Capitulo 28: Encuentros cercanos
[CASA DE LA FAMILIA YAOYOROZU]
La mansión de Momo era, como siempre, imponente y elegante
Al llegar, Bakugou no pudo evitar resoplar al ver el tamaño de la propiedad, aunque era la primera vez que lo veia, Momo lo guió hacia el interior, donde Kara los esperaba en una amplia sala con grandes ventanales que dejaban entrar la luz del sol
Bakugou asintió de manera brusca, sin mucha ceremonia —Igual, supongo— Respondió, cruzando los brazos
Kara miró a Momo, quien se quedó un poco más atrás, observando a ambos con una sensación extraña en el estómago. No estaba segura de qué esperar de esa conversación, pero había algo en la forma en que Kara miraba a Bakugou que la ponía... nerviosa. Algo que antes no había sentido.
—Bakugou, Momo me ha dicho que tus habilidades kryptonianas han seguido desarrollándose, tambien sobre todo que tienes mas autocontrol— comenzó Kara, su tono calmado y sereno, como siempre —¿Cómo te sientes con eso?—
—¿Cómo me siento?— Bakugou rió sarcásticamente —Gracias por el cinturon que le diste a tu hermana, me golpearon brutalmente el heroe numero 1 porque penso que me estaba haciendo el debilucho— Al decir Kara se rio ligeramente
—Lo siento, es que con lo explosivo que eres, decidí esconder en la ropa de mi hermana un fragmento pequeño de Kryptonita, pero ya lo quite—
Bakugou solo suspiro con molestia —Como sea, por cierto, intente hacer lo mismo que tu hiciste contra Doomsday, pero por ahora solo me he mantenido en el aire flotando—
Kara asintió, sin perder la compostura —Es comprensible, pero hay mucho que deberías saber sobre nuestro origen, sobre Krypton... y sobre los planes que tenía mi pueblo—
Momo se tensó al escuchar esas palabras, sabía adónde quería llegar su hermana, y la incomodidad creció dentro de ella
—Krypton era un lugar increíble, pero también estaba condenado desde hace mucho tiempo— Kara miró directamente a Bakugou —Nuestra especie fue destruida, por haber sobre explotado todos nuestros recursos naturales, eso es todo lo que yo se, recuerdo como lo vi..— Ella hizo una pausa significativa mientras recordaba como su nave se alejaba y miraba como sus padres morian por la explosion del planeta —Somos los últimos de nuestra especie—
Bakugou, aunque molesto, la escuchaba en silencio, sabiendo que había algo más en esa conversación
—Ya te dije lo que pensaba de tu plan la última vez— Respondió Bakugou, con los ojos entrecerrados —No me interesa repoblar nada, no voy a convertirme en algún tipo de... salvador de Krypton—
Kara suspiró, pero no parecía sorprendida por la respuesta —Entiendo tu resistencia, Bakugou, pero nuestra especie... nuestra raza... es algo único, no puedes ignorar lo que somos, es nuestro deber preservar lo que queda de Krypton, de su legado—
Momo, que había estado en silencio hasta ese momento, sintió una punzada de incomodidad que no pudo ignorar
Antes, había apoyado a Kara en su insistencia de que Bakugou y ella podrían ser la clave para repoblar Krypton, pero ahora, algo dentro de ella había cambiado
Ver la forma en que Kara hablaba con Bakugou, la manera en que le recordaba que ambos compartían un destino especial, la hizo sentir un tipo de celos que nunca había experimentado
—Kara— Intervino Momo, tratando de mantener su tono firme pero sin mostrar la incomodidad que sentía —Creo que Bakugou ya ha dejado claro lo que piensa al respecto—
Kara la miró, algo sorprendida por la interrupción, pero asintió lentamente —Lo sé, Momo, pero no se trata solo de lo que Bakugou quiera, se trata de lo que es mejor para ambos, para nuestra especie—
Momo apretó los labios, sintiendo cómo una extraña mezcla de ira y celos la invadía. Nunca antes se había sentido así
¿Por qué le importaba tanto? ¿Por qué la idea de Kara y Bakugou juntos, aunque fuera por una razón tan lógica y práctica como repoblar Krypton, la hacía sentir tan... desplazada?
