Capitulo 8: Interes por motivos Personales
El aula de la Clase 1-A estaba llena de energía al día siguiente
Los estudiantes se acomodaban en sus asientos, algunos ansiosos por lo que traería el nuevo día, mientras otros intercambiaban palabras sobre el entrenamiento de la jornada anterior, Katsuki Bakugo entró en silencio, como siempre, ocupando su lugar en el fondo, observando a sus compañeros con el mismo desdén habitual
Sin embargo, no pasó desapercibido
A pesar de su actitud distante, había algo en Katsuki que llamaba la atención de varios estudiantes, y no era solo su temperamento explosivo
Durante las pruebas físicas, su demostración de fuerza había sido impresionante
Todos habían notado cómo superaba con creces a la mayoría en términos de poder bruto, y no solo con su explosivo Don, sino con una fuerza física que parecía casi antinatural
Mientras se acomodaba en su asiento, notó que algunas de las chicas de la clase lo observaban con interés
Entre ellas, Momo Yaoyorozu, quien había sido testigo de su habilidad de cerca, fue la primera en acercarse
—Bakugo— llamó su atención con una voz tranquila, pero segura, la elegancia y seguridad de Momo destacaban en su forma de moverse y hablar —Quería preguntarte algo, si no te importa—
Katsuki levantó una ceja, pero no respondió inmediatamente, simplemente la miró, como si evaluara si valía la pena responder
—Ayer, durante las pruebas físicas, noté que no solo dependiste de tus explosiones, tu fuerza física, sin usar tu Don, fue increíble, es evidente que entrenas mucho, pero... ¿hay algo más en tu Don que tenga que ver con esa fuerza?—
La pregunta de Momo hizo que Katsuki apretara los labios, sabía que no podía contarle a nadie sobre su verdadera naturaleza, ni siquiera él entendía completamente de dónde provenía su inmensa fuerza física
Lo único que sabía era que su cuerpo siempre había sido diferente, capaz de soportar cargas extremas y realizar hazañas que otros jamás podrían imaginar, pero no podía contarles la verdad. Después de todo, ni él mismo la sabía por completo
—No es de tu maldito asunto, pero ya que preguntas— respondió, con su tono usualmente cortante —Mi Don me da super fuerza ¿no? Todo lo demás es entrenamiento, no necesito más trucos baratos para ser más fuerte que ustedes—
Momo, siempre analítica, lo miró con curiosidad, pero no se dejó intimidar por su respuesta brusca
—Lo entiendo, pero aun así... incluso con entrenamiento, tu nivel de fuerza es excepcional, no parece que estemos en la misma realidad... Aun así— dijo, casi pensativa —Es admirable, ojalá podamos entrenar juntos algún día—
Katsuki soltó un bufido, sin darle mucha importancia a la sugerencia, sin embargo, antes de que pudiera responder con alguna de sus típicas groserías, otra chica se acercó, esta vez más alegre y directa
Era Mina Ashido, siempre con su sonrisa despreocupada y una energía que irradiaba entusiasmo
—¡Bakugo, eres un monstruo de fuerza!— exclamó, mientras se plantaba frente a él con una mano en la cadera —¡Dime, hombre, cómo es que haces esas cosas! ¿Tienes algún secreto para ponerte tan fuerte? ¡Quiero saber! Yo entreno, pero no es lo mismo, no puedo levantar ni una fracción de lo que tú hiciste ayer—
Katsuki la miró con un ceño fruncido, claramente irritado por las constantes preguntas sobre su fuerza, no estaba acostumbrado a que le pidieran consejos o detalles sobre su poder, y menos de esa forma
—Ya te lo dije, entreno más que ustedes, no hay ningún truco— gruñó, pero Mina no parecía afectada en absoluto por su tono malhumorado
—Vamos, no puede ser solo eso— insistió Mina, con una sonrisa astuta —¿Qué tipo de entrenamiento haces? ¿Te pones a levantar autos o qué? Porque si es eso, déjame unirme a tu rutina—
Katsuki sintió la necesidad de evitar dar demasiados detalles, sabía que cualquier explicación que intentara dar sonaría ridícula o sospechosa, no podía decirles que, incluso sin entrenar, su cuerpo siempre había sido más fuerte de lo que debería ser, capaz de resistir golpes devastadores y levantar pesos imposibles
Pero tampoco quería que lo vieran como un fenómeno inexplicable
—No me interesa tener a gente fastidiosa siguiéndome— respondió, cortante —Si quieres ser más fuerte, entrena más... No hay atajos—
Mina fingió una expresión de desilusión exagerada, pero luego estalló en una carcajada
