•Artificio.
—Un hoyo negro ha sido creado en el universo.Cerca del planeta tierra de esa dimensión.Poco a poco irá arrasando otros planetas, debido a su fuerza y magnitud.
En otras noticias, el planeta Tierra está siendo destruido poco a poco por alguien. Parece que este personaje tiene prisa en acabar con ese planeta específicamente. — comenzó a decir la Parca, rodeado de seres que pueden serle de gran ayuda. Parte de ellos son sus ex aprendices. Ahora son solo dioses o algunos semi dioses.
Desde los grandes guardianes celestiales, hasta Artemis y el Dios del Tiempo Isaac. Quién tampoco podía hacer mucho debido a sus estrictas reglas.
—¿Ésto que es? No recibimos noticias de más arriba sobre esto. No es algo planeado.— comentó con inseguridad Artemis, un tanto nervioso. Revisando rápidamente los destinos que tenían cada dimensión del universo. En especial la que se encuentra en peligro y no tiene nada que ver con un destino predicho naturalmentr.
—Claro que no. Y tampoco es cosa del ser humano.—continuó Isaac. Ahora mismo yacía en su cuerpo adolescente de diecisiete años.
—¿Entonces?—preguntó esta vez uno de los guardianes celestiales, Pacífica Norowhest. Junto a los Pines.
—Es él. La persona que estoy buscando, que fue capaz de robar mi Oz y no ha sido detenida está creando un caos.—a completó la Muerte. Su inexpresivo rostro de esqueleto esta vez, tenía cierta pizca de preocupación.
—¿Qué, quien?—preguntó Stanley.
—Su nombre original es Aristóteles. Él creó el hoyo negro. Algo que se supone que muy pocos pueden hacer.—siguió Karma divertido. Más es su pokerface. Si algo ha aprendido es mantener siempre una emoción falsa hacia lo extraño y desconocido. Nunca mostrar sus verdaderas emociones.
—¿Quién es? Antecedentes.—preguntó Ford al ser nuevo en el tema.
—Un ex alumno mío, dejo de serlo hace no mucho. Lo encontré vagando en una dimensión hace mucho tiempo con la edad de once años. Su universo original fue destruido según se.
—¿Él fue un sobreviviente de la explosión del universo del 99?—preguntó Stanley al conocer aquel popular tema que sigue siendo viral desde que salió.
—Si, junto a Arath y Persefone. Pero mi reciente investigación, me acabo de enterar que él destruyó el universo.—soltó un suspiro pesado preocupando a todos.
—¿¡Tan joven!?¿Y con qué poder?— dijo la semi diosa guardiana de la naturaleza, Wendy Courduy.
—El tenía un poder oculto sellado. Más se liberó cuando sus padres demonios le dieron todos sus poderes para protegerlo de un derrumbe inexplicable, cosa de Dios.— dijo encogido de hombros.
—¿Y ahora que está buscando?¿Volver a destruir un universo.—cuestionó su otra aprendiz, Anastasia. De cabellos rojizos.
De todos sus aprendices, el menos interesado parecía un azabache de ojos grises. Hades quien prefiria jugar con su fuego azul.
—Si ese fuese su objetivo principal, ya lo hubiese hecho antes. Ahora que tiene mi Parca su poder aumentó. Y obvio, está creando caos por qué quiere algo. Busca algo.—respondió llamando más el interés de todos los presentes ahí.
—Tienes idea de que?— preguntó Mabel Pines curiosa.
—El ojo que todo lo ve.—respondió sin titubear, exaltando a muchos y a otros cuántos asustando los.
—Busca a Bill Cipher.—dijo por primera vez Dipper, con una expresión seria y pensativa.
—Es el único que puede detenerlo, con algo de ayuda. Cómo un as bajo la manga.— siguió la Muerte, los demás asintieron y vieron "disimuladamente" al castaño.
—Dipper.—llamaron StanFord y Stanley.
—Si ya se, tengo que convencerlo.— suspiró, sin tener idea de que hacer.
Qué todo sea por el bien del universo. Del multiverso.
• • •
—Quiero salir contigo.
—Wow, ¿Por qué tan derepente?—preguntó realmente sorprendido, aunque por dentro divertido. No es normal que Dipper fuese a sus aposentos para invitarlo a salir.
—Iré al grano. Un universo está apunto de colapsar, un hoyo negro y la Tierra ahí está siendo destruida. Necesitan de tu ayuda Bill.—pidió sonando lo más amable y serio posible.
—Y cómo sabes que me puedo negar, ¿vienes a sacrificarte?—cuestionó no muy convencido.