—No es solo cuestión de deber— Añadió Bakugou, interrumpiendo sus pensamientos —Si crees que voy a...— Hizo una pausa, sintiéndose incómodo con la dirección de la conversación —No soy tu maldita herramienta para salvar Krypton, ya te lo dije, si eso es lo único que tienes que decir, entonces esta conversación terminó—
Kara lo miró con seriedad, pero sin perder su compostura —Solo quiero que pienses en ello, Bakugou, el futuro de nuestra especie está en nuestras manos, y tú eres una parte importante de ese futuro, pero entiendo que necesites tiempo—
El silencio llenó la habitación, Momo se sintió aliviada cuando Bakugou, claramente irritado, se levantó y se giró hacia la puerta
—Tch, ya te dije lo que pienso— Caminó hacia la salida, pero antes de irse, miró a Momo, su ceño fruncido como siempre —Nos vemos en la U.A., Yaoyorozu—
Momo asintió, observando cómo se marchaba, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. Kara la miró, notando el cambio en la actitud de su hermana
—Momo... ¿estás bien?— Preguntó Kara, preocupada
Momo tragó saliva, intentando sonreír —Sí... estoy bien—
Después de lo que ocurrió en la casa de los Yaoyorozu, Bakugou no pudo dejar de pensar en todo lo que había aprendido sobre sí mismo
Ahora sabía exactamente de dónde venía, quién era y cuál era su verdadero origen, algo que sus padres le habían mencionado de manera vaga cuando era niño, pero que nunca había logrado entender del todo
Decidió que ya era hora de hablar con ellos, de contarles lo que sabía y de aclarar cualquier duda que quedara sobre su pasado
El viaje hacia su hogar fue silencioso
Mientras caminaba, Bakugou pensaba en cómo enfocar la conversación
No era fácil para él abrirse, ni siquiera con sus propios padres, pero sentía que les debía una explicación
Al llegar, vio la casa familiar, más pequeña y modesta en comparación con la mansión de Momo, pero reconfortante, llena de recuerdos, abrió la puerta sin ceremonias, como siempre lo hacía, y escuchó las voces familiares de su madre, Mitsuki, y su padre, Masaru, conversando en la sala de estar
—¡Katsuki!— Exclamó Mitsuki al verlo entrar —¿Qué te trae por aquí? ¿Te peleaste con algún profesor o qué?— Bromeó, aunque con ese tono firme que siempre usaba con él
Bakugou soltó un resoplido —Tch, nada de eso, vieja— Respondió, dejándose caer en el sofá —Solo necesitaba hablar con alguien...—
Masaru, quien estaba sentado en una silla leyendo el periódico, bajó el diario y lo miró con curiosidad —¿Todo bien, hijo? No sueles venir así, sin avisar—
Bakugou se cruzó de brazos, mirando a sus padres con una expresión seria, algo inusual en él, Mitsuki se acercó, sentándose en el brazo del sofá, mirándolo con una ceja levantada
—¿Qué pasa, Katsuki?— Preguntó, aunque su tono estaba más suave de lo normal, quizás percibiendo que esta vez era algo importante
Bakugou inspiró profundamente, sintiendo que era ahora o nunca —Es sobre... de dónde vengo, sobre lo que ustedes me dijeron cuando era un crío, eso de que soy "de las estrellas"—
Mitsuki y Masaru intercambiaron una mirada
Era cierto que habían mencionado algo vago sobre su origen cuando era pequeño, pero en su momento, ni ellos sabían exactamente qué significaba
Solo sabían que su hijo no era como los demás, y con el tiempo, se dieron cuenta de que sus habilidades sobrehumanas no eran solo parte de un don natural, aun así lo querían como su propio hijo
—Sí, te lo dijimos— Admitió Masaru, con una voz tranquila —Pero nunca supimos los detalles. Solo que... no naciste aquí—
Mitsuki asintió —Nunca te escondimos nada, Katsuki, pero tampoco sabíamos mucho, queríamos que fueras feliz, sin que eso te agobiara—
Bakugou frunció el ceño, recordando cómo de niño solía preguntar por qué era diferente, pero nunca insistió mucho, ahora, todo empezaba a encajar —Bueno, ya sé de dónde vengo— dijo, soltando las palabras de golpe
Ambos lo miraron con sorpresa y atención, Mitsuki fue la primera en hablar —¿Cómo que ya lo sabes? ¿De dónde entonces?—
Bakugou, por primera vez, titubeó un poco. Pero finalmente, habló con claridad —Soy de un planeta llamado Krypton, era un lugar donde vivía una raza de seres con habilidades sobrehumanas, ese planeta... fue destruido. Yo soy uno de los pocos que sobrevivieron—
Hubo un silencio, Mitsuki y Masaru se quedaron mirándolo, procesando lo que acababa de decir
Era mucha información de golpe, pero Bakugou sabía que tenía que continuar
—Hace poco conocí a Kara Zor-El, ella también es de Krypton, igual que yo— Bakugou hizo una pausa, observando las reacciones de sus padres —Somos... los últimos de nuestra especie, no queda nadie más—
Mitsuki lo miró con los ojos bien abiertos, mientras Masaru asimilaba la información con una expresión más contenida
Ninguno de los dos dijo nada por unos momentos, hasta que Mitsuki finalmente habló
—Katsuki...— Su voz sonaba suave, casi incrédula —¿Quieres decir que... hay otros como tú? Bueno, al menos otra persona...—
—Sí, ella es como yo— Respondió Bakugou —Y... hay algo más. Kara tiene un plan, uno que me mencionó hace tiempo, quiere que los dos repoblemos Krypton, que nosotros... mantengamos viva nuestra especie—
Mitsuki abrió mucho los ojos al escuchar eso, se levantó rápidamente y se plantó frente a él, sus ojos brillando con una mezcla de sorpresa y angustia —¿Repoblar Krypton? ¿Qué significa eso exactamente?—
Masaru, aunque siempre más calmado, también se inclinó hacia adelante, preocupado —¿Quieres decir que... te vas a ir? ¿Que te unirás a ese plan?—
