4. En tus sueños

BaekHyun — Beautiful

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Capítulo 4

Li Wen pasaba su mano por el verde pasto donde estaba sentada. Le gustaba sentir el sol y el aire dar contra su cara, podía quedarse para siempre en esa tranquilidad.

¿Sabes por qué no soy feliz?—La persona sentada, un hombre al parecer, a un lado de ella hablo.

No lo sé—Respondió cabizbaja.

¿Y tú eres feliz, Li Wen?

Ella abrió su boca para responder, pero las palabras no salieron.

Ella es feliz cuando logra terminar un drama con éxito, ella es feliz cuando come lo que quiere, ella es feliz cuando sale con Tao, ella es feliz cuando... Ella era feliz cuando estaba con YiFan.

¿Por qué de pronto las cosas se volvieron de color gris?

No, no creo que sea feliz—Soplo sus manos, la calidez del sol se había ido y el frío comenzaba a hacer de las suyas.

¿Podemos ser felices los dos juntos?—Él tomo sus manos y las frotó contra las suyas, poniéndolas cálidas.

¿Y buscar eso que es tan dulce como la miel?

Cuando ella iba a mirarlo, su sueño se hizo borroso, igual que el rostro de esa persona.

Abrió los ojos abruptamente para darse cuenta de que ya había amanecido y del angelical rostro que tenía frente a ella.

LuHan estaba plácidamente dormido y envuelto en la arrulladora sabana, no pudo evitar sonreír.

—Príncipe, ¿le gusta la forma en que dormimos en este tiempo?—Susurro.

Se sentó en la cama y observo al chico, estiro su mano y con suma delicadeza retiro un mechón de cabello que cubría el rostro de él. Su dedo índice se paseó entre las oscuras pestañas del príncipe y después por el puente de su nariz, hasta llegar a la punta.

LuHan era la persona con las facciones más hermosas que haya podido ver.

—MeiYan—LuHan hablo en su sueño.

—¿Quién es MeiYan?—Li Wen se inclinó un poco más a él.

LuHan frunció el ceño y el dolor y la desesperación se hicieron presentes en su rostro. Ella le tomo la mano.

—LuHan—Le dijo mientras acariciaba su mano.

El chico abrió los ojos y se levantó agitado, quedando aturdido y con el corazón golpeándole fuertemente el pecho.

—¡Li Wen!—Grito cuando la vio a su lado y la abrazo.

—Tranquilo, fue un mal sueño—Acaricio su espalda—. Estás conmigo, nada te pasara.

Los dos pasaron un rato de esa manera, el corazón de LuHan se iba calmando poco a poco mientras Li Wen le susurraba palabras cálidas al oído. Había quedado curiosa por saber a quién pertenecía el nombre de MeiYan, pero sabía que este no era el momento indicado para preguntar.

Siguió consolándolo hasta que su respiración se volvió calmada de nuevo, ¿qué le había hecho esa persona de su sueño para dejarlo de esa forma?

Li Wen volvió a sentir ese sentimiento de querer llorar por LuHan, su corazón le dolía mientras lo tenía entre sus brazos.

—¿Quién deseo hacerte daño, LuHan?—Le dijo suavemente—Yo lo siento, tú eres alguien precioso y con un corazón puro y hermoso—Se separó un poco de él para mirar su rostro—. Te prometo que conmigo nadie te lastimara—Acaricio su mejilla y depósito un tierno beso en la frente de él.

—Li Wen—Sonrió.

Ella se dio cuenta de que le gustaba mucho escuchar su nombre salir de él, su voz tenía algo que la cautivaba.

Después, ambos se levantaron de la cama y Li Wen le enseño como usar el cepillo de dientes y el lavabo, LuHan parecía divertirse con todas sus explicaciones. En la cocina, ella corto fruta y sirvió dos platos de cereal para el desayuno.

—Siento que no pueda darte más—Inflo sus mejillas—, es que tengo esa dieta y no puedo comer muchas cosas. Pero no te preocupes, tan pronto como solucione las cosas en la empresa iremos al supermercado a comprar muchas cosas deliciosas para ti—Sonrió.

