Capitulo 29: Dilemas internos

Cuando Bakugou regresó a la academia U.A. después de su emotiva conversación con sus padres, estaba listo para continuar con su rutina habitual

El entrenamiento, las clases y las pruebas lo mantenían enfocado, y después de todo lo que había pasado, lo último que quería era lidiar con algo fuera de lo común

Pero, tan pronto como entró en el aula, algo se sintió diferente

Notó que Momo, que solía ser una de las personas más calmadas y organizadas de la clase, parecía estar actuando... extraña

Ella estaba de pie cerca de su escritorio, revisando algunos papeles como siempre, pero su comportamiento al verlo fue completamente diferente a lo habitual

En lugar de saludarlo con su tranquila cortesía, Momo dejó caer los papeles que tenía en las manos al suelo, su rostro enrojeciendo inmediatamente cuando sus ojos se encontraron con los de Bakugou

Parecía incapaz de sostenerle la mirada por más de un segundo antes de girarse rápidamente hacia el escritorio, inclinándose para recoger los papeles dispersos

—Tch, ¿Qué te pasa ahora, Yaoyorozu?— Bakugou gruñó, frunciendo el ceño mientras la veía actuar tan torpemente, Momo nunca había sido así antes. casi siempre había sido seria, precisa y controlada

Verla perder el control de esa manera lo tomó por sorpresa

—¡N-Nada!— Respondió Momo de inmediato, su voz sonaba un poco más aguda de lo habitual mientras recogía apresuradamente los papeles, ni siquiera se volvió a mirarlo —Solo... ¡solo me sorprendiste, eso es todo!— Añadió, aunque la tensión en su voz dejaba claro que había algo más

Bakugou la miró detenidamente, su ceño fruncido se profundizó—¿Desde cuándo te sorprendes por verme? Nos vemos todos los días, maldita sea— Dijo en su típico tono brusco, cruzando los brazos mientras seguía estudiando sus reacciones

Momo se enderezó finalmente, sosteniendo los papeles contra su pecho como si fueran un escudo, evitando su mirada —Es solo que... bueno, han sido unos días... intensos— Dijo, intentando sonar tranquila pero sin lograrlo del todo

Bakugou bufó —Intensos ¿Eso es todo?— Sabía que había algo más, pero no entendía qué era, su mente repasó lo que había pasado la última vez que se vieron, cuando Kara apareció en la casa de Momo y todo lo relacionado con Krypton salió a la luz

"Quizá estaba todavía afectada por todo eso" Fue lo que pensó

Sin embargo, no era solo eso, había algo más profundo en su comportamiento

Cada vez que intentaba hablarle, Momo se ponía más nerviosa, y aunque solía ser directa y decidida, ahora parecía estar evitando cualquier conversación seria con él. Incluso cuando hacían equipo durante el entrenamiento, notó que Momo dudaba antes de acercarse a él o darle instrucciones

Esto no era propio de ella

La irritación creció dentro de Bakugou, pero no solo porque no entendía qué estaba pasando, sino porque la confusión y el nerviosismo de Momo comenzaban a incomodarlo

Una tarde, después de clases, cuando la mayoría de los estudiantes ya habían salido del aula, Bakugou decidió enfrentarlo de una vez por todas

Se acercó a Momo, que estaba organizando su material, y se paró frente a ella, cruzando los brazos y bloqueando su camino

—Oye, Yaoyorozu, basta de tonterías ¿Qué demonios te pasa conmigo?— Preguntó, directo como siempre, sin rodeos

Momo se congeló en su lugar, sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y tragó saliva, claramente sorprendida por la confrontación —¡No es nada!— Exclamó rápidamente, aunque su tono de voz la delató, sus mejillas volvieron a ponerse rojas

—¡No me vengas con eso!— Bakugou gruñó, frunciendo el ceño aún más —Desde que pasó lo de Kara, actúas raro, como si ni siquiera pudieras verme a la cara ¿Qué pasa?—

Momo bajó la mirada, apretando los papeles que tenía en las manos

Parecía estar luchando con algo internamente, como si no supiera cómo decir lo que sentía

Finalmente, habló, su voz baja y vacilante

—Es... complicado— Admitió, casi en un susurro —Yo... lo apoyé, Bakugou, lo apoyé cuando Kara te habló sobre su plan para repoblar Krypton, y pensé que estaba bien, pero...— Hizo una pausa, sus manos temblaban un poco —No sé por qué, pero... desde esa vez, me siento extraña—

Bakugou la miró, algo en sus palabras empezaba a hacer clic en su mente —¿Extraña cómo?— Preguntó, su tono aún firme, pero con un toque de curiosidad

Momo lo miró, finalmente reuniendo el valor para levantar la vista y sostener su mirada, aunque sus mejillas estaban completamente rojas —Yo... me siento mal— Admitió con honestidad —Sé que lo que Kara quiere es importante, para ti, para tu especie, pero... no puedo evitar sentir... algo, no sé si es celos o algo más, pero me siento como si... como si...— Se calló, incapaz de encontrar las palabras exactas

Bakugou la observó en silencio por un momento, procesando lo que acababa de escuchar, ya que el habia dejado en claro varias veces que no apoyaba el plan, y segui estresado por lo que vivio con Diana

Pero entonces entendió, Momo estaba sintiendo celos, algo que nunca había esperado de alguien tan racional y lógica como ella

Pero al parecer, el hecho de que Kara quisiera "repoblar Krypton" con él había tocado un nervio en Momo que ni ella misma había anticipado

—Tch, ¿celosa?— Dijo, casi incrédulo, aunque de alguna manera la situación le parecía más clara ahora —¿Es eso lo que te pasa?—

