Cenizas
Jungkook.
Movilice a todos en el palacio, necesitaba encontrarla, ¿Cómo es posible que se esconda de mi?, esto no me puede estar pasando, tanto tiempo estuve esperándola para que me haga esto, no puede rechazarme.
—Esto es mas divertido, la cara de padre no tiene precio.
Mire a Taehyung mi hermano menor que estaba con una enorme sonrisa al ver todo el caos que se ha formado, mi padre solo estaba sentado sin decir nada con su esposa terrenal aun lado, mientras mis guardias como los del palacio iniciaron la búsqueda, las otras damas como algunos sacerdotes consolaban a la chica del ritual, creo que debo hacer algo para calmar al menos un poco a mi padre.
Me acerque mientras todos se alejaban nuevamente de ella, esta seco sus lagrimas con un pañuelo, me puse en cuchillas para observarla, sus ojos estaban totalmente rojos, se notaba demasiado por su piel tan blanca, la tome del mentón.
—Deja de llorar, no solucionara nada.
—¿No soy lo suficiente para mi señor?
—No
Ella abrió los ojos de par en par, escuche de nuevo la risa de Taehyung, que se acerco tomando de los hombros a la sacerdotisa.
—Tranquila lindura, si mi hermano no quiere desposarte igual puedes hacerlo conmigo, pero quiero advertirte que los humanos me aburren rápido y siempre termino matándolos.
La chica se hizo para atrás temblando por las palabras de mi hermano, Taehyung casi se tiro al suelo de la risa, fui para patearlo lanzándolo contra la pared contraria del templo.
—Basta Jungkook deja a tu hermano tranquilo.
—No entiendo para que lo trajiste, si el bien dijo que no toleraba estar en el plano terrenal.
—Igual todo esta arruinado, tu elección no fue la correcta, toma a la chica de nombre Noor y vámonos de aquí.
—No, ella no es suficiente, no la deseo a ella, dijiste que confiarías en mi elección.
Mi padre se froto las sienes y suspiro por mi necedad, se levanto extendiendo la mano hacia su esposa.
—Tienes hasta el alba, de lo contrario acataras lo que te diga, es una humana igual no pudo ir muy lejos.
—¿Qué me darás si la encuentro primero?
Taehyung se esfumo entre las sombras, esto no es nada bueno, sentí que tocaron la palma de mi mano y mire a la sacerdotisa.
—Mi señor, ¿él le hará daño a Ashla?
—Espero que no, tratare de que no sea así.
—Vaya al bosque fuera del palacio, ella amaba ir ahí de niña, el soldado Hyunwong seguro esta buscándola ahí.
Asentí con la cabeza, camine hasta la salida, me dieron uno de los caballos del palacio, Namjoon me seguía muy de cerca, una lluvia de cenizas comenzó a caer, esto no era nada bueno, Taehyung estaba haciendo de las suyas, tuvimos que apresurar el paso, o seria demasiado tarde.
Ashla.
Abrí los ojos poco a poco, la mitad de mis vestimentas estaban quemadas, no tenia zapatos y estaba en medio del bosque, me levanté y me puse en camino, reconocía el bosque como la palma de mi mano, pero seguía teniendo el pulso acelerado, mi cabeza aun daba vueltas, y aún no entendía nada.
Ashla…
Ashla…
Esa voz en mi cabeza seguía llamándome, debía luchar con todo mi cuerpo para resistir la idea de buscarla, se quien me llamaba pero no puede ser posible, no debe ser así. Sentía las hojas y ramas secas en mis pies, mi respiración se hacia pesada, tenia mucho sin correr de esta manera, lo único que deseaba era alejarme lo mas posible del palacio.
A lo lejos escuche el sonido de los casquillos de un caballo, me alcanzaron mas rápido de lo que pensé, con el pecho ardiendo por el cansancio no me detuve.
—¡Ashla!
—¿Hyunwong?
—¡Ashla!
Si era él, era él.
—¡Aquí, por aquí!
El sonido del caballo se escucho mas cerca, mire a Hyunwong sobre de él, me detuve para recuperar la respiración, bajo del caballo casi en movimiento, para correr hacia mi y abrazarme.
—Te encontré, te encontré —me sostuvo contra su pecho, acariciando mi cabello —¿Qué ha sido eso? ¿Qué ocurrió?
—Yo..yo… no tengo idea.
Tomo mi rostro entre sus manos y unió su frente con la mía.
—Igual no importa, estoy aquí, hare lo que me pidas.
Ashla…
De nuevo la voz de nuestro señor.
—Debemos irnos, no podemos quedarnos aquí.
—Pero si acabamos de llegar, no eres muy divertida señorita elegida.