Bakugou resopló, casi ofendido por la sugerencia —¡Tch! No me voy a ninguna parte— Dijo con firmeza —Kara puede tener sus planes, pero yo ya le dejé claro que no voy a hacer nada de eso, no voy a repoblar ninguna especie ni seguir un destino que no elegí—
Mitsuki pareció aliviada, pero aún estaba tensa —¿Entonces qué significa esto, Katsuki? ¿Qué piensas hacer?—
Bakugou los miró a ambos, sus padres, las personas que lo habían criado y cuidado durante toda su vida, incluso cuando no sabían exactamente de dónde venía
Sentía la necesidad de dejarles en claro lo que realmente importaba
—Escuchen— comenzó, su voz un poco más baja —Ustedes son mi familia, ustedes me criaron, me enseñaron todo lo que sé, y no importa de qué planeta vengo o qué poderes tengo, yo soy su hijo, y eso no va a cambiar—
Masaru sonrió, claramente aliviado, mientras Mitsuki lo miraba con los ojos brillantes, intentando mantener su compostura habitual, pero era obvio que sus palabras la habían conmovido
—Tsk, claro que no vas a ninguna parte— Dijo Mitsuki, con ese tono brusco que usaba para esconder sus emociones —¡Eres nuestro hijo, y si piensas que alguna chica del espacio va a venir y llevarte, entonces tiene otra cosa que pensar!—
Masaru soltó una pequeña risa, mirando a su esposa con cariño —Estamos muy orgullosos de ti, Katsuki, siempre lo hemos estado, y ahora que sabemos más sobre tu origen, eso no cambia nada, eres nuestro hijo, y siempre lo serás—
Bakugou, aunque intentaba mantener su semblante endurecido, no pudo evitar sentirse cálido por dentro al escuchar esas palabras
Sabía que ellos lo apoyarían sin importar qué
—Gracias— Murmuró, apenas audiblemente, pero lo suficientemente claro para que ambos lo escucharan
Mitsuki, aprovechando el momento de vulnerabilidad, lo abrazó repentinamente, envolviéndolo con sus brazos con fuerza —¡Ah, maldito mocoso!— Exclamó, con una sonrisa burlona mientras lo apretaba contra ella —¡Siempre haciéndome preocupar!—
—¡Vieja, suéltame!— Se quejó Bakugou, aunque no hizo ningún intento real por apartarla, su madre soltó una carcajada, disfrutando del momento
Masaru, desde su silla, los observó con una sonrisa tranquila —Sabemos que siempre tendrás desafíos, Katsuki, y que tu camino no será fácil, pero nos alegra que confíes en nosotros para compartir todo esto, significa mucho—
Bakugou finalmente logró soltarse del abrazo de su madre, quien le revolvió el cabello de manera juguetona, lo cual solo lo irritó más
—Tch, no se pongan sentimentales ahora— Dijo, tratando de recuperar su usual tono brusco —Solo quería que supieran la verdad, pero no se preocupen, no voy a cambiar ni a irme a ningún lado—
Mitsuki lo miró con una sonrisa orgullosa y con un toque de picardía en los ojos —Bueno, entonces más te vale seguir esforzándote en la U.A. ¡No quiero que mi hijo sea menos que el héroe número uno!—
—¡Tch, como si tuviera que recordármelo!— Resopló Bakugou, aunque en su interior se sentía reconfortado
Pasaron el resto de la tarde juntos, charlando y riendo, como una familia normal
A pesar de todo lo que había descubierto sobre su pasado, Bakugou sabía con certeza que su verdadero hogar siempre estaría aquí, con ellos
Después de haber pasado un rato en casa con sus padres, Bakugou decidió salir a despejarse
Todavía tenía en la cabeza la charla con Kara y sus padres, y aunque lo ocultaba bien, ese tipo de conversaciones siempre le dejaban una sensación extraña
Al salir por la puerta principal, se encontró con su vecino, quien estaba afuera arreglando el jardín de su casa con una camisa sencilla y unos pantalones casuales, levantó la vista y sonrió de manera cortés al ver a Bakugou
—¡Ah, Katsuki! ¿Cómo te va?— saludó, alzando la mano, a pesar de su aspecto relajado, había algo en la forma en que hablaba que siempre transmitía una especie de autoridad
Bakugou, como siempre, frunció el ceño, aunque no era raro en él —Tch, ¿Tú qué crees, viejo Lex? Solo necesitaba un poco de aire señor Luthor— respondió sin detenerse, pero algo en su tono mostraba que no le molestaba realmente el saludo de su vecino
Lex sonrió ante la actitud de Bakugou, sin tomarse a mal su brusquedad, algo que ya era costumbre entre ellos —Es bueno salir un poco de casa de vez en cuando— comentó, levantándose del suelo tras terminar con una planta —La vida es mucho más tranquila cuando uno lo elige—
Bakugou lo miró de reojo, con una ceja levantada —Siempre haces esos comentarios raros ¿A qué te refieres?—
Luthor se sacudió las manos y miró el horizonte, como si estuviera reflexionando antes de responder —Lo que quiero decir, Katsuki, es que a veces uno tiene la opción de llevar una vida más simple, yo, por ejemplo— comenzó, haciendo una pausa dramática —Podría estar dirigiendo grandes empresas y asistiendo a reuniones internacionales, tomando decisiones importantes cada día—
Bakugou lo miró con incredulidad, y Lex soltó una ligera carcajada ante su reacción
—Es cierto, soy multimillonario— continuó Lex con un tono casual, como si estuviera hablando de algo tan simple como qué cenaría esa noche —Pero elegí dejar ese mundo atrás, ahora prefiero pasar el tiempo con mi esposa y mi hija, disfrutar de las pequeñas cosas, como cuidar este jardín— dijo señalando las flores que acababa de arreglar
Bakugou lo observó con desconfianza, cruzándose de brazos —¿Multimillonario? ¿Y qué haces aquí, en este barrio normal?— Preguntó, obviamente escéptico —Eso no tiene sentido—