Momo apretó los labios, claramente incómoda pero sin poder negar lo que sentía —No quiero serlo... no quiero que eso afecte nuestra amistad, pero cada vez que pienso en... en lo que Kara te pidió, no puedo evitarlo, no quiero que te sientas obligado a hacer algo solo porque es lo correcto para tu especie—

Bakugou suspiró, ya harto de que todo se complicara tanto por lo que él consideraba un asunto ridículo —Yaoyorozu, escucha... Lo eh dicho en varias formas... Y espero que esta sea definitivamente la ultima vez que oiga de este tema... No pienso seguir con ese estúpido plan, no voy a repoblar ninguna especie. No soy un maldito reproductor—

Momo lo miró, sorprendida por su tono directo y firme, pero también aliviada de escuchar que no tenía intención de seguir el plan de Kara

Parecía que un peso se le había quitado de los hombros

—Lo que Kara quiera es problema suyo, no mío— Continuó Bakugou —Y tampoco tuyo, no me voy a ir, no voy a hacer nada que no quiera ¿Entendido? O debo hablar en chino?—

Momo asintió, sus hombros relajándose visiblemente —Sí... lo entiendo, solo necesitaba escucharlo de ti— Dijo suavemente

Bakugou gruñó, dándose la vuelta para no tener que seguir lidiando con el ambiente emocional del momento —Tch, bien, entonces deja de actuar raro conmigo, me irrita—

Momo soltó una pequeña risa, nerviosa pero genuina —Lo intentaré, Bakugou, gracias—

Bakugou se detuvo un momento antes de irse, dándole una última mirada —Hmph... Seria una pena...— Dijo en susurro —Eres de las pocas personas a las que podria llamar amiga— El se fue del aula, dejando a Momo finalmente tranquila, aunque todavía con una pequeña sonrisa en los labios

A pesar de todo, ambos sabían que su relación había cambiado ligeramente, pero no necesariamente para mal

Al dia siguiente, un fin de semana, en su cabeza aun seguían los eventos con Diana y las Amazonas, Bakugou se encontraba caminando hacia un mercado local 

Su traje, como era costumbre después de batallas intensas, había sufrido varios daños y necesitaba reemplazar algunas piezas urgentemente

En su mente, repasaba las reparaciones que debía hacer, maldiciendo entre dientes cada vez que pensaba en lo difícil que era mantener el equipo en buen estado cuando estaba constantemente envuelto en peleas

Mientras caminaba entre los puestos abarrotados, una voz conocida lo sacó de su ensimismamiento

—¡Kero! Bakugou, ¿Eres tú?—

Bakugou giró la cabeza hacia la dirección de la voz y se encontró con Tsuyu Asui, una de sus compañeras de la academia U.A

Ella estaba de pie junto a su familia

Su madre, su padre y sus hermanos pequeños

Todos estaban paseando tranquilamente por el mercado, probablemente de compras o simplemente disfrutando del día

—Tch, Tsuyu— gruñó, más como una costumbre que por verdadera molestia —¿Qué haces aquí?—

—Salimos a pasear con mi familia— Respondió Tsuyu con su habitual calma, señalando a sus padres y hermanos —¿Tú qué haces por aquí, Bakugou?—

—Mi traje se jodió, así que necesito reemplazar algunas partes y tener la suerte de que no se vuelva a destruir tan rapido— Respondió, alzando un poco la bolsa con las piezas ya adquiridas

La madre de Tsuyu, una mujer de aspecto amable y ojos cálidos, lo observaba con una sonrisa, aunque Bakugou no pudo evitar notar el curioso brillo en su mirada

—Oh, ¿Así que eres amigo de Tsuyu?— Preguntó la madre de Tsuyu, con un tono que insinuaba algo más, Bakugou, como siempre, ignoraba esas sutilezas

—Mmm, algo así— Respondió Bakugou de manera vaga, sin prestarle demasiada atención a la conversación

Aunque claramente no era el tipo de persona que se consideraba "amigo" de muchos, no podía negar que había trabajado bien con Tsuyu en más de una ocasión

La madre de Tsuyu asintió lentamente, sus ojos pasando de Bakugou a su hija, y luego, con una sonrisa juguetona, hizo una insinuación que ni Bakugou ni Tsuyu vieron venir

—¿Acaso es tu novio, Tsuyu?— Preguntó, claramente disfrutando de la incomodidad que sabía que causaría

Bakugou casi soltó una carcajada, pero lo que hizo fue fruncir el ceño y soltar una respuesta inmediata y gruñona

—¿Qué diablos? ¡No, claro que no!—

Tsuyu también reaccionó con calma, aunque sus ojos se abrieron ligeramente ante la sorpresa —No, mamá, Bakugou no es mi novio— Respondió con su típica voz tranquila, aunque claramente algo avergonzada por la pregunta de su madre

—Solo somos compañeros de clase— Agregó Bakugou, aún molesto por la insinuación

La madre de Tsuyu se rió suavemente, levantando las manos en un gesto de paz —¡Solo bromeaba, solo bromeaba!— Dijo, aunque la sonrisa en su rostro indicaba que disfrutaba provocándolos

Tsuyu, tratando de aliviar la incomodidad, cambió rápidamente de tema, hablando sobre el mercado y cómo algunas tiendas ofrecían equipos interesantes que podrían ayudarle a Bakugou con sus reparaciones

Mientras caminaban juntos por los diferentes puestos, la conversación fue fluyendo de manera más natural

Hablaron sobre las clases, los entrenamientos y algunas de las misiones más recientes

—He escuchado que estás mejorando mucho en combate cuerpo a cuerpo, Bakugou— Comentó Tsuyu con admiración —Aunque siempre has sido uno de los más fuertes en la clase, ¿kero?—