LuHan aplaudió ante el entusiasmo de ella y los dos comenzaron con su desayuno, no sin antes unas clases de cómo usar la cuchara y el tenedor.

Parte de su mañana transcurrió mientras veían el canal de las caricaturas, él no entendía lo que decían, pero se reía en las escenas graciosas. Era como un niño pequeño, uno que comienza a explorar su alrededor.

La puerta sonó y Li Wen recibió a Tao, el cual presionaba una bolsa de hielos contra su cabeza, tenía una expresión de dolor en el rostro y sus ojeras eran más vistosas.

—Alguien se divirtió mucho anoche, ¿eh?—Se cruzó de brazos.

—Y que lo digas—Entro con pasos ligeros y camino hasta donde estaba LuHan—. Rayos, creí que para esta hora el príncipe ya se habría esfumado, ¡ouch!—Se quejó cuando ella lo golpeó en la cabeza.

—No digas eso—Le advirtió.

—Bien, pero no tienes que ser tan agresiva. La cabeza está por explotarme y tú me golpeas en ella.

Tao fue a tomar asiento junto a LuHan, LuHan le sonrió, él también le dio una sonrisa.

—Ya que estás aquí, iré a vestirme para ir a la compañía. LuHan, espera aquí con Tao, ¿sí?—Le alboroto el cabello y se fue bajo la mirada del ex ciervo.

Él continúo mirando las caricaturas y Tao abrió sus ojos para darle una mirada, no podía creer que tenía a alguien de 400 años sentado junto a él.

—¿Sabes, príncipe ciervo? Podría vender tu historia a ese programa de Ripley o a National Geographic y hacerme asquerosamente rico, ya no tendría que trabajar nunca más en la vida. Me compraría una mansión con una mansión dentro de ella, una modelo de Victoria's Secret sería mi novia, me compraría toda la línea de ropa de Gucci que quisiera y...—suspiro con una sonrisa—Tienes suerte de estar con Li Wen.

LuHan seguía mirando las caricaturas, sin prestar atención a las palabras, las cuales no entendía, que Tao hablaba. Pocoyó en la televisión era más entretenido que el chico panda.

Li Wen tomo el primer vestido que estaba colgado en su armario, uno de color de verde, se sentó frente a su espejo y peino su cabello en un moño alto, tenía pereza de maquillarse así que solo se pintó los labios con labial rojo.

Suspiro con nerviosismo mientras se calzaba unos tacones rojos, tenía miedo de que por ese odio absurdo que Cao tenía contra ella perdiera las oportunidades de trabajo que le habían ofrecido. Había trabajado mucho por llegar hasta donde estaba y la destruiría completamente que aquel incidente provocado y exagerado por la misma Cao, acabará con su carrera.

Salió de su habitación y encontró a los dos chicos justo como los dejo hace un rato. Una sonrisa se le escapó mientras veía a LuHan observar atentamente a Caillou en el televisor, su pequeño ciervo sonreía tan dulce como la miel.

—LuHan—Lo llamo.

LuHan volteo a verla, abrió su boca con asombro y sonrió brillante.

—¡Li Wen!—Corrió a ella y la abrazo.

Li Wen se sorprendió, pero no rechazo el abrazo y pasó sus brazos por la cintura de él, ese acto le brindó una sensación de protección.

—No griten tanto—Tao se quejó.

—LuHan—Centro sus ojos en él—, tengo que salir de casa, así que tendrás que quedarte con Tao, ¿sí?—Le acarició las mejillas.

LuHan la miraba con una sonrisa pequeña, no entendía.

—Nos vamos a divertir mucho, príncipe ciervo—El chico de las pronunciadas ojeras afirmó en tono bajo.

Li Wen camino hasta la puerta y la abrió, LuHan fue detrás de ella.

—Tú debes quedarte aquí, LuHan—Poso su mano en el hombro del príncipe—. Traeré algo delicioso para comer cuando vuelva—Beso su frente—, Tao, asegúrate de cuidarlo bien—Él simplemente alzo su dedo pulgar—. Adiós.