Lex se rió ligeramente y se encogió de hombros —Ah, a veces la gente se pierde en las cosas materiales, en el poder... Yo elegí algo distinto, mi familia me hace más feliz que todo el dinero del mundo y, bueno, en este barrio, la vida es más tranquila, menos atención, menos presiones, aquí puedo ser un simple padre de familia, y eso es todo lo que necesito ahora—
Bakugou lo observó en silencio, su mente procesando lo que acababa de escuchar
No era fácil para él imaginar renunciar al poder o a la ambición, pero algo en las palabras de Lex parecía genuino, aunque extraño
—Hmph, haz lo que quieras, viejo— resopló finalmente —Pero me parece una locura dejar todo eso por... por plantar flores— murmuró, mirando de reojo las plantas bien cuidadas
Lex sonrió, esta vez de manera más cálida —Bueno, cada uno elige su propio camino, ¿verdad? Tú también tendrás que hacer lo mismo algún día y créeme, cuando llegue ese momento, sabrás qué es lo que realmente importa—
Bakugou se quedó pensativo por un instante, pero luego simplemente asintió, incómodo con la idea de pensar en el futuro —Tch, lo que sea— dijo mientras se alejaba, aunque por primera vez, las palabras de su vecino se le quedaron en la cabeza un poco más de lo usual
Mientras caminaba, dejó escapar un leve suspiro, sabiendo que, aunque no quería admitirlo, quizás había algo de verdad en lo que decía Luthor... Solo que era probable que sea una vida a la cual el no pueda acceder
Cuando Bakugou caminaba por la calle, perdido en sus pensamientos, un sonido captó su atención
Gracias a sus habilidades como kryptoniano, podía escuchar mucho más allá de lo que cualquier persona normal percibiría
Eran las bocinas de autos de policía, y algo más... un murmullo de voces alarmadas, el ruido del agua salpicando y, lo más inquietante, el olor metálico y agrio de la sangre
Su ceño se frunció de inmediato, el instinto de héroe que había desarrollado en la U.A. se activó
Sin pensarlo dos veces, giró en dirección al olor y al ruido, sus sentidos lo guiaban como un radar. No tardó en identificar la fuente: venía del puerto, del agua
—Tch, ¿Qué demonios está pasando ahora?— gruñó entre dientes mientras comenzaba a correr a toda velocidad
En cuestión de segundos, la escena frente a él cambió
Vio las luces parpadeantes de las patrullas de la policía a lo lejos, el caos reinaba en el muelle
Los oficiales, claramente en pánico, retrocedían en desorden, algunos intentando escapar en sus autos mientras otros gritaban órdenes al aire, sin saber cómo contener lo que estaba ocurriendo
Al llegar al borde del muelle, Bakugou se detuvo un segundo para observar con detalle
Lo que vio hizo que sus ojos se entrecerraran, y sus músculos se tensaran de inmediato
Una escena de pura carnicería
Varios marineros yacían tendidos en el suelo, sus cuerpos destrozados, la sangre empapando la madera del muelle y mezclándose con el agua salada que golpeaba contra las vigas
Las manchas rojas brillaban bajo las luces intermitentes de las sirenas, y el aire estaba saturado del olor a hierro y muerte
La policía, claramente sobrepasada, intentaba desesperadamente mantener una línea de defensa, pero algo en el agua, algo invisible para Bakugou en ese momento, los hacía retroceder
Algunos oficiales ya habían caído, y los que quedaban seguían retrocediendo con el miedo grabado en sus rostros
—Maldición...— murmuró Bakugou, cubriéndose rápidamente el rostro con una bufanda improvisada que sacó de su mochila, sabiendo que la discreción sería crucial en este momento
Aunque no le importaba mostrarse, no quería atraer más atención de la necesaria, especialmente en una escena tan caótica
Se acercó con cautela al borde del muelle, preparado para lo que fuera que tuviera que enfrentar
Pero antes de que pudiera dar un paso más, algo oscuro y rápido cruzó el cielo por encima de él
De repente, una lluvia de flechas cayó sobre él y los policías que intentaban escapar, Bakugou alzó la vista justo a tiempo para ver cómo las flechas negras y afiladas descendían como una tormenta mortal
Pero cuando las primeras flechas alcanzaron su piel, simplemente se rompieron al contacto, cayendo al suelo como astillas inútiles
—¿Qué demonios...?— Masculló Bakugou, mirando las flechas destrozadas a sus pies, las demás continuaron cayendo alrededor de él, rompiéndose una tras otra contra su dura piel
Los policías, por otro lado, no corrieron con la misma suerte
Las flechas los alcanzaron, perforando sus chalecos y derribando a algunos
Los gritos de dolor llenaron el aire, y el caos solo aumentaba
Bakugou se irguió, sus ojos ardían con ira mientras miraba hacia el agua
Algo se movía bajo la superficie, una sombra oscura que no podía identificar y desde algún lugar más allá, detrás de los contenedores del muelle, las flechas continuaban lloviendo
—Tch, ¿creen que pueden contra mí con esto?— Gruñó, apretando los puños
Sin perder más tiempo, Bakugou cargó hacia adelante, su cuerpo se convirtió en una ráfaga de velocidad
Saltó entre los contenedores y la maquinaria del puerto, acercándose rápidamente al origen de las flechas
El sonido del agua salpicando y el retumbar de algo enorme moviéndose bajo la superficie del océano lo seguía de cerca
Lo que sea que estuviera causando esta masacre no estaba solo, y Bakugou estaba decidido a enfrentarlo, sin importar qué o quién fuera
Bakugou avanzaba a toda velocidad entre los contenedores, saltando y zigzagueando por el muelle mientras las flechas seguían cayendo
Su mirada aguda captó el movimiento de las sombras detrás de los grandes bloques metálicos