—¡Vaya, qué directo eres!— dijo entre risas —Pero está bien, ya verás, te voy a superar algún día, solo espera—
Katsuki gruñó en respuesta, claramente desinteresado en seguir la conversación, pero en el fondo notaba que, aunque Mina y Momo eran insistentes, sus preguntas no eran completamente hostiles, había una especie de respeto subyacente en su curiosidad, aunque no dejaría que eso lo ablandara
Mientras Mina se alejaba, otra presencia se le acercó de manera más silenciosa, Jiro Kyoka, la chica con los auriculares, se acercó sin hacer mucho ruido, pero cuando habló, su voz tenía un tono neutral, sin la energía abrumadora de Mina ni la formalidad de Momo
—Ayer, durante el lanzamiento de la pelota— dijo, con las manos en los bolsillos —Parecías insatisfecho, acaso tu... ¿Te contienes? o ¿Es parte de alguna estrategia?—
Katsuki la miró de reojo, Jiro no parecía tan interesada en su poder como las otras, más bien, era como si simplemente estuviera tratando de entender cómo funcionaba su mente, eso irritaba a Bakugo aún más, ya que no le gustaba ser analizado
—Uso lo que necesito usar para ganar— respondió, cruzándose de brazos —No me importa si es fuerza o lo que sea, si puedo aplastarlos, lo haré, no tengo que explicarte nada más—
Jiro sonrió levemente, como si esa respuesta la hubiera complacido de alguna manera
—Interesante enfoque— comentó, y luego, encogiéndose de hombros, añadió —A veces me pregunto qué pasa por tu cabeza, pero supongo que es una de esas cosas que nunca entenderemos del todo—
Bakugo la miró con el ceño fruncido, pero antes de que pudiera replicar, ella se alejó con la misma calma con la que había llegado, de alguna manera, su comentario había sonado más como una observación que como una provocación
Finalmente, Katsuki volvió a sentarse, dejando escapar un suspiro de frustración, aunque odiaba admitirlo, sus compañeros estaban comenzando a fijarse más en él, no solo por su Don explosivo, sino por su fuerza física, que destacaba incluso en un lugar lleno de jóvenes con poderes extraordinarios
Pero no podía contarles nada
Ni siquiera sabía cómo había obtenido ese nivel de fuerza, solo que desde que tenía memoria, siempre había sido más fuerte y más resistente que los demás
Lo único que sabía con certeza era que su fuerza, su poder, no provenía de ningún Don común
Para él, todo se reducía a una cosa
Ser el mejor, sin importar de dónde viniera esa fuerza, todo por creer que así se sentirá aceptado por todos
Con ese pensamiento, Katsuki cerró los ojos por un momento, ignorando el bullicio de la clase
Sería el número uno
Siempre lo sería, y nadie, ni siquiera sus compañeros, tendrían la más mínima oportunidad de superarlo
Los días pasaron en la Clase 1-A, y las intensas sesiones de entrenamiento no mostraban signos de disminuir, a pesar de la agotadora rutina, Katsuki Bakugo continuaba destacando
Ya fuera en pruebas de resistencia, velocidad o combate, su fuerza descomunal y habilidades explosivas siempre lo ponían por delante de la mayoría de sus compañeros, sin embargo, había algo en particular que parecía seguir atrayendo la atención de algunos
Su fuerza física
Momo Yaoyorozu no era la única que se había fijado en ese detalle, pero definitivamente era la más persistente en investigarlo, desde su primer encuentro, su curiosidad por el poder de Katsuki no había hecho más que crecer, y en su naturaleza perfeccionista, no estaba dispuesta a dejar preguntas sin respuesta, sin embargo, lo que comenzó como un simple interés profesional rápidamente se convirtió en una fuente de constante molestia para Bakugo
En cada oportunidad, Momo trataba de interactuar con él, buscando información, observando su forma de actuar y, en ocasiones, lanzando preguntas que lo hacían fruncir el ceño, aunque Katsuki siempre había sido conocido por su explosivo temperamento, lo que más lo irritaba no era la insistencia de Momo en sí, sino el hecho de que ella parecía demasiado calmada ante sus respuestas bruscas
Una tarde, después de una extenuante sesión de entrenamiento de combate, mientras la clase se dispersaba y los estudiantes se dirigían a las duchas, Momo se acercó a Katsuki una vez más
Esta vez, sin rodeos
—Bakugo, necesito hablar contigo un momento— dijo, bloqueando su camino con una expresión seria y decidida.
