Concerto Fatale

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Aquí va el segundo.

Es probable que mañana no actualice.

Si lo hago, es porque estaba motivado, heh.

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Izuku practicaba sus cálculos y habilidad matemática mientras, paralelamente, Pop☆Step conocía a las distintas artistas que se presentarían junto a ella en forma de elenco.

Aún quedaba una semana para el gran espectáculo de Naruhata. Un show que se realizaría en una tienda departamental popular.

El dueño del local fue contactado por la talentosa Makoto Tsukauchi para incluir a Pop en el show y eso provocó que los planes cambiaran para realizar un elenco y concierto conjunto. Se seguirían presentando los distintos artistas individuales, show de talentos y más entretenimiento durante el día, pero se hizo la planificación para crear un "show principal".

Para ello, distintos artistas tenían que colaborar en los ensayos del show.

Los integrantes del número fueron legítimos artistas.

Feathers, un dúo de vocalistas hermanas.

East High Dance Squad, bailarines con gran pasión por sus movimientos.

Mad Hatters, la banda encargada de realizar la música.

Pop☆Step pintaba en ese grupo de profesionales.

¿Por qué?

Porque al dueño le daba gracia como saltaba en los videos que Tsukauchi le enseñó. Incluso cuando Kazuho ni siquiera cantaba muy bien.

El espectáculo, entonces, se realizaría el día 9 de junio y toda la ciudad de Naruhata esperaba esto con ansias. Incluso algunos de otras ciudades pensaban ir a Naruhata para asistir al concierto.

Mucha concentración de gente en un espacio confinado y limitado.

Parecía... como la situación perfecta para que algún gracioso interviniera.

La realidad es que esta celebración se solía realizar todos los años, pero hubo un parón tras un conflicto entre dos personas de mucho poder que demoralizaron esa ciudad por ser el centro de la pelea. Esta vez, parecía la oportunidad perfecta para que se realizara este número especial en colaboración con una vigilante popular.

...

Koichi acompañaba a Pop como apoyo moral. Obligado en cierta forma por su maestro, pero lo hacía de buena voluntad, a sabiendas de que se le daba fatal hacer comentarios de apoyo.

— ¡Ah! Te cortaste el pelo. ¡Qué bueno! El pelo largo te quedaba fatal. —

Eso se suponía que era un halago, pero en manos (boca) de Koichi todo parecía sonar fatal.

———

Una semana después.

— ¡YEAAAAH! Acaban de escuchar al maestro local de Enka cantando su gran éxito "Anhelando Naruhata". ¡Muchas gracias a todos! —

Vitoreos, gritos y aplausos se escucharon tras la despedida.

Por cierto, el que despidió el show fue Present Mic, pero creo que eso era obvio.

Al parecer, una gran cantidad de héroes se movió a Naruhata por una temporada. Efecto de la aparición y crecimiento de villanos instantáneos.

— ¡¡Perdóóóóón por traerles nuevas noticias cuando están tan animados, pero...!! —

— ¡¡El programa de la tarde del Festival de Naruhata, también conocido como Narufest, copatrocinado por Marukane y Captain Celebrity... ha terminado!! —

— ¡La parte nocturna de nuestro evento con la participación de varios héroes invitados seguirá luego de un descanso de treinta minutos! —

— ¡¡Encabezando el cronograma, está la nueva canción junto a una coreografía, salida por populares artistas de Naruhata, como ¡¡¡Feathers!!! —

— Por ahora es un adiós, damas y caballeros... ¡¡BUT STAY TUNED!! —

...

En el backstage, varias personas que no correspondían al espectáculo estaban presentes.

Primero, la manager no oficial de Pop☆Step, Makoto Tsukauchi, hermana del detective Tsukauchi.

Segundo, la heroína con clasificación +18, Midnight.

Tercero, tras despedir el show, Present Mic.

