Al dia siguiente Bakugou entró al aula de la U.A. con el rostro endurecido, como si estuviera usando una máscara de hierro para ocultar cualquier rastro de vulnerabilidad

Había llegado temprano, mucho antes de que sus compañeros siquiera pensaran en aparecer

Las luces aún estaban apagadas, y el silencio del salón contrastaba con el bullicio que solía llenar el lugar durante las clases

Era perfecto

Caminó lentamente hasta su asiento y se desplomó en la silla, cruzando los brazos mientras se hundía en sus pensamientos, todavía tenía el eco de las palabras del niño resonando en su mente

Cada vez que cerraba los ojos, podía ver esa expresión de miedo en su cara, una imagen que lo acosaba más que cualquier derrota física

"N-No me toque... Por favor..."

Su mandíbula se tensó al recordar el tono tembloroso del niño, había enfrentado villanos, entrenado hasta el agotamiento, superado retos que habrían roto a cualquier otra persona... y sin embargo, un simple comentario de un niño había logrado lo que nadie más pudo

Hacerlo dudar de sí mismo

El día anterior había sido un caos

A pesar de su aparente indiferencia, las palabras de Tsuyu seguían flotando en su mente "Si necesitas ayuda, siempre puedes contar con nosotros" El Bakugou de siempre habría desechado esas palabras como un simple intento de lástima, pero esta vez... algo en él se había quebrado

Y eso lo enfurecía aún más

La puerta del aula se abrió de golpe, interrumpiendo sus pensamientos, Bakugou alzó la mirada rápidamente, su expresión endureciéndose nuevamente, como un muro que levantaba automáticamente, Kirishima fue el primero en entrar, como de costumbre, con una sonrisa radiante en el rostro

—¡Bakugou!— exclamó Kirishima, levantando la mano para saludar —Llegaste temprano hoy, eh, eso es muy de ti, bro— La despreocupación en su tono contrastaba completamente con la tormenta que se agitaba en la cabeza de Bakugou

—Cállate— gruñó Bakugou sin molestarse en girar la cabeza, no estaba de humor para las bromas de Kirishima, ni para sus típicos intentos de ser amigable

Sin embargo, Kirishima no parecía afectado por su reacción, como de costumbre

A medida que pasaban los minutos, los demás estudiantes comenzaron a llenar el aula. Midoriya, Todoroki, Uraraka, todos entraron uno tras otro, charlando animadamente sobre los entrenamientos recientes y las lecciones por venir

A pesar del ambiente bullicioso, Bakugou permanecía en silencio, con la mirada fija en su escritorio, evitando cualquier contacto visual

Cuando finalmente Aizawa entró al aula, todos tomaron sus asientos rápidamente

El maestro, con su usual aire desganado, comenzó a hablar

—Presten atención— dijo Aizawa, mirando a la clase con su tono monótono habitual —Como saben, la U.A. organiza el evento más importante del año para los estudiantes de primer año, el Festival Deportivo—

El salón estalló en murmullos inmediatamente, muchos de los estudiantes, como Uraraka y Kirishima, comenzaron a hablar emocionadamente, mientras otros, como Todoroki y Bakugou, permanecían en silencio, pero claramente interesados

El Festival Deportivo de la U.A. era una oportunidad única para que los estudiantes demostraran sus habilidades frente a héroes profesionales y agencias de todo el país

Para algunos, era el trampolín perfecto hacia una carrera exitosa como héroe

Para otros, como Bakugou, era una oportunidad para demostrarle a todos que era el mejor, sin lugar a dudas

—Silencio— Aizawa continuó, ignorando los murmullos —Este evento no solo es una oportunidad para que demuestren sus habilidades, sino también para que se destaquen frente a la sociedad, serán observados por héroes profesionales y, si lo hacen bien, podrían recibir ofertas para ser tutelados por agencias—

Los ojos de Bakugou brillaron con una intensidad peligrosa al escuchar esas palabras

