"Tenemos una solicitud para ti".

Izuku Midoriya se encuentra una vez más en otra incursión, esta vez con un jugador aún más valioso.

O: Los hilos del pasado vuelven para unirse.

"Tenemos una solicitud para ti".

La frase es, en el mejor de los casos, vaga y, en el peor, inútil. Insinúa una cosa, y sólo una: la necesidad de algo que, aparentemente, sólo Izuku Midoriya puede proporcionar.

Pero, afortunadamente para Izuku Midoriya, sus mentores no dudan en explicarle qué exigen de él.

"Muy pronto habrá una redada ", comienza Nedzu, con las patas juntas con mucho cuidado. "Uno que hemos estado planeando desde hace bastante tiempo".

"Te queremos como parte del equipo", agrega Aizawa, con los brazos cruzados y el rostro en blanco, sin revelar nada, sin dejar impresiones y sin imponer creencias a Izuku.

Y esto no es sorprendente, ni mucho menos. Después de todo, son héroes, los maestros de Yuuei. Pro Heroes, destinado a proteger y salvar, tanto en el momento como tomando medidas preventivas para contrarrestar el crimen y la crueldad. Tiene sentido que Nedzu y Aizawa hayan estado trabajando en una redada; de todos modos, no es la primera vez que Midoriya es traído por su maestro de aula. No, ese título es para la incursión de Shie Hassaikai, una en la que Izuku había tenido un interés bastante personal, una que Izuku recuerda y con la que se siente satisfecho.

Satisfecho, esa tendría que ser la mejor frase. Porque nada salió terriblemente mal. Nadie perdió su Quirk o, lo que es más importante, su vida. Eliminar a Overhaul antes de la redada fue un factor clave en esto, Izuku está seguro y se alegra de ello. Pero la verdad de lo que habían hecho, el dolor que le habían causado a una niña inocente, una con un Quirk bendito que Izuku prácticamente puede llamar familia... bueno, esa historia es la que impide que Izuku pueda celebrar la victoria. de manera desenfrenada.

Es una victoria demasiado atormentada por el dolor, un final respetuoso de la miseria, por lo que Izuku está contento, contento de que el dolor de Eri haya terminado, contento de que sus captores hayan sido capturados y contento de que esa parte de su vida haya terminado.

Pero esa no es la historia de hoy, no es la incursión en la que Izuku debe centrarse, por lo que inclina la cabeza, ofreciendo toda su atención a sus mentores mientras pregunta: "¿Quién es el objetivo y qué hacer?". ¿Necesito hacer?"

Y estas son las cosas correctas que decir, las preguntas correctas que hacer, palabras que agudizan la sonrisa de Nedzu, algo mucho más salvaje y mucho más natural para el director, tan preocupante como tranquilizador por su familiaridad.

"El objetivo es la Liga de Villanos", dice Nedzu. "Con un objetivo específico de Kurogiri, su warper."

Izuku no es tonto. Sabe que Kurogiri no está siendo el objetivo de algo como su Quirk. Sabe que este interés es demasiado reciente para una motivación tan simple, para un razonamiento tan sencillo.

"¿Por la asignación?" Pregunta Izuku, y Aizawa se pone ligeramente rígido ante el recordatorio. Izuku se inclina hacia adelante y los mira. "No recuerdo la mayor parte de ese día".

"Días", murmura Aizawa, e Izuku asiente con la cabeza.

"Días", coincide Izuku. "Empecé el encargo un día y volví a la realidad otro día. Y todo lo que sé son fragmentos. Sentimientos, intenciones. Hay un par de momentos que recuerdo, pero la mayor parte se vuelve borroso después de que Eri entró en la habitación".

"Mimic debe haber bloqueado los recuerdos en un intento de proteger tu mente de ser abrumada", plantea la hipótesis de Nedzu, e Izuku asiente.

"Esa fue mi suposición. Asumir personajes durante demasiado tiempo... me pierdo". Sacude la cabeza y se obliga a retomar el rumbo porque necesita saber, necesita esta información antes de poder aceptar algo. "Algo pasó cuando me perdí. Y pase lo que pase es lo que estás buscando con esta redada. Necesito saber qué hice, que vamos tras el verdadero Kurogiri".

Necesita saber en qué se está metiendo. Saltar a ciegas solo podría lastimar a la gente.