—Si. Pero tengamos la cita en otro momento. Después, primero hay que— continuó con cierta prisa siendo interrumpido. El mayor puso su dedo índice sobre sus labios en señal de que se callara.
—Shhh, pequeño Dipper. ¿Sabes? Qué te estés sacrificando por salvar un minúsculo universo, y quieras salir conmigo más por trabajo que por que realmente quieras no es algo muy alentador para mi, ¿entiendes?— explicó cruzándose de brazos, pensando en irse de ahí. Por su cercanía, fácilmente se distinguía que el Cipher le llevaba al menos quince centímetros de altura.
—Pero... Sino lo salvamos...
—Son solo millones de vidas hechas de partículas y átomos. Un universo nuevo se puede crear. Realmente no estás conectado directamente con algún ser viviente de ahí.
—¿Cuál es el punto de ésto Bill? ¿Simplemente no quieres ayudar?— frunció el ceño molesto y decepcionado del rubio quien suspiró exhausto.
—Ya sé quién es el enemigo. Lo sé todo, fue fácil de cifrarlo. Y si te recuerdo, no soy un pan de Dios precisamente para ir a "combatir" contra ese tipo que solo quiere llamar la atención para quitarme mi poder, cosa que nunca va a conseguir. —comenzó a explicar, mientras tomaba a Dipper de los hombros empujándolo a una cámara creada para mostrar toda la galaxia entera con tan solo el pensamiento del líder. Osea el rubio quién prosiguió.— En el multiverso, hay muchas versiones alternas de mí. De todas, yo soy el más poderoso y peligroso, con sabiduría e inmortalidad. Por eso ese tipo quiere mi ojo del saber.— añadió notando la cara de incrédulo del castaño quien "ya sabía" ese dato.
—¿Eres un imbécil o que?
—¿Qué te pasa?— frunció sus cejas al notar la molestia de Dipper.
—Sabia que eres un tonto, engreído y hasta malicioso. Pero pensé que al menos eras lo suficientemente... O tenías algo de humanidad como para hacer algo al respecto, para pensar e interesarte en salvar esté universo. Si conseguís vencerlo antes de que el hoyo negro se tragué todo,— siguió volviendo a ser interrumpido.
—¿Tú acaso sabes a dónde te llevan los hoyos negros?
—Pues...—empezó hacer memoria de lo aprendido en siglos.
—Desintegración, teletransportación u oscuridad infinita.—respondió sin dudar.
—¿Sabes? Estoy perdiendo el tiempo aquí contigo. No sé por qué tan siquiera pensé en venir acá.
—Lo único que quiero que entiendas, que él que me interesa aquí eres tú. Y no los otros. No ellos. Tú. Quiero tenerte. Pero no quiero que vengas a mí solo por qué tu trabajo o una parte de la humanidad de un pequeño universo esté en peligro. ¿Acaso no entiendes todavía lo que siento por ti? No me moveré de aquí hasta saber que de verdad quieres tener algo serio conmigo. Qué lo intentaras y— habló con honestidad el mayor, abriendo todos sus sentimientos hacia el castaño que comprendía lo que esté quería decir.
Dipper lo tomó del cuello, jalandolo hacía él, dejando sin palabras a Bill. Sus labios se unieron formando un breve beso. Que para el gusto del Cipher duró muy poco.
—¿Esto es suficiente para demostrarlo por el momento?— dijo sonrojado y apenado.
—Ese trasero va hacer mío al acabar.— sonrió con malicia mientras lo tomaba de su cintura acercándolo más a él y darle otro beso. Esta vez más largo y profundo.
—Si es que lo conseguís.— retó el castaño, sonriendo burlón.
—Soy el gran Bill Cipher. El Artificio está por comenzar. — sonrió eficaz.
• • •
Largas horas de batalla. Ninguno parecía querer o tener la intención de rendirse. Hasta el mismo Cipher admitía que el albino es el primero en darle tanta guerra,con el único objetivo de conseguir su ojo que todo lo ve.
Ambos males, uno que ahora representa el bando "bueno" y el otro el verdadero "mal", se muestran con golpes y ensangrentados. El lugar de pelea debería estar peor que ellos.
Habían armado su propia burbuja para no destruir más su alrededor, estando en el espacio. Mientras que la Tierra seguía en reparación y el hoyo negro había sido amortiguado temporalmente por Artemis.
Nadie podía ni quiere interferir. Dios no hace nada. Él solo observa y analiza todo.
La Parca buscas opciones, pensando en que hacer con Aristóteles si le ganaban.
