•Hipofrenia.
Dipper tenía un trabajo muy importante que hacer.
Tenia que hablar y entregarle algo en especial a un ser al qué él admira y le da miedo.
A la Muerte.
Abriendo un portal llega a una clase de mansión tétrica que se encuentra en algún lugar del inframundo.
Después de acceder y poder entrar a la enorme casona, se hace presencia la Parca.
—Sígame.— le dice, a lo cual el castaño asiente con seriedad.
Pensando, en si la Muerte es hombre o mujer.
—Disculpe la imprudencia pero, ¿Usted es hombre o mujer?— preguntó un poco nervioso por no ofenderla o por el atrevimiento.
—No poseo sexo. Pero algunos me ven como un ente femenino y otros como uno masculino. Y me da igual. Llegamos.— dijo sin importancia alguna. Entrando a lo que podía ser el despacho o la ofician principal de trabajo.
El castaño notó que ya había alguien ahí. Un hombre con una gran capucha color blanca con detalles dorados y diseño de joyas. Poseía un gran amuleto en su pecho como el Doctor Strange. No podía verle bien el rostro, pero fuera de la capucha se les escapaba unos rebeldes cabellos rubios demasiado claros que parecen platinados.
—Buenas Tardes.— dijo formalmente. A pesar de no haber un tiempo exacto en esa dimensión, siempre es mejor decir "tardes".
El encapuchado se puso de pie y saludo de igual manera.
—Soy Isaac. Dios del Tiempo y el espacio. El Dios original.— dijo mientras recibía la mirada aprobatoria de la Muerte de que podía confiar en él, haciendo que se quitará su capucha.
La Muerte se sentó en su silla silla especial, que parecía trono.
Dipper observó cómo el tal Isaac se veía joven. Él lo imaginaba más viejo al ser el dios del tiempo. Aunque pensándolo bien, había leído alguna vez en unos libros que el Dios del Tiempo puede cambiar físicamente de edad en un instante. Puede ser un niño, luego un adulto, un anciano o un adolescente.
—¿Original? ¿Acaso existe otro?— preguntó intrigado.
—Tengo un aprendiz que será guardián del tiempo y el espacio. ¿Y usted es?— respondió con simpleza volviéndose a sentar. Invitando al Pines a sentarse frente suyo, ambos quedando enfrente de la Parca.
—Dipper Pines a su servicio.
—Es el nuevo guardián celestial de la galaxia principal.— comentó lo Muerte.
—Ya veo.
—Le comentaba a Isaac sobre una persona que desapareció y la estamos buscando. Es alguien muy peligroso y necesitamos su apoyo.
—Ha de ser poderoso también para que todavía no la hayan encontrado, ¿No?— interrogó Dipper prestando mucha atención.
—Exactamente. Hace unos meses que se fue. Y me robó algo.
—¿Su parca no? Por eso he venido a traerla una nueva e igual de poderosa como la suya.— dijo sacando un papel enrrollado color negro que tenía escrito algo con tinta platinada, la Muerte firmó el papel tomando una pluma de cuervo. El papel reconoció su firma y se transformó en la nueva Oz.
—Si. Se lo muy difícil que es crear otra para las cosas que hago en mi trabajo.
—Concuerdo.
—Eso vendría siendo todo.
—¿Cómo es la persona que desapareció?— preguntó con interés el castaño.
—No sé si me descripción sirva de algo, pues suele cambiar de forma. Además que hay más de un millón de personas que comparten las mismas características.
—¿Tiene nombre?
—Aristóteles, pelo blanco y ojos rojos ligeramente ambarinos. Estatura promedia. Aparenta unos 18 años.— dijo sin más.
—¿Tan joven es?
—Si. Fue uno de mis aprendices.— agregó con cierta pena. Omitiendo el "uno de los más poderosos".
Antes de que pudiese continuar, alguien los interrumpe abriendo la gran puerta.
Un joven de cabellos rojizos y ojos ámbar.
—Muerte, Hades volvió a quemar- Oh, perdón. No sabía que tenías visitas. — dijo el joven interrumpiendo se así mismo.
—Buenas tardes.— hablo Dipper formal como de costumbre.
