» El Regreso «
Habían pasado meses viajando por el espacio y la escasa cantidad de suministros con los que contaban actualmente era una muestra clara de ello. El crucero voot viajaba a gran velocidad con una ruta trazada, y el irken solamente esperaba tener el combustible suficiente para no terminar varado en medio de la nada.
El de cansados ojos magenta cabeceaba sentado en su asiento con la cabeza apoyada sobre su mano, intentando mantenerse alerta por si algo o alguien decidía interferir en su camino. Hacer esto sería más fácil si Gir estuviera cantando alguna de sus insoportables cancioncitas o hablando incoherencias para llamar su atención como de costumbre, pero no, el robot se había mantenido inusualmente callado desde que escaparon de la inmensa.
La unidad SIR se limitaba a girarse en ocasiones para ver a su "amito" antes devolver la mirada abajo y las pocas veces en las que habló fue para preguntarle a Zim cómo se sentía, recibiendo siempre la misma respuesta: un “ Todo estará bien ” junto a un par de palmaditas sobre la cabeza.
Sin embargo, eso cambió esta vez:
---¡Amito! ¡Amito, despierte! ¡Ya está aquí! ---Grito el pequeño robot enérgico, agitando al irken de los hombros para despertarlo.
---¡¿Qué?! ¡¿Quién?! ¡¿Nos atacan?! ---Preguntó Zim sobresaltado, clavando las garras sobre el asiento. Aún tenía un hilo de saliva bajando de una de las comisuras de sus labios como resultado de su siesta de 3 minutos.
---¡No, master! ¡Llegamos a la tierra de los tacos y cerditos! ---Rió Gir, parándose sobre su lugar y señalando con el índice un planeta que se divisaba en la lejanía---. ¿Puedo tocar el botón rojo ahoraaaaa? ---Pidio suplicante, mirando a su superior con ojos de cachorrito.
El irken suspiro formando una sonrisa ladina. Apesar de que sus ojos seguían viéndose apagados y ojerosos, podía notarse un ligero brilló de tenue alegría en ello.
---Presionalo ---Concedió y el robot dejó escapar una risita antes de golpear el botón de hipervelocidad con su puño cerrado, haciendo que la nave entrará rápidamente en la atmósfera de aquel lugar lleno de recuerdos: La Tierra
El irken apagó el piloto automático y decidió conducir el mismo, aterrizando entre las copas de los árboles de un parque aprovechando que era de noche y no había ningún humano rondando la zona. Una vez fuera no se preocupo demasiado en esconder su nave, limitándose a solo activar su modo camuflaje para hacerla invisible a simple vista.
---Recuerda, Gir. Solo venimos por provisiones y un suplemento de combustible antes de partir a Galacta 7, debemos pasar inadvertidos e irnos lo más rápido posible ---El de piel verdosa hablaba mientras tecleaba órdenes en la computadora para que esta les diese sus antiguos disfraces de terrícolas---. ¿Gir...? ¿Éstas escuchandome?
El de ojos magenta miró sobre el hombro el lugar donde se suponía debía estar esperándolo su unidad SIR, topandose con la desagradable sorpresa de que no estaba en ningún lugar del parque.
---Ese maldito robot... ---Susurro con fastidio antes de salir corriendo en búsqueda de su incompetente subordinado.
No tardó mucho en encontrarlo. Solo tuvo que seguir el rastro de destrucción accidental que iba dejando Gir a su paso, alcanzandolo mientras este se adentraba animadamente entre las calles de los suburbios apenas iluminadas por las farolas.
---¡Gir! ¡¿Qué carajos crees que haces, pedazo de chatarra inservible?! ---Ragaño Zim con notable preocupación mientras trataba de disfrazarse torpemente en medio de su carrera.
---¡Voy a ver a Maryyy! ---Grito con notable alegría antes de ser alcanzado por su amo quién le obligó a detenerse y ponerse aquel traje de perro verde.
---¿Y para qué quieres ver a ese tonto? ---Se quejó el alienígena recuperando el aliento.
---¿No habíamos regresado para llevarnos a Mary a nuestro nuevo hogar, amito...? ---Preguntó inocentemente, ladeando ligeramente la cabeza. El invasor frunció el ceño.
---¡Por supuesto que no! Vinimos aquí porque no nos quedaba otra opción, hubiera dado igual este o cualquier otro sucio planeta con recursos ---Aclaro con molestia.
---Pero, pero... El amito era tan feliz cuándo peleaba con Mary, y ahora está triste todo el tiempo... ---Dijo con la mirada gacha.
El irken observo en silencio a su subordinado antes de dejar un suspiro pesado mientras se masajeaba suavemente la zona entre los ojos con las puntas de los dedos, intentando mantenerse lo más calmado posible.
---Supongo que podría burlarme un rato de él antes de irnos si ese humano apestoso sigue tan loco y cabezón como lo recuerdo... ---Respondio el alienígena, haciendo que Gir volviera a su estado eufórico en un parpadeo.
---¡Yeiii, el amito volverá con Mary! ---Gritó el robot dando vueltas alrededor de su amo como si fuera un perro de verdad, pero solo era Gir siendo Gir. Por otra parte, Zim se arrepintió de haber abierto la bocota.
No estaba listo para volver a ver a Dib, no después de que las cosas habían terminado de esa manera...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top