Estaba claro que no eran simples criminales ni matones, había precisión en la manera en que atacaban, pero eso no le importaba
Él estaba listo para enfrentarse a cualquier cosa, ya había lidiado con oponentes formidables antes
Al dar un último salto y caer justo frente al origen de las flechas, finalmente las vio
Un grupo de mujeres con armaduras brillantes, casi mitológicas, empuñando arcos y espadas
Parecían sacadas de una historia de fantasía, pero Bakugou no tenía tiempo para sorprenderse
Eran poderosas
—¿Quiénes demonios son ustedes?— Gritó, mientras su usual rabia burbujeaba —¡No importa! ¡Voy a aplastarlas a todas!—
De inmediato, varias de ellas saltaron hacia él con una agilidad increíble, empuñando espadas que brillaban a la luz de las estrellas y las luces del puerto
Al unísono, cargaron contra él, con movimientos entrenados y mortales
Bakugou bloqueó el primer ataque con un simple movimiento de su brazo
La espada de una de ellas se rompió al contacto con su piel kryptoniana, haciéndose añicos
La mujer dio un salto hacia atrás, claramente sorprendida, pero sin vacilar
—¡Tch! ¿Eso es todo lo que tienen?— Se burló Bakugou, esquivando un ataque de otra amazona que venía desde el lado derecho
El grupo se reorganizó rápidamente y atacó en masa, pero Bakugou no se inmutó
Golpeó con sus puños, derribando a las mujeres con la fuerza de un tren de carga
A pesar de que sus cuerpos eran increíblemente resistentes y estaban imbuidos de una fuerza casi sobrehumana, no lograban causarle daño real
Cada ataque que lanzaban, ya fuera con espadas, lanzas o sus propias manos, se estrellaba contra su piel sin dejar rastro
No importaba cuán colosal fuera su fuerza, no podían atravesar la invulnerabilidad de Bakugou
Con un rugido de furia, Bakugou derribó a la última amazona que quedaba en pie
Su cuerpo chocó contra un contenedor metálico, dejándola inconsciente
Por un momento, pensó que había terminado con todas
—¡No tienen oportunidad contra mí, malditas locas!— Gritó con arrogancia mientras caminaba hacia las amazonas caídas
De pronto, algo brilló en el aire
Antes de que pudiera reaccionar, una cuerda dorada lo rodeó por completo, apretándose con fuerza alrededor de su torso y brazos, Bakugou trató de zafarse, pero la cuerda no se rompía, era diferente de cualquier cosa que hubiera enfrentado antes
El lazo dorado brillaba con una luz cálida, pero su agarre era firme y resistente
—¿Qué es esto?— Gruñó Bakugou, intentando liberarse —¡Tch, no pueden detenerme con una maldita cuerda!—
Luchó, pero el lazo no cedía
Era como si estuviera hecho de una fuerza superior. Mientras seguía forcejeando, escuchó unos pasos firmes acercándose. De entre las sombras del muelle, una mujer emergió, con una presencia imponente
Llevaba una armadura brillante, aún más detallada que la de las otras Amazonas, y una tiara dorada en su cabeza
En una mano sostenía el otro extremo del lazo, mientras en la otra portaba una espada brillante que parecía capaz de cortar cualquier cosa... salvo, tal vez, la piel de Bakugou
—Te advierto— Dijo la mujer con una voz firme pero serena —El Lazo de la Verdad no puede ser roto, no luches contra él—
—¡Tch!— Bakugou forcejeó aún más fuerte —¡No me importa tu maldita cuerda ni quién seas!—
Pero, por más que lo intentara, no podía romper el lazo
Sentía una extraña presión que lo rodeaba, casi como si estuviera obligado a hablar la verdad cada vez que pensaba en algo
Sin embargo, antes de que pudiera procesar lo que estaba ocurriendo, la mujer no esperó a que dejara de resistirse
Con una velocidad y destreza sobrehumanas, la mujer amazona atacó, empuñando su espada con una fuerza formidable
El primer golpe cayó sobre su hombro, y para su sorpresa, aunque la espada no atravesó su piel, sí logró arañarlo, dejando una pequeña pero visible marca
—¿Qué...?— Bakugou se tambaleó ligeramente, sorprendido, solo Doomsday lo habia golpeado y lastimado, y no había Kriptonita cerca que lo debilitara
La amazona siguió atacando, con precisión y furia. Cada golpe era calculado, dirigido a puntos clave, intentando desgastarlo
La espada lograba hacer pequeños cortes, nada profundo, pero suficientes para irritar a Bakugou
—¡Maldita sea!— gruñó, encendiendo sus explosiones con aún más fuerza —¡No voy a dejar que me derrotes, ni a ti ni a tus amigas con espadas rotas!—
La mujer no se detuvo
Sus ataques eran continuos, moviéndose con la gracia de una guerrera entrenada
Aunque no podía penetrar por completo su piel, cada corte aumentaba la frustración de Bakugou
Finalmente, con un rugido furioso, lanzó una explosión masiva desde sus manos, derribando a la amazona hacia atrás, liberándose del lazo por la pura fuerza de su impulso
La guerrera cayó al suelo, rodando, pero se levantó de inmediato, su mirada feroz y decidida
Bakugou jadeaba, sintiendo el dolor leve pero inusual de los cortes
Esta mujer era diferente a las demás, más fuerte, más rápida... y claramente mucho más peligrosa
—¿Quién diablos eres?— Exigió, su tono lleno de frustración y curiosidad —¿Qué clase de espada tienes que puede hacerme daño? Tiene Kryptonita?—
La mujer levantó su espada y la apuntó hacia él, con una expresión determinada en su rostro
—Soy Diana de Themyscira, hija de Hipólita, y no permitiré que nadie dañe a mis hermanas—
Bakugou observó a la mujer que acababa de presentarse como Diana de Themyscira con una mezcla de irritación y desprecio
No le importaba su título, su linaje o su causa
Lo único que le importaba era que ella se había atrevido a desafiarlo, y eso lo enfurecía aún más