—Hmph, claro que lo soy— respondió él con su habitual arrogancia —No tiene sentido estar en esta maldita escuela si no vas a ser el mejor—

Tsuyu asintió, sabiendo que eso era parte del espíritu competitivo de Bakugou

Mientras avanzaban, incluso algunos niños pequeños, hermanos de Tsuyu, corrían alrededor de ellos riendo y jugando, lo que le dio al paseo un toque más relajado

Finalmente, tras un rato de caminar juntos, Bakugou comenzó a despedirse

Aunque disfrutaba la compañía de Tsuyu más de lo que admitiría, no era alguien que pasara demasiado tiempo en actividades que consideraba "inútiles"

Necesitaba volver al taller y trabajar en su traje

—Bueno, ya tengo lo que necesitaba, es hora de volver— Dijo, su tono directo como siempre

—Gracias por acompañarnos, Bakugou— Respondió Tsuyu con una pequeña sonrisa —Fue agradable verte fuera del campo de entrenamiento, kero—

—Tch, claro— Respondió él, con las manos en los bolsillos mientras se alejaba, lanzando una última mirada a Tsuyu y su familia —Nos vemos en la escuela—

Bakugou había comenzado a alejarse del mercado, con su mente enfocada en regresar y reparar su traje

Sin embargo, no había dado ni diez pasos cuando un sonido estruendoso, como una explosión, sacudió el lugar

La gente empezó a gritar, el caos se extendía rápidamente por todo el mercado

Se volteó bruscamente, con los sentidos alerta

Algo estaba muy mal

Un segundo después, un enorme Nomu irrumpió en la escena, destruyendo un edificio cercano con un solo golpe

Pero este no era un Nomu común y corriente

Su cuerpo era mucho más masivo que los Nomu que Bakugou había enfrentado antes

Su piel estaba cubierta de una extraña textura grisácea, con protuberancias afiladas que se parecían a huesos que sobresalían

Sus ojos rojos brillaban con una furia descontrolada

Era una abominación que parecía más poderosa y destructiva que cualquier Nomu anterior

—¡Mierda! ¿Qué es esa cosa?— Gruñó Bakugou, frunciendo el ceño mientras analizaba a la criatura, aunque no lo sabía, este Nomu había sido creado especialmente para el

La criatura rugió y comenzó a desatar su furia, destrozando todo a su alrededor

Personas corrían por sus vidas, algunos atrapados entre los escombros

En medio del caos, Bakugou notó algo que hizo que su corazón se detuviera un segundo

La hermana menor de Tsuyu, una pequeña niña de unos siete años, estaba paralizada por el miedo, justo en el camino de la bestia

—¡NO!— Gritó Tsuyu, pero estaba demasiado lejos para llegar a su hermana

El Nomu levantó su enorme puño, listo para aplastar a la pequeña sin ningún remordimiento

El tiempo pareció ralentizarse

Bakugou no lo pensó ni un segundo

Sin perder un instante, su cuerpo se movió instintivamente

El gigantesco puño del Nomu descendió, pero Bakugou lo detuvo en seco, agarrando su enorme brazo antes de que pudiera aplastar a la pequeña

La tierra tembló bajo sus pies por la fuerza del impacto, pero Bakugou permaneció firme

Sus ojos chispeaban de furia mientras apretaba con fuerza el brazo del monstruo

—¡No vas a tocarla, maldito!— Rugió con una ira abrasadora

Con un potente grito, Bakugou usó toda su fuerza para levantar al monstruo por encima de su cabeza

En un solo movimiento, lanzó al Nomu por el aire, atravesando el techo de uno de los edificios cercanos

El monstruo voló a gran velocidad, desapareciendo del mercado en cuestión de segundos

La madre de Tsuyu y su familia corrieron hacia la niña, abrazándola, lágrimas de alivio corriendo por sus rostros, Tsuyu, aún con el corazón acelerado, miró a Bakugou con profunda gratitud

—Gracias, Bakugou— Dijo Tsuyu, su voz temblorosa pero genuina —No sé qué habríamos hecho sin ti—

—Tch, no es nada— Respondió Bakugou, mirando a Tsuyu y a su familia por un breve momento antes de volver su atención al Nomu, su mandíbula se tensó —Esa cosa no ha terminado, voy a encargarme de esto—

Sin esperar más, se dirigió hacia el lugar donde el Nomu había aterrizado

Sabía que no sería tan fácil derrotarlo

Mientras corría, comenzó a ver los destrozos

Autos volcados, edificios dañados, y el caos que había dejado el monstruo a su paso

Cuando llegó al punto donde había lanzado al Nomu, vio un automóvil destrozado, completamente aplastado por el impacto de la criatura

Su corazón se aceleró al ver que el coche estaba lleno de gente

—Maldición...— Murmuró, temiendo lo peor, pero cuando se acercó, algo le llamó la atención

El Nomu no estaba

Solo estaban los restos del auto y los escombros alrededor, pero la bestia había desaparecido

—¿Dónde demonios se fue...?— Bakugou se quedó mirando, buscando señales del monstruo, su piel se erizó cuando comprendió que no tenía idea de hacia dónde había ido la criatura

Fue solo entonces cuando sintió un cambio en el aire, una vibración peligrosa

Antes de que pudiera reaccionar, el Nomu apareció de la nada, lanzándose sobre él con una velocidad brutal

El monstruo lo embistió con una fuerza devastadora, lanzando a Bakugou hacia atrás y estrellándolo contra una pared de concreto

El impacto fue tan fuerte que la pared se agrietó alrededor de él

—¡Maldita sea!— Gritó Bakugou, sacudiéndose el polvo y los escombros mientras se levantaba rápidamente