Li Wen se despidió ante la mirada confusa de LuHan, él no entendía por qué se tenía que ir. Camino hasta Tao y lo movió por el hombro para que abriera los ojos.

—¿Qué paso?—Se quitó la bolsa de hielo de la cabeza.

LuHan hizo señas con sus manos en dirección a la puerta, Tao frunció el ceño, pero comprendió al cabo de algunos segundos.

—Li Wen tiene que trabajar, pero va a regresar pronto. No te preocupes, príncipe, encontraremos algo que hacer mientras ella no está.

Tao se levantó del sillón con delicadeza, fue hasta la cocina y busco algo que calmara su dolor de cabeza, después de un tiempo comenzó a sentirse mejor. Pidió pizza para que ambos comieran, estaba pensando en pedir comida tailandesa, pero no sabía cómo iba a reaccionar el estómago del príncipe, ¿qué tal si le daba diarrea o algo así? Bastante tenía con ayudarlo a ir al baño, así que se decidió por algo que sabía que no le ocasionaría ningún problema.

Después de comer, dejó que LuHan regresará a ver las caricaturas en la televisión, el ex ciervo se carcajeo en una escena de la Pantera Rosa y tiro su cabeza hacia atrás mientras se tocaba en estómago. Tao hizo una mueca al verlo, parecía un niño pequeño. El cabello de LuHan se fue hacia adelante cuando él se sentó recto en el sillón, Tao volvió a hacer una mueca pensando en si guardaba piojos en esa cabellera.

Su rostro se iluminó en el momento en que una fascinante idea llegó a su mente.

—Príncipe ciervo, ya sé qué haremos el día de hoy—Sonrió.

LuHan estaba encantado mientras miraba por la ventana del auto, había tantas cosas grandes y de muchos colores, las personas iban y venían en las calles como hormiguitas, un montón de ruidos diferentes entraban a sus oídos al igual que diversos olores a su nariz.

Tao entro al estacionamiento del salón de belleza de su antigua estilista, ubicado en la zona más lujosa de Beijing, se bajó del auto colocándose los lentes oscuros y después abrió la puerta de LuHan. Ambos caminaron a la puerta del lugar, dentro todos saludaban a Tao.

—Taozi, mi amor—La mujer entrada en sus cuarentas, lo saludo dándole un beso en cada mejilla.

—Christina, ¿cómo estás?

—Muy bien, corazón, ¿qué te trae por aquí?

—Tengo un caso urgente del que necesito que te hagas cargo, es algo trágico—Dijo con exageración y señalo a LuHan.

—¡Mi cielo!—Se llevó las manos a la boca para taparla—¿Qué le pasó a esta criatura?—Toco el cabello de LuHan—¿Acaso estuvo perdido en el Amazonas por años?

—Mmm, algo así—Respondió—. ¿Podrías hacer algo por él?

—Por supuesto, hace tiempo que no tenía un caso de este tipo. Manos a la obra—Chasqueo los dedos y su personal comenzó a juntarse.

LuHan paso las siguientes horas entre tijeras, tinte de cabello, mascarillas para su rostro y un sin fin de cosas. Para variar, él no entendía nada, pero se estaba divirtiendo bastante con todas esas personas hablando a su alrededor.

Apretó sus labios pensando en que todo sería más divertido si Li Wen estuviera con él, ya extrañaba escuchar su voz.

Tao leía una revista en donde venía una entrevista de él, se asombraba demasiado de sus astutas respuestas, él había nacido para ser una figura pública.

—Taozi—Christina lo llamo—, hemos terminado con LuHan.

Tao se levantó y camino con emoción hasta donde estaba el equipo de trabajo, tenía ansias de ver el cambio de imagen del príncipe.

LuHan apareció detrás de todas las personas con una sonrisa, ahora tenía el cabello teñido de un rubio cobrizo y un corte más estilizado, al fin se veía como una persona del mundo moderno y no como alguien de hace más de 400 años. Tao soltó una lágrima al ver el excelente trabajo de Christina, ella jamás fallaba.