—¿Hija de qué?— Soltó Bakugou con una carcajada burlona —¡Me importa un carajo quién seas o de dónde vengas, princesa! ¡Solo eres otra idiota que va a caer ante mí!—
Sin más preámbulos, Bakugou inhaló profundamente, sus ojos brillando con rabia. En un instante, exhaló con una fuerza devastadora
De su boca salió un torrente de aire helado, congelando todo a su paso, Diana no tuvo tiempo de reaccionar completamente cuando el aliento helado la envolvió, cubriéndola con una capa de hielo que rápidamente se formó a su alrededor, haciendo que soltara el lazo dorado que lo había apresado
Los ojos de Diana se agrandaron por la sorpresa
Jamás había esperado un ataque así
Mientras el hielo comenzaba a cubrir sus extremidades, sintió el frío mordaz, algo completamente inesperado de un adversario con habilidades físicas tan colosales
—¿Qué clase de poder es este...?— Murmuró, impresionada, mientras luchaba por liberarse de la capa de hielo que empezaba a agrietarse por la fuerza de su musculatura amazona
Bakugou, con una sonrisa arrogante, avanzó hacia ella, sacudiéndose los restos del lazo que aún quedaban en su cuerpo
—¡Te lo dije, princesa! ¡Nadie me gana!— Gritó mientras se preparaba para lanzar otro ataque
Diana, sin embargo, no estaba dispuesta a quedarse atrás
Con un rápido movimiento, rompió el hielo que la aprisionaba, los pedazos volando en todas direcciones mientras liberaba su cuerpo completamente, Bakugou vio esto y su sonrisa se desvaneció un poco, dándose cuenta de que no se enfrentaba a una oponente cualquiera
—Tienes poder, chico— Dijo Diana con una mirada concentrada —Pero te falta control, te falta experiencia—
Antes de que Bakugou pudiera responder, ella se lanzó hacia él con una velocidad y precisión increíbles
Su puño se estrelló contra el rostro de Bakugou, haciéndolo retroceder un par de pasos
Era raro que alguien pudiera hacer que sintiera un golpe como ese
—¡Tch!— gruñó mientras se limpiaba la sangre de la comisura de los labios —¿Eso es lo mejor que tienes?—
Diana no respondió
En lugar de eso, giró sobre sí misma y lanzó una patada hacia su costado, Bakugou reaccionó con rapidez, bloqueando el ataque con su brazo, pero la fuerza detrás del golpe era suficiente para hacerle perder el equilibrio por un segundo
La pelea entre ambos se volvió frenética, Diana, con su experiencia y técnica superior, lanzaba ataques precisos, sus puños y patadas buscando puntos débiles en la defensa de Bakugou
Cada golpe tenía el poder de alguien que había pasado siglos entrenando, perfeccionando el arte del combate
Pero Bakugou no era un novato; cada golpe que recibía lo encendía aún más
Con un rugido, Bakugou lanzó una serie de explosiones a quemarropa, obligando a Diana a retroceder
Aunque sus explosiones eran potentes, ella las esquivaba con agilidad, usando su escudo para desviar las más cercanas, sin embargo, el poder crudo de Bakugou comenzaba a hacerse evidente
—¡Voy a aplastarte!— Gritó mientras se lanzaba hacia ella, sus puños envolviéndose en explosiones listas para liberar toda su furia
Los dos colisionaron en el aire, sus puños encontrándose en una explosión de poder, Diana logró bloquear su primer golpe, pero la fuerza detrás del ataque fue suficiente para hacerla retroceder unos metros, su armadura resonando con el impacto
—Impresionante...— Murmuró ella mientras se reajustaba —Tienes una fuerza y un poder fuera de lo común, incluso podría rivalizar con el de algunos dioses—
Bakugou no dejó que sus palabras lo distrajeran
Cargó nuevamente, lanzando un golpe directo a su estómago, pero Diana lo esquivó con gracia, y su contraataque fue inmediato
Su puño lo golpeó en la mandíbula, enviándolo volando hacia atrás, estrellándose contra un contenedor
A pesar de la ventaja técnica que tenía Diana, Bakugou seguía levantándose una y otra vez, su resistencia casi infinita y su cuerpo kryptoniano absorbiendo la mayor parte del castigo
No importaba cuántos golpes le diera, seguía volviendo por más, y con cada intercambio, Diana empezaba a notar la magnitud del poder que este chico poseía
—No es solo fuerza bruta...— Pensó mientras se preparaba para otro ataque —Tiene una resistencia sorprendente, pero lo más preocupante es su tenacidad, no se detendrá—
Bakugou, furioso y decidido a no dejar que nadie lo humillara, lanzó una serie de golpes consecutivos, estos superaban el tiempo de reaccion de Diana, pero dejaba su defensa baja
Apreto sus puños para dar un golpe directo al rostro de Diana
Ella lo bloqueó con su brazalete, pero el impacto la empujó hacia atrás con fuerza
—¡Voy a acabar con esto de una vez!— gritó Bakugou, mientras sus manos soltaban humo, debido a que se habia provocado Fricción
Diana respiró profundamente, reajustando su escudo y espada
La pelea entre ambos estaba lejos de terminar
Bakugou lanzó su puño con una fuerza devastadora, impactando directo en el estómago de Diana
El golpe resonó como un trueno, y ella sintió cómo la fuerza bruta la atravesaba
Su cuerpo, que había resistido incontables batallas y guerras, ahora temblaba bajo el inmenso poder de aquel joven, Diana cayó de rodillas, incapaz de contener el dolor que le provocó el impacto
Tosió, tratando de recobrar el aliento mientras Bakugou la miraba con una mezcla de desprecio y triunfo, pero este en realidad todas las heridas que le provoco Diana, le dolian mucho
—Eso es lo mejor que tienes, princesa...— Murmuró Bakugou, su voz cargada de arrogancia —Acepta tu derrota—
Diana, respirando con dificultad, bajó la mirada
