§9§
Ciel abrió los ojos con lentitud mirando su alrededor, estaba en una cama... Estaba en su cuarto en la mansión.
-¿Dónde...?
Dijo en un susurro, escuchó que la puerta se abrió seguido de unos pasos, un pequeño choque de porcelana contra madera se escuchó.
-Mi señor, ya despertó
La voz inconfundible de Sebastian hizo que moviera la cabeza con algo de dificultad, el mayordomo estaba preparando una taza de té.
-Tessa... ¿Dónde...?
-Lamento decirle mi amo, pero solo lo encontramos a usted
-Explicate... Sebastian
El mencionado dejo la taza y lo volteó a ver sonriendo levemente, Ciel se sentó en la cama y lo miró esperando respuestas.
-Después de que ustedes dos desaparecieron...
Flashback
Sebastian y Undertaker buscaron por todo el lugar, ya no había sol que los alumbrara haciendo que la búsqueda fuera más difícil.
-¡Mi señor hableme!
-¡Tessa di algo!
Los dos buscaban por su cuenta hasta que un sonido de una compuerta metálica llamó su atención, los dos se acercaron rápidamente para contemplar como una placa subía a Ciel inconsciente. Sebastian lo carga rápidamente y lo sacude levemente.
-Mi señor, amo, despierte
-Ciel ¿Dónde está Tessa?
Ciel abrió el ojo que no estaba tapado por el parche, tose y mira a los dos con pocas energías.
-La... L... La tienen... Ellos
-¿Quién?
Pregunta Undertaker más que preocupado, Sebastian pone toda la atención posible para saber que sucedió cuando ellos desaparecieron.
-L... Los... P... Perros
Ciel se desmaya y Undertaker junto con Sebastian se asombran, el sepulturero entra en pánico para después reincorporarse y buscar nuevamente por todo el lugar.
-Yo lo llevaré a la mansión, Sr. Undertaker busque a Tessa
-No necesitas pedirmelo para que lo haga
El sepulturero desapareció en las sombras mientras el demonio se llevó al Conde a la mansión tal como lo había dicho.
Fin del Flashback
-Y eso es lo que sucedió, mi amo
-Tenemos que volver por ella, hay que ayudarla... Tenemos...
Ciel casi se va al suelo al intertar pararse sino fuera porque Sebastian lo atrapó antes y lo volvió a acostar.
-Sebastian sueltame, necesitamos ir
-¿Por qué le preocupa tanto? Ella puede cuidarse sola
-No lo dije en el momento, pero antes de que me subieran a esa placa metálica escuché a un sujeto que dijo...
Ciel le pidió a Sebastian que se acercara pues tenía la paranoia de que los seguían observando, cuando le dijo al mayordomo lo que había oído éste abrió los ojos de par en par y miró al Conde.
-¿Ahora entiendes por qué la debemos de encontrar?
-Si, mi señor
-Sebastian...
Ciel se quito el parche mostrando su ojo de color morado con el sello del contrato, Sebastian se arrodilló y puso una mano en su pecho.
-Es una orden, buscala y traela aquí inmediatamente
-Yes, my Lord
El mayordomo no espero respuesta y salió rápidamente, Ciel se quedó quieto por unos segundos hasta que escuchó atrás de la ventana un chirrido. Volteó a ver rápidamente alcanzando a ver una cola de algo, se levantó con cuidado y camino con rapidez a la ventana. La abrió de par en par y se asomó.
-Todavía me vigilan ¿No es así?
-Claro querido Conde Phantomhive fuiste parte de la fase tres y queremos que no haya cabos sueltos
Un tipo de zariguella se colgó de una viga y se mostró enfrente de Ciel, era un robot completamente.
-¿Significa que planean asesinarme?
Ciel mostraba su semblante serio, la zariguella abrió su hocico y dejó escapar una risa sarcástica.
