Desamparado

Era igual, siempre todos los días es igual....

En los barrios de Detroit, abunda mucho el desorden social, no había una esquina a la que mires donde no encontrabas un grupo de personas con sus abrigos sentados en grupos de 4 o 5 en plena llovizna embriagandose, conversando tan amenamente como si ninguno tuviera problemas en la vida. Mirabas para otro lado y; oh; sorpresa, una pobre mujer forcejeando su cartera con un ladrón aprovechado de la inseguridad en la que viven, pero que se puede esperar de vivir en tal lugar.

Mirando con unos verdes ojos cabizbajos el niño continuó con su observación, los vagabundos hurgando entre los montones de basura tanto tirados en el suelo mojado como en los botes de basura oxidados.

El chico no quiso ver mas aquel escenario, solo se dignó a mirar hacia abajo, miro sus frías manos, manos que sujetaban un pequeño carro de cartón fabricado por el mismo.

Se levantó y al voltear vio lo que mas abundaba en su barrio, claro, como podría olvidarse de los tantos apostadores de casino que no hacían otra cosa mas que jugar y jugar, su vida se basaba en ello, el pequeño Eren no lo entendía.

El niño hacia cualquier cosa por no regresar a casa, pero lamentablemente tenia que hacerlo, para Eren era peor estar en casa que en la calle, la melancolía de siempre estar solo lo agobiaba.

Introdució su llave en la cerradura, entró, alzó la voz diciendo "Estoy en casa" aún sabiendo que no obtendría respuesta alguna.

Algo en su pequeño corazón quería creer que le contestarían con un "Que bueno que llegaste hijo, ve a cambiarte y a cenar" Si papá- susurró Eren a la nada en la oscura y fría casa, agitó su cabeza saliendo de sus pensamientos.

Su padre era una persona muy despreocupada, con el poco sueldo que conseguía, lo gastaba en apuestas, ya sea en carreras de caballos, Poker , etc, si ganaba algo de dinero lo esfumaba rápidamente en el alcohol, totalmente un desastre, nunca se encontraba en casa a menos que venga a sacar dinero para seguir en su círculo vicioso.

Llegaba siempre a casa cuando la noche pasaba de azul a dar paso a un amanecer gris y lluvioso, desplomado en el suelo de su casa Eren bajaba las escaleras y rebuscaba en sus pantalones si traía algo de dinero para arreglárselas y comer algo.

Si, así era todos los días.

Esa noche Eren miraba por su ventana el cielo nocturno, pensando en que sera de aquella mujer que en sus recuerdos mas añejos le acariciaba el cabello y le susurraba..."Mi pequeño, te pareces tanto a mi", el sabía que esa mujer era su madre.

Lo que no sabia era porque ya no la volvió a ver nunca mas, Eren se odiaba porque casi ni recuerda su rostro; habrá tenido cerca de 3 años cuando dejo de verla, pero, a donde se fue y porque ?

Porque se fue sin decir mas, no lo quería? y esas palabras que le decía que?

Eren seguía metido en sus recuerdos cuando sintió algo frió recorriendo su mejilla, era una lágrima. Se la limpió rápidamente y se dispuso a acostarse, pues debía levantarse a las 5 a.m. a esperar a su papá llegar y poder sacar algo para comer.

Bueno es el primer capitulo de este fic que creo sera largo, si les pareció interesante no olviden comentar o lo que sea xd, se les agradecerá. Sin mas gracias **

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