Katsuki, que estaba a punto de ignorarla por enésima vez, rodó los ojos con frustración
—¿Otra vez tú?— respondió, con un tono claramente irritado —No tengo tiempo para tus malditas preguntas, Yaoyorozu, déjame en paz—
Pero Momo no retrocedió, en lugar de eso, cruzó los brazos y mantuvo su postura firme
—Esto no es solo curiosidad, Bakugo— replicó ella —He estado observando cómo te desempeñas en las pruebas y entrenamientos, no tiene sentido que solo con entrenamiento físico seas tan fuerte, hay algo más que no estás diciendo—
Katsuki la miró directamente a los ojos, su ceño fruncido aún más marcado, sabía que Momo era inteligente, quizás demasiado para su propio bien
Pero no tenía ninguna intención de compartir más de lo que ya había dicho, no podía, ni siquiera él entendía lo que le pasaba
—No tengo que explicarte nada, princesa— contestó con sarcasmo, empujando a un lado sus preguntas como si fueran polvo —Te lo dije antes, entreno más que ustedes, eso es todo, si no puedes entenderlo, no es mi problema—
Momo lo siguió mientras él intentaba pasar de largo, caminando a su lado sin apartarse ni un poco
—He investigado sobre diferentes Dones, y los niveles de fuerza que has mostrado están muy por encima de lo que podrías obtener simplemente con entrenamiento— dijo, con el tono de alguien que se niega a aceptar respuestas vagas —Y tampoco parece estar relacionado con tu Don del todo, solo dijiste super fuerza, pero la velocidad no se explica entonces, y pareciera que siempre estuvieras atento a tu entorno, como si tus sentidos fueran muy agudos, ¿qué es? ¿Tienes un segundo Don? ¿Es algo que no quieres que sepamos?—
Katsuki se detuvo en seco
Su paciencia estaba llegando al límite
—¿De dónde sacas todas esas malditas teorías?— espetó, volviéndose hacia ella con una expresión de rabia contenida —No tengo que darte explicaciones, si quieres perder tu tiempo buscando fantasmas, adelante, pero no voy a responder a ninguna de tus malditas preguntas—
Momo lo miró, manteniendo su calma, aunque claramente frustrada por la falta de cooperación de Katsuki, ella estaba acostumbrada a resolver problemas con lógica y análisis, y el comportamiento hermético de Bakugo la sacaba de quicio
Pero al mismo tiempo, algo la mantenía firme en su decisión de descubrir la verdad
—No creo que estés siendo honesto, Bakugo— insistió, su tono más firme que antes —Algo no cuadra, y cuanto más insistes en no hablar, más evidente es que ocultas algo—
—¿Sabes lo que es evidente?— Katsuki avanzó hacia ella, cerrando la distancia con una expresión desafiante —Que no te metas en mis malditos asuntos, si vuelves a molestarme con tus preguntas, te juro que te haré callar de la manera más explosiva posible ¿Entendido?—
Por un breve momento, Momo pareció considerar su amenaza, pero en lugar de retroceder o mostrarse intimidada, simplemente lo observó en silencio
Sabía que presionar más en ese momento solo lo enfurecería más, pero también estaba segura de que Katsuki no era del tipo que respondería con violencia a preguntas incómodas. Al menos, no a ella
—No te preocupes, Bakugo. No tengo miedo de ti— respondió finalmente, su voz sin vacilar —Pero sé que hay más en ti de lo que dejas ver y lo voy a descubrir, aunque no quieras colaborar.—
Con eso, Momo se dio la vuelta, dejando a Katsuki ahí, claramente irritado pero sin palabras para replicar. Había algo en su actitud que lo enfurecía aún más. No era como los demás que se apartaban o dejaban de molestarlo tras una amenaza
Momo, por el contrario, parecía tener una determinación inquebrantable, algo que le recordaba a sí mismo en cierta manera, lo cual era aún más frustrante
Luego de las clases, Momo Yaoyorozu se despidió de sus compañeros y se dirigió hacia su casa
