Ahora es un Rey..
Jimin.
Estaba sentado sobre mis piernas en una habitación cercana a donde se daría la ceremonia, ya me habían venido a cambiar, tenia un velo negro cubriéndome el rostro, la vestimenta era en tonalidades vino y negro, en mi mano lucían adornos de obsidiana, en mi cuello solo el collar que mi señor me había regalado, llegando hasta el escote ligero que dejaba ver la marca.
Quería morder mis uñas, o mis labios, pero tenia miedo arruinar el maquillaje que me había hecho Hyuna, tenia mis ojos cerrados tratando de calmar mis nervios, escuchaba los latidos de mi corazón, así como algunos murmullos de fuera, murmullos que se volvieron voces cargadas de una enorme envidia y odio hacia mi.
"Un humano como rey oscuro, mi señor se volvió loco, ni siquiera es una mujer, es tan extraño"
"He visto súcubos mil veces más bonitas que él, el ser andrógino no quiere decir que sea bello"
"Sin gracia"
"Un esclavo"
Quería que no me importara nada de eso, pero en realidad me molestaba, sentía una pequeña parte de furia pero la mayoría era tristeza no quería que mi señor fuera tomado por alguien loco, tampoco por un rey mucho menos importante que los demás.
Las puertas de la habitación se abrieron, Hyuna venía con una escolta.
—Mi señor, esta todo listo.
Asentí mirándola a través del velo, uno de los escoltas puso su ante brazo para ayudarme a levantar, Hyuna acomodo mi vestimenta de la parte de atrás, empezamos a caminar directo al salón de la ceremonia, todos estaban en sus lugares, la unión la aprobaría el actual rey del inframundo, para cederle la corona a Jungkook, además de nombrarme la emperatriz terrenal y reina de la oscuridad o en este caso, el rey oscuro y el emperador.
No quería mirar hacia adelante, estaba mirando mis pies mientras tenia las manos juntas al frente, todos se pararon para recibirme, no había música, solo respiraciones y algunos susurros, cuando llegue al frente donde Jungkook me esperaba mire su mano pidiendo la mía.
La tome algo nervioso, me hizo levantar la mirada y mirarlo directo a los ojos, se veía sumamente atractivo en su traje que iba a juego con el mio.
—Jimin, un rey no agacha la mirada —se acerco para acomodarme el velo un poco para susurrar —y un rey no deja que los demás la intimiden.
La ceremonia empezó, yo me le quede viendo a mi señor, el estaba al tanto de lo que se dice de mi, además de los rumores que hay sobre él y su elección.
Trate de concentrarme, aquí no habría anillos, ni votos dichos, el rey se dirigía mayormente a Jungkook y después traían dos copas dónde cada uno vierte una gota de sangre, y después bebemos la del otro, sellando el matrimonio con un beso.
Los griales fueron traídos, vertiendo el vino que solo se hacía aquí, una daga dorada y de empuñadura fina en manos del actual rey hizo el corte en mi mano.
Me queje un poco, pero puse la sangre en la copa. Jungkook me pasó un pañuelo y después su mano fue cortada.
—Debes beber en su totalidad, si derramas una gota no se hará el ritual.
Lo sabía y aún así me sentía nervioso, pues descubrí que no tengo tolerancia al alcohol.
Tome el Grial con ambas manos.
—Ego ero tibi in aeternum.
"Seré tuyo por la eternidad"
Eso no era parte del ritual, pero aún así lo dijo.
—Tuus ero in perpetuum.
Conteste con el latín que sabía, una sonrisa de dibujo al oír la palabra "suyo" ambos bebimos, el sabor algo amargo y lo fuerte del alcohol me quemaba la garganta, pero no derrame ni una sola gota.
La copa me fue quitada de las manos por mi señor, me di cuenta que tarde un poco más en beber el contenido.
Levantó mi velo por completo y unión sus labios con los míos, mi cuerpo literalmente quería arder.
—Te pregunto de nuevo —mordió mi labio —¿Quién eres tú?
Me giro para quedar enfrente de todos, sentía el corazón a mil por hora, pero sus miradas de desprecio, de creerse superior algo activaron en mi.
