El fin.
Era un día normal para Bunnix en su madriguera.
Spoilearse series, observar a sus abuelos, ir a conciertos de los Beatles, aguantarse las ganas de ir a patear a Hitler, y claro, cuidar que nada estropeara la linea del tiempo y estar lista en caso de que Lady Bug y Chat Noir fallaran, eran acciones que realizaba a lo largo de su día.
Afortunadamente esa mañana, todo iba de maravilla.
Ya estando por salir de la madriguera y destransformarse para ir a su trabajo, de la nada sintió como algo se desvanecía de su mano.
Era el brazalete que Emma, la pequeña hija de Adrien y Marinette, le había dado como amuleto de buena suerte.
Sus papás tenían una obsesión extraña con los amuletos de la suerte desde que eran adolescentes, y eso se lo habían transmitido a sus hijos.
El problema era que desapareció mágicamente de su mano, y eso no era normal.
No lo pensó mucho antes de recorrer todos los agujeros en busca de donde se encontraba el problema, antes de que ella también desapareciera.
Fue cuando llegó al que estaba detonando todo, y el terror se instaló en su rostro.
-Lady Bug, Chat Noir están derrotados.
Le dijo el akúma que la tenía colgando, agarrandola de su muñeca, sobre su gigante plataforma voladora que estaba encima de las nubes.
Ella ya con su brazo adolorido miró como estaba terriblemente acorralada, mirando con tristeza profunda a su costado.
-¡Perdón Chat Noir!
Le dijo la ojiazul a su leal compañero, que también estaba siendo tomado de la misma manera por el otro akumatizado.
Al escuchar las palabras de la catarina, el rubio supo que esa era la derrota, mirando como a sus pies había nubes que tristemente no les amortiguarían el golpe en cuanto les quitarán los miraculous y los dejaran caer.
Así era como iba a terminar todo.
Hawk Moth había aparecido detrás de los villanos que los tenían colgando cruelmente, teniendo una sonrisa horrible en el rostro.
Al fin había llegado el día en el que la victoria era para él.
-Quitenles los miraculous. Entreguenmelos.
Les gritó riendo malvadamente, mientras las manos de las dos personas akumatizadas se acercaban a los aretes y el anillo.
Los héroes se miraron con lágrimas en sus ojos, sabiendo que ese día sería el fin.
Ambos gritaron con sus voces desgarrándose al sentir como los habían despojado de sus prodigios ¡Les habían quitado sus miraculous!
Pronto sintieron como fueron soltados, sin siquiera haberles visto el rostro, producto de la intensa luz cegadora de la desaparición de sus trajes, sintiendo el terror de su muerte cercana.
Marinette giró a ver con quien estaba cayendo, descubriendo que el Agreste estaba bajo la máscara de gato, no sabiendo si quiera como reaccionar en ese momento.
Adrien también la miró y estiró su cuerpo para tomar su mano, mirando hacia el suelo, sabiendo que les restaba a lo mucho 4 minutos de vida.
-¡Te amo Marinette!
Gritó el Agreste pues casi no escuchaba nada por el aire, sintiendo sus lágrimas irse para arrriba, pues estaban cayendo.
-¡También te amo Adrien! Me hubiera encantado decírtelo en otras circunstancias.
Le gritó la azabache en un sollozo, mientras sentía como el aire llevaba hacia arriba sus lagrimas, junto con sus disueltas coletas.
-Lamento que esto tenga que acabar así.
Y sujetando sus manos, estiraron sus cuerpos para abrazarse con calidez a la vez que caían, dándose un beso en los labios que aunque no fue largo, era lo que al menos los iba a dejar morir con algo de paz.
Ambos miraron como el suelo estaba cada vez más cerca, haciendo que Adrien hablara con una sonrisa triste.
-Te encontraré en otra vida, mi lady.
-Y yo a ti. Es una promesa, gatito.
Eso fue lo último que se dijeron antes de cerrar los ojos con fuerza, e impactar el suelo, muriendo al instante.
Ese había sido el final.
Hawk Moth después de algunos minutos, bajó a ver el final de los niños que había derrotado.
En cuanto sus ojos divisaron de quien se trataba, no pudo evitar dar un alarido de dolor.
Ahí se encontraba su ensangrentado hijo, abrazando al que fue el amor de su vida.
-¡NOOOO!
Bunnix no pudo evitar derramar una lágrima al ver aquello. Definitivamente eso la había dejado impactada.
-No, ¡Así no tenía que ser!
Pensó en voz alta, dirigiendose de un salto a ayudarles secretamente en la batalla, moviendo cosas y facilitando el uso del Lucky Charm.
Estaba por mover un auto, para que no pudiera ser usado en contra de ellos, hasta que escuchó a la lejanía una voz familiar.
-¡Es hora de acabar con la maldad!
Y no pudo evitar dar suspiro de alivio, diciendo algo para si misma
-Pero que chillona tenías las voz, Marinette.
Línea del tiempo preservada, pulserita recuperada.
Continuara...
Les aviso que esta historia es algo fuerte, no en el sentido de cosas para mayores de edad, si no porque hasta me puse algo sentimental al escribirla.
Jamás me había pasado eso. Hoy estoy sensible.
Pero bueno, al menos Alix recuperó su pulserita JAJAJAJAJAJJAJA.
En fin, disfruten.
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