Capítulo 10 - Miedo
El traga almas así es como todos le llamaban en el Asilo del silencio pero la verdad no sé mucho de él. Sí recuerdo haber escuchado sobre él en las noticias donde fue mencionado muchas veces.
Los noticieros hablaban de un joven de Japón que había asesinado a más de cincuenta personas. Sobre él había un misticismo ya que las personas que estaban a su alrededor tendían a suicidarse, todo esto empezó luego de que el mismo intentase suicidarse en Aokigahara (un bosque en Japón donde las personas tienden a suicidarse por causa desconocidas, creo que se le conoce como mar de arboles).
Tengo poco tiempo antes de aquél hombre despierte y me delate aunque realmente él nunca me vio. Me vuelvo a cambiar y guardo su camisa dentro de mi bolso, ya que es posible que me encuentre la enfermera Lena Wood y me reconozca.
Con todo el temor del mundo me armo de valor y tomo el ascensor esperando que no vuelva a pasar lo que pasó la última vez, a la mente me llegan las imágenes de los cuatro cadáveres aún así tomo el ascensor ya que es la manera más fácil de llegar al piso donde se encuentra el nivel 5.
Cuando llego a la entrada del nivel 5 temo con que los guardias no me dejen pasar pero al mostrarle mi credencial ellos empiezan a comunicarse por radio pidiendo una especie de permiso y luego acceden a dejarme pasar.
Los guardias me dicen que tenga mucho cuidado que nadie entra a ese lugar. Lo que no acabo de entender, « ¿cómo le dan de comer a los pacientes? », me pregunto.
Paso con la tarjeta de acceso la primera puerta, y al igual que en el nivel 3 hay un segundo pasillo hacia la segunda puerta pero la segunda puerta está cerrada y mi tarjeta de acceso no parece funcionar.
Desde el segundo pasillo, solo puedo ver un tercer pasillo con luces parpadeantes blancas y lo que parecen ser habitaciones donde probablemente estén los pacientes.
Cuando estoy dentro de los niveles pierdo la noción del tiempo porque dentro no se puede saber si es de día o de noche sino puedes ver un reloj.
La esencia del castillo antiguo ya no está. Parece totalmente un hospital moderno. Miro hacia atrás pensando si puedo pedirle a algún guardia que me abra la segunda puerta pero suponiendo que me dirán que "no", no les pido nada y continuo por mi cuenta. Por un momento caigo en cuenta de que también tengo la tarjeta de acceso de aquél guardia encerrado en el baño en mí bolso.
Tomo la tarjeta y la paso por el sensor y afortunadamente funciona la puerta se abre haciendo un poco de ruido mecánico es una puerta bastante solida casi igual que la de un ascensor. Justo cuando la puerta termina de abrirse casi como un susurro se escucha un lamento solo comparable al de una criatura hambrienta, mi piel se eriza automáticamente.
Este debe ser el peor lugar de este asilo. Arriba puedo ver en letras de color azul escrito «centro psiquiátrico», Noto que a diferencia del nivel 3 este nivel está totalmente deshabitado o eso es lo que parece todas las habitaciones están completamente vacías.
El lugar parece bastante deteriorado las luces están constantemente titilando, cuando todo se apaga no se puede ver nada en absoluto.
Enciendo la cámara de vídeo y activo el modo nocturno porque cuando las luces se apagan por menos de un segundo todo queda totalmente oscuro. Me pregunto por qué me habrán dejado entrar. Quizás ellos quieran deshacerse de mí o no esperaban que pudiera pasar la segunda puerta.
Mis manos están totalmente frías y lo único que se puede escuchar es un sonido peculiar como de vacío. Ese que a veces todos escuchamos que nos incomoda y aterra. Sigo caminando poco a poco hay varias oficinas pero estoy realmente apurado y no quiero arriesgarme a que haya alguien en una de ellas.
El miedo es algo curioso tan curioso que incluso puedo escuchar pasos detrás de mí pero al voltear no veo nada.