Sus ojos ardían de furia mientras la criatura se acercaba, rugiendo con una intensidad monstruosa

Sabía que estaba lidiando con algo mucho más peligroso de lo que parecía al principio

El Nomu, con sus ojos brillando de furia incontrolable, rugió con tal fuerza que el suelo tembló bajo los pies de Bakugou

Sin darle tiempo para recuperarse, el monstruo arrancó varios autos del suelo, con personas aún atrapadas dentro

Con una brutalidad aterradora, el Nomu los lanzó directamente hacia Bakugou, como si fueran meros proyectiles

—¡Mierda!— Exclamó Bakugou al ver los vehículos volando hacia él, su instinto le decía que simplemente los explotara, pero sabía que había gente adentro

No podía destruirlos

Tenía que atraparlos, pero a esa velocidad y con esa fuerza, sería un reto incluso para él

El primer auto se acercaba rápidamente, Bakugou se lanzó hacia adelante, extendiendo sus brazos, y al atraparlo, la fuerza del impacto hizo que sus manos rompieran el metal, destrozando parte del vehículo

Un chispazo se encendió, y una explosión menor sacudió el auto

**¡BOOM!**

—¡Mierda, mierda, mierda!— Gruñó entre dientes, la explosión le hizo salpicar sangre en su cara y cuerpo, pero no tenia tiempo, aun habia mas gente

Con los dientes apretados, se enfocó con todo su ser

Con un grito lleno de frustración, usó sus reflejos sobrehumanos para atrapar el siguiente auto, esta vez calculando la presión para evitar destrozarlo

Lo giró en el aire con precisión, lanzándolo hacia un espacio despejado donde las personas podrían escapar ilesas

Uno tras otro, Bakugou atrapaba los autos lanzados por el Nomu, cada vez con más control y determinación

Pero mientras sus manos ardían y las explosiones menores lo rodeaban, el monstruo aprovechaba la distracción

En cuanto Bakugou terminó de desviar el último coche, el Nomu ya estaba sobre él

El monstruo lo golpeó con una fuerza descomunal, un puñetazo directo al pecho que lo lanzó contra el suelo con un impacto tan brutal que el concreto se rompió como si fuera vidrio, Bakugou atravesó varias capas de asfalto y tierra, estrellándose en el subsuelo, dejando un enorme cráter

—¡Agh...!— Bakugou gritó de dolor cuando su cuerpo se hundió en el suelo, su visión se nubló por un segundo debido al golpe

El sonido de su respiración entrecortada se mezclaba con los ecos del caos que el Nomu seguía causando en la superficie

El enojo dentro de Bakugou crecía con cada segundo

No solo por el dolor físico, sino por la destrucción que esa cosa estaba causando y por haberlo tomado por sorpresa

Su temperamento, ya al borde de explotar, finalmente estalló

Se levantó del cráter con los ojos ardiendo de furia

—¡Maldito bastardo!— Gritó, y sin pensarlo más, usó su aliento helado

Un frío gélido y mortal emanó de su boca, congelando instantáneamente todo a su alrededor

El Nomu, sorprendido, quedó atrapado en una capa gruesa de hielo que envolvía su cuerpo entero

El aire se llenó de una neblina fría, y por un breve momento, todo quedó en silencio

El monstruo estaba paralizado, atrapado en el hielo

Bakugou, jadeando por el esfuerzo, se limpió la sangre de la boca

"Lo tengo..." pensó, intentando calmarse

Pero algo en su interior le decía que no sería tan fácil, y tenía razón

El hielo alrededor del Nomu comenzó a crujir

El monstruo, con su cuerpo deformado y lleno de protuberancias, empezó a moverse lentamente

Los sonidos del hielo rompiéndose se hicieron más fuertes, hasta que, con un rugido ensordecedor, el Nomu rompió su prisión de hielo como si fuera vidrio

—¡¿Qué demonios...?!— Bakugou apenas tuvo tiempo para reaccionar antes de que el monstruo se lanzara contra él de nuevo, más furioso que nunca

El Nomu atacó con una furia incontrolable, lanzando golpes uno tras otro, Bakugou trataba de esquivarlos, pero la velocidad y fuerza del monstruo eran abrumadoras

Un puñetazo lo alcanzó en el rostro, enviándolo contra el suelo otra vez, el Nomu no paró; siguió atacando con garras y golpes que destrozaban el pavimento, Bakugou apenas lograba contenerlo, usando sus palmas para contrarrestar los golpes más fuertes, pero el monstruo seguía viniendo con una agresividad aterradora

Cada vez que lograba un pequeño respiro, el Nomu lo atacaba de nuevo, empujando a Bakugou al límite

Su rabia y frustración crecían con cada segundo

"¿Qué diablos es esta cosa?" pensó, notando que ni su aliento helado ni sus ataques parecían frenar al monstruo por mucho tiempo

El caos seguía reinando en las calles, con escombros esparcidos por todas partes y los gritos de la gente aún resonando en el aire

El Nomu, lleno de furia descontrolada, continuaba su ataque implacable, sembrando destrucción en cada paso que daba

Mientras Bakugou intentaba contener a la bestia, su atención se desvió por un segundo cuando un grito desgarrador rompió el aire

Giró la cabeza y vio a un niño, paralizado por el miedo, atrapado en medio del desastre, sus ojos reflejaban el terror puro mientras el Nomu, con su mandíbula deformada y llena de colmillos, se abalanzaba hacia él, preparado para devorarlo

—¡No!— Bakugou gritó, sintiendo una oleada de ira pura como nunca antes, su cuerpo se movió por instinto, sin pensar en otra cosa más que salvar al niño

En un parpadeo, se lanzó hacia el monstruo, sujetándolo de los brazos con toda su fuerza, impidiendo que su mandíbula se cerrara sobre el pequeño

El Nomu, sorprendido, intentó liberarse, pero Bakugou lo mantuvo firmemente sujeto

Su rabia estaba en su punto máximo, y los músculos de sus brazos se tensaron mientras levantaba al Nomu en el aire, alejándolo del niño

Los ojos de Bakugou se encendieron con una furia brillante, y en ese momento, algo dentro de él se desató.