Al acercarse a la enorme mansión de los Yaoyorozu, fue recibida con una sonrisa por las sirvientas que la esperaban en la entrada
—Bienvenida, señorita Momo— dijo una de las sirvientas, inclinándose ligeramente —¿Cómo fue su día en la academia?—
—Bastante agotador, pero interesante— respondió Momo con una leve sonrisa —Gracias, Misaki—
Las puertas de la mansión se abrieron con suavidad, y Momo caminó por el amplio y lujoso vestíbulo, subiendo la gran escalera que llevaba al segundo piso
Sabía que su hermana mayor, Kara Zor-El, estaría en su habitación, probablemente esperando para hablar con ella como solía hacerlo cuando Momo llegaba a casa
Al llegar a su cuarto, empujó suavemente la puerta y, efectivamente, allí estaba Kara, sentada en el borde de la cama, con una expresión serena pero intensa, su largo cabello rubio caía en suaves ondas sobre sus hombros, y sus ojos azul celeste brillaban con una calma casi sobrenatural
—Hola, Momo— dijo Kara, girándose para mirarla —¿Cómo te fue hoy? Algo me dice que tienes algo en mente—
Momo dejó su mochila sobre una silla y suspiró, sentándose en una pequeña butaca junto a la cama
—He estado pensando en alguien de mi clase... Bakugo Katsuki— comenzó Momo, notando el leve interés que se encendía en los ojos de su hermana —Tiene una fuerza física que no se corresponde con su Don, no sé cómo explicarlo, pero... parece muy similar a lo que tú eres capaz de hacer y no creo que sea coincidencia—
Kara la observó en silencio por unos momentos antes de hablar
—He oído hablar de Bakugo— dijo Kara —Es bastante conocido por su temperamento y sus habilidades, pero si estás diciendo que su fuerza se parece a la mía... eso es interesante—
Momo asintió, sabiendo que su hermana no se refería únicamente a la fuerza física, Kara era mucho más que una simple chica extraordinaria
Su historia, su origen, la diferenciaba de cualquier otro en la Tierra, y Momo lo sabía mejor que nadie
—¿Crees que podría haber algo más detrás de él?— preguntó Momo con curiosidad
Kara se levantó lentamente de la cama, caminando hasta la ventana para mirar hacia el cielo, se quedó pensativa durante un momento antes de responder
—Es posible— dijo, girándose para mirarla —Hay muchas cosas que desconocemos sobre este mundo, y a veces, ciertas personas pueden compartir una conexión con lo que está más allá de la Tierra, sabes de lo que hablo—
Momo la miró con atención, sabiendo que Kara estaba a punto de tocar un tema importante, uno que Momo siempre había tenido presente, pero que rara vez discutían en detalle
—Antes de que nacieras, Momo— comenzó Kara —Llegué a este planeta en una nave, igual que él... Jor-Kel, mis padres me enviaron desde mi hogar para proteger a ese niño, pero cuando llegué aquí, él ya no estaba, tus padres me encontraron cuando era solo una niña y me acogieron, aunque yo no era de este mundo, no comprendía por qué debía quedarme, pero con el tiempo, aprendí a amar este lugar y su gente—
Momo la escuchaba con fascinación, a pesar de que ya había oído la historia muchas veces antes, sin embargo, siempre había algo nuevo que descubrir en las palabras de Kara
—Tus padres, nuestros padres, prometieron ayudarme a encontrar a Jor-Kel, pero a medida que el tiempo pasaba, me acostumbré a la vida en la Tierra, me gustó estar aquí, con ellos, y más tarde, contigo cuando naciste, me convertí en tu hermana mayor y cuando creciste, nunca me viste como alguien diferente, sino como parte de tu familia, eso siempre me ha hecho sentir que pertenezco aquí, aunque mi misión original era otra—
Momo sonrió, Kara había sido su modelo a seguir desde que tenía memoria, a pesar de su origen alienígena, Kara siempre había sido la hermana que la cuidaba, la protegía y la guiaba
—Entonces, ¿crees que Bakugo podría ser como tú?— preguntó Momo, su mente volviendo al chico explosivo de su clase