Casi todas las puertas están cerradas las reviso una por una hasta que me topo con la primera que está abierta. Muy cierto es el dicho que dice que la curiosidad mató al gato, pero en mi caso, la única opción que tengo es la de encontrar al traga almas para salvar a la mujer que amo.
Fuese preferido huir de mi curiosidad porque lo que veo realmente me sorprende.
Sin poder controlarme vienen nauseas a mí, a penas puedo retener el vomito que sube desde mi estomago, a pesar de que en medicina tuve que pasar por cosas similares, definitivamente esto es lo peor que he visto cuando, pedazos cercenados de vísceras de animales podridas con sangre putrefacta por todos lados, lo único que se me viene a la mente al ver estas cosas es la brujería, me hace recordar aquellas marcas de sangre en las paredes que vi luego de ver los cadáveres.
Me cuesta entender lo que pasa en este lugar. Retrocedo lentamente saliendo del lugar después de haber grabado todo y evitar las ganas de vomitar.
Hay dos puertas más abiertas que puedo elegir una en donde la luz parece estar apagada y la otra donde la luz sigue atenuándose.
Por supuesto que elegiré donde hay luz no me haré el valiente «Quirófano », dice en letras pequeñas en la puerta.
Tomo la pistola que tengo con la mano derecha y guardo la cámara de vídeo pero sin apagarla, empujo la puerta lentamente y apunto hacia al frente temblando, incluso con las dos manos el arma me parece pesada.
Cuando doy unos pasos nerviosos adentro del quirófano la puerta repentinamente se cierra detrás de mí lo que me impresiona y casi sin poder controlarme doy un salto del susto y disparo dos balas a la nada y el cartucho queda vacío.
«Lo he arruinado », pienso molesto conmigo mismo, ahora vendrán por mí. Casi instantáneamente las luces se apagan por completo y las alarmas de todo el lugar comienzan a sonar. Inmediatamente le cambio el cartucho al arma colocándole las quince balas, ahora estoy encerrado en este lugar y además empieza a hacer frío.
Camino por la habitación sin poder ver mucho, temblando y con esfuerzo enciendo la linterna de mi teléfono celular, a penas y puedo sostener la pistola pesada y el teléfono a la vez, para empeorar las cosas las alarmas no dejan de sonar en todo el lugar
—¡¡Ahhhhhhhhhhhh!! —se escucha un grito como de un niño lamentándose, que proviene de la puerta cerrada por la que acabo de entrar, quizás he despertado a algo o alguien.
Empiezo a golpear las paredes intentando conseguir otra puerta y los lamentos de lo que parece ser un niño se escuchan más cerca. Está cada vez más cercano sigo intentando encontrar una puerta mirando a través de la ventana
—Hola —me saluda lo que se escucha como un niño desde el otro lado de la puerta « ¿Cómo es posible que me esté hablando un niño sí acá no hay niños?», me pregunto.
—Hola.... —respondo titubeando a una puerta aún cerrada desde lejos.
—¿Qué haces aquí? —pregunta aquella voz, todo lo que pasa es extremadamente escalofriante, me siento al lado de la puerta guardando el arma tembloroso y tomo la cámara para grabar todo lo que sucede. Quizás sea un psicópata fingiendo la voz de un niño.
—Estoy buscando a alguien.
—¿A quién buscas? —pregunta la infantil y escalofriante voz —. Quizás yo pueda ayudarte a encontrarlo.
Decido quedarme callado mientras busco la forma de salir del lugar pero el niño empieza a tocar la puerta repetidamente acelerando cada vez lo que acaba poniéndome nervioso.
—Estoy buscando a alguien que le dicen el traga almas —respondo dudoso —. ¿Lo conoces?
Intentando buscar algo en el quirófano logro palpar con las manos algo viscoso.
