Capítulo 13 - Leroy Reyes
—Soy el miedo, la pesadilla, la duda, el pánico, a cualquier cosa a la que temas se verá representada mi imagen, por ello es imposible no temerme, puedo leer cada uno de tus miedos en la palma de mi mano, no te imaginas todo lo que pueden llegar a hacer las personas cuando yo les susurro al oído —dice aquella entidad cuya voz escucho en mi mente.
Todo mi entorno empieza a desaparecer ya no estoy en el bosque, ni en ningún lugar. Sin cuerpo heme aquí siendo espectador de lo que parece ser... lo que parece ser... Lo que fue mi vida.
La primera vez que Leroy me conoció fue cuando ocurrió aquél primer incidente... Se escucha la voz de un narrador y esa voz era la de aquella entidad que narraba mientras las imágenes aparecían como un flashback de una película de terror.
El era tan solo un niño, pero en ese niño vi potencial.
Una noche cualquiera Leroy estaba con sus padres viendo televisión lo que él no esperaba es que a su casa tocaría la puerta alguien, al parecer estaba lloviendo.
Su familia de forma hospitalaria luego de ver por la rejilla ve a un hombre calvo que lucía bastante amigable con ropa bastante formal, estaba empapado de agua por la lluvia, llevaba una bolsa donde se suelen meter las bolas de boliche. Por las apariencias "ya que iba elegante" no vieron en realidad ningún problema en abrirle la puerta.
El padre de Leroy cuyo nombre era Roy y la madre cuyo nombre era Leia de ahí provenía el nombre Leroy, Leia y Roy sus padres, su padre Roy era un respetado doctor y su madre una cocinera y chef excelente pero para cuidar a su hijo lo había dejado por un tiempo.
Aquél hombre de forma cortés y sobre todo elegante denotando su acento británico pidió el teléfono de la casa. Aún no soltaba aquella bolsa de la cual había explicado que venía de un juego de boliche con unos amigos. La noche estaba muy nublada y los truenos prácticamente no los dejaban comunicarse entre ellos. Era una noche bastante fría.
El niño Leroy se sentía realmente intimidado por aquél hombre y por ello dejó de jugar y se sentó al lado de su madre, todos veían la televisión, mientras aquél hombre que a pesar de haber entrado a aquella casa, no había dado su nombre a la pequeña familia, éste hecho no les pareció importar.
Cuando veían la televisión un periodista al frente de lo que se conocía como un manicomio expresaba que después de que un hombre incendiase todo el lugar incineró algunos pacientes y enfermeros, se los comió literalmente como si de un platillo se tratara mientras estos gritaban de dolor aún vivos, a pesar de que la madre vio, aquellas imágenes y se dispuso a taparle los ojos al niño Leroy ya era muy tarde. Aquellas imágenes habían quedado en su mente.
Leroy escuchó un ruido en la cocina y como un niño curioso se levantó mientras sus padres aún veían aquella información.
Al parecer el hombre había podido escapar y su nombre era Andrew Ryman un británico, el hecho de que dijese británico alertó a Roy que le hizo señas a Leia para que tomase el celular y llamara a la policía, pero esto fue algo tarde, con un cuchillo que al parecer Aquél señor elegante había tomado de la cocina clavó en el hombro del padre de Leroy con conocimiento de lo que hacía lo dejó inmóvil como si este supiera los puntos donde el cuerpo es débil.
Y si que lo sabía no era la primera vez que hacía esto, ya lo había hecho muchas veces y se había salido con la suya.
Miró a la madre y saboreó sus labios viéndola como si fuese un manjar andante una presa que cazar, pero cazar no sería el término correcto ella ya estaba rodeada era presa fácil.
El niño Leroy entró a la cocina y lo que vio debería asustar a cualquier adulto y a un niño traumarlo de por vida, mucho más si se trata de un niño de tan solo 8 años. Una cabeza humana en su fregador con mucha sangre. "Sangre" algo que él solo había visto en películas, que su madre siempre prohibió, a pesar de todo era un niño que no le dejaban ver mucha televisión y no parecía importarle.
El pequeño niño Leroy no se paralizó por esa imagen sino que corrió a decirle a sus padres, su padre tirado en el suelo se acercó lentamente mientras el asesino se acercaba lentamente a su madre aquella bolsa donde antes tenía la cabeza también tenía un arma, un revolver. Temblando el niño Leroy lo tomó. El hombre le dio una gran bofetada a su madre que cayó directamente al suelo.
Leroy le apuntó. Y aquél hombre solo reía. Yo no quería que el pequeño Leroy hiciese nada todavía. Necesitaba que ese asesino se saliera con la suya por eso lo inundé de tanto miedo para que el no pudiese disparar.
Andrew sabía que él no haría nada. El también estaba siendo dominado por mí como una marioneta. Andrew el asesino, tomó a su padre y Leroy un niño ahora inquieto apuntaba con aquella arma que no podía sostener firmemente.