—¡Te voy a destrozar, maldito!— Rugió con una voz llena de odio, entonces, sus ojos comenzaron a brillar con un calor intenso, sus pupilas se volvieron de un rojo incandescente

En un instante, desató toda su ira a través de su visión de rayos láser

Dos poderosos haces de energía roja salieron disparados de sus ojos, impactando directamente en el torso del Nomu

El monstruo soltó un rugido de dolor, pero no tuvo tiempo de reaccionar

Los rayos láser lo atravesaron, dividiéndolo en dos mitades perfectas

Su cuerpo se partió, cayendo pesadamente al suelo con un sonido sordo, muerto al instante

Bakugou, jadeando por el esfuerzo, soltó los restos del Nomu, su corazón aún latiendo a mil por hora

Miró los restos del monstruo, consumido por la furia

"Lo hice... lo maté" Penso mientras la bestia estaba destruida, partida en dos, y la amenaza había terminado

Sin embargo, cuando alzó la vista para ver a la gente que había salvado, no encontró agradecimiento... 

Solo había... miedo

Las miradas de terror estaban clavadas en él, como si fuera él el verdadero monstruo

Las personas lo observaban con los ojos abiertos de par en par, retrocediendo lentamente

Incluso el niño, que acababa de salvar, lo miraba horrorizado

—¿Qué... qué eres?— Murmuró alguien en la multitud, con la voz temblorosa

Bakugou apretó los dientes

Había esperado reacciones de sorpresa, tal vez incluso alivio. Pero lo único que veía en sus rostros era miedo

"¿Miedo de mí?" Penso

Entre la multitud, distinguió a Tsuyu

Estaba de pie junto a su familia, con su hermanita aún abrazada a ella

La rana de los ojos saltones lo miraba, pero no con el mismo miedo que los demás, Tsuyu lo miraba con preocupación, sus labios apretados, como si estuviera debatiendo si acercarse o no

La mirada en sus ojos era la de una amiga que temía por él, no por lo que pudiera hacer, sino por lo que estaba sintiendo

Eso fue lo que finalmente lo rompió.

"No otra vez..." pensó Bakugou, el rechazo, el miedo en los ojos de los demás, a pesar de haber salvado vidas, a pesar de haber derrotado al monstruo que nadie más podría haber vencido, la gente no veía a un héroe

Solo veían a un peligro

—Tch...— Gruñó entre dientes, incapaz de soportar más

No quería quedarse ahí, no quería seguir viendo esas caras de terror

Sin decir una palabra más, Bakugou se dio la vuelta, sus pies despegaron del suelo a toda velocidad, corriendo hacia el horizonte, huyendo del lugar del caos

La velocidad a la que se alejaba rompía el pavimento bajo sus pies, dejando solo una nube de polvo y escombros

Mientras corría, las palabras que había escuchado antes en su vida resonaban en su mente

"Monstruo"

"Peligroso"

"No es uno de nosotros"

No importaba cuánto hiciera, siempre terminaba siendo visto de la misma manera

Mientras se alejaba del caos que acababa de dejar atrás, la imagen de Tsuyu y la preocupación en sus ojos seguía persiguiéndolo

Bakugou siguió corriendo, con el viento cortando contra su rostro y el paisaje pasando en un borrón de colores

Cada paso que daba se sentía más pesado que el anterior, como si estuviera huyendo de algo que no podía dejar atrás, algo que no era solo el caos del mercado ni la destrucción causada por el Nomu

Era el peso de la duda, de una pregunta que le perforaba el pecho.

"¿Qué soy?"

La respuesta no era clara

No desde que descubrió la verdad sobre sus orígenes

Saber que era un kryptoniano, el último hombre de una raza extinta, había cambiado todo

Antes, su mayor preocupación era ser el mejor, convertirse en el héroe número uno, superar a todos, incluso a All Might

Pero ahora... todo era distinto

Kara...

El recuerdo de su última conversación con Kara Zor-El, cruzó su mente como un rayo

Ella le había hablado de su misión, de la necesidad de repoblar su especie

"Somos los últimos, Katsuki, el futuro de nuestra raza depende de nosotros" Sus palabras habían sido directas, pero también había algo más, una sombra de desesperación en su voz

En ese momento, Bakugou había rechazado la idea

No porque no la entendiera, sino porque lo asfixiaba

La idea de ser responsable de algo tan grande, de convertirse en algo más que un héroe, lo hacía sentir atrapado

Pero ahora, con las imágenes del mercado y las miradas de miedo grabadas en su memoria, se lo planteaba de nuevo

"¿Qué significa ser un héroe?"

Bakugou desaceleró cuando llegó a la orilla de un lago, sus pulmones quemaban por el esfuerzo y su corazón latía con fuerza descontrolada

El lago estaba tranquilo, sus aguas reflejaban el cielo gris y las montañas lejanas, un contraste con la tormenta de emociones que hervía dentro de él

Se agachó, hundiendo las manos en el agua fría y cristalina, limpiando la sangre de sus manos y rostro, la sangre que había salpicado durante la pelea

Mientras el agua fría recorría su piel, su mente seguía regresando a la imagen del niño que había salvado, su mirada aterrorizada

"¿Qué más puedo hacer?" Se preguntaba, había salvado vidas, había destruido a una criatura imparable, y aun así... ellos lo miraban como si fuera el verdadero monstruo

"Tal vez lo soy..."

