Nacida del Fuego.
Ashla
Sentía como si alguien estuviera apretando mi pecho, el poco aire que entraba a mis pulmones quemaba, empecé a rasgar mi garganta, movía los pies desesperada.
—¡Hey humana!
La voz sonaba a lo lejos, pero no sabía quién era.
—No seas tonta humana, respira por la nariz, no puedes ahogarte si hace nada respirabas normal.
Sentí una mano en mi rostro, luego un pellizco. Sentir el dolor en la mejilla me distrajo un segundo del pánico que sentía por no poder respirar, ya me sentía mareada y cerrar la boca, me hizo aspirar por la nariz.
Al fin sentí llenar mis pulmones.
—¡Que buena chica! Una vez más.
Volví a inhalar y puede abrir los ojos bien pasando el mareo, mis ojos viajaron por la habitación, después a la voz de la persona que me ayudó a respirar. Acomodo mi cabello de una manera delicada hasta que una enorme sonrisa estuvo en mi campo de visión.
—Hola.
Me incorporé apoyándome de los codos, seguía algo mareada, me sostuve la cabeza al sentirla un poco más pesada, como si me hubieran dado un golpe. El dueño de la voz se sentó de piernas cruzadas sobre la ¿Cama?
—¿Dónde estoy?
—En la habitación de mi hermano.
¿Su hermano?
Lo noté bien al fin, era un chico con la apariencia de alguien de unos doce años, su cabello es tan oscuro como el de mi señor, sus ojos son más pequeños pero igual negros y algo rasgados, su piel morena clara, pero lo que lo hacía diferente definitivamente eran las pequeñas ornamentas que se asomaban por su cabello.
—Mi nombre es Mingyu, debes de ser la mujer humana de Jungkook ¿Cierto?
Asentí con la cabeza, no dijo nada que no fuera cierto, ahora le pertenezco a mi señor, su sonrisa se hizo aún más amplia.
—Dime tu nombre.
—Ashla.
—Vaya, eso tiene mucho que ver —se acercó apoyando su cuerpo en las palmas de sus manos y me miró —¿Quieres conocer el lugar?
—No lo sé.
—Anda, no muchos humanos vivos pueden venir y andar por aquí.
—¿Y mi señor?
—Hablando con padre, el está furioso porque Jungkook te trajo —dio un salto fuera de la cama y me extendió la mano —vamos.
Con algo de temor la tome, mire que traía una especie de vestido de seda negro, el cual estaba descubierto del sello, algo revelador para lo que está a acostumbrada a usar. Cuando mi pie tocó el suelo, lo sentí demasiado caliente y lo subí de nuevo a la cama, Mingyu lo noto y se detuvo.
—No te pasará nada, una descendiente del fuego, no puede quemarse, habrías muerto apenas entrar en todo caso.
Sus palabras me calmaron de una extraña manera, volví a poner el pie en el suelo, presione un poco y el calor fue disminuyendo, baje el segundo pie repitiendo la acción, me levanté pero lo que dolía ahora era la cadera. Recordé el porque sin poder evitar sonrojarme.
—Sígueme Ashla.
Me tomo de la mano, ayudándome a salir de la habitación, apenas puse un pie fuera un trío de mujeres se pararon enfrente de nosotros.
—Amo Gyu, no puede sacar a mi señora, nuestro emperador dio órdenes de tenerla en cama.
—Me arreglaré con mi hermano después, muévanse.
Yo no entendía nada.
—El amo Jungkook nos azotará si la perdemos de vista.
—¡Yo las azotare si no se mueven!
Su voz hizo retumbar las paredes, yo temblé junto con las mujeres, ellas se inclinaron abriéndonos camino. No sabía dónde estaba, pero se que es un palacio, uno al estilo ingles, las paredes eran muy altas, con enormes ventanales que daban a unos jardines con solo rosas azules.
