Ace llevaba dos años entrenando con Shanks, y si alguna vez pensó que el tipo era un buen tipo, descubrió que, cuando se trataba de entrenar, era un monstruo. Pero aún peor era Rayleigh, quien lo había matado en vida durante el entrenamiento. Él y Luffy sufrieron como nunca antes, pero al menos no eran los únicos. Parecía que el entrenamiento de los revolucionarios tampoco era sencillo. Sabo les contó que ahora estaba practicando con Kuma y que había hecho una amiga llamada Koala.

Dada su edad y su entrenamiento previo antes de unirse a los adultos, Ace era obviamente más fuerte que Luffy. Sin embargo, eso no evitaba que Luffy también experimentara un aumento brutal de fuerza.

Ahora, Luffy tenía 13 años y Ace tenía 16. Su cabello era largo y recogido en una linda coleta. Sabía que se quedaría en la isla entrenando hasta cumplir los 17, porque Buggy había sido una especie de madre dramática con todo el tema de su marca de alma. Shanks le había prometido que volverían a navegar con ellos cuando Ace cumpliera los 17, mientras tanto, los pelirrojos seguirían navegando sin ellos y los visitarían en la isla de Rayleigh de vez en cuando.

Faltaban solo algunos días para que los pelirrojos regresaran a festejar el cumpleaños de Ace. Shakuyaku le había regalado un collar de perlas rojas, y Ace se sentía feliz de tener sus accesorios de nuevo.

Pasaron los días peleando con Luffy, hasta que los pelirrojos llegaron.

-¡Luffy, Ace, miren, traje a mi hijo! - Ace y Luffy se sorprendieron al ver a un chico de la edad de Luffy con una nariz larga.

¡Hola, soy Luffy y seré el rey de...! - Luffy tomó el brazo del chico y se quedó callado, mirando hipnotizado el brazo con la marca de su tripulación. - ¡Eres mío!

-Ayuda, papá, quítamelo. - Usopp era un chico miedoso y muy llorón. Yasopp lo entendía, él también había sido así de joven, y a Shanks le había tocado liderar con eso. Ahora, a Luffy le tocaría cuidar de su hijo. Las nuevas generaciones se unen.

-Así son los niños. - La mano de Benn pasó por el abdomen de Yasopp, presionándolo. Ambas marcas del alma coincidían, y Yasopp resopló.

-¿Cómo es tu marca de alma gemela? - Luffy saltaba.

-¡Eso no se pregunta! - Shanks y Ace gritaron.

-¡Pero es de mi tripulación! Tengo que saberlo para ser un buen capitán. - Usopp chilló una vez más cuando su otra marca fue empujada para que Luffy la pudiera ver. Era genial, un Jolly Roger de un cocinero. - ¡Tu alma gemela es nuestro cocinero, jaja! - Usopp quería enterrarse en la tierra como los avestruces.

-Toma, Ace. - Ace agarró algo que Shanks le lanzó, era una daga muy linda. - Cuando las llamas no puedan cuidarte, úsala. - Ace asintió guardándola con cuidado. Ahora se sentía completo, aunque le faltaba su Log Pose.

-¡Es cierto, tu regalo, Ace! - Luffy le ató algo en la mano: un Log Pose con diseño de fuego y tres brújulas. - Buggy me ayudó a elegirlo para ti. Era momento de partir.