La idea se deslizó por su mente como un veneno

La misma furia que siempre lo había impulsado ahora lo ahogaba, mezclada con confusión y miedo

Había sido poderoso, sí, pero el poder sin control lo había convertido en algo que la gente temí

Por un instante, sus pensamientos oscurecieron aún más

Imaginó a sus padres, los únicos seres que había permitido en su vida sin resistencia, aquellos que, a su manera dura y estricta, siempre lo habían apoyado

Pensó en su propia rabia, en lo que podría suceder si perdía el control... Si su poder, ese poder kryptoniano, se volviera contra ellos

Un destello de terror recorrió su columna vertebral. ¿Y si un día... él les hacía daño?

"No, no puedo..." Bakugou cerró los ojos con fuerza, sacudiendo la cabeza para alejar ese pensamiento

Jamás lo admitiría en voz alta, pero a pesar de su temperamento explosivo, a pesar de las peleas constantes con su madre, los quería

Más de lo que estaba dispuesto a aceptar

Finalmente, se dejó caer en la orilla del lago, observando las ondas que se extendían en el agua

"¿Qué significa ser un héroe?" No lo sabía. Y eso lo aterrorizaba más que cualquier enemigo.

[AL DIA SIGUIENTE]

El amanecio y veia como si su entorno estuviera gris, viendo los eventos con Diana, las Amazonas, y la masacre del Nomu seguían revoloteando como un enjambre de abejas, zumbando sin descanso, el viendo que era su ultimo dia de descanso, y al revisar su bolsa de mercado vio que las piezas que compro se habian destruido

—Maldita sea, este equipo no dura nada...— murmuraba entre dientes mientras caminaba hacia su armario y se vestía —Tendre que seguir buscando, necesito algo que absorba el impacto— 

Mientras salia de su habitación vio a Kaminari y Mineta discutiendo

—Ya te lo dije amigo, yo no tome tu soda— Decia Kaminari mientras Mineta buscaba en el refrigerador sin saber que fue Bakugou quien se lo tomo

—Y como es que una bebida desaparece asi como asi—

Bakugou solo los ignoro, ya no tenia ganas de nada, cuando salia de nuevo al mercado, usaba un gorro que tapaba su cara, este se adentro, mientras hiba entre los puestos

Las imágenes del día anterior seguían presentes

A cada paso, sentía las miradas, reales o imaginarias, de la gente

Cada sonido a su alrededor lo alertaba, aunque esta vez no había amenazas inmediatas, Tsuyu y su familia, las vidas que había salvado, todo se mezclaba en su mente

—Bakugou...— murmuró una voz detrás de él, Tsuyu Asui estaba allí, su expresión más seria de lo normal —¿Podemos hablar, kero?—

Bakugou gruñó, sin ganas de revivir los momentos del mercado, pero la sinceridad en los ojos de Tsuyu lo desarmó un poco

—¿Sobre qué?— Respondió, sus manos en los bolsillos, fingiendo desinterés

Tsuyu lo miró fijamente, sus ojos llenos de una preocupación genuina

—Sobre lo que pasó ayer... y sobre ti, Bakugou— dijo suavemente —Sé que... Tu no buscabas lastimar a nadie, y lo que te hicieron no fue justo... Pero, quiero que sepas que no tienes que estar solo... Al final, somos tus amigos, kero—

Esas palabras lo golpearon de una manera que no esperaba

"Amigos..." Bakugou había crecido rodeado de rivales, de gente que lo temía o lo admiraba, pero pocas veces se había permitido tener verdaderos amigos... Solo desde que llego a la UA

Miró a Tsuyu, sin saber qué decir

"¿Amigos...? Ojalá fuera tan fácil"

Bakugou seguía avanzando por las calles del mercado, su paso apresurado y su mente llena de pensamientos contradictorios

El sonido de sus botas resonaba entre los puestos abarrotados, pero una parte de él no podía sacarse de la cabeza el encuentro con la familia de Tsuyu

A pesar de haber salvado a su hermana menor, esa imagen de gratitud y temor mezclados lo incomodaba

No era algo nuevo para él, pero siempre dolía más de lo que estaba dispuesto a admitir

—¡Bakugou!— La voz de Tsuyu lo llamó desde atrás, deteniéndolo en seco

Bakugou gruñó por lo bajo antes de girarse. No tenía muchas ganas de lidiar con más charlas, pero sabía que no podía ignorarla después de lo que había pasado

—¿Qué quieres, Tsuyu?— Respondió con su habitual tono gruñón, aunque evitaba mirarla directamente

Tsuyu, con su habitual calma, caminó hasta él, sus pasos suaves y relajados como siempre

Detrás de ella, su familia seguía, incluyendo a sus hermanos menores, que no dejaban de mirarlo con una mezcla de asombro y curiosidad

—No es nada grave, kero— Dijo Tsuyu —Solo quería agradecerte otra vez por salvar a mi hermana, no sé qué habría hecho si no hubieras estado ahí—

Bakugou frunció el ceño, como siempre lo hacía cuando alguien le agradecía de más

—Ya te dije que no fue nada— Gruñó, cruzando los brazos —Solo hice lo que cualquier héroe haría—

Tsuyu inclinó ligeramente la cabeza, aceptando su respuesta sin discutir. Pero fue entonces cuando la hermana menor de Tsuyu, que no paraba de observar a Bakugou, se adelantó y habló, con los ojos brillantes

—¡Eres tan fuerte, Bakugou! ¡Quisiera tener un hermano mayor como tú!— Dijo con una voz emocionada

