molesta si...? - Sanji entró al baño con una toalla en la cintura, pero se quedó en silencio mirando la muñeca de Usopp. Su propia marca comenzó a arder, y sus ojos se encontraron con los de Usopp, quien retrocedió asustado mientras Sanji se metía en silencio en la tina y extendía su mano hacia el francotirador asustado.

-Y-yo l-lo s-siento, Sanji. S-sé que n-no quieres un a-alma g-gemela c-como yo - Usopp tuvo que callarse porque ahora mismo estaba siendo besado de una manera muy posesiva por el cocinero de la tripulación.

-Voy a marcarte como mío ahora como recompensa, ¿está bien, bebé? - La cara de Usopp estaba toda roja, pero asintió y dejó que Sanji usara sus hábiles manos sobre él como quisiera, de todas maneras.

Cuando la tripulación regresó, pudieron vivir en paz porque ya no tenían que lidiar con el drama de esos dos, sino con una pareja amorosa. En las batallas, Sanji siempre tenía la espalda cubierta por un francotirador que no fallaba ni un solo tiro.

-¿Qué pasa, marimo? - Sanji miró a Zoro después de que regresaran de comprar en una isla.

-Tienes suerte. Cuando recién comenzó como francotirador, me disparó en la espalda y casi me mata - Zoro gruñó.

-Bueno, ese es mi chico - Sanji se rió hasta quedarse sin aliento, mientras Zoro y él comenzaban una de sus típicas peleas.