-No, si quisiéramos ya lo habríamos echo... Vengo a resolver tus dudas
-¿Mis dudas? Explicate
-Joven Conde usted no sabe que sucede y esta buscando respuestas, yo puedo dárselas... Pero solo resolvere tres dudas
-Menuda ayuda me das
-Es eso o nada, decida antes de que su mayordomo regrese pues está información solo debe saberla usted... Ciel Phantomhive
-Está bien, tomaré la oferta
La zariguella rió y entró en la habitación, Ciel se quedó de pie mientras el robot se sentaba a los pies de la cama y observaba al Conde.
-Bien... Que comience
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Undertaker estaba caminando por un pasillo oscuro, se había descubierto los ojos y traía su guadaña en mano. Anteriormente había luchado contra unos perros y tenía que estar preparado para cualquier cosa, iba en silencio para evitar llamar la atención así no tendría que soportar otra horda de perros ciberneticos.
-Mmm...
A lo lejos se veía una máquina conectada con cables y una pantalla, además de que dos sujetos con bata estaban presionando algo en un teclado. Undertaker se acercó en silencio con su guadaña en alto, al estar detrás de los dos mató a uno cortando su espalda y encajandole el filo de su guadaña en la cabeza, el otro se iba a dar la vuelta pero el Shinigami lo detuvo poniendo su guadaña en su cuello y sujetandolo con fuerza para después sonreír.
-Supongo que ustedes dos son de aquí ¿Te molestaría decirme donde está Tessa? Jijiji
-N... No sé... De que... Habla
-¿En serio?
La guadaña le dio unos golpecitos a la pantalla que mostraba a Tessa atada a la celda, daba gritos y se retorcía cada que una aguja le inyectaba algo.
-¿Y eso que es?
-Aunque ll... Llegues a ella, n... No la vas... A... A... A sacar de ahí
El hombre de bata temblaba y tartamudeaba pero con sus manos estaba buscando algo para quitarse al Shinigami de encima y eliminarlo.
-¿Por qué no?
-P... Por... Qué...
El hombre encontró un cuchillo, lo tomó y se movió rápidamente zafandose del agarre y dirigiendo el cuchillo al pecho de Undertaker. En cambió el Shinigami dio una vuelta para darle un golpe al cuchillo con la empuñadura de su arma, dio un giro con su muñeca y lanzó el cuchillo lo más lejos posible, al final atravesó el cuerpo del hombre con el filo de su arma.
-Ya veo, pensabas matarme, por eso dijiste que no llegaría a ella
-Ella... Te... M... Matara... Ap... Enas te... Le acerques....
El hombre escupió sangre y con sus últimas fuerzas presionó un botón, la luz se volvió roja y sonó una alarma que retumbó por todo el lugar. Undertaker sacó su guadaña del cadáver del hombre y empezó a caminar para buscar a Tessa, pero las palabras del hombre retumbaban en su mente.
-Me matara apenas me acerque, Mmm, ya veremos
Undertaker rió por lo bajo y siguió caminando, en cada pasillo veía personas corriendo y dos que tres perros pero los evadia al esconderse. Abrió una puerta y del otro lado encontró a Tessa quien estaba inconsciente y colgando de las cadenas que tenían presas sus muñecas, el Shinigami se acercó a la celda para mirar de cerca.
-Vaya vaya, que mal te dejaron mi dulce calavera
Un movimiento del pie de ella llamó su atención, sin que se lo esperara ella se levantó en segundos y se le dejó ir pero las cadenas le quitaban distancia. Sus ojos eran rojos y sus colmillos estaban más grandes, como si fuera un tipo de animal.
-Tranquila mi bella dama, vine a sacarte de aquí
Se escucho un pitido el cual fue seguido de un chirrido, las puertas de las celdas se abrieron haciendo que Undertaker diera unos pocos pasos hacia atrás. Tessa seguía en ese estado y daba gruñidos mientras enseñaba sus colmillos, las cadenas empezaron a dar pequeños sonidos hasta que tronaron y dejaron escapar a Tessa. Ella agarró una lanza que estaba ahí para después dejarsele ir a Undertaker, él se defendió con su guadaña pero no la lastimaba.
-¡Tessa reacciona!
Ella seguía mostrando los ojos rojos y los colmillos, a veces daba zarpazos dejando confundido a Undertaker de que estaba pasando.