Bakugou parpadeó, claramente sorprendido por el comentario

No estaba acostumbrado a que los niños lo vieran de esa manera

Su primera reacción fue fruncir el ceño, incómodo por la situación

—¿De qué hablas, enana?— Soltó, con su tono típico, pero esta vez no tan áspero —Soy solo el compañero de tu hermana, no soy tu maldito hermano mayor ni nada por el estilo—

El hermano menor de Tsuyu, un niño algo tímido, también se acercó, mirando a Bakugou con los ojos abiertos de par en par

—Pero eres muy genial... Me gustaría que fueras nuestro hermano mayor también— Dijo en voz baja, con cierta timidez pero sincero

Bakugou sintió un leve calor en sus mejillas, pero lo escondió rápidamente detrás de un gruñido

—Tch ¿Y por qué demonios querrían algo así?—

—Porque eres fuerte y cuidas a los demás, kero— Respondió la hermana pequeña de Tsuyu con una sonrisa radiante —¡Justo como hoy!—

Tsuyu los miraba con una ligera sonrisa, sus labios apenas curvados, y Bakugou notó que no estaba interviniendo para detener a sus hermanos, lo que lo incomodaba aún más

Parecía que estaba disfrutando de verlo en esa situación

—Solo somos amigos, nada más— Interrumpió Tsuyu con su tono tranquilo, mirándolos tanto a él como a sus hermanos —Bakugou es muy bueno en lo que hace, pero solo eso—

—Exacto— Asintió Bakugou, aliviado de que Tsuyu aclarara las cosas, aunque una parte de él se preguntaba por qué sentía cierto alivio al escucharla decir "amigos"

Era una palabra que rara vez asociaba consigo mismo

La madre de Tsuyu, que hasta entonces había estado en silencio, observando la interacción con una sonrisa, finalmente habló

—Deberías quedarte con nosotros un rato más, Bakugou, parece que mis hijos te han tomado mucho cariño— sugirió en un tono amable

Bakugou abrió la boca para rechazar la oferta de inmediato, pero antes de que pudiera hablar, la hermana pequeña de Tsuyu se agarró a su brazo, mirando hacia arriba con ojos grandes y brillantes

—¡Por favor! ¡Ven con nosotros! ¡Podemos comer algo juntos!—

Bakugou miró a la niña, luego a Tsuyu, quien simplemente se encogió de hombros, como si la decisión fuera completamente de él

—Tch... Está bien, pero no me molesten mucho, ¿ok?— Gruñó, finalmente cediendo

No sabía por qué lo hacía, pero algo en la mirada de esos niños lo hacía imposible de ignorar

Así que, contra su propio juicio, Bakugou pasó el resto de la tarde junto a la familia de Tsuyu, al principio, le resultaba incómodo

Estaba fuera de lugar, como si no perteneciera allí

Las risas de los niños, las conversaciones despreocupadas y el ambiente relajado no eran algo con lo que estuviera familiarizado

Pero, poco a poco, empezó a relajarse, los hermanos de Tsuyu no paraban de hablarle, haciéndole preguntas sobre la escuela, sus habilidades y cómo era ser un héroe en entrenamiento

Para su sorpresa, Bakugou se encontró respondiendo algunas de sus preguntas, aunque de forma brusca y con la habitual arrogancia

—Sí, soy el mejor de la clase. Nadie me supera en combate y claro que soy más fuerte que todos esos otros idiotas— Dijo con una mezcla de orgullo y despreocupación

A pesar de su tono, los hermanos de Tsuyu no dejaban de sonreír y mirarlo con admiración

Durante la comida, Bakugou apenas participaba en la conversación principal, pero escuchaba con atención las historias y anécdotas que contaban los demás

Notaba la calidez en la familia de Tsuyu, una unidad que le era extraña, pero que en cierto modo, no le resultaba desagradable

En un momento, mientras comían un helado juntos, la hermana pequeña de Tsuyu lo miró con ojos brillantes y sonrió, mientras tenia al hermano de Tsuyu sobre sus hombros

—Deberías venir más seguido ¡Es divertido tenerte aquí!—

Bakugou no supo qué responder

Se limitó a hacer un sonido ininteligible y mirar hacia otro lado, sintiendo una extraña mezcla de incomodidad y, aunque nunca lo admitiría, cierto confort

Tsuyu lo miró de reojo y, por un breve segundo, le dedicó una sonrisa más cálida de lo habitual, como si entendiera exactamente lo que él sentía

—Gracias por quedarte con nosotros, Bakugou— Dijo Tsuyu en voz baja, casi lo suficientemente baja como para que solo él lo escuchara

—Tch, lo hice porque insistieron— Respondió él, aunque algo en su tono delataba que tal vez, solo tal vez, no lo había pasado tan mal como esperaba

El resto del día pasó rápido

Entre los juegos, las risas y las interminables preguntas de los hermanos menores de Tsuyu, Bakugou se encontró sorprendentemente relajado

Había empezado el día con frustración y rabia, pero ahora, sentado en un parque con una familia que lo había aceptado sin reservas, sentía algo distinto

No era paz, pero se acercaba bastante

Cuando finalmente llegó el momento de despedirse, Bakugou se levantó bruscamente, con las manos en los bolsillos

—Nos vemos en la escuela, Tsuyu— Dijo con su tono habitual, como si nada de esto hubiera sucedido

Tsuyu asintió, y antes de que él pudiera alejarse, la hermana menor de Tsuyu corrió hacia él y le dio un rápido abrazo

—¡Gracias por salvarme, Bakugou!—

Bakugou se congeló por un segundo, pero luego, sin decir nada, simplemente asintió y se alejó, un gruñido escapando de sus labios, camino por las calles

Esto fue hasta que anocheció, mientras el sonido de sus botas resonaban contra el pavimento mojado... 