—Conozco al Dios Isaac, pero usted es nuevo.— habló sin rodeos el pelirrojo acercándose con una sonrisa burlona.
Vestía bastante casual para ser uno de los aprendices de la Muerte. Cómo si fuese un adolescente cualquiera del mundo humano.
—Soy Dipper Pines, nuevo guardián celestial de la galaxia principal. Un placer.— se puso de pie, estirando su mano para estrecharla. El pelirrojo lo miró pensativo y solo las "chocó" con el castaño.
—Un placer igual. Mi nombre es... — dijo para volver a su habitual sonrisa confiada y relajada, divertida. Siendo interrumpido por la Muerte.
—El es Karma.— habló con seriedad.
Se provocó un pequeño silencio.
—¿Karma, Karma? Osea,¿el karma, karma?— preguntó Dipper inspeccionando mejor al pelirrojo.
—Si soy ese karma. El que te devuelve lo que haces, sea malo o bueno. En resumidas y simples palabras. O como suelo decir yo, No puedes cagarla, y esperar a que pase nada.— citó con orgullo. Después de todo ama su trabajo.
—Es asombroso conocerte. Oí rumores pero no estaba seguro. Eres bueno en tu trabajo, ¿No?— dijo con cierto interés. De todos los aprendices, el pelirrojo es quien más le llama su atención.
—Me encanta hacer justicia y divertirme un poco.— respondió encogido de hombros.
—Me habías dicho algo de Hades, ¿Qué demonios hizo él ahora?— preguntó Parca.
—Quemo un tercio del inframundo donde él está
—¿Qué?
—¿Se puede quemar el inframundo?
—No es fuego normal el fuego que posee Hades, es más peligroso de lo que piensas. Carajo.
—Ese vocabularios Muerte.— reprendió Isaac.
—¿Y por qué lo hizo?
—Sepa.— volvió a decir Karma encogido de hombros y con un gesto aburrido.
—Agh, bueno eso es todo. Tengo que arreglar ese asunto. Ya se puede retirar joven Pines.— se despidió mientras desaparecía en un portal.
Mientras tanto Karma debía irse al Limbo por lo que igual se fue de ahí.
—Claro...
—Yo igual me voy. Debo enseñarle a mi aprendiz ha crear bucles temporales. Ah, quizás te lo encuentres. Adiós.— se despidió Isaac para igualar marcharse de ahí.
—¿Encontrar? ¿A quién?
—¡Pino!— dijo una voz demasiado familiar abrazándolo por detrás.
—¿Qué carajo haces aquí Bill? Pensé que era imposible entrar aquí sin autorización de la Muerte.— habló sorprendido y no muy agradecido por encontrarse al rubio. Quién sonreía como si nada.
—Oh lo es, pero para mí nada es imposible. El caso, vine aquí para invitarte a salir. — dijo con una radiante sonrisa confiada.
Dipper lo pensó un momento, ¿Bill es la persona con la que se supone se debía encontrar, según Isaac?
—Acabo se hacer un trabajo muy importante.— le dijo Dipper al mayor.
—Vamos a comernos unos tacos.— ofreció sin titubear.
—Pero ya no tengo mucho que hacer, así que está bien...— aceptó sin más mientras salían de la oficina, caminando los pasillos para salir de ahí y abrir un portal. Sin embargo Dipper se distraigo con algo.— ¿Es normal que haya una mariposa volando por aquí?
—No es una mariposa normal Dipper.— se detuvo en seco Bill un poco serio.
—¿Ah?
—Veo que me descubriste, demonio del caos.— se escuchó una profunda voz.
Dipper miró confundido al insecto.
—Claro, ¿por quién me tomas?— se cruzó de brazos.
La mariposa se transformó entonces en una persona.
—No entiendo.
—Me presentó, soy Arath.— sonrió amable el chico.
Una rubio ligeramente castaño de ojos miel verdosos.
—¿Eres una persona?— preguntó un tanto sorprendido Dipper.
—El mariposon, jajajajaja.— se burló Bill entre carcajada ganándose dos miradas de muerte.
—Bill cállate o cancelo los tacos
—Perdón.