Esto era lo que había estado esperando

Una oportunidad para sobresalir, para demostrar su superioridad frente a todos, y lo más importante, para dejar claro que era invencible

—Bakugou— llamó Aizawa, dirigiéndose directamente a él —Sé que tienes muchas expectativas sobre este evento, y es tu oportunidad para demostrar lo que has estado mostrando en las prácticas—

Los ojos de todos se volvieron hacia él, Bakugou simplemente sonrió de manera arrogante, sin molestarse en disimular su emoción

—Tsk, claro que lo es, este festival va a ser mi escenario para aplastarlos a todos y dejar en claro quién manda aquí— dijo con confianza, su mirada recorriendo la sala, pasando de Izuku a Todoroki y luego a Momo, deteniéndose brevemente en cada uno, como si ya los estuviera desafiando

—No olviden que la competencia será feroz— añadió Aizawa, mirando de reojo a Bakugou con un destello de advertencia —No solo competirán entre ustedes, sino también contra las otras clases y departamentos, manténganse concentrados—

Los estudiantes continuaron discutiendo emocionados entre ellos, Izuku parecía nervioso, como si la presión del festival lo abrumara, mientras Todoroki simplemente permanecía en silencio, meditando sobre la competencia que se avecinaba

Momo, por su parte, miraba de reojo a Bakugou, observando cómo su determinación crecía con cada palabra, sabía que Bakugou no dejaría pasar esta oportunidad para demostrar su valía, pero también entendía que la competencia sería dura, y que cada uno tendría que poner lo mejor de sí mismo

Al final de la clase, mientras todos se preparaban para salir, Bakugou se levantó de su asiento, cargado de energía y con su característica arrogancia a flor de piel

—Escuchen, inúti— Hiba a decir su frase despectiva, pero de pronto se detuvo, al recordar lo de ese niño

Todos sus compañeros se le quedaron mirando esperando a que el diga algo

Bakugou se quedó inmóvil por un momento, con la palabra atrapada en su garganta, el eco de la voz del niño seguía retumbando en su mente, mezclándose con las expectativas de su propia arrogancia

El aula estaba en silencio, y todos sus compañeros lo miraban con curiosidad, esperando la típica explosión verbal que Bakugou solía soltar antes de cualquier evento importante

Kirishima fue el primero en hablar, tratando de romper la tensión

—¿Bakugou?— preguntó, ladeando la cabeza con una sonrisa —¿Qué ibas a decir?—

Bakugou apretó los puños, luchando contra la irritación que sentía, no por sus compañeros, sino por el torbellino de emociones que no lograba controlar "No me toques... por favor"

Las palabras del niño seguían en su cabeza 

Su respiración se aceleró por un segundo, y en lugar de su habitual burla, soltó un gruñido

—Olvídenlo— dijo finalmente, su voz más baja de lo normal

No fue un grito ni una declaración arrogante, sino algo más contenido

Midoriya, que había estado observando todo desde su asiento, frunció el ceño al notar el cambio en Bakugou

No era típico de él detenerse en medio de una frase, algo claramente lo estaba molestando

—¿Todo bien, Bakugou?— Preguntó Midoriya con un tono genuino de preocupación

Bakugou giró la cabeza rápidamente hacia él, con los ojos entrecerrados, sentía la presión creciente dentro de su pecho, pero en lugar de explotar como solía hacer, se limitó a lanzar una mirada fulminante

—No te metas, Nerd— respondió, aunque sin la agresividad usual

Izuku lo miró por un momento más, notando que algo definitivamente estaba fuera de lugar

Antes de que pudiera decir algo más, Todoroki intervino desde su asiento, su voz calmada pero cargada de intención

—No es necesario que nos demuestres nada ahora, Bakugou, todos sabemos lo que puedes hacer en el festival— Todoroki lo miró directamente, como si intentara llegar a la raíz de lo que estaba pasando