El día con la familia de Tsuyu había sido extraño, completamente ajeno a lo que él estaba acostumbrado

Aunque no lo admitiera en voz alta, la calidez y el ambiente familiar habían dejado una marca en él, una sensación de algo que no lograba identificar del todo

—Tch... ¿Qué demonios me pasa?— Murmuró para sí mismo, apretando los puños mientras seguía avanzando

Los recuerdos del día no paraban de inundar su mente

La sonrisa de los hermanos de Tsuyu, la manera en que lo miraban como si fuera alguien digno de admiración. Y Tsuyu, siempre tranquila, siempre en control

Algo en todo eso lo incomodaba profundamente

Él no era alguien que se sentía cómodo en esos entornos, pero... por algún motivo, no había sido tan terrible

De repente, sintió una chispa de frustración encenderse en su interior

Esa familiar sensación de enojo, de necesidad de demostrar algo, lo impulsó a detenerse en seco

Miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie cerca, y de pronto, canalizó su poder

Concentrado en los pies, tratando de elevarse, mientras sentia como lentamente ascendia y se mantenia a flote por unos segundos antes de que la estabilidad se rompiera y cayera torpemente al suelo

—¡Maldita sea!— gruñó, golpeando el suelo con frustración

Se quedó allí unos segundos, mirando el asfalto bajo sus pies, respirando con pesadez

Todo este tiempo, todo este entrenamiento, y todavía sentía que no podía controlar del todo lo que llevaba dentro

Pero algo más lo inquietaba; esa necesidad que tenía de ser visto como un héroe, como alguien digno de admiración

¿Era eso lo que realmente deseaba?

Se levantó lentamente, sin decir nada más, y comenzó a caminar nuevamente

Pero entonces, algo llamó su atención

A sus pies, en un charco de agua estancada, su reflejo parpadeaba bajo la luz de una farola, Bakugou se detuvo y, por algún motivo, se quedó observando su propio rostro

Por un instante, el reflejo parecía distorsionarse, mostrando dos versiones de él mismo

Una, el Bakugou que había conocido a lo largo de su vida, lleno de ira y ambición

Ese lado salvaje, que no quería contenerse, que ansiaba la victoria a cualquier costo

El lado que disfrutaba del poder y no tenía miedo de herir, de destruir, si eso significaba que ganaría

El reflejo parecía sonreírle con una ferocidad aterradora

Pero el otro reflejo era diferente

Ese Bakugou tenía una expresión más serena, casi vulnerable

Era el héroe que quería ser admirado por los demás, por sus compañeros, por las personas comunes

El que quería ser más que solo un símbolo de fuerza bruta

Quería ser aceptado, querido, tal como había sentido hoy con la familia de Tsuyu

Bakugou cerró los ojos, molesto con esos pensamientos, y cuando los abrió, ambos reflejos seguían allí, mirándolo

Recordó las palabras de All Might, pronunciadas con firmeza y seriedad

—Un héroe no solo necesita fuerza, también debe tener un código moral, Bakugou, si quieres ser el mejor, tienes que entender esto, no matamos, no importa cuán fuerte seas, nunca debes cruzar esa línea—

El recuerdo lo hizo fruncir el ceño. Había intentado seguir esas palabras, pero entonces su mente lo llevó de regreso a ese momento oscuro, cuando enfrentó a Doomsday

La batalla había sido brutal

En ese instante, Bakugou había dado todo lo que tenía, pero no había sido suficiente

Había cruzado esa línea que All Might había mencionado, y el resultado lo atormentaba

Había matado

No lo había hecho con intención, pero sabía que lo había hecho

El recuerdo de romperse los dos brazos en el ataque final contra Doomsday aún lo hacía estremecerse

Había sentido cómo su cuerpo se desgarraba, el dolor insoportable atravesando cada centímetro de él

Pero más que el dolor físico, lo que realmente lo consumía era esa sensación de haber fallado

No solo como héroe, sino como alguien que buscaba ese equilibrio, esa línea que All Might había trazado para él

Bakugou apretó los dientes, mirando nuevamente su reflejo dividido en el charco

¿Quién era realmente? ¿A dónde pertenecía? El lado feroz que no quería contenerse, o el lado que quería ser un héroe querido por los demás

Las dudas lo acosaban

Finalmente, apartó la mirada del charco y continuó caminando

Había una tensión en su pecho, una batalla interna que no sabía cómo ganar, no sabía si pertenecía a ese mundo de héroes que salvaban vidas sin cruzar la línea, o si su verdadera naturaleza lo empujaba a ser algo más oscuro, más peligroso

Al llegar a los terrenos de la U.A., la calma de la noche apenas se rompía con el viento suave que movía las hojas de los árboles, Bakugou se detuvo frente a la entrada, mirando el edificio que representaba tanto para él. Había aprendido mucho en ese lugar, pero aún no tenía todas las respuestas

De repente, el sonido de su celular lo sacó de sus pensamientos

El tono resonó fuerte en el silencio de la noche, y Bakugou frunció el ceño mientras sacaba el teléfono de su bolsillo

—¿Quién demonios es ahora?— Murmuró, antes de que le colgaran

Esto lo confundio, hasta que vio el numero de quien le mando el mensaje

"Mamá"

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¿COMO ESTUVO EL CAPITULO?

¿BUENO O MALO?

¿ENTRETENIDO O ABURRIDO?

¿BUENA TRAMA O MUY FORZADA?

El proximo capitulo tendra el soundtrack de Homelander con violín... Ya es hora de que esta historia le haga honor a su titulo

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