Isaac quién ya sabía cómo termina a todo, le decía a su aprendiz Arath sobre que no debe interferir en este tipo de cosas sin importar que pase. Dipper estaba preocupado y listo para el efecto sorpresa. Si de verdad aquel albino tenía todavía cierto afecto por ellos, debía funcionar al menos.
—¿Es todo lo que tienes?— preguntó el albino de ojos carmín limpiándose sin cuidado un hilo de sangre de su comisura. Ambos seres parecían flotar en ese espacio.
Aristóteles le creció un poco su cabello blanco, llegándole hasta una pulgada por debajo de sus hombros. Alrededor de su iris rojisa se tornó negro. Dos cuernos le crecieron al igual que unas aterradores garras y dos alas grandes color blancas como si fuese un ángel, aunque su aspecto era más de un demonio. Vestía con un atuendo particular color negro con plumas sobre salir. Ajustado.
—Mi último aliento no será contigo.—sonrió, pues no iba a ser destruido o derrotado justo cuando al regresar, tenía a alguien que esperé por él. A su amado Pino.
—Yo no pienso rendirme jamás, haré pagar a Dios por lo que hizo. ¡Me vengarse de él por hacer mi nacimiento miserable y arrebatarme a la única familia que tenía! ¡¿Por qué demonios me creó sí él mismo sabía de todas formas cómo iba a terminar?!— gritó con dolor y un rencor característico.
Debía tener todo el poder necesario para acabar con la grandísima deidad que nunca hace nada y solo se queda postrado en su trono sin ayudar. Simplemente creando y observándonos a todos nosotros.
—¿Quieres mi ojo no? Lo siento chico, pero no pienso dejarte ganar cuando tengo a alguien por quien luchar.— sonrió confiado.
Aris bufó molesto y asqueado.
La pelea estaba por llegar al desenlace.
• • •
—Si te soy sincero, por un pequeño momento pensé que no ganaríamos.— suspiró rendido el castaño cayendo boca arriba entre el espacio con su uniforme azul sucio. Bill le siguió, ambos parecían exhaustos.
—Bueno, debo admitir que ganamos gracias a tí, Dipper. Mi arma secreta y ahora, mi pareja.— sonrió con orgullo recuperando el aliento. Tronó los dedos para teletransportar la esfera donde se hizo la pelea en una parte de la Tierra que parecía volver a ser la misma de siempre.
Después de la gran batalla, Bill tuvo que también deshacerse del hoyo negro cosa que lo dejó más cansado de lo normal.
—Vamos muy rápido. Además ésto todavía no acaba. Para nuestra mala suerte, el tal Aristóteles no sé qué, por qué su nombre ese muy largo, sólo está inconsiente temporalmente. Y cuando despierte solo será cuestión de horas para que se recupere.— explicó Dipper.
—Por lo que debemos hacer algo. ¿Qué propones?
—Creo que yo puedo ayudar.— habló un hombre de cabello negro y ojos verdes. De piel bronceada. Parecía tener alrededor de unos 32 años aproximadamente.
—¿Tú quién eres?— dijo alzando su cabeza un poco el rubio junto a Dipper, más seguían cansados que no flotar podían.
—Me llamó Helios. — respondió con una sonrisa perspicaz. El azabache de mirada esmeralda estaba listo para la acción. Para el inicio de la nueva era.
En poco tiempo, habían encerrado el cuerpo de Aristóteles en una pequeña cápsula que se desintegraría por el viaje. Cómo sabían el gran poder que esté mismo poseía, los grandes seres más poderosos del cosmos fueron reunidos para el trabajo que se llevaría acabo.
Quitarle su poder al albino.
Isaac, Artemis, Helios, Bill Cipher, La Parca y sus seis ex-aprendices hicieron el trabajo de absorver sus poderes, los cuales quedaron como pequeñas gemas de diferente tamaño, forma y color. Las cuales pusieron alrededor de aquello que quedó al final.
Un total de doce gemas.
Aristóteles dejo de ser un demonio, ser destructivo a una masa sin forma color gris. Es lo único inofensivo que quedaba de él ahora.
Tenían el plan de mandar a Aristóteles a un pasado en concreto, sin energía ni recuerdos. Ya que sus memorias quedaron atrapadas en las gemas.
En el pasado no podía hacer nada. Nada más ver y moverse un poco.
Sus poderes en formas de gemas serían exparsidos en diferentes galaxias, universos y dimensiones para qué sí él consiguiera recordar después de un largo tiempo algo, le sería imposible recuperar todas sus gemas.
El multiverso es enorme.
Sería bueno para retenerlo por un larguísimo periodo. O siempre, ya que creen imposible que consiga al menos recordar su propósito y hacer caos.
De todas formas no dudaron en mandar a cierta persona encargada de exparsirlos correctamente las gemas a lugares totalmente diferentes, y a Aristóteles igual.
