Jimin.

El lugar se veía muy diferente de la última vez que estuvimos aquí, se podía ver un poco mas de movimiento, el carruaje se detuvo en la mercadería de la última vez, bajamos Vilma y yo entrando haciendo sonar la campanilla.

—Alteza.

El hombre al que había ayudado nos recibió de manera gustosa, se inclinó ante nosotros, siendo observados por las personas del lugar.

—Gustav, no es necesario levántate.

—Es que estoy muy agradecido de que volviera.

Mire alrededor notando un poco más de productos pero aun siendo algo escasos, pero la actitud era otro asunto diferente.

—Le dije que lo haría, ¿Le llegaron los recursos?

—Si, mis hermanos vinieron del otro pueblo para ayudarme con los sembradíos, además de que los desagües por fin empiezan a funcionar, la gente sigue trabajando en las minas, pero se encuentra más saludable y puede soportar más las largas jornadas.

—Aún falta mucho, pero me siento bien al saber que cambiaremos esto.

—Mis hermanos me comentaron que si podría ir para sus hogares, están en la misma situación que aquí.

—Con placer, ¿Cree que pueda acompañarnos?

—Si, dejare a cargo a alguien.

Volvemos al carruaje, Gustav sube al lado del conductor para indicarle el camino.

—¿Cómo se siente?

—Bien, Hoseok me ha dado un te de jengibre que me ha ayudado con los mareos y nauseas, también poco a poco las energías me vuelven, aunque sigo queriendo dormir mucho.

—Debería de quedarse en el palacio a descansar, es complicado crear una vida.

—Pronto mi vientre se notará mas y me será más difícil andar con esta libertad, espero hacer lo mas posible antes de caminar de manera extraña y lenta, admiro mucho a las mujeres que hacen esto y parecen las mas tranquilas del mundo, creo que el ser un hombre me afecta un poco mas.

—Supongo que puede ser posible, pero si la gestación fue posible, es porque podrá con ella, además de que se vera sumamente divino.

Casi una hora después llegamos al pueblo vecino, Gustav nos abrió la puerta ayudándome a bajar, este lugar estaba aún más desolado que el anterior, las casas estaban incluso destruida y deshabitadas.

—Por mi señor, ¿Qué ha pasado aquí?

—La población en casi todos lados ha disminuido, las personas están muriendo de hambre y han emigrado para ver si encuentran algo mejor, pero es muy difícil en realidad.

—Bastardo mal nacido y aun quiere hacer sus estúpidos festivales.

Anduvimos por el pueblo, anotando lo primordial, se que judería a Zeliag con esto y me encantara hacerlo, mi sangre arde en deseos de quitarle cualquier especie de poder. Vilma estaba hablándome hace rato pero estaba demasiado distraído.

—Mi señor, su presencia esta algo turbia.

La falda del kimono estaba comenzando a calcinarse, mi cabello ondeaba por la cantidad de energía que estaba despidiendo, últimamente me domina mas mi estado de ánimo.

—Me duele la mandíbula —me sobe —estaba apretando los dientes.

—Mi señor —Hoseok venia caminando con una cuerda en sus manos —aquí están nuestros espías.

Jala de la cuerda y dos guardias del palacio demasiado golpeados, llegan a hincarse enfrente de nosotros.

—Ustedes estaban en mi anterior guardia —sentí un mal presentimiento —¿Dónde esta Taemin?

Ambos se miraron, pero no dijeron nada.

—¿Hoseok no había nadie mas?

—No, son solo ellos dos.

—Hazlos hablar.

—Escucharon a mi señor —los tomo del cabello jalo hacia atrás —la muerte es lo único que pedirán si no contestan lo que él les pregunte.

—¿Dónde esta Taemin?

Siguieron sin decir nada, Hoseok quito dos de mis cabellos con cuidado, los soplo y estos se fueron directo al cuello de los dos guardias empezando a asfixiarlos.

—Entre más furioso este mi señor, más difícil les será respirar, pero no los dejare morir, no tendría sentido.

Las venas de su cuello se marcaban, mientras sus uñas rasgaban su cuello por falta de aire, me sentía cada vez mas enfadado porque preferían eso, a contestarme.

—¿Dónde esta Taemin?

Mi voz se volvió más intensa, y la sangre brotaba en un hilo delgado abriendo la piel de su cuello.

—El primero en hablar se salva.

—Cal..calabozo.