Ya basta
Los dos peleaban salvajemente sin saber que alguien los observaba con una sonrisa en el rostro.
Detente
Tessa dio un saltó y se apoyó con la pared, se impulsó con está poniendo la punta de la lanza al frente que se dirigía hacia la cabeza de él.
¡Basta!
Tessa cambió su expresión a una de desconcierto, sus ojos volvieron al color normal y los colmillos desaparecieron.
Undertaker le quitó la lanza con un golpe, ella iba a decir algo pero simplemente cayó inconsciente. Hubiera dado contra el piso sino fuera porque el sepulturero la tomó de la cintura y la atrajo hacia él, dejó la guadaña de lado y se arrodilló mientras sacudía a Tessa para que reaccionara.
-Oye despierta, Tessa reacciona
-Increíble demostración
Una voz algo grave se escuchó detrás de ellos, Undertaker tomó su guadaña, apuntó detrás de él y al mismo tiempo protegía a Tessa con su mano libre.
-¿Quién es?
-El hombre que desea ver el mundo arder, y el dueño de la mujer que tienes en tus brazos... Mi arma favorita
-Ni si quiera te acerques a ella ¡¿Te quedo claro?!
-No puedes evitar que eso pase, tarde o temprano lo descubrirás... Adrian Crevant
Undertaker se quedo estático y estupefacto, la voz se rió en voz baja y desapareció segundos después. La luz roja seguía parpadeando acompañada de la alarma que resonaba en todo el lugar.
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Sebastian había llegado a un callejón, las pistas que había conseguido anteriormente lo habían llevado ahí pero no encontró a la mujer.
-Están jugando conmigo
Dijo él reincorporandose y mirando detrás de él, se quedó quieto al sentir la presencia de Tessa a lo lejos. Sus ojos de demonio se mostraron y rápidamente se dirigió al lugar, le tomo unos cuantos minutos cuando se detuvo enfrente del lugar.
-Así que aquí está
Miró el letrero de la funeraria, después vio la puerta entreabierta. Entró al lugar sin titubear para después cerrar la puerta, al mirar el lugar se dio cuenta de que no había nadie. Estaba solo.
-Atrás
Dijo Sebastian caminando con paso lento a la trastienda, pasó una cortina negra y encontró a Tessa junto con Undertaker. La joven estaba acostada en una cama mientras el sepulturero estaba sentado a un lado de ella, su flequillo volvía a taparle los ojos y la guadaña ya no estaba.
-Me la tengo que llevar
-Iré contigo jijiji
-Como desee Sr. Undertaker
Sebastian la cargó estilo princesa y el sepulturero se levantó, los dos salieron de la funeraria y se dirigieron a la mansión Phantomhive.
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Ciel se encontraba mejor gracias a los cuidados de sus sirvientes, estaba en la sala del té cuando llegó Mey-Rin gritando y corriendo.
-¡Señorito, señorito!
-¿Qué sucede?
Ciel volteó a verla con seriedad, ella se detuvo a un lado de él y se inclino.
-Sebas-Chan a vuelto y trae con él al Sr. Undertaker y a la señorita Tessa. Pero está desmayada otra vez
-Gracias Mey-Rin
Ciel se levantó y fue al recibidor con Mey-Rin atrás de él, al llegar pudieron ver que Sebastian había dejado a la joven en un sillón para arrodillarse ante Ciel.
-Joven amo, aquí está
-Buen trabajo, Sebastian
Undertaker seguía preocupado pero gracias a su flequillo y su buena actuación no se daban cuenta, apenas Ciel tocó a Tessa ella abrió los ojos sentándose rápidamente y respirando entrecortado.
-Tessa, me alegra que volvieras
-¿Qué... Dónde... Cuándo?
-Están en la mansión Phantomhive, Sebastian te trajo
Tessa miró a Ciel y después a Sebastian, al final miró a Undertaker.
-¿Qué... Qué me hicieron?
-Siendo sincero no lo sé, pero ya estás mejor
Undertaker sonrió, ella simplemente se relajó para empezar a respirar con normalidad.