Sin titubear provocando al niño cortó la garganta de su padre pero aún así el niño no pudo disparar. Algo empezaba a estar mal con su cabeza cada vez más yo tenía cavidad. A pesar de ver aquella imagen con su padre desangrándose ni una lágrima salió de sus ojos.
Todavía quedaba algo bueno en ese niño, lo mismo hizo con su madre y finalmente el pequeño Leroy cayó desconsolado a llorar. Yo ya estaba completamente en su cabeza.
El Hombre, aquella terrible visita había cometido un error. Realmente la madre pudo llamar antes de que esta fuese asesinada de lo que él no se percató. La policía llegó rápidamente y vio la horrible escena el pequeño Leroy aguardaba en silencio mientras algunas lágrimas caían por su rostro, fue llevado a vivir con su tía pero ya no sería el mismo niño.
Algunos años después pasó el segundo incidente Leroy ya era un tanto mayor ya había superado un poco lo de sus padres con terapia, incluso la tía se preocupaba porque actuaba como si lo fuese olvidado totalmente y al parecer así era. Pero algo realmente cambió en él, su mente seguía perturbada aunque él no lo supiese.
Se me presentó la oportunidad de influir en el de nuevo.
En la escuela Leroy era algo solitario no le parecían importar muchas cosas. Pero había algo que si le interesaba una chica morena dos años mayor que él de ojos negros era muy buen amigo de ella y era la única que lo aceptaba por quién era, su nombre era Catteline. Pero por supuesto él la consideraba inalcanzable y en cierto modo lo era, ella tenía quince años y el tan solo trece, Pero estudiaban en el mismo grado porque él era el mejor de su clase y fue adelantado dos veces.
En una ocasión mientras estaban en el parque ambos hablando meciéndose una y otra vez en un columpio que estaba algo oxidado y rechinaba. Leroy sintió la necesidad de decirle sobre sus sentimientos que él gustaba de ella. Pero yo no podía permitir que eso pasara.
Un joven, que para sorpresa de Leroy era el novio de Cat llegó y agresivamente lanzó fuera del columpio a Leroy. Causando que este se golpease y cortara con una botella que había cerca, él le gritaba reclamándole a Cat que no quería verla más con ese fenómeno, también la empujó, el era notablemente mayor a Cat.
Me acerqué al oído del joven Leroy y le susurré: toma la botella, el pudo escucharme porque inmediatamente la tomó, corrió rápidamente y cortó la cara de aquél chico que era mucho más alto que él, su mano sangraba porque se había cortado al caer del columpio. Aquél niño no tuvo problema en darle un gran golpe en la cara a Leroy que a pesar de caer se volvió a levantar a golpear desenfrenadamente a ese niño cuya cara estaba sangrando de las cortadas.
Cat le suplicaba a Leroy que se detuviese mientras yo le susurraba que continuara, de no ser por un señor fornido que los separó Leroy fuese matado a ese niño la cara de terror que se veía en Cat fue lo que provocó que Leroy cayese en mis manos una vez más. Esta vez me podía escuchar.
En una sombría noche un Leroy Reyes ya adolescente, como todas las noches y sin dormir mucho, leía un libro nervioso por lo que le esperaría el siguiente día, su primer día en la universidad en la facultad de medicina, no estaba nervioso por fallar en algo, lo estaba porque en el fondo el no sentía que era igual a cualquier otra persona una vez más Leroy parecía haber olvidado todo. Las terapias aumentaron pero el realmente había mejorado.
Cabeceando y casi dormido, dejó la computadora encendida y un mensaje le llegó a una de sus redes sociales.
Un saludo normal vio en aquél mensaje. Que por mí por miedo no respondió. A pesar de que la foto de la chica le atraía no se fijó ni en su nombre, creía que esa chica no era para él.
Leroy pensaba muchas cosas positivas sobre Cat, pensaba que esa chica a pesar de tener una cara tierna denotaba inteligencia, que tenía grandes y lindos cachetes, adoraba su piel de tez morena, una chica que para su edad parecía mayor. Por todo esto necesitaba mantener a Leroy alejado de esta mujer porque esta chica me traería problemas.
En su primer día de universidad el profesor hizo muchas preguntas pero cuando Leroy levantaba la mano para responder otra chica se le adelantaba y daba respuestas incluso mejor que las que él podría dar, en vez de sentir envidia y celos a Leroy le pareció interesante quería y tenía que conocer a esa chica.
Luego de que la clase hubiese terminado, Leroy se acercó a esa chica, que era la misma chica que él había visto en aquella foto de la red social aquella que había sido su amiga en la infancia.
Esta vez las cosas eran diferentes Leroy ya no parecía un niño estando a su lado, Leroy era más alto que ella.
