Londres, Inglaterra - 29 de julio de 1,982

04:13 a.m.

—Mi sangre se heló, no podía permitir que me viera así.

—Dudo que seas tan estúpido como para delatarte a ti mismo. —Mentí seguido de una mirada de él durante varios segundos—

—Por un momento creí que te lo habías creído, volveré al primer piso a la prisión que hiciste, pero no me quejo, me has dado el privilegio de que me interrogaras en esta linda habitación.

—Es por su seguridad, llamaré a la policía cuando descubra quien causó todo esto.

—Como sea, me voy.

—Espera, ¿la versión que me dijiste antes de tu gran diálogo es cierta?

—te dije que me hablaras con formalidad.

04:15 a.m.

—Entonces ese es el final de su versión la cual afirmarías como cierta, ¿no? —Observé a mi última víctima de mi interrogatorio directamente a los ojos, sabia como intimidar con la mirada a cualquier persona que se atreviera a mentir.

—Claro que sí. —Pude ver esa pizca por primera vez en la noche de que finalmente decía algo que es verdad.

—Terminamos, ya puedes regresar con los demás. —Se levantó y se dirigió al primer piso de la gran mansión con los demás sospechosos.

04:17 a.m.

Después de tantas respuestas por parte de Adam, Henry no podía concordar con la identidad del asesino. Su mente estaba mezclada en ese momento.

¡Maldita sea, maldita sea! —Grité— ¿Por qué es tan difícil resolver esto? No sé absolutamente nada de Daria Coltiz Hoodir.

Henry a este punto se había desesperado, a tal punto de romper su primera pagina del su libro, el testimonio de Mirna.

Es curioso... —Me dije mientras miraba las letras del nombre de Daria en el piso— Pensando muy bien su nombre puede formar un anagrama, ya sea quitando muchas letras —Dije formando varias palabras, pero en especial una que me provocó escalofríos— Hidroclorotiazida —Me dije— La droga que disminuye el pulso.

04:18 a.m.

—No pu-puede ser... —La luna se reflejó en sus ojos en ese momento, había descubierto la pieza final de su rompecabezas que le llevó a la identidad del asesino—.

—Claro que si puede ser Henry.

Pude ver como estaba adentro de la habitación sin darme cuenta, confirmando lo que me negaba a aceptar, esa voz y su mirada cínica me provocó una sensación de miedo, sentía como si mi mente iba a explotar en ese instante.

—¡Me encantaría ver la cara de idiota que tienes en este momento Henry! Pero no hay tiempo, di buenas noches. —Me dijo mientras sacaba un arma y me apuntaba directo al pecho—.

En ese momento se escuchó un disparo que resonó en toda la mansión.

04:20 a.m.

Henry se movía en el suelo intentando levantarse, pero era imposible, su gran maniobra de salir corriendo antes del disparo no funcionó y la bala terminó en su hombro izquierdo.

—Vaya vaya, miren quien aprovecha sus nueve vidas —Levanté la vista de donde provenía la voz— Y sí, estoy viva, ¡sorpresa!

—¿Que mierda? ¿Daria? —No lograba entender, Daria está viva—

—Veo que aún no lo puedes creer cariño —Me dijo mientras sostenía el arma apuntándome— a ver si esto lo puedes creer, ¡entra!

Escuché la puerta abrir y cerrarse, giré mi cabeza, no podía creerme la persona que entró, persona con un arma apuntándome, persona cómplice de Daria, persona que interrogué.