Bakugou se mordió el labio, claramente irritado por la intromisión, pero algo en las palabras de Todoroki, y en la forma en que lo decía, lo hizo detenerse, el sabía lo que podía hacer

Lo que todos podían hacer y sin embargo, esa pequeña duda, la que había plantado el niño el día anterior, seguía carcomiéndole la mente

—Tsk, no necesito que me digan eso— replicó finalmente Bakugou, aunque su tono carecía del veneno habitual, luego, sin decir nada más, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta del aula

—¡Oye, Bakugou!— exclamó Uraraka de repente, con una mezcla de preocupación y confusión en su voz —¿Estás bien? Normalmente estarías gritando sobre cómo vas a ganar el festival y... bueno, aplastarnos a todos—

Bakugou se detuvo a medio paso, la mandíbula apretada, y giró la cabeza solo lo suficiente para mirar a Uraraka de reojo

—Voy a ganar, Uraraka, eso no ha cambiado, solo que no tengo tiempo para perder con tonterías— Su voz era tensa, pero no había el mismo desdén de antes

Kirishima dio un paso adelante, colocando su mano en el hombro de Bakugou

—Bro, sabes que estamos contigo, ¿verdad? Si hay algo que te molesta, puedes hablarlo, todos te apoyamos en esto—

La mano de Kirishima sobre su hombro hizo que Bakugou se tensara por un segundo, pero no lo apartó

—No necesito su apoyo— respondió finalmente, más para convencerse a sí mismo que a sus compañeros —Voy a aplastarlos en el festival, como siempre, eso es todo lo que importa—

Sin embargo, su voz, aunque desafiante, carecía del mismo fuego de siempre

Tsuyu, que había estado observando desde el fondo del aula, dio un pequeño salto hacia adelante, con su habitual calma pero con una mirada inexpresiva con su dedo en su barbilla lo miro mientras el salia de la clase, ella lo siguio durante un tiempo

Hasta que llegaron a un lugar donde nadie los estuviera viendo

—¡¿Porque sigues aqui?! ¡Dejama en paz de una maldita vez!— Dijo gritando pero Tsuyu, no se veia asustada por su tono de voz

—Kero, Bakugou— dijo suavemente —¿Estas bien?— Al decir eso su mueco se desvanecio y metio sus manos en sus bolsillo

—Que te importa—

—Come torta con tu hermana la gordota—

El volteo para mirarla enojada, pero esta seguia sin intimidarse, solo lo miraba curiosas, Bakugou se hiba a dar la vuelta para no hablar con ella

—Bakugou— Decia ella y el volteo para mirarla mucho mas enojado e intimidante —No fue tu culpa—

Al decir eso Bakugou se quedo inmovil unos momentos, el mundo pareció detenerse alrededor de Bakugou cuando escuchó esas palabras

"No fue tu culpa"

Las palabras de Tsuyu resonaron como un eco lejano, pero al mismo tiempo demasiado cercano, demasiado reales, Bakugou se quedó inmóvil, su mente aturdida, su cuerpo rígido, como si esas pocas palabras hubieran perforado el caparazón que había construido a su alrededor durante tanto tiempo

La voz de ese niño volvió a sonar en su cabeza, como una cicatriz abierta que no dejaba de arder

"N-No me toques... Por favor"

La imagen de su expresión aterrorizada se mezclaba con las palabras de Tsuyu, creando una confusión emocional que lo hacía sentir como si estuviera perdiendo el control, había algo en esas simples palabras, "no fue tu culpa", que lo desarmaba por completo

Toda la rabia, todo el orgullo, todo el resentimiento... se desvanecían, dejándolo solo con una realidad dolorosa que no sabía cómo afrontar

—No tienes idea de lo que estás diciendo— murmuró Bakugou, su voz quebrada, sin la fuerza ni la agresividad de antes, no podía mirarla a los ojos, así que apartó la vista, mirando al suelo como si este pudiera ofrecerle alguna respuesta, alguna salida para evitar el peso de esa verdad