Especialmente si hay un accidente de Quirk. Otro más, al menos.

Izuku se ha metido con el poder incontrolado demasiadas veces como para perder el control durante una incursión, cuando hay mucho en juego y cualquier error puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota aplastante.

Aizawa y Nedzu comparten una mirada rápida y luego Aizawa suspira.

"El Quirk de Eri te rebobinó", comienza Aizawa. "Ella lo activó en su emoción. Te despertaste como Oboro Shirakumo".

El nombre no es familiar, pero parece que debería saberse. Un indicio del poder de Mimic, tal vez, un recuerdo que no es de Izuku pero que lo fue por un simple momento.

"Él es importante para ti, ¿no?" Pregunta Izuku.

"Él era uno de mis amigos, cuando estaba en segundo año", dice Aizawa. "Murió en el ataque de un villano antes de que terminara el año. Su cuerpo desapareció".

Bueno aquí hare una pequeña intervención como las que hacía en el pasado, en la historia original la autora uso el pronombre They para referirse a Oboro Shirakumo, no se si era porque veían ahora a Kurogi y Oboro como dos personas o yo que se, pero en el siguiente párrafo usa el pronombre He entonces yo me he quedado confundido uso 2 pronombres para la misma persona lo cual no se entiende así que decidí mejor usar uno y ese fue el pronombre él. Thiashi.

Él estaba Noumificado, se da cuenta Izuku, y contiene el grito ahogado que intenta escapar. Se había sentido mal al interpretar a Kurogiri, su control estaba perdiendo demasiado rápido en comparación con los otros que había personificado... ¿era por eso? La falta de verdadera sensibilidad de Kurogiri, su autonomía obstaculizada... ¿era por eso que Izuku había perdido el control, había perdido tanta confianza?

Tal vez.

Pero ahora no es el momento de teorías. Ahora es el momento de preguntas y respuestas. E Izuku obtuvo sus respuestas, las explicaciones que quería. Porque con la revelación de lo que le pasó a Izuku, ahora ve el panorama más amplio, lo que su maestro espera.

"Quieres rebobinar a Kurogiri".

"Sí", dice Nedzu.

"¿Voy a-"

"¿Rebobinarlo?" Nedzu interrumpe e Izuku asiente. "Eso está indeciso. Eri ha estado trabajando en su control de Quirk, tal como lo has hecho tú". Izuku conoce bien este hecho. Eri le ha estado contando con entusiasmo su progreso, su confianza crece lentamente, un hermoso brillo que se escapa de las expresiones cautelosas.

Está muy orgulloso de ella, de su coraje. Ella realmente es una bendición.

"No queremos presionarla a ella ni a ti", dice Aizawa. "Por ahora, todo lo que pedimos es que ayuden a obtener información".

"¿Ubicaciones o acciones?" Pregunta Izuku y Aizawa responde al instante.

"Las ubicaciones son nuestra prioridad. Tsukauchi tiene pistas, pero una fuente adicional ayudaría a que las cosas avancen mejor. Si tienes confianza en el asunto, puedes transportarnos al lugar y participar en la pelea. No necesitas usar Mimic para participar en combate si no quieres o no te sientes cómodo haciéndolo".

Todas las cartas están sobre la mesa, en juego. Todos están colocados frente a él, boca arriba, e Izuku sabe que puede elegir cuáles está dispuesto a tomar sin que le digan que ha hecho un movimiento equivocado. La opción de rechazar toda la mano está ahí, si se siente incómodo, no preparado.

Pero Izuku no se siente así.

No, Izuku sólo siente una cosa, un impulso.

El impulso de proteger, de ayudar.

Para salvar.

Izuku mira el escritorio, la plataforma invisible que parpadea en su mente.

Toma toda la mano, sonríe.

"Lo haré", dice Izuku, y ni Nedzu ni Aizawa parecen sorprendidos.

Sólo contento, sólo feliz.

(A lo lejos, la Liga siente como si algo hubiera cambiado.

Pronto aprenderán.

Y comprenderán que el destino no significa nada, que no está escrito en piedra cuando la anomalía conocida como Izuku Midoriya entre en juego.

La historia continúa.)

