- Medico -


—Bueno... mierda, se me escapó Ace, yoi.

Marco se bajó del escritorio y se dirigió rápidamente a donde estaría papá dando las instrucciones del día a los comandantes.

—Oyaji, tengo un pequeño problema, yoi —Marco entró con una sonrisa nerviosa.

—¿Qué te pasó, Marco? —Izo lo miró entre risas.

—Se me escapó Ace, yoi —Marco suspiró.

—¿Cómo se te escapó? ¿Se metió debajo de la cama y no lo puedes sacar, hijo? —Barba Blanca sonrió, y Marco miró a otro lado.

—Bueno... digamos que es más hábil que eso... se fue por el conducto de ventilación —Marco sonrió nervioso.

—¿¡Cómo se te fue por un conducto de ventilación!? —Marco suspiró entre los gritos de sus hermanos y la risa de su padre.

—Es todo un Barba Blanca —Shirohige se rió—. Mientras el mocoso aparece y lo atrapamos, háganle el chequeo a los otros dos, son más fáciles. Namur, Thatch, acompañen a Marco.

—Mientras nosotros vamos a buscar a Ace, no debe ser tan difícil —Atmos se levantó mientras Vista se peinaba el bigote.

—Suerte, es muy salvaje... y le tiene miedo a Thatch porque cree que es un pedófilo, yoi —todos comenzaron a reír con el comentario.

—¿Por qué Ace cree que Thatch es un pedófilo? —preguntó Jozu al cocinero, que se pasaba las manos por la cara avergonzado.

—Cuando lo conocí, quería que se acercaran, así que le dije que tenía dulces —las risas estallaron, y papá se llevó una mano a la cara.

—Si yo sufro, tú también, yoi —Marco le sonrió a su hermano, mientras Thatch y Namur caminaban detrás del rubio para ir a buscar a los niños.

Estaban caminando directamente hacia la habitación de Sabo, porque era el que parecía más calmado, pero mientras más se acercaban, escuchaban un pequeño ruidito.

—¿Qué es eso? —preguntó Namur mientras se acercaban más rápido al cuarto. Sabo salió feliz del cuarto, había conseguido abrir la puerta con el clip, práctica y error, cariño.

—¡Sabo! —Thatch lo llamó, y Sabo se quedó quieto escondiendo el clip en su espalda.

—Ya te vimos, yoi —Marco tomó al niño en sus brazos; no quería que se le volviera a escapar otro.

—Perdón —los ojos de Sabo se llenaron de lágrimas.

—¿Por qué estabas saliendo? Estás seguro aquí, ¿lo sabes, verdad? —Namur tomó al niño de los brazos de Marco.

—Quería ver a mis hermanos... —Sabo tenía un puchero en la cara.

—Bien —Thatch se acercó—, vamos a hacerte un chequeo médico, luego se lo haremos a Luffy y los dejaremos juntos, ¿eso está bien para ti? —Sabo asintió con una sonrisa tímida; nunca esperó conocer a un grupo de piratas tan amables.— Ace se escapó, lo supuse.

—Okey —Sabo se agarró de Namur, y el gyojin iba con una sonrisa muy grande.

Llevaron al chico a la habitación médica y comenzaron con el chequeo. Con él, parecía todo normal, así que hicieron algunas preguntas de rutina.

—Bien, ¿cuántos años tienes? ¿Sabes qué día naciste, yoi? —Sabo asintió con una sonrisa, eso sí lo sabía.

—Tengo 8, y nací el 12 de marzo —Sabo sonrió mientras Namur lo ayudaba a ponerse su ropa de nuevo, después de pesarlo y medirlo.

—Bien, ¿alguna enfermedad que conozcas, yoi? —Sabo negó con la cabeza.

—Todo bien, no me siento mal —Sabo sonrió cuando Haruta entró con Luffy de la mano.

—Este es muy hiperactivo —Haruta estaba despeinado.

—¡Señor Pan! —Thatch suspiró.

—Luffy, llámame Thatch —el cocinero lo subió a la camilla.

—¿Me van a medir? Eso no funciona conmigo —Luffy bufó.

—¿Por qué? —Namur sentó a Sabo al lado de su hermano menor.

—Porque Luffy se comió la Fruta Gomu Gomu, es un niño de goma —Sabo sonrió mientras estiraba el bracito de Luffy, y el niño sonreía.

—Bien, te mediremos mientras sostienes esta piedrita, yoi —Marco le dio una piedra marina.

Estuvieron así todo el día; no había nada que hacer, Ace no aparecía por ningún lado.

Llevaron a Sabo y Luffy a una misma habitación porque estaban cansados, mientras papá mantenía la distancia para no encariñarse con niños que no eran de él, aunque su corazón se lo decía.

Namur fue a ver cómo estaban los dos niños antes de ir a descansar y se encontró con un pequeño Ace arrullando a sus hermanos dormidos en sus piernas.

Ace casi gritó cuando Namur lo tomó en sus brazos y le cubrió la boca.

—Vamos, tenemos que hacerte el chequeo, los demás ya se lo hicieron —Namur lo llevó con Barba Blanca, mientras Sabo y Luffy dormían agotados.

—Mmm —Ace trataba de empujar, pero no podía.

—Oyaji, tengo a un pequeño travieso aquí —Namur mostró a Ace, y rápidamente Barba Blanca lo tomó en sus manos; el niño iba a gritar, pero la mirada de Barba Blanca lo detuvo.

—Escúchame bien, Ace. Sé que tienes miedo y que no confías mucho en nosotros, pero necesitamos hacerte el chequeo médico, hijo —Ace se estremeció ante la palabra "hijo" y comenzó a sollozar; todos se asustaron porque no sabían cómo calmar el llanto de un niño.

—No quiero... todos saben que los médicos son malos —Ace se tapaba la carita con sus manos, y eso causó dudas en todos, ¿médicos malos?

—¿A qué te refieres con eso? —Atmos miró al niño con una sonrisa tranquilizadora.

—En... en la isla, los médicos no aceptaban dinero, solo aceptaban cosas que querían a cambio, y si no tenías nada para darles, las mujeres terminaban atrapadas en burdeles para siempre —Ace les contó, y todos se miraron con horror.

—Marco no es un médico malo, es un médico bueno —Barba Blanca le sonrió al niño que aún temblaba de miedo.

—Ace, soy yo, Marco. ¿No recuerdas nuestra aventura en la jungla? Eras muy bueno corriendo, no podía atraparte porque eres un niño grande muy fuerte. Además, ¿no te ayudé con tu dolor de piernas? Sabes que no haré nada malo, estoy aquí para cuidarte, yoi —Marco le extendió la mano a Ace para que el niño la tomara.

Ace miró a todos y luego tomó la mano de Marco, dispuesto a hacerse el chequeo médico.

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