Ambos giramos, arriba de una de las ramas de los arboles recargado en el tronco del árbol, estaba una figura vestida de manera elegante mirando sus uñas, su piel era morena, su cabello negro como la noche, sus ojos de un tono ámbar que resaltaban con toda su apariencia.
—¿Ashla no es así?
Dio un salto y quedo frente a nosotros, Hyunwong me puso detrás de él.
—Siento que te conozco de siempre, mi hermano no deja de hablar de ti, te describió tantas veces, incluso tiene un cuadro de ti en su recamara, es algo enfermo si me lo permites decir.
—¿Tu hermano?
—El futuro señor de la oscuridad, amo de las tinieblas, y bla, bla, bla.
—No pienso ir con él, no es lo correcto.
—¿Quién dijo que te llevaría con él? No querida, yo busco divertirme un rato.
Su ojos se hicieron mas amarillos, las nubes cubrieron la luna, y la ceniza empezó a caer, en menos de un segundo un remolino de cenizas nos rodeo, los copos negros se comenzaban a hacer más densos cada vez, extrañamente en mi cuerpo se disolvían como si fueran de hielo, pero Hyunwong cada vez está a más cubierto.
Se nos estaba haciendo difícil el respirar, Hyunwong cayó de rodillas tocándose el pecho, yo trataba de quitarle el hollín pero era imposible cada vez lo cubría más.
—¡No es divertido si solo uno se muere!
—¡Alto! ¡Detente por favor!
La risa cruel del hermano de nuestro señor llenaba el lugar, también caí de rodillas, ya no podía respirar, me rasque el cuello tratando de buscar una manera de que entrara aire a mis pulmones.
Mi señor ayúdeme.
Fue lo primero que se me ocurrió hacer, no sabría si funcionaria hasta que note la mano negra con garras de mis sueños atravesando las cenizas.
—Toma mi mano.
Apenas toque los largos dedos, un estruendo enorme se escuchó como un relámpago, el torbellino de cenizas se esfumó, uno de los árboles se quebró debido a el cuerpo del ser que nos torturaba se había estrellado en este fe tal manera que fue lo que se escuchó como un trueno.
El aire volvió a entrar en mi cuerpo, tas de inhalar una tos sacaba los restos de cenizas de mi boca.
—Hyunwong.
Gire y lo vi en el suelo inmóvil, pero no pude dar un paso hacia él, mi señor me sujeto por la cintura y me atrajo hasta su cuerpo.
—Aun no es tarde para él, pero no le queda mucho tiempo —hablo en mi oído —puedo escuchar como el corazón del soldado se apaga.
—¡Sálvalo por favor!
—¿Por qué debería? —me soltó —me humillante en medio del ritual, rechazaste a tu señor, verlo morir es castigo suficiente.
—¡No! —me sujete a sus ropas —si, si lo salvas, prometo hacer lo que me pidas
Miraba el cuerpo de Hyunwong y después a mi señor, este no sé inmutaba ante la desesperación de mis palabras.
—Hazlo, cumple con el ritual y lo dejaré vivir.
Mire por última vez a Hyunwong y tome a mi señor por el cuello de su vestimenta para poder pararme de puntas y besarlo. Su mandíbula estaba tensa, hasta que sintió mis labios contra los de él, después tomo mi rostro para profundizar el beso, su aliento era caliente, pero su beso era demandante, el calor de su aliento se incrusto en el resto de mi cuerpo, quería seguir besándolo, el deseo se apoderaba de mi, logré separarme para ver el símbolo de la unión de ambos apareció en mi pecho el primer paso para convertirme en la futura esposa del señor oscuro.
Se acercó a Hyunwong y note como colocó su mano sobre su boca, un hilo negro broto de esta y su pecho empezó a moverse, indicando que respiraba de nuevo.
—Hyunwong.
—¡No te acerques! Si tocas al humano lo mataré, mi futura emperatriz no debe tocar a nadie más que a su señor —arrojo el cuerpo en sus manos hacia el su guardia —regrésalo al palacio, asegúrate que no vuelva a acercarse a Ashla, ¡Taehyung! Levántate de ahí, no te hice daño, no quiero que mi padre me de un sermón si te mato.
—Eres muy aburrido.
El sujeto se levantó como si nada, ellos estuvieron a punto de matarnos y se ven tan tranquilos, malditos bastardos.
Cubrí mi boca, como si me hubieran escuchado, no debo pensar eso de mi señor y su hermano.
—Ven —me tendió la mano —volvamos al palacio, debemos consumar nuestra unión.
Antes del anochecer del siguiente día debo pasar por la cama de mi señor, dónde tomara mi virginidad, dando terminado el ritual.
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