Capítulo 2 - Primera noche

          El ruido continua resonando en las cuatro paredes de mi habitación, cada vez parece estar más cerca también se escuchan pequeños susurros.

          —Toc toc —susurra una fina voz tan suave como el sonido del viento para luego tocar la puerta una sola vez.

          Me levanto y camino muy despacio sobre los dedos de mis pies para no hacer ningún tipo de ruido, pongo mi oreja en la puerta para saber si realmente alguien está tocando o es mi imaginación. Justo al poner mi oreja sobre la puerta vuelvo a escuchar un Toc toc y me sobresalto dando pequeños pasos hacia atrás, por debajo de la puerta no puedo ver ninguna sombra.

          No hay duda. ¡Es la puerta! Están tocando la puerta de mi habitación, me alejo un poco más porque no quiero abrirla, no soy tan tonto para arriesgarme. Ni tengo mucha curiosidad en saber quién o qué está detrás tocando mi puerta. En estos momentos todo mi razonamiento lógico se esfuma.

          El sonido cambia, ahora alguien está rasgando la puerta y sí, por más cliché o repetitivo que suene la manija de la puerta empieza a rotar y puedo sentir como si alguien soplara mi cuello aunque sé que es mi imaginación. La manija sigue rotando hasta que luego simplemente la puerta se abre y hace ese chillido perturbante que molesta tanto a los dientes y oídos.

          La puerta queda abierta de par en par tomo mi teléfono y enciendo su linterna porque en la habitación no hay nada de luz y la única ventana que hay no permite que mucha luz entre. Mi corazón empieza a latir muy rápido y no puedo evitar hablar con voz titubeante.

          —¡Holaaa! —exclamo y aunque el ambiente esté frío, estoy sudando.

          Iluminando con la luz de mi teléfono y con el poco valor que me queda camino hacia la puerta «soy un hombre de ciencia no debo asustarme por tonterías de fantasmas », pienso hasta que recuerdo que este es un lugar lleno de asesinos. Sé que los fantasmas no existen pero los asesinos son muy reales.

          A pesar de que con mi teléfono ilumino gran parte de la habitación y lo que está fuera de la puerta no logro ver a nada ni a nadie, el latido de mi corazón llega hasta mi garganta me detengo justo después de salir de mi habitación cuando un sonido estruendoso suena doy un salto hacia atrás aterrado y me caigo al suelo de espalda y la linterna de mi teléfono se apaga.

          En el suelo rápidamente enciendo la luz de nuevo y me percato que se trata de un reloj gigante que se encuentra al frente de mí. Está indicando que son las doce, que ya es media noche con el corazón exaltado me levanto rápido y retrocedo lentamente hacia mi habitación mientras alumbro hacia los lados a ver si hay alguien, pero solo están los muros viejos del castillo.

          Retrocedo un poco más y me tropiezo con la puerta de mi habitación que ahora está cerrada.

          «¡Yo no he cerrado la puerta! », pienso y mi respiración se acelera un poco guardo un momento el teléfono en mi bolsillo para poder forzar la puerta. Alguien está jugando conmigo puedo escuchar pasos provenir dentro de mi habitación mi respiración se acelera aún más, pongo mi oreja en la puerta y alguien la toca justo tres veces, ya no aguantaba este juego. Abro la puerta de golpe sin titubear pero no hay nada, oscuridad y nada más.

          —¡Mi teléfono! —exclamo en voz alta casi gritando. Rápidamente busco en mis bolsillos pero estoy tan nervioso que no lo puedo sacar tan rápido como lo planeé, luego de un largo intento por fin logro sacarlo de mi bolsillo y doy unos pasos adentro de mi habitación y la ilumino con la linterna del teléfono.

          Escucho un sonido como un suspiro en mi oreja y siento un escalofrío en mi nuca y luego escucho una voz muy suave que me dice:

          —Fui yo —susurra en mi oído poniendo todos mis pelos de punta al girar mi rostro puedo ver a aquella chica de cabello amarillo vestida de negro, lo único que puedo  detallar con claridad son sus ojos azules brillante.

          El miedo simplemente me paraliza y ella al tiempo en que me mira con una cara tierna y maliciosa me toma del cuello y empieza a ahorcarme, mi cuerpo está paralizado quiero reaccionar y zafarme pero no puedo moverme ella sin embargo cada vez me aprieta con más fuerza y tiene una sonrisa en su rostros y sus ojos azules parecen brillar con mayor intensidad.

          Mientras me estoy quedando sin aire e intentando zafarme de las manos de la chica, una alarma empieza a sonar, yo sigo paralizado pero parece que el sonido de la alarma la perturba

          Deja de hacer tanta presión sobre mi cuello pero aún sosteniéndome y pone sus labios tibios y resecos sobre los míos, en el mismo instante siento un ardor y ese olor inconfundible a sangre emanar de su boca ella suelta mis labios y sale corriendo del lugar perdiéndose en la oscuridad.

          El susto y la adrenalina no me había dejado sentir que esa chica había mordido mi labio inferior y que mi boca ahora estaba rota, ella se había llevado una parte de mi labio, entendía muy bien lo que había pasado probablemente esa chica es una paciente que escapó de su habitación y la alarma ahora suena porque la están buscando.

          Intento no preocuparme más, tomo un paño del baño de mi habitación y lo pongo en mi labio para que deje de sangrar ahora el ardor y el dolor se hace más prominente.

          La alarma sigue sonando y una voz amplificada por un altavoz se escucha resonando en todo el castillo.

          —¡A todos los residentes por favor permanecer en su habitación!

          Me aseguro de cerrar bien la puerta y coloco un pequeño armario que está en mi habitación en frente de ella para que nadie pueda entrar.

          La alarma sigue sonando por unos treinta minutos y fuera de mi habitación se escuchan muchos pasos. No puedo conciliar el sueño, estoy pensando en todas las cosas que me dijo aquél detective. ¿Serán todas esas cosas realidad o solo son mitos?

          Como no puedo dormir me levanto y empiezo a escribir en un cuaderno todo lo que me acababa de ocurrir le coloco por título Nota 1. Desde que llegué mi teléfono no ha tenido ni siquiera un poco de señal. Pero aún así hago un último intento por mandar un mensaje. 
 
          «Buenos días amor. Lamento no haberte escrito cuando llegué, por alguna razón no tenía señal y ayer fue un día difícil », Recibido 1:30 am. Al fin pude mandar un mensaje pero no recibo respuesta alguna.

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