Londres, Inglaterra - 29 de julio de 1,982

04:35 a.m.

—Verás —Me miró— Meses después de haber sido contratado aquí, un día Karen me pidió llamar a Daria para limpiar la morgue así que fui a su habitación y sin tocar entré a su habitación y la vi con un arma, me atacó desmayándome y atándome en cada extremo, me contó la historia que ya conoces ofreciéndome el treinta por ciento del dinero de la caja fuerte, era eso o la muerte, así que acepté, ya estaba todo planeado a excepción de la Hidroclorotiazida, falsifiqué e hice una receta falsa para obtenerla, funcionó y ahí empezó nuestro lindo plan con ciertas modificaciones para hacerlo más creíble, ya que Daria es veterinaria tuve la fantástica idea de incluir a un pequeño amiguito blanco de cuatro patas y asustar a alguien, en este caso Mirna, colocándolo por debajo de la puerta para que pudiera tener acceso a la habitación y asustarla, beneficiándome como un sospechoso menos, sabía que no podrías resolverlo, ese es el por qué te elegí, pero lastimosamente supiste lo del nombre, debí de escoger a alguien más novato, lo siento —Miró a Daria—.

—Eso fue una estupidez tuya Arthur, así que no me mires, pero si, lo arruinaste, no planeamos estos últimos minutos, pero no te preocupes, yo también lo arruiné cuando hace horas repasaba el plan con alta rapidez nerviosa, cuando escuché pasos de alguien a varios metros detrás mío.

—Hay algo que no me queda en claro —Dijo Henry viendo a Arthur— ¿Cómo supieron de la caja fuerte, de la contraseña y cuál es la explicación a lo que encontré?

—Fácil —Me dijo Arthur— Un día mientras Karen no estaba ocurrió un temblor así cayendo la pintura de la Mona Lisa y dejándonos ver la caja fuerte, conseguí a alguien que me debía un favor para conseguirnos la contraseña y lo hizo, era mucho dinero, pero nos resistimos hasta que encontramos el contrato que firmó ella del contrato donde consiguió a las personas que mataron a su esposo, teníamos un buen punto. Así que hace unas horas antes de comenzar con el plan, Daria hizo un diario falso supuestamente de Karen Wesbell en el que escribía muchas maldiciones de Daria, fotos de ella y amenazas con demás papeles de supuestas personas que decía lo mismo de ella, lo metí en un sobre con el diario, diario el cual encontraste en la caja fuerte. Cambié la contraseña al año en el que nació Charles, por cierto, de nada por haberte facilitado la contraseña, era obvio que la perra de Wesbell iba a facilitarlo en su testimonio, no dudaba de ti que serías tan meticuloso para observar la pintura y así encontraras la caja fuerte.

—Se acabó la charla. —Dijo Daria—.

Daria volvió a apuntar su arma hacía Henry y si, le disparó al lado del ombligo, así haciendo que Henry cerrase sus ojos.

—Tómala. —Dijo Daria dándole la pistola en la mano de Arthur— Tenemosque hacer nuestra próxima jugada, necesitamos escapar.