Arath se sorprendió ante la disculpa del Cipher. No muy sincera por cierto pero al fin y al cabo una disculpa. Algo ha de tener aquel castaño para que haga a Bill Cipher disculparse sin pensarlo.
—Un gustó Arath, ¿Tú eres?— preguntó Dipper ignorando lo de hace unos momentos.
—El aprendiz de Isaac. Recuerda que te dijo que me encontrarías. Después de los bucles sigue el efecto mariposa.— comentó como si nada. Al fin después de aprenderse todas las leyes del tiempo, las paradojas, la física, y las del Tiempo y controlar algunas paradojas aprendería los Bucles y su mayor interés, el Efecto Mariposa.
—Oh efecto mariposa.— dijo intrigado Dipper pues siempre le ha interesado mucho aquellas cosas. Solo sabe algo del tema por las películas y los libros que ha leído.
—Es genial. Uhm, esto es información que no debería revelar pero...
—¿Ah?
—Se que pasará, después de todo soy casi el Dios del tiempo. El caso es que, envié lo al pasado.
—¿Enviar? ¿A quien?
—Al enemigo, envié lo al pasado.
—Tu e Isaac saben que pasara, pero se les tiene totalmente prohibido interferir sin importar que.— habló Bill con el ceño fruncido. Después de todo el igual tiene el poder casi de controlar el Tiempo.
—Exacto. Pero deben enviarlo al pasado. Sino lo van a proteger entonces hagan lo que les digo. Él los quiere mucho.
—No se de qué está hablando.— dijo confundido Dipper. Arath hizo una mueca.
—Uh, ya hice lo mío. Hasta luego. Si es que hay un hasta luego...— dijo para marcharse de ahí. Teletransportandose.
—Eso fue muy extraño. Vámonos.— comentó Dipper para irse con Bill por fin de ahí. La Mansión de la Muerte si que es demasiado extraña.
• • •
Dipper terminó por contarle a Bill sobre que tiene que ayudarle a buscar a alguien que la Muerte busca sin entrar en más detalles que su descripción física y nombre.
Habían salido con ropa casual para ir a un dimensión del mundo mortal para comprar los tacos. Y los más deliciosos solo los hay en México. Ambos vistiendo ropas casuales sin llamar demasiado la atención. Y Bill dejando su ojo de cíclope para poseer ambos ojos de color miel. Aunque el Cipher seguía llamando mucho la atención por su físico.
—Espérame un momento, pediré unos helados.— dijo el Cipher para ir a un local. Dipper asintió señalando que iría a esperarlo al parque que quedaba cerca.
Mientras el castaño se dedicó a preguntar a al gente cercana sobre una persona. Pues según Bill pudo sentir su energía en aquel lugar. Accidentalmente se chocó con alguien.
—Disculpa, estoy buscando a una persona.— dijo fijándose en la otra persona con la que había chocado.
No podía verle bien la cara, estaba encapuchado y tenía un cubre bocas.
Apenas podía distinguir unos cabellos albinos sobre salir.
—T-Tú eres... ¿Dipper?— cuestionó realmente sorprendido.
—¿Cómo me conoces?
—A-Ah yo... Yo...— balbuceó nervioso. Se sintió con en un De javú.
—¿Cómo te llamas?
—Pues me llamo...
—Dipper no me vas a creer lo que pasó... ¿Quién es él?— preguntó el rubio al estar junto a Dipper y rodearlo del cuello. Al albino se quedó mirando a ambos en silencio.
—Bill eso fue rápido. ¿Y los helados?
—Los hijos de puta no me querían vender por qué justo cerraban el local. — respondió enojado, estaba apunto de recurrir a la magia.
—Me tengo que ir.— dijo el encapuchado.
—¿Oye, estás bien?
—Si, no importa. Tengo que hacer algo.— respondió un poco bajo.
—¿Cómo te llamas?
—Me llamó Juan... Mis amigos me dicen Juanito.— respondió titubeando un poco al principio.
—¿Eres de México?
—¿Ustedes son pareja?— respondió con otra pregunta.
—¿Tan obvio es?— alardeó el Cipher con una sonrisa ladina.
—Cállate Bill. Me preguntaba si conoces a alguien llamado Aristóteles que comparte las mismas similitudes que tú.