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La redada se produce la semana siguiente, ese lunes por la tarde. La reunión ya ha sido cubierta, se han agregado miembros al equipo, muchos de Yuuei, muchos con experiencia personal con la Liga de Villanos, aunque se agrega a Sir Nighteye como una fuente adicional de análisis, un buen ojo para ayudar a repasar ideas y perfeccionarlos. La reunión se produce sin ningún problema, sin que se revele nada que pueda hacer retroceder sus planes.

Y así llega el lunes y termina el día escolar, e Izuku Midoriya es excusado del Entrenamiento Fundamental de Héroe para poder seguir a Aizawa al lugar de reunión planificado previamente, donde el resto de los héroes esperan más instrucciones.

Izuku Midoriya mira al grupo, observa sus números y los sigue con la mayor cautela. Aizawa, Pro Hero Eraserhead, espera junto a Present Mic y Midnight. Snipe está junto a Lemillion, Suneater y Nejire Chan. Fat Gum y Ryukyu no están presentes, a pesar de ser los mentores de Suneater y Nejire Chan, a pesar de que Sir Nighteye está aquí. Ambos no pudieron asistir porque estaban demasiado ocupados con otras situaciones.

Y así Izuku Midoriya tiene ocho héroes, tres todavía estudiantes de Yuuei, que debe reubicar en un solo momento, en un instante de tiempo.

El detective Tsukauchi también está aquí, al igual que Nedzu, pero ninguno de los dos se sumará a la pelea. Tsukauchi había actuado como informante, ofreciendo toda la información que su departamento había podido recopilar, y Nedzu había trabajado con Sir Nighteye para descubrir los mejores métodos para esta redada. Pero Nedzu se había abstenido de unirse a la pelea, al igual que Sir Nighteye, prefiriendo asegurarse de que Yuuei esté bien, incluso con tantos miembros de su personal desapareciendo al final del día, en un abrir y cerrar de ojos.

Izuku Midoriya no puede culpar al director por elegir a los estudiantes. Esa es su prioridad, su responsabilidad.

La prioridad de Izuku Midoriya lo lleva hasta aquí.

Midoriya da un paso adelante, y así Midoriya no es Midoriya sino Deku, un héroe provisional que debería ser conocido como mucho más, es conocido por títulos mucho más altos de los que el propio niño conocería o usaría para describir quién es. Deku avanza y se une al grupo.

Y el resto sabe que esta es la señal para prepararse. Se enderezan, sus manos buscan el equipo de apoyo si corresponde, y cierran los puños si no. Observan al niño con aprensión y expectación, listos para su próximo movimiento.

Y observan cómo Deku se convierte en otra persona, la niebla se desliza y lo cubre, los ojos brillan de color amarillo mientras desgarra el aire con cielos crepusculares, portales creados de la nada y sin tener claro adónde irán.

Excepto que todos saben adónde conducen estos portales, confían en que este Deku-Kurogiri-Midoriya los guiará correctamente por el mundo.

Eraserhead es el primero en atravesar el portal, el resto del equipo lo sigue poco después y el usuario de Quirk toma la retaguardia. El portal se cierra detrás de él.

Y bastante lejos, aparece el grupo de héroes, de pie dentro del escondite de la Liga de Villanos.

La Liga ya presente en la sala.

"¿Qué carajo?" Pregunta Dabi, y luego hay locura.

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Tomura Shigaraki conoce las costumbres del mundo desde que era un niño. Siempre ha sabido que el mundo no es simplemente blanco y negro, no, hay distintos tonos de grises mezclados en el medio. Y por mucho que existan estos numerosos matices, estas multitudes de bien y de mal, de puro y de mal, hay diferentes roles en los que cae cada individuo. Protagonista, antagonista, NPC, jefes... todos existen en el mundo. Y las personas pueden verse a sí mismas de cierta manera, pueden creer que son algo especial, algo extraordinario, pero el mundo está lleno de "extraordinarios". Cuando casi todo el mundo nace con poderes que parecen regalos de un dios mismo, estar por encima del resto es una hazaña que muchos nunca podrán alcanzar, sin importar lo que se permitan creer, los delirios de grandeza que viven dentro de sus cabezas.

Tomura Shigaraki conoce su papel en el mundo desde que era un niño. Cuando Sensei lo encontró, joven, asustado y solo, cuando Sensei lo crió y lo crió para el mundo que debía heredar, Tomura lo supo.

