-Extra(Sabo está avergonzado)-

Sabo estaba en la zona más alta del edificio donde se escondían los revolucionarios para hacer todo lo que debían, estaba totalmente avergonzado de todo lo que paso el día de hoy, se había negado a bajar durante 4 horas y al final sus compañeros se habían rendido.

Al final todos decidieron que esperarían a que llegara Dragon para bajar a Sabo de su escondite, de todas maneras, nadie tenía ni puta idea de que la había pasado a su chico estrella.

Para ser sencillos, Sabo quería llorar hace algunas horas, había terminado todos sus deberes y se lanzó a su habitación para poder descansar; mientras estaba recostado en su cama leyendo, sintió un poco de la necesidad urgente de autocomplacerse como cualquier joven de su edad, pero se lo olvido una cosa, su Den den mushi en el cajón de su mesita de noche, mientras gemía en la almohada para sí mismo, en el proceso de cambiar de posición para estar más como golpeo su mesita de noche.

Por el ruido no se dio cuenta cuando el Den den marco su número predeterminado y de inmediato fue contesta por dragón, literalmente Dragon lo escucho gimotearía como una adolescente enamorada del mientras se corría en su mano.

Cuando termino escucho simple y llanamente un:

- ¿Te divertiste haciéndome tener ganas mocoso? - Sabo ni siquiera demoro un segundo, chillo de la vergüenza, colgó él den den y salió corriendo a esconderse donde su cabeza y su culo estuvieran a salvo de la probable follada que le llegaría apenas dragón llegara al recinto, miro al mar para calmarse un poco, pero solo se estresó más al ver como el barco donde Dragon había viajado ya estaba en el puerto.

Sintió una presencia aterradora detrás de él, giro su cabeza y grito al ser levanto en el hombre de su alma gemela como un saco de papas.

No te atrevas a reclamar porque te va a ir peor – Sabo tembló al saber que de igual manera le iba a ir peor.

-Tenemos deberes-

Mi deber es llenarte ahora -

Podemos hacerlo despacio-

...-

P-por favor- Sabo se sonrojó y cubrió su rostro con sus manos mientras el humo salía de su cabeza.

Bien, pero no te voy a soltarte hasta mañana.

Okey...-

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