— YO, YO, YO, ¡GOOD EVENING, MIDNIGHT! HA, HA, HA, ¡VERY FUNNY! —

— Cállate, Yamada. —

— ¡No! No, no, no. Yamada, no. ¡Mi nombre es Present Mic! —

— Oh, perdón. De todas formas, Yamada. ¿Dónde está Aizawa? —

Ah, cuarto. También estaba Koichi por alguna parte del backstage.

Ya que este evento estaba planeado como excusa para tratar los sucesos de Naruhata con el reciente brote de villanos. Asumo que habrás pasado el mensaje, ¿cierto? — le susurró a Mic.

Endeavor dijo que era ridículo.

Ingenium estaba modificando su traje.

Tsukauchi mayor respondió por All Might diciendo que no podrá ir.

— ¡HA, HA, HA! ¿Piensas que te defraudaría? ¡HE SAID! "Iré si puedo" 

— Entonces no vendrá. —

Lo llamaré, ¿okey? Detente, deja de mirarme así. —

...

— Sí, sí, dije que iría. Cuelga ahora, qué pérdida de tiempo.  —

— Ugh, qué fastidio. Ojalá un villano aparezca por el área. Sería la excusa perfecta para faltar al evento. —

— ¡WAAH! ¡Un villano! —

———

Tren a Naruhata.

Izuku Midoriya

Uno no debería ajustarse solo a la teoría y a ser reservado. Usualmente, debería haberme opuesto a esta idea, pero... necesitaba experiencia y cerca de Musufatu podía conseguirla.

Tomé un tren de alta velocidad. Llegaría en una hora, pero a la distancia pude ver en el cielo un fuego artificial.

Sí... algo había visto por internet.

¿Hoy había un festival, cierto?

Nueve... nueve de junio. Sí. En mi celular decía eso, pero me parecía extraño.

¿Celebrar un festival con los recientes eventos en Naruhata? La realidad es que esta ciudad últimamente pasaba por una crisis de villanos. Al parecer, una droga había llegado al mercado negro de la ciudad.

Ahora que lo pienso... varios de los compañeros de Inko habían sido afectados por este estupefaciente... ¿No? Algo escuché de ella sobre cómo tenía que hacer más horas por sus incompetentes compañeros.

Bueno, ella lo dijo despreocupadamente y sin reprochar, pero para mí eran solo estúpidos.

Dormir, huh. Podría hacer eso mientras.

No pensaba que tendría que abandonar a Inko tan pronto.

La oscuridad tomó mis ojos y dormí.

"Extrañaré sus comidas".  

"Sí... yo también".

...

Desperté asustado. La parada llegó, pero los pocos que salían a esta hora se fueron sin tomar la molestia de despertarme.

Era normal, uno se preocupa por mis asuntos.

Un guardia que supervisaba la estación tuvo que despertarme. Antes de que tomara el tren de vuelta a casa, sin darme cuenta.

— Chico, ¿estás en tren tan tarde? ¿Estás llegando a casa de un viaje o algo? —

— Sí y no. Vengo de casa y tengo una pasantía de estudios aquí, necesito experiencia laboral y no había otra oportunidad que esta. ¿Lo entenderá, no? —

Técnicamente, no dije ninguna mentira, solo... manipulé la verdad.

— Tan joven y trabajador, eh. Bienvenido a Naruhata, no sé si has estado aquí antes, pero ten cuidado. Últimamente ocurren muchos accidentes y no deberías ser una víctima de ellos. Tienes que forjar un buen currículum, ¿no? JAJA. —

El guardia era gracioso y honestamente hacía bien su trabajo.

Bueno... no tan bien si es que coló mi excusa, pero lo apreciaba.

— Tendré cuidado, tenga buena noche. —

...

Estaba siendo débil. Poniendo excusas, intentando organizar pacíficamente un itinerario para cursar U.A. en buenas condiciones y toda esa pasta.

Luego me di cuenta de que las voluntades dentro de mí estaban en un conflicto incesante.