Tomura sabía que él era, en su propio mundo, el protagonista. No había otra manera de que fuera, ni siquiera desde el principio. Una historia de origen como la suya, una que Tomura, sin duda, no puede recordar a veces, salvo por sentimientos de desesperanza y odio y un deseo de ser un héroe que nunca podría cumplirse, que sólo podría desmenuzarse y dejarse llevar. con los vientos del cambio, mezclado con el poderoso mentor que Tomura había obtenido, todo con un Quirk que podía destruir cualquier cosa que Tomura tocara? Por supuesto que Tomura se destacaría, sería un jugador excepcional en un mundo de NPC.

Y Tomura sabía qué papel desempeñaría para el resto del mundo. Con la destrucción en la punta de sus dedos y el odio en su corazón, respaldado por el villano más temido del bajo mundo, Tomura fue el principal antagonista en ciernes, después de Sensei, por supuesto, solo después de que terminó el arco de Sensei.

Y Tomura sabía qué papel desempeñaría para el resto del mundo. Con la destrucción en la punta de sus dedos y el odio en su corazón, respaldado por el villano más temido del Metro, Tomura fue el principal antagonista en ciernes, después de Sensei, por supuesto, solo después de que terminó el arco de Sensei.

Y había terminado, dejando a Tomura dando forma al tablero, ejecutando sus movimientos correctamente para que el mal reinara victorioso.

Encontró su equipo en grupos heterogéneos independientes, NPC que podrían convertirse en miembros decentes del grupo con el entrenamiento adecuado, horas de mejorar estadísticas, crear conjuntos de habilidades y adquirir nuevos movimientos. Encontró sus búsquedas y misiones haciendo de Yuuei su primer reino en derribar, un pilar, un símbolo que dejaría al mundo temblando sin sus cimientos. Incluso encontró un enemigo en un chico de cabello verde que originalmente era solo un NPC con fallas, el noveno portador de Uno para todos, Izuku Midoriya. El chico es molesto pero perspicaz, como deberían ser todos los minijefes, un trabajo de código perfectamente creado para que Tomura lo aplaste.

Y todo va bien, va según el plan, el plan que Tomura ha creado basándose en la clasificación de sus personajes, en las estadísticas de sus enemigos.

Hasta que se abre un portal, uno como el de Kurogiri pero que no proviene del disformador, si los ojos muy abiertos del hombre de la niebla pueden actuar como indicador.

Y los héroes cruzan la puerta, todos listos para pelear.

Parece que ha llegado una batalla contra un jefe.

Entonces, ¿por qué todo se desmorona?

Comienza bien, a pesar de la falta de una escena que le dé tiempo a su grupo para prepararse, para ponerse en posición de combate y estar listos para enfrentarse al enemigo. Comienza lo mejor que puede, con su Liga entrando en acción, enfrentándose a los héroes que de alguna manera han encontrado su camino hacia el escondite de Tomura.

Comienza lo mejor que puede, cuando la Liga de Villanos ha sido repentinamente emboscada por lo que no deberían ser más que enemigos NPC.

Y luego no va bien, no va nada bien.

Es como si Tomura se adelantara cuando parpadea, porque de repente mira a su alrededor y todo está mal.

Tomura gira hacia la izquierda, justo cuando la chica duendecillo de cabello azul golpea a Toga con una ola de energía en espiral, tirándola al suelo.

Tomura gira hacia la derecha y observa cómo Spinner queda inconsciente por un niño que no deja de atravesar las paredes.

Tomura mira hacia adelante y su némesis mira hacia atrás, con sus ojos brillando de color verde.

Y luego ponerse rojo.

Y el niño de repente se convierte en algo más que su némesis, cuando se acerca al suelo y deja que se convierta en polvo, usa el propio poder de Tomura de manera tan casual, como si siempre hubiera sido suyo.

De repente, Izuku Midoriya es mucho, mucho más. E Izuku Midoriya lo sabe y sonríe victoriosamente mientras se lanza hacia adelante con la mano extendida. Tomura levanta el suyo, intenta usar Decay en el chico, pero no funciona, no se activa.

Eraserhead está al otro lado de la habitación, cara a cara con Kurogiri, manteniendo al hombre distraído.

Los ojos de Midoriya todavía están rojos, pero su cabello parece flotar hacia arriba, oscureciéndose.