—¿Hermosas verdad? —la voz de Mingyu me saco de mi trance —se mantienen hermosas por las torturas humanas, cada rosa es un alma a manos de nosotros —sentí un escalofrío — la belleza del Inframundo depende mucho de las almas de los terrenales, es cruel pero entretenido.
—¿Inframundo?
Me detuve en shock, solté el agarre del pequeño demonio, miré para todos lados, estaba aturdida, mi mente no había procesado la información, el aire era caliente, tenía un niño demonio tomándome de la mano. Debería ser lógico donde me encontraba.
—¡Mingyu!
El niño jalo de mi mano haciéndome correr, mire sobre mi hombro y venían algunos guardias entre ellos el moreno llamado Namjoon.
—¡Corre o nos atraparan!
Seguimos corriendo, pero algo nos hizo chocar, Mingyu cayo directo al piso, mientras yo fui atrapada por la cintura por unos brazos conocidos.
—¿Qué demonios haces con mi prometida?
Su voz era pacifica, pero aun así algo me hizo sentirme intimidada, el mareo volvió, me sostuve la cabeza.
—Es mía por el momento, yo le mostrare el palacio, bájala hermano.
—Ella aun no puede moverse mucho, necesita acostumbrarse, además de comer algo, eres un idiota Mingyu.
—Mi señor
De nuevo esos enormes ojos me observaron, me tomo del mentón, para alzar mi vista mientras me acomodaba con un solo brazo sobre su pecho.
—Volveremos a la habitación —me termino de levantar y camino conmigo en brazos —no te metas en problemas conmigo Gyu, sabes que soy celoso de lo que me pertenece —camino entre los guardias —lleven a mi hermano con su instructor se saltó sus clases y lo está buscando.
—Enseguida mi señor.
El niño pataleo y peleo en los brazos del moreno, después me miro y me dijo adiós con cara afligida. De nuevo me encontraba en la habitación del inicio, mi señor se sentó en la cama, acomodándome con las piernas abiertas sobre de él.
—¿Sientes mucho mareo? —me daba leves caricias en las mejillas —me dijeron que podrías tener fiebre por unos días, pero parece ser que estas bien.
Su preocupación era tan genuina, no me había quitado sus ojos de encima y el tacto era delicado, mi concentración estaba en su rostro el cual seguía buscando alguna señal de mi malestar, una de sus manos toco mi muslo interior entonces dio un respingo.
—Sigues sensible, que linda —me atrajo hasta que mi cabeza quedo cerca de su cuello, su mano seguía dentro de la falda del vestido — pronto te traerán algo para que comas, descansaras un día más en mi habitación, ya mañana podremos salir a conocer, tenemos una boda que planear después de todo.
Ahora su mano estaba más al centro, haciéndome sentir sus dedos cercas de mi vulva, un pequeño jadeo salió de entre mis labios y mi cadera se acercó más a su mano.
—¿Ansias que tu señor te toque? ¿Quieres un poco de mimos antes de la comida?
Levante la mirada, embriagada por el aroma de mi señor, me sentía muy diferente de la primera vez, ahora solo podía pensar en que me tocara mas, mis manos se metieron por su cabello hasta tocar sus ornamentos.
Sus dedos acariciaban mi botón palpitante, empezaba ser una tortura el roce, mis ojos suplicaban por algo más, y él lo sabía, su media sonrisa lo delataba.
—Pídemelo, pide que tu señor te toque, hazlo y seré muy bueno contigo.
Trague saliva, tenía la boca entre abierta jadeando en sus labios, juro que trataba de articular alguna palabra, pero por alguna razón no podía, el pulso se me aceleraba cada vez más.
—Mi..mi se...señor... por favor... —pegue mi boca a sus labios delineando con mi lengua su labio inferior, escuche un gruñido, levanto mis caderas, sentí que su ropa se removía un poco debajo de mi — ¿Puedo...puedo sentirlo?