Luego de despedirse de Christina, Tao llevo a LuHan a comprar ropa, no podía seguir prestándole la suya. En la primera tienda, hizo que LuHan se cambiara la ropa que llevaba por una camisa blanca de mangas largas sin botones, un pantalón negro y le coloco una beanie blanca en la cabeza. Dieron vueltas por algunas tiendas más.

—Vamos a una zapatería, eso es lo que falta—Tao cargaba algunas bolsas—. ¿Qué tipo de zapatos te gustarán?

Tao dejo a LuHan sentado y se fue a escoger algunos pares de zapatos con el encargado, había tantos que no se resistió a buscarse unos para él mismo. Después de 2 pares de zapatos para LuHan y 7 para él, volvió en donde lo dejo para probárselos.

Su ceño se frunció cuando miro por la tienda y no lo encontró.

—Disculpe—Se dirigió al guardia de seguridad de la zapatería—, ¿Ha visto al chico que venía conmigo?

—Oh, sí, se fue por allá—Señalo la calle a su derecha.

Tao regreso por las bolsas de ropa y corrió en la dirección en la que LuHan se había ido, lo busco por más de 10 minutos, pero no dio con él.

—Li Wen me va a matar—Dijo sacando su celular.

***

LuHan se había cansado de estar sentado, así que decidió mirar el lugar. Una persona entro a la zapatería y LuHan miro como la puerta electrónica se abría sin tocarla, él quiso intentarlo y así fue como termino caminando por las tiendas.

Todo era desconocido para él, pero no le asustaba, más bien, entre más andaba, más curioso se sentía por todo. Lo primero que el príncipe aprendió del lugar, era a cruzar la calle cuando todas las personas lo hacían, no sabía para qué, pero lo gustaba caminar entre todos.

Luego de caminar por un rato, volvió sus pasos por donde venía, iba a regresar con Tao. Mientras esperaba para cruzar la calle con los demás, algo llamo su atención en la tienda del fondo de la calle a su lado. Su sonrisa se hacía más grande conforme se acercaba.

—¡Li Wen!—Soltó con alegría al verla.

LuHan miraba con entusiasmo al cartel de cuerpo completo de Li Wen que estaba fuera de la tienda de maquillaje, después de tocarlo se dio cuenta de que no era la verdadera Li Wen.

—Es hermosa, ¿no es así?—Un chico llegó a su lado. LuHan lo miro.

—¿Hermosa?

—Tengo un amigo en Corea, se llama SeHun, que ama a Li Wen. Estoy seguro que le gustará ver esto—Tomo una foto con su celular—. ¿Sabes? Mi novia también es hermosa—Le mostró la foto de una chica en su celular—. Me llamo Kim JongDae—Le extendió la mano.

LuHan sonrió, había visto aquel gesto en las caricaturas, con confianza le estrecho la mano y la movió. El celular de JongDae comenzó a sonar y contesto.

—Nos vemos—Se despidió de LuHan con una sonrisa.

LuHan se quedó observando un rato más el cartel de Li Wen, quería verla de verdad.

—¡Aquí estás!—Tao llegó jadeante—¿Sabes el susto que me sacaste? Te dije que te quedarás sentado, pero cuando volví ya no estabas. Li Wen me regaño y casi lloro—Se quejó por un rato más.

Entraron a una cafetería, Tao llamo a Li Wen y ambos se quedaron a esperarla.

***

Li Wen había llegado rendida a su departamento, había resuelto lo de Cao, pero había recibido noticias que no le gustaron para nada.

Se había puesto feliz de que, a pesar del incidente con Cao, aún recibía ofertas de trabajo. Ahora era el rostro de una marca de ropa famosa en el país, eso significa un montón de comerciales por delante, también tendría que grabar un vídeo musical.

Todo iba bien, hasta que supo que el vídeo era parte del nuevo disco de YiFan, su ex novio, el que la dejo por ir a hacer películas en América, el que supuestamente se había metido con su peor enemiga y por el cual aún sentía algo.

Ella ni siquiera sabía que YiFan regresaba a China, tampoco que él le había pedido a su madre que la convenciera para estar en su vídeo. Li Wen sabía que su madre adoraba a su ex novio, así que no le sorprendió tanto que haya aceptado y firmado el contrato sin su consentimiento. Tenía que resignarse, si no cumplía, entonces iba a tener más problemas.