Sabía que, aunque podía seguir luchando, este enfrentamiento sería inútil, ya había perdido
A pesar de su experiencia, el poder de Bakugou era abrumador, y no tenía sentido continuar
Con una mezcla de frustración y resignación, levantó la vista hacia él, asintiendo lentamente
—Acepto mi derrota...— Susurró con voz suave, pero firme, algo herida en su orgullo —Eres... más fuerte de lo que imaginaba—
Bakugou dio un paso hacia ella, inclinándose un poco mientras mantenía sus manos aún humeantes
Su rostro mostraba una expresión mezcla de curiosidad y desdén
—Ya está, ¿no? Ahora dime qué diablos vinieron a hacer aquí— Le exigió, mirando con desconfianza a la guerrera caída ante él —Y no intentes mentirme—
Diana lo miró, su expresión seria, sin rastro de engaño
Sabía que la verdad no sería fácil de escuchar para él, pero también entendía que, después de lo que había sucedido, no tenía sentido ocultársela
—Mi gente...— Comenzó a decir con un suspiro, el peso de la confesión ya cayendo sobre ella —Somos las Amazonas, provenimos de Themyscira, una isla oculta del mundo de los hombres, somos una sociedad de mujeres guerreras, creadas por los dioses para proteger el mundo del mal, durante siglos hemos vivido en paz, aisladas...—
Bakugou frunció el ceño, escepticismo cruzando su rostro
—¿Amazonas? ¿Una isla solo de mujeres guerreras?— Se burló, cruzando los brazos —¿Y esperan que me crea esa tontería?—
Diana, ignorando su tono sarcástico, continuó con calma, su mirada sincera pero cargada de una pesada verdad
—Necesitamos hombres... para poder concebir hijos— Dijo ella, con un toque de tristeza en su voz, como si no le gustara admitir esa realidad —No hay hombres en nuestra isla, y sin ellos no podemos continuar nuestra especie—
Bakugou sintió una repentina incomodidad en su estómago, una sensación extraña e inquietante
Algo en esas palabras lo perturbó profundamente, pero no quiso mostrar debilidad ante ella
—¿Y qué? ¿Vinieron aquí a buscar hombres?— Preguntó con tono incrédulo, empezando a atar cabos —¿Eso fue lo que hicieron?—
Diana guardó silencio por un momento, mirando hacia los barcos destruidos, donde yacían los cuerpos de los marineros caídos, Bakugou, siguiendo su mirada, notó por primera vez los detalles que antes había pasado por alto
Muchos de esos hombres estaban sin pantalones, sus cuerpos inertes rodeados de rastros de sangre y violencia
La escena era grotesca, y una sensación de náusea se apoderó de él
—Sí— Respondió Diana finalmente, su voz grave y cargada de culpa —No todas mis hermanas están de acuerdo, pero algunas creen que nuestra supervivencia justifica cualquier acción, necesitaban a los hombres para concebir. No pude detenerlas a tiempo...—
Bakugou apretó los puños, sintiendo una mezcla de repulsión y furia
La idea de que esas guerreras hubieran matado a esos hombres después de usarlos lo llenaba de ira
Aunque su exterior mostraba una frialdad característica, por dentro estaba perturbado de una forma que no había experimentado antes
—¿Me estás diciendo que esos tipos murieron por eso?— Espetó, señalando los cuerpos en el agua con un gesto brusco —¿Todo esto es porque necesitaban... hijos?—
Diana asintió, sin poder sostener su mirada por mucho tiempo
Había intentado detener a sus hermanas, pero algunas Amazonas, cegadas por el deber y el instinto de supervivencia, habían recurrido a métodos drásticos
No era algo de lo que estuviera orgullosa
—No todas compartimos esa visión, pero... algunas de mis hermanas creen que es la única forma— Admitió, bajando la cabeza —Es un acto desesperado, lo sé, pero nuestro pueblo está al borde de la extinción, y para ellas, esto era necesario—
Bakugou dio un paso atrás, aún sin saber cómo procesar lo que estaba escuchando, la imagen de los marineros muertos, muchos de ellos en posiciones humillantes, lo invadía, lo que había comenzado como una simple pelea se había transformado en algo mucho más oscuro
—Esto es una maldita locura...— Murmuró para sí mismo, sin poder apartar la vista del horror ante él
Bakugou, con los ojos aún clavados en la escena de los cuerpos masacrados, sintió cómo la ira comenzaba a hervir dentro de él
No era alguien particularmente compasivo, pero la frialdad con la que las Amazonas habían tratado a esos hombres le revolvía el estómago
Giró lentamente la cabeza hacia Diana, el ceño fruncido y sus ojos encendidos de furia
—¿Sabes qué?— Dijo con un tono bajo y amenazante —Lárguense, tú y tus malditas Amazonas, si tanto necesitan hijas, busquen en un orfanato, ahí suelen abandonar niñas todo el tiempo, no tienen que masacrar a nadie—
Diana lo miró con una mezcla de sorpresa y curiosidad, no esperando ese tipo de respuesta, su rostro se suavizó por un momento, mientras sus pensamientos procesaban lo que Bakugou acababa de sugerir, ña idea de los orfanatos no era algo que ella hubiera considerado, pero en ese instante, algo dentro de ella hizo clic
Tal vez podría ser una solución
Tal vez no era necesario seguir con ese ciclo de violencia
—Un orfanato...— Murmuró, pensativa, como si la idea comenzara a tomar forma en su mente —Puede que tengas razón... Nunca lo habíamos considerado, pero...— Levantó la vista hacia él, con una mirada más intensa, como si algo nuevo se encendiera dentro de ella— Hay otra opción, joven—
Bakugou la miró, con los brazos aún cruzados, claramente irritado
—¿Qué diablos quieres decir ahora?— Espetó, sin paciencia