El niño está usando el Quirk de su maestro, tal como usó el de Tomura.

Y luego el chico se lanza hacia adelante, demasiado rápido, audaz y seguro de sí mismo, un némesis que se sale de sus roles y se obliga a entrar en la narrativa mientras derriba a Tomura, y este cambio es tan repentino que Tomura sólo sale de su su aturdimiento por el sonido del metal chocando.

Puños anulados peculiares.

Izuku Midoriya le sonríe, y es cruel y salvaje y no se parece en nada al chico, demasiado a su maestro.

Y luego el chico sale disparado, se lanza a través de la habitación, y está bailando en círculos alrededor de Kurogiri, haciendo equipo con Eraserhead para mantener el Quirk del warper anulado mientras su personaje de más de dieciocho años que aumenta la calificación de su equipo se acerca, su animación de caminata inactiva nunca vacilando incluso cuando esos ojos rojos caen sobre ella.

Y luego los ojos rojos se vuelven negros, y Tomura siente un destello de reivindicación cuando una niebla púrpura rodea a su warper.

Solo para que Kurogiri cayera al suelo, inconsciente, con la heroína inclinándose para ponerle anuladores también.

Un vistazo rápido a su alrededor es todo lo que Tomura necesita para ver que su equipo está hecho un desastre, la mayoría inconsciente o atado, incapaz de escapar, y el resto rápidamente derrotado por el resto de los héroes profesionales.

Y, sin embargo, Tomura no puede hacer nada, ni siquiera puede gritar de ira, demasiado congelado por las revelaciones que pasan por su cabeza.

Antes, Tomura pensaba que sabía cómo funcionaba el mundo, los roles que desempeñaba cada individuo.

¿Pero ahora? Ahora, viendo cómo su equipo cuidadosamente creado se desmorona en apenas unos momentos, capturado y derrotado por un equipo de héroes profesionales que está prácticamente liderado por el chico que ahora se acerca a Tomura una vez más, camina más tranquilamente y la confianza sale de él de manera muy parecida. ¿La niebla púrpura que comienza a emanar del héroe en entrenamiento?

Ahora, Tomura está empezando a darse cuenta de que sus suposiciones no eran tan correctas como se había permitido creer.

Porque Tomura ha cometido un error fatal, un error que le llevó a su inevitable caída.

Clasificó erróneamente a Izuku Midoriya. Porque Midoriya nunca fue un NPC, ni siquiera un némesis, ni siquiera un niño que simplemente logró encontrar nuevos códigos de trucos para usar.

El niño deja salir una nube más grande de niebla y Tomura cae inconsciente, las palabras "juego terminado" parpadean en su cabeza.

Y esta vez, lo sabe, no hay ningún botón de reinicio.

Porque Tomura era el antagonista.

E Izuku Midoriya fue el protagonista todo el tiempo.

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La habitación está vacía, excepto cuatro. Sólo cuatro, una forma de ser cautos, de mantener al mínimo las posibilidades de error. Cuatro más esperan fuera de la habitación, pero sólo cuatro están contenidos dentro de las paredes.

Y los de afuera observan a los de adentro, mirando a través de un vidrio unilateral, tomando nota de los cuatro que quedan. El detective Naomasa Tsukauchi es el primero en ser notado, algo imprescindible debido al lugar en el que residen actualmente. El departamento de policía, un gran lugar para enfrentamientos rápidos, interrogatorios, casualidades con villanos y criminales por igual, aquellos que han sido condenados. y necesitan confesar sus crímenes, aquellos que han sido sorprendidos incorrectamente y sólo necesitan que se revele la verdad.

O, en este caso, un villano que nunca estuvo destinado a serlo, uno que fue, en todos los términos de la palabra, creado para ser tal. Un villano que estaba destinado a ser un héroe, y sólo un héroe, pero que se encontró con un amargo destino que tal vez, sólo tal vez, esté a punto de revertirse.

El director Nedzu es el siguiente en ser notado, otro debe haberlo hecho, esta vez debido a su poder sobre Yuuei. Solo un maestro, y uno más nuevo en eso, cuando el niño que ya no existe fue lastimado, se convirtió en algo que nunca hubiera querido ser, Nedzu tiene un interés en este juego del que pocos pueden afirmar lo mismo. Nedzu está al lado de Tsukauchi, un supervisor en todo esto, una mirada calculadora que desea, a pesar de todas las ilógicas de las simples esperanzas, un cambio que sea positivo.