Cat lo reconoció a penas lo vio e incluso le dio un abrazo. Era increíble que estuviesen juntos otra vez, se hicieron muy buenos amigos nuevamente, todos los trabajos los hacían juntos Leroy realmente empezó a cambiar de ser un asocial a realmente relacionarse con muchas personas, todo esto gracias a Cat lo que frustraba mis planes por lo que preferí que estuviese con otra chica.
Un día Leroy conoció una chica llamada Carla en una de sus pasantías hablaron durante una noche mientras él atendía a varios pacientes en un hospital, Carla llegó con una pequeña cortadura que se había hecho mientras practicaba con una patineta.
Era la primera vez que Leroy empezaba a sentir algo por una mujer, cada día se hizo más cercano a Carla a tal punto de que se escribían todo el día y luego tenían citas frecuentemente hasta que finalmente se hicieron novios formales.
Lo que Leroy no sabía es que su ahora mejor amiga Cat también sentía algo por él, ambos se lo habían callado y por ello se alejaron, seguían estudiando juntos pero ya no estaban tan juntos como antes. Cat realmente se sentía confundida y esa sensación era causada por mí no la quería cerca de Leroy ella realmente me alejaba de él.
Carla le enseñaba un nuevo mundo a Leroy era una chica algo liberal, analítica y realista se dedicaba a la escritura, pero también tenía un pregrado de psicología.
Carla empezó a llevar a Leroy a un mundo de fiestas e incluso llegaron a consumir algunos tipos de droga pero además de eso influenció de tal manera a Leroy que se empezó a sentir interesado por la psicología y la mente humana, Carla sin saberlo ayudaba a que Leroy estuviese cada vez más cerca de mí.
Un día luego de que Leroy despertara en una casa que no era la suya después de haber ido a una fiesta con Carla donde bebieron, fumaron y se drogaron, se levantó algo mareado. Estas drogas todavía estaban en su organismo y me ayudaban a tener mayor influencia sobre él, sin que se diera cuenta.
Ese mismo día mientras Leroy se balanceaba por las habitaciones buscando a su novia. Vio que la libertad de esta mujer había pasado los límites cuando entró a un cuarto y ella estaba ahí desnuda teniendo relaciones sexuales con otro hombre, Carla drogada se levantó del lugar como si nada hubiese pasado diciéndole al Leroy ahora airado que estuviese tranquilo y salieran de ahí.
Por un momento Leroy se paralizó, la única mujer en la que había confiado lo había traicionado, por un momento puse en su mente pensamientos pesimista en los que el aceptaba que en la vida nada valía la pena luego casi sin pensar Leroy saltó sobre aquél hombre y con todas las fuerzas puso sus manos sobre su cuello y lo apretaba con las peores intenciones, lo ahorcaba de tal manera que el hombre no podía ni moverse.
Carla lo golpeaba ligeramente por su espalda suplicando que se detuviera pero Leroy no se detuvo, aquél hombre estaba rojo, ya casi morado ahogándose con ojos rojos por la sangre que se acumulaba en ellos.
Cuando Leroy estaba a punto de asesinarlo le susurré a su oído que se detuviese y cayendo Leroy en cuenta obedeció y se detuvo. Yo sabía que todavía no era el momento.
Leroy no volvió a ver a Carla pero empezó a darse cuenta que no podía confiar en nadie. Además ahora yo empezaba a tener más influencia sobre él.
Cuando sentía que ya casi lo tenía totalmente en mí poder otra vez apareció Catteline.
Una noche como cualquier otra mientras celebraban la graduación de ambos Leroy le contó todo sobre él a Cat, incluso sobre el asesinato de sus padres y el porqué había reaccionado mal en aquella ocasión.
Y por primera vez Cat le confesó sus sentimientos quizás por lastima o tal vez ella veía en él todavía una persona buena. "Eres diferente" le dijo Cat "y eso me gusta", aquellas palabras se sellaron esa noche con un beso. Un beso que me alejaría por mucho tiempo de Leroy.
¿Todo parece haber tenido un final feliz no lo crees? Realmente crees que conoces toda la historia pero conoces esta parte.
Un día Leroy ya adulto completamente enamorado y con una vida algo realizada se despertó luego de haber pasado la noche con el amor de su vida.
Ese día le susurré que observara sus manos y el las vio aterrorizado, yo me alimentaba más y más de sus miedos, vio sus manos ensangrentadas y a su mente volvió la imagen de aquél hombre matando a sus padres temblando asustado, caminó a través de la sala esperando lo peor.
Justo como la última vez, sus ojos se pusieron llorosos y empezó a gritar el nombre de una sin vida, sin color y pálida Catteline. Los ojos de Leroy en ese momento no parecían tener ni una pizca de cordura. Emergí ese día a su lado y él ya podía verme. Al miedo en persona.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top