Fue suficiente motivación, un siseo de su parte antes de besarme, después su miembro clavándose en mi sin previo aviso, sin esperar una orden y sin dejar de besarnos, mis caderas iniciaron el movimiento de arriba abajo, no sé porque mi cuerpo estaba tan caliente, no sé porque me estaba comportando de esta manera.
Pero es delicioso.
—Ashla estas tan mojada, tan complaciente —mordió el lóbulo de mi oreja —apresas mi miembro tan fuerte que no tardare en llenarte.
Yo tampoco tardaría en llegar a mi orgasmo, el cabalgarlo a mi manera estaba haciendo todos los movimientos más dulces para mí, entre besos llenos de lujuria y jadeos, los meneos sobre su miembro bajaron un poco de nivel, el me ayudo sosteniendo mi cadera para el continuar con los embistes debajo de mí, sostuve su rostro para poder besarlo mejor.
—Mi señor, mi señor —su espalda toco la cama para apoyarme de su pecho, me incline hacia enfrente para las ultimas estocadas antes de mi liberación —Jungkook.
Mordí mis labios y dejé que mi cuerpo recibiera esos espasmos de manera lenta, mi aliento volvía hacer caliente, las llamas se asomaban un poco alrededor de mis manos. Mi señor se giró conmigo dejándome debajo de él, tomando mis muñecas y besándolas, después beso mis clavículas.
—Te pediré un baño también, necesitamos hacer algo con tu poder, terminaras quemando todas mis sabanas.
Salió de mí y se acomodó la ropa, a pesar de ser una de las funciones de la sacerdotisa al convertirse en la emperatriz, no se sabía de una humana que estuviera tan pronto en la cama de nuestro señor, regularmente solo intimaban cuando visitaban el plano terrenal, lo cual no era muy frecuente.
—¿Mi señor?
—Deja los formalismos, puedes llamarme Jungkook.
—¿Puedo preguntar porque me trajo aquí?
—Tendremos la boda aquí, no lo hare en el plano terrenal, serán nuevas reglas.
Todo es muy extraño, tengo miedo de seguir preguntando, no entiendo porque está haciendo todo esto. Apretó mis labios entre sus dedos.
—No te quedes con dudas, haces un ligero puchero cuando tu mente está analizando las cosas.
Tocaron la puerta antes de que digiera algo más, el solo dio la orden de pasar, venían las anteriores mujeres con una mesa movible llena de comida.
—Ayuden a mi mujer a limpiarse y vestirse antes de que se siente a comer —se fue a sentar a una mesa cerca de un enorme ventanal —responderé lo que desees antes mientras comemos, ve a alistarte.
Me levante de la cama, la habitación era mucho más grande de lo que había dimensionado, camine un poco para llegar a lo que es un baño, me senté en la orilla de la tina, las jóvenes tomaron toallas húmedas y limpiaron en medio de mis piernas los restos de la pasión de hace de unos minutos, me quitaron el vestido.
—Mientras come le preparamos el baño, por lo pronto para que este cómoda, la asearemos un poco.
—Esta bien, no es necesario, si tomare un baño más tarde, con la limpieza de mis muslos y entre pierna fue suficiente.
Asintieron, trajeron un vestido limpio tan rojo como mi cabello, seguía siendo algo revelador, mis hombros al descubierto, una abertura para que el sello se asomara, holgado de la cintura y largo hasta tocar mis tobillos.
—¿Todos mis vestidos serán así?
Cepillaban un poco mi cabello con mucho cuidado.
—Tienes que serlo mi señora, debe portar orgullosa la marca de nuestro futuro emperador, además es una humana en el inframundo, su rango debe notarse, existen demonios que no la respetarían.
—Pero mi señor no dejaría que le pase nada —replico la segunda joven —él ha estado muy ansioso por tenerla, todos aquí sabemos cómo luce desde antes de su llegada, una pintura de usted está en los pasillos centrales.
—Cada vez tengo más preguntas.