Después de todo, Nedzu nunca ha sido un fanático de la experimentación. Sólo deseará lo mejor a los espíritus afines, a aquellos derribados por quienes tienen el poder. Y entonces Nedzu se para al otro lado del cristal y espera.

Hizashi Yamada y Nemuri Kayama son el tercero y cuarto. Su poder es pequeño y su respaldo no es mucho, pero lo que está en juego emocionalmente en esto es el mayor, sólo superado por el otro. Porque el villano al que miran alguna vez fue su igual, una vez fue un querido aliado y un amigo adorado. Y desean desesperadamente su regreso, tal como lo habían hecho en años anteriores, mucho antes de saber la verdad, mucho antes de saber el verdadero destino que había soportado, la vida que se había visto obligado a llevar.

Estos son los cuatro que permanecen fuera de la habitación, solo capaces de mirar hacia adentro y esperar a los que están dentro.

Lo que lleva la narrativa a los que están dentro, a los que están dentro de la habitación.

El primero es el villano. Atado a una silla, atado con anuladores de Quirks, Kurogiri mira a través de mechones amarillos a sus captores, deliberadamente en silencio mientras espera una oportunidad, una oportunidad imposible, de escapar. Porque Kurogiri no es la persona de la que fue hecho, sino una creación propia, sin verdadera autonomía ni creencias propias. Las únicas similitudes verdaderas son la naturaleza tenue de sus Quirks en sus cuerpos y la lealtad infinita hacia aquellos que considera suyos.

Es una idea agridulce cómo su lealtad se ha visto alejada de aquellos a quienes alguna vez llamó sus amigos más cercanos. Una noción que pronto se solucionará, si todo va bien.

Y todo debería ir bien, porque Shouta Aizawa está ahí, el segundo dentro de los muros. Aizawa está allí, el que tiene más en juego emocional en toda esta terrible experiencia, el que perdió a su amigo, que estuvo allí durante el incidente que llevó a la existencia misma de Kurogiri. El que también es el mentor, el padre, el padre de aquellos que harán todo lo posible para arreglar este hilo del destino descarriado y deshilachado.

Porque en tercer lugar está Eri, una joven con sus propios traumas y fantasmas de su pasado. En tercer lugar, está Eri, que no sabe mucho más allá de los hombres aterradores con máscaras de pájaros, no sabe mucho más allá de las habitaciones con paredes blancas brillantemente iluminadas y el punzante deslizamiento de agujas en la piel, un bucle interminable que podría revisarse en el instante en que saliera mal.

En tercer lugar, está Eri, que no sabe mucho del miedo pasado, pero está aprendiendo rápidamente que hay mucho más en el mundo. En tercer lugar, está Eri, quien fue salvada por Aizawa y otro, el héroe a su lado, los dos que se han convertido en lo que Eri ha oído describir como una familia, una fundada por elección y no por sangre, un vínculo mucho más fuerte entre ellos. En tercer lugar, está Eri, quien sabe que hay bondad y amabilidad fuera de la habitación, si tan solo se extiende una mano para guiar el camino, y Eri sabe que su poder puede usarse para ayudar a extender esta mano al villano que tiene delante, un villano. quien alguna vez fue bueno y amable como sus héroes, que era amigo de Aizawa.

Y por eso Eri está aquí para arreglarlo, porque ha aprendido que su poder es una bendición.

Y Eri se enteró de este hecho por el cuarto en la sala, por Izuku Midoriya.

E Izuku Midoriya está aquí para todos ellos. Midoriya está aquí para ayudar, porque eso es Midoriya como héroe, esa es toda la motivación de Midoriya. Siempre ha querido salvar, siempre querrá salvar, y los ojos brillantes que lo miran son los que gritan pidiendo ayuda en el fondo de todo, un deseo subconsciente del que el villano ni siquiera es consciente, pero Midoriya sí.

Midoriya puede recordar ese impulso, al menos, cuando él era el hombre. Puede recordar las súplicas internas escondidas detrás de la máscara de niebla, reprimidas por la falta de control. Es una de las pocas cosas que puede recordar, esa necesidad.