—No. Lo siento, yo tengo que hacer algo.
—Oye, ¿Cómo sabías mi nombre?
—Te conozco. Bueno, en realidad soy tu hijo.— respondió queriendo saber la reacción del Pines.
—¿Qué?
—Soy hijo de ustedes dos pero en una dimensión alterna que fue destruida.— respondió neutral el chico.
—Oh por Sácate, ¿estás solo?
—Dimensión destruida... Fue lo de la explosión universal del 99. Un universo fue completamente destruido en la época de 1999. Escuché ese rumor, el culpable no ha sido encontrado. — comentó Bill. Aunque sinceramente estaba seguro que si él tuviese un hijo con Dipper jamás le pondrían Juan para que le dijeran Juanito. Pésima idea.
—... Esté, ¿Por que buscan al tal Aristóteles?
—Para entregárselo a alguien o acabar con él.
—¿Acabar? ¿Ustedes dos?— preguntó con recelo, empezando a reflexionar. Sintió repentinamente un sentimiento de tristeza, sin motivo aparente.
—Si.
—Ya entiendo. De verdad me tengo que ir.— dijo para marcharse de ahi en pasó apresurado.
—No me fío mucho de él.— fue lo único que dijo Bill mientras que él y el castaño perdían de vista al extraño tipo que decía ser su hijo de otra dimensión.
—¿Y bien? ¿Cuál es mi siguiente misión Muerte?
—Tu junto a los demás ya se "graduaron". Ya no les pongo misiones o retos, es hora de que ustedes mismos escogan sus propios retos. Y aprovechen su inmortal vida. No tenemos descanso aquí.
—Lo sé, Lo sé. Solo te estaba molestando. Hace poco fijé mi vista en cierta Historia.
—¿Historia?
—Ya sabes que para mí, cada universo o dimensión tiene su propia historia con sus propios personajes. Siempre tienen algo interesante que contar. Y yo obviamente debo interferir un poco para que las cosas fluyan correctamente. Para que se haga justicia.
—Tu propia justicia.
—Adoro mi manera de hacer justicia.— sonrió orgulloso el pelirrojo
—Y... ¿Vas a contarme o irás a trabajar?
—Mi trabajo es mi propia diversión. Además, ¿No quieres saber de qué va? O mejor aún, ¿Quién va a pagar?
—¿Si te preguntó dejaras de molestar?...
—Es un trabajo en colaboración. Arath me está ayudando. Todavía no sucede nada. El tiempo ahí es diferente a aquí. Pero mi trabajo es hacer pagar al futuro asesino. Solo que le falta un empujón. Y para ello tengo que esperar bastante. A qué... La paloma actúe.
—¿La paloma?— cuestionó al no entender lo que el loco de su estudiante le explicaba.
—No sé quién es. Arath solo me dijo eso de la Paloma. Es demasiado extraño. Más que yo. Y eso que no hay nadie más extraño que yo.
—Como digas. Deberías irte.
—¡Por supuesto! Oh... Pero antes. Déjame decirte una de mis famosas frases... El Karma no tiene Menú, te servirá lo que mereces.
Palabras: 2, 307.
Fecha de publicación: sábado, 16, febrero, 2019.
Autor: JaquiiAleWorld
Fandom: Gravity Falls.
Historia: "Artificio". #Ultima historia de la colección.
Nota del autor:
Ha pasado mucho desde que actualice esta historia. Más de un mes. La razón es por qué quiero terminarla después de finalizar Utopía y otra historia.
Ahora, en el próximo capítulo se supone que debe haber la típica batalla final mortal. Pero como no me imagino describiendo esa escena y me aburriría escribirla y hasta leerla, la voy a omitir pero se mencionará que si pasó. Sino saben que significa el título "Hipofrenia", en este capítulo casi a lo último se menciona el sentimiento que tiene "Juanito". Tristeza sin motivo aparente. Tiene dos motivos para odiar a los homosexuales pero todavía no es homofobico. Hasta la próxima parte.
En el epílogo me estoy debatiendo mucho si poner sobre la identidad del mimo.
En fin; la siguiente actualización puede que sea muy lenta.
Hasta la próxima.
Segunda Parte Terminada.
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