—Mi nombre es Jimin —desde mis pies un fuego azul comenzó a emanar —nacido del fuego, elegido por mi señor oscuro y ahora SU REY.
Todo el fuego me cubrió haciendo que mi vestimenta se quemara un poco abajo y el velo se consumiera, mi cabello ondeaba un poco por el calor de las llamas y ver la cara de todos en este momento me hizo sonreír de lado.
Mi señor me hizo una reverencia y los demás se le unieron, nunca pensé sentirme con poder, pero era algo que deseaba experimentar ahora más seguido.
Jungkook.
Verlo siendo rodeada por las llamas azules, finalmente demostrando el porque lo elegí, todos viendo con temor, él como mi ahora rey se asemejaba a una rosa azul, me sentía pleno y orgulloso, además de que no nos quedamos a la demás ceremonia, mi urgencia por poseerlo, fue más que mi necesidad de seguir humillando a la familia.
Su vestimenta estaba consumido por la parte de abajo, su cabello relucía y su mirada aún estaba brillando por la ira, no dije nada, no espere a que alguien hablara, simplemente le tome la mano y sali con él casi corriendo hasta nuestra habitación, nadie reaccionó a tiempo, cuando mire para atrás él reía divertido, sosteniéndose un poco la el velo en su cabeza.
Apenas llegamos a la habitación cuando ya lo estaba desnudando.
—Mi rey —dije entre besos —mi tesoro oscuro, mi amado.
—Mi señor —estaba quitando mi ropa al igual que yo la de él —poséame.
Una palabra que terminó con mi cordura, escuchar algo así de sus dulces labios, era como una droga, quería ser un poco más romántico pero mi lujuria me ganaba.
Lamí mis dedos para lubricar su entrada, pero cuando toque está estaba ya húmedo, algo que seguía soprendiendome. Solo basto alzarlo para entrar de una estocada. Él se sujeto de mis hombros, lo coloque contra la pared, para tener más control de mis movimientos, sus uñas se clavaban en mi espalda y su aliento entrecortado estaba en mi cuello. Su ereccion se frotaba contra mi abdomen, mojándome con su liquido preseminal.
—Te adoro demasiado Jimin.
Se separó para mirarme, cómo quisiera que esos lindos ojos verdes me vieran como yo lo veo a él, debe ser mi "castigo" por fijarme en un humano.
Lo lleve a la cama, abriendo sus piernas para tener una vista perfecta de su entrada devorando mi miembro, sus manos se aferraban a la sábanas sobre su cabeza, su cuerpo se retorcía en cada embestida.
—Mi...—mordió sus labios —Jungkook...
Era la primera vez que gemía mi nombre de esa manera, clamaba mi nombre consiente de que ahora soy totalmente de él....
Mi pasión por él no cambio toda la noche, él dormía de manera tranquila sobre mi pecho, yo estaba absorto viendo las pequeñas pecas que tenía en la nariz, sus labios algo hinchados y rojos por los besos agresivos que le di, su piel es tan tersa, se removió ante mi tacto.
—Jungkook —de nuevo mi nombre, sus ojos se abrieron de manera lenta —¿Dormí mucho?
—Caíste exhausto, dormiste lo suficiente, puedes dormir más.
—¿Ha dormido? —se acabo el encanto de hablarme de manera informal — no se ve cansado.
—No quería dormir, no me es tan necesario, hoy te irás al mundo terrenal y quería apreciarte todo lo que pudiera.
—¿No vendrá conmigo?
—Aun no puedo acompañarte tanto — hizo una linda mueca —pero iré a visitarte cada luna nueva.
—Tengo un poco de nervios.
—Mi vida, hiciste que toda una legión de demonios se inclinara ante ti, los humanos serán pan comido.
—Necesito que le informe a Namjoon que me llevaré a Vilma, no estará segura aquí.
—No entiendo para que quieres a ese ser, pero si es un deseo tuyo lo concederé.
—¿Entonces puedo dormir un poco más?
—Todo lo que quieras, velare tus sueños.
—Mil gracias mi señor.
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