Midoriya es el cuarto, porque Aizawa y Nedzu preguntaron por él. Preguntaron por él, por su poder, y Midoriya había accedido a sus peticiones. Estaba destinado a ser simplemente una fuente de inteligencia, y él es consciente de ello.

Pero Midoriya conoce a Eri, conoce a la chica que ha llegado a considerar como la hermana pequeña que nunca tuvo. Y él sabe que ella ha hecho un tremendo progreso con su Quirk, se ha vuelto más segura con eso, al igual que él con Mimic.

Pero Midoriya sabe que es más fácil compartir las cargas que intentar superarlas por su cuenta.

Y entonces Midoriya está aquí para ayudar no solo a Kurogiri, sino también a Eri. Y se siente seguro de esto, porque Aizawa está allí para ayudar a Eri y Midoriya, en caso de que pierdan el control de su Quirk.

Después de todo, rebobinar es un Quirk poderoso, y este es un asunto que ninguno quiere arriesgar.

Y no lo harán, porque tienen precauciones. Tienen seguridad y confianza, porque Eri y Midoriya saben que pueden confiar el uno en el otro y en Aizawa, y todos estarán a salvo, cada persona en la habitación.

Y así, los cuatro que están afuera observan mientras Midoriya cierra los ojos, respira profundamente y luego hay un destello verde, brillando como algo etéreo y cósmico, brillante y poderoso. Y cuando el destello se disipa, la única señal de cambio es el cuerno que ha crecido en la cabeza de Midoriya, el rojo que se han vuelto sus ojos y la forma en que su cabello se está volviendo blanco rápidamente. Su mirada sigue tan ensombrecida como siempre, pero su postura cambia, el chico está mucho más encogido sobre sí mismo.

Es una inquietante reminiscencia de cómo había sido Midoriya cuando se unió por primera vez a los pasillos de Yuuei. Una señal de traumas descubiertos más tarde de lo que a los adultos dentro y fuera de la habitación les gusta admitir, pero una señal de que Midoriya ha tenido la oportunidad de crecer, de crecer dentro de sí mismo y fuera del caparazón que Aldera le impuso.

Sólo les queda esperar que Eri también crezca. Le darán todas las oportunidades para hacerlo.

No le fallarán, no le fallarán a ninguno de los dos.

Los cuatro que están afuera solo pueden mirar, una película silenciosa, una película muda que se proyecta ante ellos mientras Midoriya y Eri escuchan lo que sea que Aizawa debe estar diciendo dentro de la habitación. Debe ser algo de consuelo, de amabilidad y confianza, porque ambos se relajan, los hombros se encorvan y los cuerpos se flexionan. Destellos decididos se unen a las sombras, los puños se cierran con emoción antes de relajarse en algo más tranquilo, una tranquila confianza.

Aizawa les ofrece a cada uno una rápida palmadita en la cabeza, un movimiento que lleva a que el cabello se alborote y a ninguno de los dos parece importarles en absoluto, ambos inclinándose hacia el movimiento sin la más mínima sutileza. Y luego da un paso atrás, solo uno, no para evadirlos sino para ofrecerles espacio.

Midoriya y Eri se miran y Midoriya le extiende la mano. Eri lo toma y le sonríe.

Se acercan a Kurogiri en tándem.

Kurogiri los observa. No pelea, no intenta patear, forzar ni escapar. Simplemente mira fijamente, tal vez viendo lo que han planeado, tal vez ciego ante lo que harán.

Quizás comprender exactamente lo que está a punto de suceder y esperar, junto con el resto, que funcione.

Midoriya y Eri colocan cada uno una mano sobre Kurogiri, un brazo separado para cada uno de ellos. Su control mutuo se estrecha, una seguridad para ambos. Aizawa se pone sus gafas, tal vez como medida de seguridad, o simplemente por sentirlo.

Y luego hay otro destello de luz. Dos fuentes de luz blanca pura, entrelazadas, fusionadas y convirtiéndose en una, todas enfocadas en el hombre hecho de niebla, un hombre que ya no era visible a los ojos de quienes estaban fuera de la habitación. No hay nada más que luz, pero poder, y los cuatro se ven obligados a mirar hacia otro lado.

Sólo cuando se corta la luz miran hacia atrás. Y el panorama ha cambiado, las piezas reordenadas.

