Calzón chino atómico y descriptivo
La descripción es tan amplia como mis calzoncillos. Si los uso en talla S, de sábana, entonces ya podrán Imaginar la extensión del tema que hemos venido tratando en estas últimas entregas.
En cualquier curso de literatura decente —porque este no lo es— hablan de arquetipos antes de adentrarse en el desarrollo de los personajes. Yo preferí guardar este rollo para después. Conocimos algunas figuras retóricas y hemos navegado en los mares de la prosopografía. ¿Por qué esperamos tanto? ¿Se me olvidó o fue a propósito? Pues... diría que fue un poco de ambas. En realidad, no pensaba meterme con los arquetipos. No forman parte de las fichas de personajes. Pero, al considerar que un personaje también actúa en determinado modo según infinitas circunstancias o su cultura, concluyo que al menos deberían saber que existen.
Ahora, la pregunta del millón: ¿qué m***da es un arquetipo?
Luego de desempolvar los libros de psicología que una tía mía estudió en la universidad, descubrí dos detalles: primero, la definición técnica desarrollada por Carl Gustav Jung me resultó muy difícil de digerir y ahora tengo diarrea; segundo, todo se reduce a conductas... o eso entendí. Soy un filisteo en este campo de estudio, así que puedo equivocarme. Pienso que la manera más sencilla de comprender el arquetipo literario —dejando en paz al señor Jung— es contemplarlo como el conjunto de acciones, palabras, pensamientos de un personaje en momentos cruciales de la narración.
Ahora que he medio desvelado el tema, veremos seis de ellos que considero los más conocidos.
* El héroe por lo general es alguien que trata de resolver los conflictos que se le presentan durante su viaje. Quiero destacar que el efecto de esta clase de personajes en los lectores será mayor si consigues que se identifique con ellos o ellas y mantienes el interés en toda la narración. Por eso deberás agregar virtudes como abnegación, valentía o lealtad al comportamiento de tu personaje. Pero, tampoco lo conviertas en Superman. Los héroes deben tener defectos como cualquier mortal. Y esto me lleva a una variación de este mismo punto conocida como Higher self. Mejor yo en español. Su objetivo es provocar la evolución del héroe para que libere poderes ocultos y convertirle en una versión mejorada de sí mismo. Ejemplos hay muchos. Desde Gilgamesh hasta Harry Potter pasando por Luke Skywalker o Naruto.
* El heraldo puede ser una persona o acontecimiento que provocará cambios de dirección en la jornada del héroe. Dichos cambios pueden ser positivos, negativos o neutrales. ¿Quieres ejemplos? Monseñor Bienvenido ayudó a que Jean Valjean corrigiera el rumbo en Los miserables, Pilar Ternera hizo que José Arcadio hijo huyera de Macondo, Clark Kent descubre que es alienígeno, Leonard Alkef decide cortejar a Míriam a pesar de que se lo contraindicaron en El sueño de los reyes.
* Si piensas en el Maestro Joda... perdón, Yoda, entonces piensas en El mentor. El nombre de este arquetipo viene de Mentor, un maestro y guía de héroes. Puede aparecer en muchas formas. El sabio de barbas largas, un religioso, padres, maestros, un holograma dejado por otro personaje muerto... Su principal papel consiste en dar guía moral y ética al héroe, entrenarle en el dominio de sus habilidades o perfeccionarlas además de introducirlo (junto con el lector) en el mundo desarrollado en la historia. Esto último lo discutiremos también en otro apartado. Pero, si bien Yoda y Jor-El y el sr. Miyagi son los más conocidos, existen todavía otros: Jaga en Thundercats o Dumbeldore en Harry Potter.
* La sombra Puede ser una persona o un conflicto interno pero siempre es el negativo del héroe. Su opuesto. Aquello en lo que podría convertirse si se deja llevar... ¿por el lado oscuro? O por lo que sea. Codicia, lujuria o cualquier vicio. Muchas veces el héroe temerá convertirse en esto. Por ello es que serán rivales, aunque hay veces que se parecen tanto que podrían acabar siendo amigos. De ahí que sea el segundo personaje en importancia dentro de cualquier historia. ¿Batman y el Guasón? ¡Desde luego! ¿Darth Vader y Luke? ¡También! ¿La ira prácticamente incontrolable de Hulk? Quizá... Aunque Hulk nunca me ha gustado.
* El guardián del umbral es un personaje o situación cuyo objetivo es impedir el avance del héroe. A veces no es villano; aunque, cuando sí, será de menor calaña que la sombra. Incluso, una historia puede tener varios de estos. En otras palabras, si pensáramos las historias como un videojuego, este arquetipo quedaría representado por los jefes de cada nivel. Sin embargo, el papel del guardián no se limita a servir de obstáculo. Éste puede hacer que el héroe note su falta de preparación o compromiso con la aventura en turno. Incluso puede obligarle a que eche mano de algún poder desconocido, poco desarrollado o que teme usar. Los mejores ejemplos que se me ocurren son los caballeros dorados en las batallas de las doce casas de Saint Seiya.
* El tramposo es un personaje que suele dar toques cómicos porque juega (o le juegan) bromas pesadas. También se da el caso en que su comicidad proviene de la falla de sus planes o inventos. A veces son compañeros del héroe. Aunque también los hay antagonistas. Su forma creativa de pensar proporciona soluciones inesperadas al héroe que incluso desafían los convencionalismos. Ahora sólo se me ocurre que el burro de Shrek ilustra bastante bien este arquetipo.
Lo sé, no todos los ejemplos hasta ahora pertenecen a la literatura. Pero, ha quedado clara su universalidad. Si hasta ahora te preguntabas la diferencia entre el cliché y el arquetipo, esta entrega debería aclarar la duda.
Decidí tratar este tema hasta ahora por una simple razón. La descripción —directa e indirecta; y no las notas que el autor ponga en su libro—evidenciará el heroísmo, la ruindad o la didáctica de tus personajes, por mencionar algo. Si presientes que tu descriptiva no está bien desarrollada, considera practicarla. Esmerarte en los detalles de la apariencia, diálogos y acciones. No sé por qué, pero encontrarme novelas que tienen por todas partes líneas que dicen "**Nota del autor: Soteria es un mundo con tecnología similar a la moderna pero que funciona a vapor y bla bla bla...**" me provoca deseos de romperle el teclado en la cabeza a quien escribe esas barbaridades. ¿No es más fácil aparecer en tu historia esas máquinas? El aerodino en realidad es un inmenso avión a vapor. Y no lo digo yo. Lo dijo Leonard Alkef, el prota del Sueño de los reyes, a su esposa después de rescatarla.
Por último, el arquetipo no es un rol inamovible.
Imagina que el villano de tu historia también sea quien proporciona los toques cómicos gracias a su sarcasmo y ácido sentido del humor o su gusto por las bromas crueles. O que no sea el héroe quien venza al villano sino un aliado. O que el verdadero antagonista sea tu propio maestro. O que ese chico tan gracioso esconde una vida sumamente triste. Hay montones de formas en que podrías combinarlos. Casi todas las anteriores (excepto una) son lugares comunes. A ver si la detectas. En mi caso, te diré que proporcioné una apariencia ridícula al verdadero villano del Sueño de los reyes; pero, lo hice capaz de meter en serios aprietos a oponentes tan fuertes como Leonard y Nayara.
Bien, la tortura de la descripción seguirá en otro apartado.
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