"—El Karma no es la venganza del universo, es el reflejo de tus acciones. Todas las cosas que salen de ti, regresan a ti. Así que no es necesario que te preocupes por lo que vas a recibir, preocúpate por lo que tú das."

• • •

Un chico de recientemente 18 años de cabellos blancos y ojos rojos se había ido a ver una supuesta profeta que es la mejor de todos los universos dimensiones y realidades alternas.

—Va hacer destruido.

—¿Por quién?¿Dios?— dijo con burla el de pelo blanco y cierta ironía.

—No. Algo más lo derrotará. Acabará con su existencia.— su voz sonaba seria en sí, su rostro oculto entre la sombra de la capucha que la cubría.

—¿Quién? Yo puedo vencerlo.— dijo con seriedad. Nadie iba a impedir que llegara a su objetivo. Apenas hace poco tiempo había escapado de haberle robado la Oz a la Parca.

—Es una profecía.

—Decirla entonces.

—Una pareja homosexual será quién le de fin a tus días.— soltó sin pizca de temor alguno
Aquel ser que estaba oculto entre la capucha no veía el futuro, pero si conoce a otros seres que lo hacen y le habían advertido para usar la información para su beneficio.

—Como diga. — digo sintiéndose ridículo e ignorando las palabras de la "mujer".

No tiene sentido.

—¿Cómo es que se llama joven?— preguntó la persona  amablemente.

Aunque ya sabe la respuesta, debía verse ingenua y sin idea de quién era el que estaba frente suyo.

¿Curioso no? Sabe mi futuro, más no sabe mi nombre. Pensó el de orbes carmín.

El peli blanco lo medito un poco y sin voltear a ver siguió su camino para desaparecer en las sombras, no sin antes contestarle:

—Aristóteles.

Una vez se fue, aquella persona encapuchada conocida por una "profeta" se esfumó de ahí. Se quitó aquello que cubría su rostro dejando ver su identidad.

—¿Lo encontraste?— dijo con poco interés uno de sus aprendices. Cuervo. Los demás lo observaban con más interés que él.

—Si.

—¿Y qué pasó?— preguntó una mujer de cabellera roja. Bastante hermosa y joven.

—No necesito armar una guerra para que me devuelva lo que me quitó. Yo se que luego sufrirá. Quizás pronto. — habló la Muerte.— ¿No es así, Karma?— dijo mirando a otro de sus estudiantes de cabello rojizo y ojos ámbar quien sonrió.

—Apenas soy nuevo en esto sabes.— fue lo único que le dijo a la Parca.

—Aprenderás con el tiempo.

—Tengo cosas más importantes que hacer que oír de un creído infantil.— habló el de cabellos oscuros como el carbón para retirarse de la habitación.

—Siempre le cayó mal... Me preguntó si cambiara alguna vez.— habló la pelirroja.— Curioso por qué él también era un creído.— agregó divertida.

Entonces la Muerte se puso a pensar en cuánto tenía que esperar para que Aristóteles se encontrará por primera vez con una versión alterna de ellos.

•~•~•~••~•~•~•~•~

Quiero aclarar los siguientes puntos... Son muy importantes para comprender un poco más esta historia con leve BillDip.

•Es necesario que leas todas o al menos la mayoría de mis otras historias para leer esta y comprenderla algo.

•Si no las quieres leer todas pero quieres comprender mejor está, con que leas "No enciendas la Luz, Tengo miedo" y "Maravillosa Perdición" sería todo. Están en mi perfil.

•El personaje de "Karma" no es "Akabane Karma", por lo que agradecería no ver en los comentarios que dijeran cosas como "Y donde está Nagisa". Me cabrea casi tanto como cuando me confunden con una chica.

•Dipper aparenta la edad de 26 años y Bill de 29 aunque en realidad posean muchos miles de años.

•La escena del inicio ya apareció en otra historia mía.—No Enciendas la Luz, Tengo Miedo—. Solo que aquí le hice unos ligeros cambios y agregando le un poco más.

•Esta parte ha estado escrita y guardada en borrador desde el 13 de agosto del 2018. Y apenas ahorita la voy publicando.

Este día estoy publicando nuevas historias. Quizás lo notaron algunos.

Hasta la siguiente actualización. Probablemente sería el 1 de enero de 2019.