Eri sigue siendo Eri, todavía en la sombra pero esperanzada. Midoriya sigue siendo Midoriya, el blanco vuelve a convertirse en verde. Aizawa es Aizawa, como lo ha sido todo el tiempo, con los ojos brillando por un momento, una prueba para asegurarse de que sus hijos estén a salvo, que cada uno de ellos haya desactivado con éxito sus Quirks, porque él confía en ellos, sí, pero lo sabe. no confían plenamente en sí mismos, y eso está bastante bien, porque confían en él lo suficiente como para saber cuándo pueden sentirse seguros en su propia piel.

Pero es el cuarto el que ha cambiado, el que se ha alterado tan dramáticamente. Porque ya no está el villano cubierto de niebla púrpura conocido como Kurogiri.

En su lugar queda un niño con cabello azul como una nube, un niño que no parece ser mucho mayor que Midoriya, con los ojos cerrados, no muerto sino simplemente dormido, el pecho moviéndose con cada respiración, un signo de inconsciencia, un descanso que aún no es eterno.

Oboro Shirakumo duerme en la silla, luciendo como si no hubiera cambiado un día desde el segundo año, como si el ataque del villano que acabó con su vida demasiado corta nunca hubiera sucedido.

El rebobinado funcionó.

El mundo pierde el silencio, gritos llenan el aire, gritos de excitación, incredulidad y pura alegría, y luego la puerta se abre, Yamada y Kayama se abren camino hacia adentro, Nedzu y Tsukauchi los siguen con un entusiasmo mucho más silencioso, y allí Son abrazos y lágrimas y tantas sonrisas.

Y es un momento para celebrar, ciertamente, incluso cuando Nedzu le envía un mensaje a Recovery Girl, asegurándose de que haya una cama abierta, queriendo estar seguro de que el Shirakumo recién rebobinado esté bien, incluso cuando Tsukauchi deshace las ataduras y los anuladores de Quirks. , porque un niño secuestrado demasiado pronto ha sido devuelto, se le ha dado una segunda oportunidad gracias a dos niños con corazones de oro, que vieron la oportunidad de ayudar y la aprovecharon a pesar de sus propios miedos, sus propios traumas.

Aizawa sonríe a sus hijos, a los niños que ha acogido como propios, incluso si uno no es oficial, no se le ha dicho todavía, no ha tenido una conversación adecuada sobre el asunto. Aizawa les sonríe, y si está llorando no dicen nada, sólo le ofrecen pañuelos para que se seque los ojos.

"Gracias", les susurra Aizawa, abrazando a ambos con fuerza, y ninguno duda en devolverle el abrazo, sabiendo lo importante que es este momento para él. "Ustedes lo salvaron".

Y hay muchas cosas que los dos podrían decir como respuesta. Podrían decir que sólo fueron ellos siendo como deben ser las personas, ahorrando cuando tienen la oportunidad. Podrían decir que fueron solo ellos quienes les devolvieron el favor, salvando a otros como ellos fueron salvos, aunque de diferentes maneras.

Pero en lugar de eso, permanecen en silencio, solo se ofrecen miradas que solo los niños que fueron criados con miedo y dolor pueden entender, y luego le devuelven la sonrisa a Aizawa.

Y esa es una respuesta suficiente para todos ellos, esas sonrisas coincidentes.

Porque hoy es un día de sonrisas, de alegría.

Se ha encontrado algo que alguna vez se perdió, algo que una vez se hizo añicos se ha desarmado y vuelto a armar, y la vida continuará, hermosa en sus cambios.

Y la vida continúa como siempre, con sus habitantes listos para afrontar cada matiz, cada nuevo acontecimiento.

Listos para sonreír a pesar de todo, porque a pesar de todo, ellos están aquí.

Están todos aquí y eso es más que suficiente.

(El día es brillante y las esperanzas son altas.

Y la vida es mucho mejor gracias a ello).

Fin

Notas:

Bueno gente realmente esta serie si ha cambiado muchas cosas de la trama canónica y se ve muy bien, ahora en el caso de los pronombres si quede con la duda ya que el resto del capitulo le siguió diciendo He así que no se que paso allí, bueno espero que lo hayan disfrutado ya casi estamos llegando al final.

Ah y de paso por celebración de que mi Junior salió campeón de la liga la imagen no esta relacionada con la serie.