Por un lado, Izuku Midoriya, con su extrema ambición de rescatar a todos, como si tal objetivo se pudiera obtener sin sacrificios ni decisiones complicadas. En cambio, yo, Tanya Degurechaff, soy el As de Ases. Una persona que comprenda el funcionamiento del sistema y los resultados requeridos que amerita el valor de alguien. Además, los poderes esenciales que gestionan este telar humano.

Entonces reconocí que tenía muchas cosas por hacer y principalmente, por otro camino.

Me distraje con la magia, refinando este nuevo cuerpo, moldeándolo como el arma que debía ser. Pero cuando terminé, me percaté de algo fundamental: estaba perdiendo el tiempo.

¿De verdad soy un As? ¿De verdad merezco el título de "el soldado perfecto" si permito que la inercia de este mundo me detenga? Para cambiar algo, para moldear este caos de héroes en un orden que valga la pena, necesitaba actuar. Si quería cambiar el mundo, tenía que hacerlo ahora.

En varias horas más, las primeras luces del amanecer bañarían los edificios de la ciudad, pero yo estaba despierta desde horas antes, caminando por las calles silenciosas. En estos momentos de quietud, era más fácil pensar. La mayoría de ciudadanos estaban en el festival, disfrutando mientras yo observo las sombras proyectadas de los faroles.

Los callejones siempre me recordarán que donde hay luz, existirá cierta oscuridad. Mientras exista el contraste, operaría de forma innata y me aseguraría un futuro impecable.

El sistema de héroes es un farol. No un farol en el sentido estratégico de una buena trampa, sino un espectáculo hueco. Los héroes buscan rankings, los villanos juegan a ser monstruos caricaturescos, y las vidas de las personas comunes son moneda de cambio en un circo que todos parecen aceptar como inevitable.

Pero no yo.

Izuku quiere salvar. Tanya quiere controlar. Entonces, ¿por qué no hacer ambas cosas?

Lo primero fue conseguir contexto. Entender el mundo en general y cómo nació el concepto actual de sociedad heroica.

Hecho.

Lo segundo, conseguir información.

En progreso. Cada batalla, cada guerra, se gana mucho antes de que el primer disparo sea disparado. Las calles de esta ciudad tienen oídos, y me aseguré de abrir las puertas correctas y cerrar las bocas equivocadas. Entre los villanos menores y los marginados del sistema, encontraré herramientas útiles: personas invisibles para los héroes, pero esenciales para un plan maestro.

Japón necesitaba convertir la mentira actual en verdad. Un objetivo ambicioso se logra con pasos bien puestos. Naruhata era un buen sitio. El lugar donde el mal nace aleatoriamente cada día.

Entonces...

Segundo, estructura. No soy una idealista; un sistema sin reglas claras y liderazgo efectivo no dura. Por eso, diseñaré un sistema claro: jerarquías, códigos, protocolos. Cada pieza deberá conocer su lugar, cada acción servía al propósito mayor. Mi propósito.

Tercero, ambición. Este no era un juego de poder vacío. Si iba a intentar crear un sistema genuino detras del ojo público, sería para erradicar el mal de raíz. No para humillarlo públicamente como hacen los héroes, sino para eliminarlo silenciosamente, eficientemente, permanentemente.

La justicia no necesita cámaras. Izuku.

Mientras pensaba eso... me convertí en uno con los oscuros pasajes de la ciudad. Encontrar un refugio, ese era el primer paso.

...

— ¡YEAAAAH! Acaban de escuchar al maestro local de Enka cantando su gran éxito "Anhelando Naruhata". ¡Muchas gracias a todos! — Se escuchó a la distancia.

¿Podrías ser menos ruidoso? Present Mic se llamaba, ¿no?

Supongo que los héroes se mimetizaron con el espectaculo. Era el curso adecuado para el contexto caotico de Naruhata, podían controlar a la población mientras intentaban investigar la raíz del problema.