La tensión de mi cabello se rompió dejándolo respirar, empezó a toser de manera brusca poniendo sus manos en el piso mientras trataba de volver a tomar aire con normalidad, el guardia que guardo silencio, solo daba patadas ya en el piso, sus ojos eran rojos por la presión de su cuello. De pronto volvió a respirar, pero en cuanto sintió la libertad su cuerpo el hilo se apretaba de nuevo entonces volvía a asfixiarse. Lo ignore y fui directo al otro sujeto.

—¿Calabozo?

—El — tragaba saliva para hablar — se negó a darle información —miraba a su compañero agonizando — a nuestro lord sobre usted, lo encerró.

—Hoseok lleva a Gustav de regreso a su pueblo, nosotras iremos directo al palacio oscuro, suban a estos dos en una carreta, donde ese malnacido me mienta, le entregare en partes a sus espias, Vilma conduce tú.

—Si mi señor.

Había intentado usar a Taemin para espiarme, me dijeron que estaba en una misión, pensé que por eso lo habían alejado de mi, estoy furioso, ¿Cómo les creí? Espero este vivo aun. El carruaje se movía a gran velocidad, me había encajado las uñas en los puños por como venía apretando las manos, mi cabello estaba del azul de las llamas de nuevo.

El carruaje se detuvo de manera abrupta, los caballos relincharon asustados, me asome rápidamente sintiendo el aire demasiado denso, esta sensación la había tenido con un demonio anteriormente. Solo que esta vez no me asfixiaba.

—¡No salga del carruaje mi señor! —Escuche a Vilma saltar —da un paso mas y juro que no respondo.

—Tranquila creatura horrenda, solo quiero que me entregues a esos dos, me temo que no puedo dejar que se los lleven.

Baje del carruaje pero antes de dar un paso mas Hoseok me corto camino.

—No sea necio regrese adentro del carruaje.

—No se quien sea este tipo —todo mi cuerpo ardía en llamas, pero estaban las llamas controladas a mi alrededor — no dejare que se lleven a quien puede darme información de Taemin.

El tipo se movió muy rápido, pero Hoseok lo detuvo empujándolo hacia atrás con las palmas de la mano, este se sacudió el polvo.

—La mano derecha de dios, pero esto si es una sorpresa.

Hoseok se tenso un poco ante el nombre, su mano brillo sacando una especie de espada que agito con habilidad.

—Agares, ¿Por qué no me extraña verte por aquí?

Este se encogió de hombros y mostro una sonrisa algo cínica.

—Pero no uses ese nombre, aquí me conocen como Min Yoongi, así como tu eres... ¿Jung Hoseok? Si no me equivoco.

No se en que momento los dos estaban chocando espadas, mire hacia Vilma que estaba también peleando con dos creaturas en forma de lobos negros, mire hacia el carruaje y los dos guardias eran arrastrados por mas de estas creaturas.

Di una pisada fuerte dirigiendo mis llamas a las creaturas que chillaron al sentir el fuego, pero no soltaban a los guardias, volví mas intenso el fuego hasta que se consumieron hasta las cenizas. Camine hacia los guardias, pero mire como una espada le cortaba las cabezas a ambos.

—¡NO!

Mis llamas alcanzaron a quemarle la mano al demonio de nombre Yoongi, este se esfumo entre las sombras, Hoseok terminaba con más creaturas que habían salido de la nada.

—MALDITA SEA.

Mis llamas se extendieron hasta acabar con todas las creaturas, a este punto mi ropa ya estaba mas que calcinada, las cenizas se expandieron por el aire.

—Mi señor tranquilo —Hoseok levanto las manos con la espada en estas —debe de calmarse, quemara el bosque.

—Quiero la cabeza de Zeliag.

Mis llamas azules se convirtieron en negras, sentí que mi cuerpo ardia por dentro, mis uñas crecieron un poco volviéndose mas afiladas, Vilma me miraba entre asustada y sorprendida, después volvió hacia Hoseok.

—Es la sangre de su hijo —Hoseok soltó un pequeño silbido —mi señor, respire —escuchaba su voz en mi cabeza como un eco —llamara la atención así —cada vez me sentía mas tranquilo —me voy a acercar.

Dio algunos pasos hacia mi, tomo mi mano y dio un beso en el símbolo del pacto entre los dos, las llamas se consumieron y me sentí débil, el me tomo de la cintura para levantarme en brazos.

—Tenemos que enseñarle nigromancia mi señor, ahora descanse velare su sueño.

Mis ojos se sintieron pesados y quede dormido.