Termine de asearme y salí observando la mesa lista para nuestra comida, él estaba leyendo unos papeles, cuando me escuche caminar hacia él, la manera en que me observa me intimida demasiado.
—No puedo evitar sentir celos de cada persona que llego a estar cercas tuyo todo este tiempo, que pudo admirarte en vivo, cuando yo solo lo podía hacer en mis sueños.
Se levantó para separar mi silla y ayudarme a sentar, después volvió a su lugar indicándome que podía empezar a comer, lo primero que hice fue beber un poco de agua, mi boca estaba seca, después trocé un pedazo de carne para saciar un poco el hambre que tenía, el sabor es diez veces mejor de lo que había probado antes.
—¿Te gusta? —asentí tomando otro bocado —todo esto lo mande a pedir para ti, nosotros no necesitamos el comer tan frecuente, es más un habito que adquirimos que una necesidad tal cual, pero no podía dejar de lado tus necesidades, incluso adapte todo para poder cubrir cada cosa.
—Se tomó demasiadas molestias.
—Ninguna es molestia, mi recompensa es tenerte al fin, así que lo haría cuantas veces sea necesario.
Limpie las comisuras de mis labios, para poder tomar algo de valor y hacer las preguntas necesarias para aclarar todo el caos de estos dos días.
—¿Me contestara todo lo que pregunte?
—Todo.
—¿Por qué no tomo a la sacerdotisa?
—Tenías que ser tú.
—¿Qué hubiera pasado si yo no hubiera sido candidata?
—Eso no estaba a discusión, hice todo para que lo fueras, no quería pretexto alguno para ese día, así que tome mis precauciones, yo tomaría tu sangre virgen.
—¿Precauciones?
—¿No crees que fue una tragedia lo del sacerdote? ¿Un infarto en un ser tan saludable? —parpadee en un par de ocasiones —sin mencionar que como son criadas las damas de la sacerdotisa después de su cruel encuentro a manos de los cerdos de los sacerdotes, ustedes no pueden tener contacto hasta después del ritual, y solo si alguien las llega a desear desposar.
—¿Hyunwong?
—Créeme que estuve a punto de matarlo la vez que se atrevió a besarte, pero me controlé muy bien, pero si hubiera querido llegar a mas, hubiera sido su fin.
Sentía el corazón casi en mi garganta, Hyunwong pudo haber muerto por el hecho de tocarme.
—¿Cuándo decidió que yo fuera su vínculo?
—Cuando naciste, desde el momento en que llegaste al mundo sabía que serias para mí, solo que no te encontraba, tuve que pedir ayuda para saber dónde estabas —tomo una copa y se sirvió algo de vino —la emperatriz te encontró y me informo, tu ibas hacer desechada, el color de tu cabello desde que naciste fue un mal presagio para los sumos sacerdotes, pero por órdenes de la emperatriz te mantuvieron a salvo y muy cerca del palacio.
Repase imágenes en mi mente, una de las damas reales fue la que me impartió la educación adecuada, sé que ella siempre andaba cercas de la emperatriz, muchas cosas cobraban sentido en este momento, siento que es mucha carga de información, pero no me puedo detener.
—¿Qué es lo que desea que yo haga? ¿Por qué la urgencia de tenerme?
—Independiente de toda la atracción que poseo hacia a ti, el deseo que me despiertas, tu mi querida Ashla, me ayudaras a liberarnos de la humanidad los humanos nacidos del fuego son los únicos capaces de ayudar a un demonio, tu ritual será el último ejecutado, no pactaremos más con los humanos, dejaremos de ser los esclavos del mundo terrenal...
Actualizacion por le cumpleañero!!!!!
Como dato curioso ASHLA quiere decir tecnicamente "cenizas" , al igual que el nombre de la sacerdotisa Noor quiere decir Luz.
por cierto ¿Como es eso que los demonios son esclavos de los humanos? ....
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