Tomo un respiro hondo y abrió la puerta de su departamento, el silencio la recibió.

—¿LuHan?—Lo busco en la sala al igual que a Tao.

Vio la pequeña nota que su amigo le había dejado en la mesa, decía que iban de compras. Li Wen se sentó, sabía que Tao cuidaría de LuHan, pero algo la inquietaba de esa salida.

No pasó tanto tiempo cuando recibió la llamada de Tao.

—Por favor, no me mates. De verdad que lo estaba cuidando, pero de un momento a otro desapareció.

El corazón de Li Wen dejó de latir, LuHan estaba perdido en la conglomerada ciudad. Él no sabía nada de cómo cuidarse, todo ahí representaba un peligro para su pequeño ciervo.

Subió a su auto y manejo hasta el lugar que Tao le dijo, en el camino, recibió una llamada, la tomo por el manos libres, ni siquiera vio quien era, solo esperaba que fuera Tao para decirle que ya lo había encontrado.

—¿Encontraste a LuHan?—Pregunto con desespero.

Hubo un pequeño silencio.

—¿LuHan?

Esa voz la perturbo.

—YiFan...—Pronuncio incrédula.

—¿Cómo estás, Li Wen? Tu mamá me dio tu nuevo número, espero que no te moleste.

Ella rodó los ojos, iba a hablar con su madre después.

—Supongo que ya te dijeron sobre el vídeo musical—Volvió a hablar.

—YiFan, me molestan muchas cosas y quisiera decírtelas, pero en este momento tengo algo más importante que hacer.

—¿Podemos vernos?

Li Wen recargo su cabeza en el volante, estaba detenida en un alto. ¿Por qué tenía que entrar YiFan de nuevo en su vida?

—¿Para qué? Tú y yo ya terminamos, si tienes algo que decir sobre el vídeo, entonces trátalo con mi compañía—Termino la llamada.

Sus ojos comenzaron a escocer, este día estaba saliendo mal. El celular comenzó a sonar, está vez se aseguró de saber quién la llamaba.

—¡Tao!—Casi gritó—¿Paso algo? ¿Encontraste a LuHan?

—Li Wen—Se escuchó de la voz de LuHan.

Li Wen sintió que volvía a respirar con tranquilidad, él estaba bien.

—Lo encontré, estaba frente a una silueta tuya de cartón. Estamos en una cafetería, ¿regreso con el príncipe o aún quieres venir?

—Iré con ustedes, necesito ver a LuHan.

—Bien, entonces te envío la dirección del lugar por mensaje.

La llamada termino y segundos después el mensaje de Tao con la dirección llegó, ella fue con más calma ahora que sabía que nada malo le había pasado a LuHan. Ella había prometido protegerlo y justo ahora le estaba fallando.

Bajo de su auto y comenzó a caminar hacia la cafetería, la sensación de ser observada volvió a ella, se sentía así desde que fue a la compañía.

—Honey—Alguien detrás de ella la llamo por su apodo.

Li Wen dio vuelta, tal vez era algún fan suyo.

Había varias chicas y algunos chicos también, todos sostenían huevos en las manos, frunció el ceño.

—Esto es por Cao—Una chica le arrojó un huevo, este la golpeó en un brazo.

—¿Cómo te atreviste a tocarla?—El huevo le dio en la pierna, esta vez fue un chico el que lo arrojó.

—¡Zorra!—Otra chica le arrojó uno que le dio en el pecho.

Li Wen cerró los ojos y se cubrió con los brazos cuando miro a la chica de antes arrojarle otro huevo, sin embargo, este no la golpeó.

—¡LuHan!—Dijo casi sin aliento al verlo parado frente a ella.

—Li Wen—Él la abrazo.

Los huevos comenzaron a dar en la espalda de LuHan, Li Wen comenzó a llorar mientras aferraba sus manos a la camisa de LuHan.

Todo estaba saliendo mal ese día, pero agradecía que LuHan estuviera ahí, se suponía que ella tenía que protegerlo y ahora LuHan había terminado protegiéndola a ella.

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