Las drogas, huh.

Supuse que era ello. Inko me había conversado, pero no supe predecir que todo estaba relacionado con Naruhata. Aquí se había instalado algún tipo de gobierno del crimen y tendría que ser mi debut.

Mis nuevas herramientas, mis nuevos poderes y mi nuevo cuerpo. Era el escenario perfecto para mostrarme ante nadie y que nadie fuese testigo de mis acciones.

Pero sería yo el que determinara el rumbo.

Sería yo, el que terminará jubilado lleno de paz.

Yo.

Nosotros.

Para estar protegidos y para crear un mundo mejor.

Que ridiculo humano, pensaría la Tanya del Imperio.

...

Pronto llegué a una calle civil. Era un distrito común, gente viviendo en hogares baratos, negocios de vez en cuando, etc.

Solo ún local tenía las luces prendidas.

Recordé los contenidos de mi mochila.

Tenía todo lo necesario, ¿no?

Lo había estado planeando todo durante esta semana. No me podría haber equivocado.

Caminé lentamente a la tienda. Podría pedir alojo temporal por dinero solo esta noche y luego desaparecería. Nadie rechazaría a un pobre adolescente perdido, ¿verdad?

Llegué a las puertas del local que estaban cerradas, pero había luz.

Pensé en tocar, pero...

— Oye, hermano. El trigger que vendimos ayer fue nuestra primera tanda, ¿verdad? —

— Si... esa fue nuestra primera venta como negocio inocente. JAJA, ¡somos imparables, hermano! ¡La policia nunca sospechara! —

¿Son estupidos? Poco más y lo anunciaban en el festival de la ciudad.

Pero espera... ¿esto no era una gran oportunidad?

Hacerse parte de una distribuidora de una droga desconocida y luego descubrir el origen mientras fingo ser parte del esquema...

¿Podría funcionar, no?

Pronto acerqué mi oido a las puertas. En realidad no era necesario, con tan solo concentrar mi maná en mi cuerpo y manipular un poco las formulas de vibraciones y aplicar el hechizo en mi cerebro, bastaría para obtener una especie de super-oido, pero no podía desperdiciar maná cuando me enfrentaba a dos enemigos desconocidos.

La voz de los "dueños" seguía resonando a través de las ventanas mal aisladas, un eco que reflejaba tanto su ineptitud como su peligro potencial. Dos hombres hablando abiertamente sobre contrabando, jactándose como si el mundo no los escuchara. Incompetentes, sí, pero aún útiles.

Era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. Pero si iba a tomarla, tenía que hacerlo de manera que me beneficiara completamente. No solo necesitaba un techo, sino también recursos, y más importante, un punto de entrada al inframundo de esta ciudad.

Respiré hondo, evaluando mi magia. Este cuerpo, aunque diferente, era un recipiente digno. Podía sentir el flujo de poder bajo mi piel, refinado después de semanas de práctica. No necesitaría armas. No contra estos idiotas.

Es hora del verdadero show.

Preparé antes un hechizo de densidad, necesitaba hacer los calculos de antemano.

Empujé la puerta y, como esperaba, no estaba cerrada con llave. La campanilla resonó débilmente cuando entré. Los dos hombres se giraron de inmediato, sus rostros transformándose en expresiones de sorpresa mezclada con desconfianza.

—¿Quién demonios eres tú? —preguntó el más alto, acercándose con pasos lentos pero amenazantes.

Piercings, cejas cortadas de forma extravagante, vestidos como gánsteres. Sí, eran criminales de bajo rango.

Levanté las manos en un gesto de rendición, intentando parecer inofensiva.

—Perdón por irrumpir... —dije con un tono cuidadosamente calculado, entre tímido y nervioso—. Es solo que vi la luz y pensé que alguien podría ayudarme. Necesito un lugar donde quedarme por esta noche. —

Ambos hombres intercambiaron miradas. No podían ser más obvios. Sus intenciones eran claras: no planeaban ayudarme, sino aprovecharse de lo que veían como una víctima fácil.