—Eakkkk, ¿Qué es esto? —digo en voz alta, puedo tocar algo parecido a carne y pienso que otra vez me he topado con algún animal muerto por lo que siento un escalofrío recorrer mi cuerpo y al intentar ver con la linterna de mí celular para mi sorpresa es algo mucho peor que simples animales muertos, es un cadáver sobre la mesa del quirófano.
Lo estoy tocando es el cráneo ensangrentado putrefacto a medio abrir, lo que me resulta más extraño es que el lugar no huela a putrefacción con este cadáver acá.
Dejo de palpar el cadáver y retrocedo nuevamente hacia la puerta y el niño toca la puerta mucho más fuerte y con más frecuencia.
Luego de revisar el lugar sorpresivamente encuentro otra puerta al final del quirófano, prácticamente está escondida en la oscuridad, corro hacia ella tomando todas mis cosas y la abro lo más rápido que puedo y de inmediato la cierro con todas mis fuerzas.
Puedo escuchar a aquél niño gritar —¡¡Abremeeeeeee!! —Mi respiración está acelerada ya no puedo aguantar el miedo, mi corazón late de manera preocupante.
Lo que me motiva de hacer todas estas cosas más que salir de este lugar es que Cat no resulte lastimada.
Las alarmas no dejan de sonar, « ¿será que ya descubrieron que yo fui el que disparó? », me pregunto, desde que estoy en este lugar no he visto ninguna cámara.
Intento tomar aliento pero poco a poco siento como este se va... me empiezo a sentir muy débil y angustiado, irremediablemente empiezo a temblar descontroladamente un olor nauseabundo se empieza a percibir.
Me empieza a doler la cabeza de tal modo que siento que se va a explotar. Pensamientos pesimistas empiezan a invadir mi mente: « ¿y si realmente Cat está muerta?, ¿Quizás la asesinaron por meterme en asuntos que no me interesaban? Quizás la mataron como a esos agentes », estos pensamientos me hacen doler mucho más la cabeza.
Pronto empiezo a sentir sueño como si me empezara a debilitar, ya casi no tengo fuerzas para levantarme ya aquél, ya no escucho más los golpeteos del niño.
Ahora vuelvo a escuchar el sonido de lamento como si de un animal hambriento se tratara. Mi pecho me empieza a doler como si me estuviesen sacando el corazón lentamente es algo que simplemente no puedo explicar con palabras pero no hay sensación peor, incluso siento hambre, hambre, sed y cansancio como si llevara muchos días corriendo un maratón. Todo está completamente oscuro y no logro entender lo que me pasa.
Pienso que podría ser el miedo que siento pero no puedo estar sintiendo tanto miedo, para tener estos síntomas.
No, no tiene sentido no me puedo rendir. Escucho el sonido de cadenas chocándose como sí algo estuviese acercándose mi corazón late cada vez más rápido y de manera contradictoria me siento cada vez más calmado, asustado y débil, siento como la vida escapa de mí. Ya sin energías levanto mi cámara hacia dónde viene el sonido de las cadenas y justo frente de mí hay una criatura con la boca abierta despidiendo un horrible olor.
Rápidamente intento tomar la pistola que está en mi bolso pero aquella criatura la aparta con manotazo y yo muy débil no la puedo sostener y la dejo caer.
Para defenderme le lanzo una patada con las pocas fuerzas que me queda y le doy justo en la cara alejándola por unos segundos. La criatura rápidamente se intenta acercar nuevamente pero me arrastro hasta el lugar más lejano y la criatura no puede acercarse más. La puedo escuchar por el sonido de las cadenas. Apunto nuevamente la cámara en modo nocturno y puedo ver en un verde escalofriante a aquél hombre de cabello largo y grotesco se notan sus rasgos asiáticos, sus ojos se pueden ver blancos a través de la cámara es como si fuese una especie de hombre poseído, su cara denota esquizofrenia, trastorno postraumático, aunque en realidad ya yo no sé en qué creer. No cabe duda definitivamente este es al hombre que llaman el traga almas.