Diana dio un paso hacia él, sus ojos brillando con una mezcla de admiración y deseo, sabía que estaba frente a alguien fuera de lo común, alguien con un poder increíble que superaba al de cualquier hombre que hubiera conocido
Lo veía en cada uno de sus movimientos, en la fuerza inhumana de sus golpes y en la resistencia de su cuerpo
Era una fuerza que podría cambiar el curso de cualquier batalla y en ese momento, una idea comenzó a formarse en su mente
—No te interesaría... ser parte de esto, ¿verdad?— Su voz, que antes era firme y guerrera, ahora tenía un tono diferente, más suave, casi seductor. Sonrió ligeramente, un gesto que contenía una promesa no dicha —Con tu poder... con lo fuerte que eres... podríamos tener hijas increíbles. Imagina lo imparables que serían, guerreras con la fuerza de las Amazonas... y con tu inigualable poder—
Bakugou frunció el ceño, claramente incómodo con el giro que estaba tomando la conversación
—¿Qué?— Respondió, su voz llena de desdén, claramente no interesado —No me jodas con eso, no estoy aquí para ser parte de tu ridículo plan de criar guerreras, ya tengo suficiente con los estupidos planes de Kara—
Diana, sin inmutarse por su rechazo inicial, continuó acercándose, sus ojos nunca apartándose de los de él
Sabía que este joven era resistente, pero había aprendido a usar tanto su fuerza como su carisma en batalla y ahora estaba aplicando esa misma táctica
—No hablo solo de cualquier hija, joven, tu no pareces humano asi que debes de ser un semi dios, hablo de una nueva generación... una que podría dominar cualquier campo de batalla. Imagínalo, guerreras con el poder de dioses y la ferocidad de las Amazonas, serían invencibles... como tú— Su tono sugería algo más allá del simple pragmatismo, una insinuación en cada palabra
Bakugou chasqueó la lengua, claramente disgustado, pero Diana no se detenía
—Sabes que no eres como los demás hombres, eres más fuerte, más rápido, más...— Hizo una pausa, bajando la voz, con un destello en sus ojos —Imponente, solo imagina... una descendencia tan poderosa como tú, hijas que portarían no solo mi legado, sino también el tuyo, guerreras que cambiarían el mundo, que llevarían tu nombre más allá de cualquier frontera—
Bakugou la miró con incredulidad, completamente desinteresado en lo que ella estaba proponiendo.... Ya de por si tenia sus propios problemas... Y...
Este tipo de propuesta... Cualquier hombre cederia.. Pero
Todo lo que le estaba pasando... Al igual que influí positivamente en el, también lo estaba cargando mental y emocionalmente... Un globo que esta a la espera de romper
—No me interesa tu maldito plan de criar guerreras, ni de ser parte de nada contigo— Le respondió, con una voz cortante —No soy uno de esos imbéciles que se impresionan por lo que dices, si crees que puedes convencerme con esas tonterías, te equivocas—
Diana dejó escapar una ligera risa, un sonido suave que parecía buscar desarmarlo de alguna manera
Se acercó un poco más, casi lo suficiente para tocarlo
—Oh, Joven... No estoy hablando solo de impresionar, estoy hablando de crear algo grande, algo que ningún otro hombre en este mundo podría ofrecerme, sabes que no cualquiera puede resistir mi poder, pero tú... eres diferente— Hizo una pausa, inclinando la cabeza hacia él —¿No te gustaría ver lo que podríamos lograr juntos? Hacer que el mundo tiemble con nuestra descendencia...—
Bakugou bufó, ya cansado de la conversación, su rostro mostraba una mezcla de disgusto y aburrimiento
—Déjame en paz, no voy a ser parte de tus malditos juegos, si de verdad crees que eso me interesa, estás más loca de lo que pensaba, haz lo que quieras con tu gente, pero no cuentes conmigo para nada—
Diana, al ver que sus intentos de seducción no estaban funcionando, suspiró
A pesar de su rechazo, no podía negar que había algo intrigante en él, algo que la hacía desear que lo reconsiderara. Pero también sabía cuándo no insistir
—Tal vez algún día cambies de opinión...— Dijo con un tono suave, aún sonriendo levemente, pero retrocediendo lentamente —Las puertas de Themyscira siempre estarán abiertas para ti, cuando lo desees... estaré esperando—
Bakugou la observó, aún irritado, pero con su usual actitud desafiante
—No cuentes con ello, vuelve a hacer desorden en donde vivo... Y la proxima vez no tendre lastima— Gruñó
Diana sonrió por última vez antes de dar un paso atrás, sabiendo que había perdido la batalla de las palabras con él, pero quizás no del todo
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¿COMO ESTUVO ESTA HISTORIA?
¿BUENA O MALA?
¿ENTRETENIDA O ABURRIDA?
Aclaración: La diana que muestro aqui esta inspirada en la de la pelicula animada de Flash Point, veran que hay cosas que no puedo poner exactamente iguales, asi que diria que esta es como mi version de Wonder Woman... La cual tambien tiene un poco de la de Injustice
¿Porque? Porque si algun dia quiero matar al personaje, esto hara que no me importe cuando pase
Y a Lex, no puedo hacerlo el mismo... Porque no tengo forma de hacerlo igual, asi que decidi combinar parte del que vi en Batman vs Superman, junto al de las peliculas animadas
Como sabran no soy muy de leer los comics de Dc, mas que para buscar informacion clave, lo cual es difícil ya que solo los encuentro en ingles
Y si, hasta ami me dio cringe el capitulo tanto que habia sido terminando desde la semana pasada, pero no me gustaba como estaba antes
Porque eso de enamorar solo con la mirada, dejenselo a los IzukuTard que jamas han tenido una mujer
Aqui no queremos princesos, que se chingen
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