—¿Y qué tienes para ofrecer a cambio, niñito? —dijo el otro, sonriendo de manera desagradable.

Perfecto. Justo lo que necesitaba.

—Bueno... —comencé, bajando un poco la cabeza—. Supongo que esto. —

Antes de que pudieran reaccionar, toqué las puertas con mis palmas. Apliqué un hechizo de densidad extra usando la mitad de mi maná total. Ahora deberían pesar una maldita tonelada y también brillaba de forma extraña, probablemente solo perceptible para mis ojos.

No podrían escapar. Las ventanas tenían barrotes de metal por dentro.

—Oye, oye. ¿Qué hac...? —Lo interrumpí cuando se acercó peligrosamente.

Concentré mi maná en un hechizo de reflejos y fortalecimiento corporal ligero, guardando un extra por si resultaban ser demasiado para mí. Cuando el más grande intentó empujarme hacia la pared más cercana, lo tomé del cuello y lo estrellé contra la puerta.

Normalmente, la puerta se habría abierto y el impacto habría sido leve. Pero ahora, con ese peso extra, el golpe fue contundente. Si quebraba su cuello y moría, no sería mi problema. Sin embargo, pensar en ello provocaba un dolor punzante en mi corazón.

Tendría que superar esta barrera contra los asesinatos. Tan solo pensar en los constantes debates que tendría conmigo misma me cansaba.

El otro estúpido, más pequeño, corrió para atacarme. Aprovechando su confusión, corrí hacia él, extendiendo mi palma abierta.

Con mi telequinesis, agarré una silla cercana y la estrellé contra su cabeza mientras seguía sorprendido. Cayó al suelo con sangre saliendo de su cráneo. Aún no estaba completamente derribado, pero apenas podía levantar la mirada a pesar de su dolor.

¿Si quiera alcanzaron a usar sus quirks?

El hechizo de la puerta seguía drenando maná, así que lo detuve. Mi cabeza dolía con tan solo mantener los hechizos simples corporales y aquel de densidad. La telequinesis, al menos, era más sencilla en comparación, solo manipulé el espacio circundante de la silla y modifiqué los vectores hacía mi posición.

El primer hombre: inconsciente.

El segundo: aterrorizado. Rasgos mutantes empezaron a aparecer en su cuerpo y cara. Sin pensarlo demasiado, tomé la silla (que milagrosamente había soportado el impacto inicial) con mi telequinesis y la estrellé nuevamente contra su cabeza.

Miré hacia un refrigerador de brebajes. Mis ojos dorados aún brillaban con intensidad. Sí, seguían ahí.

Los dos derrotados se despertarían pronto. La inconsciencia y la adrenalina no hacen buena pareja.

Entré a la trastienda, donde guardaban lo que parecía ser un cúmulo de objetos de segunda mano. La tienda, en sí, era una mezcolanza: muebles usados, bebidas, objetos reciclados. Tenía un poco de todo. Me sentí satisfecho cuando vi cinta de embalaje ultraresistente.

Tosí, el polvo de la tienda y el viento que provoqué con los impactos hicieron que la suciedad saltara por los aires. Un lugar conveniente y descuidado, perfecto para pasar desapercibido.

Je, je, je.

Revisé sus pertenencias para asegurarme de que no tuvieran herramientas escondidas. Algo que pudieran usar para cortar la cinta con la cual los ataría. Luego esperé a que despertaran.

¿Con qué los había golpeado que tardaban tanto?

Ah. Miré a un costado. La silla seguía intacta.

¿De qué mierda estaba hecha?

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No piensen que simplemente desaparecí a Izuku de su hogar como si nada. Se desarrollará su escapada después y las consecuencias de esto también. Jeje.

¿Les gustó el capítulo? :P

Gracias por leer, no olviden votar.

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09-01-2025 (2737 palabras)

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