«Debo salir de esta habitación », pienso aterrado y débil.
Con todas mis fuerzas me pongo de pie sosteniéndome en aquella puerta y rápidamente la abro, el traga almas intenta seguirme pero la cadena le impide alcanzarme tiene la cadena puesta en su cuello como si fuera un animal. La cadena es gruesa, pesada, bastante corta e inhumana, cualquiera que sea la enfermedad de este hombre no amerita a que sea tratado de esta forma, «realmente juro que acabaré con este asilo », pienso molesto.
A penas salgo de esa habitación puedo sentir como literalmente mi alma vuelve a mí, aún no puedo explicar esto. Pero últimamente ya no puedo explicar nada de lo que ocurre desde que llegué pero sin lugar a duda logro entender que aquello que me mantenía débil era la cercanía con ese hombre.
Las alarmas dejan de sonar y las luces se normalizan,
El niño parece haberse ido porque ya no lo escucho, el cadáver sigue allí parece ser un cadáver viejo o al menos murió mucho antes de que yo llegara al asilo, veo su información que está en una hoja cerca para saber de quién se trata. «Manuel Suarez », dice. También menciona que el hombre estaba obsesionado con ofrecer sacrificios de animales a demonios y entidades.
Grabo todo en el lugar ahora con luz todo está más claro, he notado una relación entre los pacientes. Todos tienen una relación con alguna entidad, ilusión o cosas espirituales si mi teoría es cierta puede que este asilo sea una especie de secta.
Recuerdo que aquella persona que me escribió desde el teléfono de Cat dijo que el traga almas tenía la llave de la puerta de la cocina. Pero cómo me acerco a esa criatura sí me hace decaer.
Empiezo a revisar los gabinetes que hay en la habitación buscando algo que me sea útil, no puedo creer que dejara caer mi pistola quizás en este momento me sería de utilidad. En unos gabinetes encuentro unas ampollas de tranquilizantes que suelen usar para dormir a los pacientes tomo dos inyecciones que lleno con tranquilizantes. «Esto tiene que funcionar », pienso intentando calmarme.
Lentamente vuelvo a abrir la puerta donde está el traga almas, el lugar aún sigue oscuro pero lo ilumino con la luz de mi linterna, casi de inmediato aquél hombre se aleja y parece molestarse por la luz casi inmediatamente mi ánimo empieza a bajar ni siquiera me siento cómodo viéndole. El hombre se pone de espaldas mirando hacia la pared de pie para evitar que la luz le dé directamente en la cara. Tomo las agujas y aprovecho esta situación para acercarme armándome de valor, las piernas empiezan a temblarme.
El hombre lleva puesto lo que antes era una camisa de fuerza que al parecer rompió de tanto forzarla, ahora tiene sus brazos y manos libres, de igual forma no puede ir a ningún lado con esa cadena en el cuello me puedo fijar que además de la cadena en su cuello parece tener un collar guindando y estoy casi seguro de que se trata de la llave que estoy buscando, pero la tiene por dentro de la camisa de fuerza así que no tengo toda la seguridad.
Cuando creí que todo sería fácil de repente el hombre se lanza sobre mí y caigo de espalda adolorido, intento forcejear con él, pero es en vano su fuerza es mucho mayor que la mía, baba de su boca cae sobre mi cara. Es muy asquerosa. Lo empujo con mis rodillas y finalmente me logro zafar e inyectarlo con las dos inyecciones, ni siquiera noto en donde lo inyecto pero espero funcione.
—¡Nos aseguraremos de tenerte! —exclama el traga almas con una voz macabra como si no fuese la voz de una sola persona, sino el coro de las cincuenta personas que asesinó, gritando, llorando, atormentadas con ira dentro de él.
Luego de unos minutos luchando para mantenerse de pie simplemente el hombre cae y casi dudoso me acerco a él, sin dudarlo reviso el collar que llevaba en su cuello y como había supuesto es la llave que busco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top