Kara se encogió de hombros ligeramente
—No lo sé con certeza, pero si estás notando algo en él que te recuerda a mí, tal vez haya algo más en su historia, quizás no sea exactamente como yo, pero eso no significa que no pueda haber algún tipo de conexión—
Momo asintió lentamente, reflexionando sobre lo que Kara acababa de decir, Katsuki Bakugo siempre había sido un misterio para ella, pero ahora sentía una especie de vínculo, como si ambos compartieran un secreto que ni siquiera él conocía por completo
—Tienes razón— dijo Momo finalmente —Tal vez debería investigar más sobre él, pero sin ser tan insistente, hay algo en él que me intriga, y no es solo su fuerza, es como si llevara una carga muy pesada, una que no comparte con nadie—
Kara sonrió, una sonrisa que reflejaba años de sabiduría y experiencia
—Ten cuidado, Momo. No todos los secretos están destinados a ser revelados fácilmente, pero si hay algo que debas descubrir, lo harás a su debido tiempo—
Con esas palabras, Kara se acercó a Momo y la abrazó suavemente, un gesto que siempre la hacía sentir segura
A pesar de sus diferencias de origen, Kara siempre había sido la persona en la que Momo confiaba por encima de todo
—Gracias, Kara— murmuró Momo —Siempre sabes qué decir—
—Para eso están las hermanas mayores, ¿no?— respondió Kara con una risa suave antes de salir de la habitación
Momo se quedó allí, contemplando lo que había aprendido. Katsuki Bakugo era más que un simple compañero de clase
A lo largo de los días siguientes, Momo continuó con su estrategia, aunque no lo confrontaba de manera tan directa como lo había hecho esa tarde, seguía encontrando formas de acercarse a él, a veces disimuladamente durante los entrenamientos, otras veces de forma más abierta durante las clases. Katsuki, por supuesto, no dejaba de notarlo, y cada vez que lo hacía, su frustración crecía
Durante una de las sesiones de entrenamiento en equipo, Momo, que había sido asignada como compañera de Katsuki, aprovechó el momento para seguir indagando, esta vez mientras ambos descansaban tras un ejercicio intenso
—He estado pensando en las pruebas que hemos hecho y las técnicas que usas en combate— dijo Momo, fingiendo que estaba simplemente conversando —Claramente prefieres el combate cuerpo a cuerpo, incluso cuando podrías mantener la distancia ¿Es porque confías más en tu fuerza física que en el uso de armas de larga distancia?—
Katsuki, quien estaba sentado contra la pared, tomando un respiro fingiendo cansancio, giró los ojos de manera exagerada
—Otra vez con eso, ¿eh?— respondió, claramente harto —Ya te dije que hago lo que necesito hacer, si eso implica usar mi fuerza en lugar de una estúpida arma, lo haré, no tengo que explicar nada a una sabelotodo como tú—
—No es cuestión de ser sabelotodo— replicó Momo, con un leve suspiro —Solo intento entender cómo piensas y me parece que hay algo más detrás de tu poder que no estás diciendo—
Katsuki se levantó bruscamente, ya sin ganas de continuar la conversación, se sacudió el polvo de su uniforme y la miró con una mezcla de frustración y desdén
—Escucha bien, Yaoyorozu, no me importa lo que creas entender o no, mi fuerza no es asunto tuyo ni de nadie aquí y si sigues fastidiándome con tus malditas teorías, te aseguro que lo último que harás será entrenar junto a mí—
Con esas palabras, Katsuki se marchó, dejando a Momo allí, observándolo mientras se alejaba con la mandíbula tensa, aunque sabía que no iba a sacar nada de él por el momento, no estaba dispuesta a rendirse, había algo en Katsuki Bakugo que no encajaba, y Momo estaba decidida a descubrirlo, fuera como fuera
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¿COMO ESTUVO EL CAPITULO?
¿BUENO O MALO?
¿ENTRETENIDO O ABURRIDO?
¿BUENA TRAMA O MUY FORZADA?
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