-Hemos estado dando vueltas
-¿Disculpa?
Preguntó Ciel mirándola, ella se levantó pero sintió un mareo y se agarró del respaldo del sillón. Tanto Sebastian como Undertaker la sostuvieron, ella hizo un movimiento con su mano de que estaba bien pero su cara decía otra cosa.
-Solo nos... Distraen con sus pistas falsas, nos hacen dar vueltas... No estamos llegando al fin de esto, seguimos en el comienzo
-¿Quieres decir qué...?
-Ellos ya saben que vamos tras ellos, nos hacen dar vueltas para darles tiempo de huir
-Eso significa que todo lo que tenemos de pistas es solo distractores
Dijo Sebastian viendo a Ciel y después a Undertaker, Tessa sintió un dolor de cabeza intenso haciendo que se le doblaran las rodillas y cayera al suelo.
-¡Tessa!
Ella escuchaba voces y veía cosas que no son, la luz le lastimaba los ojos y su cerebro iba a explotar.
-¿Qué... Qué... Me... Hicieron?
Dijo ella antes de tener un tipo de visión, se veía a un hombre hablando con otro, estaban en un cuarto oscuro viendo una pantalla.
-Esto será un gran paso para crear la nueva tecnología
-Deberán de sentirse orgullosos, serán el nuevo mundo
-Serán los mejores
Uno de los hombres se dio media vuelta mostrando su perfil, Tessa lo reconoció era a quien antiguamente le decía General.
Otra visión se vio, unos hombres con trajes empujaban una cápsula, adentro había un niño. A un costado de ésta decía un nombre.
Amkar
La cápsula entró a un lugar y desapareció, otra visión en donde se veía a ella en primera persona, veía una luz después a tres sujetos con esos mismos trajes como si se tratara de un virus lo que estaban manejando.
-¿Listos para la implantación?
Dijo una voz de mujer, se escucharon respiraciones agitadas y un chasquido de cadenas.
-Todo listo
Dijeron los dos hombres al unísono, acercaron bisturís y pinzas hacia ella. De su boca salían palabras pero no era ella pues el tono de voz era de un hombre... De un niño.
-No, déjenme, mamá, papá... ¡AYÚDENME!
Las visiones cesaron y volvió a la realidad, vio que todos la estaban viendo con preocupación.
-Solo eran niños...
-¿Qué?
-Usaban niños, ese es el verdadero plan... Niños
Ella se levantó rápidamente, corrió a la puerta y la abrió. Salió sin esperar a alguien para seguir corriendo, tenía que llegar a la Academia, estaban buscando en el lugar equivocado.
No salían de Londres y eso era lo que no les dejaba avanzar, las respuestas no estaban en Londres... Estaban en Australia.
Ahora todo tenía sentido, los perros eran una distracción por igual para evitar que descubrieran los verdaderos planes que ellos y esa organización tenían. Querían armas, armas biológicas... Niños.
Todo el tiempo tenía la conspiración en sus narices y jamás la había visto, se concentró tanto en salir de ahí y ser la mejor para quedar en la mejor Empresa que jamás lo había notado.
Sus piernas seguían moviéndose sin que ella lo pidiera, tenía la respuesta y debía de actuar rápido. Una presencia a su izquierda la hizo salir de sus pensamientos, vio a Sebastian quién la había alcanzado.
-¿Qué descubriste?
-Todo, sé dónde están... Australia, mi primer hogar y el lugar dónde está la Academia. Alisten sus cosas yo necesito hacer algo antes de partir
-Bien, nos vemos en el muelle
-Si
Sebastian se detuvo y volvió a la mansión, Tessa seguía resolviendo las piezas en su cabeza.
Como había dicho, antes tenía que hacer algo y ese algo era saber donde estaba el General. Pues si no le fallaba la memoria habían dicho que se había juvilado hace cinco años para irse a vivir a las tierras heladas, si todo eso era cierto debía encontrarlo y tener una platica profunda y tranquila con él.
En caso de que no cooperara pues, tendría que usar los métodos básicos de interrogatorio que él mismo le había inculcado.
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