Tsuyu no se movió, solo lo observaba con esa calma inquebrantable que la caracterizaba, su mirada suave pero firme, ella siempre había sido así, directa, sin rodeos, pero nunca cruel

Sabía que, detrás de esa fachada agresiva de Bakugou, había algo más, algo más que todos ignoraban porque era más fácil creer en la imagen que él proyectaba, en el chico arrogante y explosivo

Pero Tsuyu veía más allá, y eso era lo que lo aterraba

—Kero, Bakugou...— Continuó Tsuyu, su tono más suave que nunca —Te vi ayer con ese niño, lo vi todo, no fue tu culpa—

Bakugou sintió un nudo en la garganta

Su mente trataba de resistirse, de rechazar esa compasión, porque si fue su culpa, y termino ocasionando de nuevo un desastre donde fue visto con miedo

No después de haber visto el miedo en los ojos de un inocente, no después de darse cuenta de que, por primera vez, no sabía cómo arreglar lo que había roto

—¡Yo...!— Su voz se quebró, y de repente, todo el peso de lo que había estado conteniendo cayó sobre él —¡Yo no quería asustarlo!— Las palabras salieron con una mezcla de rabia y desesperación, como si al decirlas por fin pudiera liberarse de una carga insoportable —Solo intenté ayudarlo, ¡no era mi intención que...!— Se detuvo, incapaz de continuar, la frustración, la culpa, el odio hacia sí mismo... todo se agolpaba en su pecho, asfixiándolo

Tsuyu dio un pequeño paso hacia él, sin romper ese silencio que ahora era más intenso que cualquier grito, su presencia era un ancla en medio de la tormenta interna que Bakugou enfrentaba, una presencia que, por extraño que fuera, no lo juzgaba

—A veces, hacemos cosas que no podemos controlar— dijo finalmente Tsuyu, su voz tan serena como siempre —Pero eso no te define, Bakugou, todos cometemos errores, lo importante es cómo los enfrentamos después y tú... tú estás enfrentando el tuyo ahora mismo—

Bakugou la miró por fin, sus ojos llenos de una mezcla de furia y dolor, pero algo más también. Vulnerabilidad, esa vulnerabilidad que tanto se había esforzado por esconder, esa parte de él que había sepultado bajo capas de arrogancia y poder. Y ahora estaba ahí, expuesta frente a alguien que, sorprendentemente, no lo estaba juzgando, no lo estaba criticando

Solo estaba... ahí

—No soy débil— murmuró Bakugou, como si intentara convencer a Tsuyu, pero sobre todo a sí mismo

—Nadie ha dicho que lo seas— Respondió ella, su tono firme pero lleno de compasión —Ser fuerte no significa no equivocarse, significa tener el valor de admitirlo cuando lo haces, y seguir adelante—

Esas palabras golpearon a Bakugou más fuerte que cualquier villano, más fuerte que cualquier entrenamiento, porque por primera vez, alguien le estaba diciendo que no tenía que cargar con todo el peso solo

Que estaba bien equivocarse, que no estaba solo

Bakugou sintió una lágrima ardiente deslizarse por su mejilla, pero antes de que pudiera limpiarla, Tsuyu dio un paso más hacia él, lo suficientemente cerca como para que pudiera escuchar su respiración tranquila

—No necesitas ser invencible, Bakugou— susurró ella —Solo necesitas ser tú mismo—

Y en ese momento, por primera vez en mucho tiempo, Bakugou no se sintió furioso, ni frustrado, ni superior

Solo se sintió... humano

—Tsk— Soltó, limpiándose la lágrima con brusquedad —Pero... Yo me odio... Por no haber nacido como uno de ustedes— Dije en el voz baja mientras se hiba

El miro al sol, cuando este tocaba su cara el se sentía mas relajado

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¿COMO ESTUVO EL CAPITULO?

¿BUENO O MALO?

¿ENTRETENIDO O ABURRIDO?

¿BUENA TRAMA O MUY FORZADA?