Aquella persona se quedó solo con una gema. Qué guardó en un libro que él hizo donde escribiría todo los avances que habría. Y a la vez se encargaría de que nada malo sucediera.
—¿Tú crees que no vuelva a molestar?— preguntó Dipper observando al albino debilitándose cada vez más hasta forma la masa gris sin energía.
—Si él por alguna extraña razón regresará con todos sus poderes. Sería en un muy largo tiempo. Y créeme que si eso pasa, nosotros volveremos a detenerlo.— le tranquilizó Bill con una sonrisa confiada.
—Él solo se siente solo. No tiene familia. Le quitaron a su familia.— recordó el Pines con un suspiro triste.
—Pues quizás esta vez aprenda y vea esto como una oportunidad y haga su propia familia, consiga su propia felicidad.
—Tienes Razón, Bill.— sonrió.
Lástima que las cosas no salen como un piensa.
Mientras que no muy lejos de ahí, cierto grupos de ex compañeros se encontraban conversando.
—Ne Hades, ya que cada quien de nosotros tomara su rumbo. Y es muy poco probable que nos volvamos a ver pronto a menos que sea para alguna misión importante encojunto en algún futuro lejano, ¿Qué piensas hacer?— sonrió la pelirroja de grandes pechos, Anastasia.
—¿De qué? Tengo mucho trabajo que hacer.— suspiró encogido de hombros.
—Por los viejos tiempo. Ese Aris, nunca te cayó bien. ¿No?
—Mocoso engreído.— admitió recordando todas esas veces que el albino lo molestaba.
—Tu crees que nosotros, ¿Encontremos el amor?— dijo esta vez acercándose Karma al azabache y la otra pelirroja. Junto a él también venía Denis, una mujer que representaba la Demencia.
—Nosotros no necesitamos esas estupideces. Debemos ser felices con las riquezas que tenemos.— dijo Hades sin interés en el amor.
—Dilo por tí. Cuando te enamores, ahí te veré sufriendo. — añadió divertido Karma.
—Ja, en tus sueños. Yo no necesito una familia en ese sentido. Me basta con tenerlos de amigos.— dijo para retirarse de su grupo de amigos.
Karma, Anastasia y Denis se quedaron pensativos. Sus otros amigos, Alían y Falls los acompañaron.
—Lo dice por lo que pasó cuando todavía era humano, ¿no?— preguntó inquieto Falls. Un peliverde de ojos del mismo color que su pelo.
—Supongo.— dijo encogido de hombros Karma.
—A comparación de todos nosotros que llegamos a este mundo debido a que fuimos asesinados en vida, Hades fue el único que se suicidó para estar aquí.— agregó seriamente Anastasia.
—Podrá parecer a veces un idiota con nosotros, pero en realidad es alguien muy profundo y misterioso.— agregó el pelirrojo. Sus amigos asintieron estando de acuerdo con lo que decía.
• • •
Después de algún tiempo, logró obtener/encontrar una de sus gemas sin que nadie sospechará para hacer su cometido. Le brincó un poco de poder de su gema, la cuál decidió tomar y dársela hasta que el momento llegué.
Arath Aarón Damián Paradox se quedó con una de las gemas de Aristóteles, de un color verde primavera.
Aquella masa que tenía vida, consciencia pero no entendimiento solo había pasado siglos en viajar de un lugar a otro observando el universo. Todos lo veían como polvo del espacio o suciedad de partículas.
Al obtener algo de energía pudo cuestionarse más cosas y tener más movilidad.
¿Por qué está ahí? ¿Quién es él? ¿Qué pasó?
Tu nombre es Aristóteles. Le dijo aquel extraño ser que le dio algo de energía. Paradox. El nuevo Dios del tiempo.
Con más tiempo y viajando a nuevas dimensiones o universos alternos, aprendió muchas cosas y un poco más de su memoria regreso.
Alguien lo había convertido en una cosa sin forma color gris. Él antes era algo parecido a un humano.
Una pareja de homosexuales acabará contigo. Es la frase que más se hizo presente en su mente sin recuerdos.
Encuentra tus poderes que fueron extraídos de tí. Poseen ahora formas inusuales de gemas. Están exparsidos en todo el multiverso.
Él no ha sido derrotado, su fin aún no ha llegado. No tiene muchas cosas en claro, sólo sabe su nombre, lo que tiene que buscar y esa extraña frase que no tiene coherencia todavía para él.
Pero de algo está seguro, pronto va a retornar, y cuando recupere sus memorias sabrá que hacer.
El amor es algo Quimérico. Él solo será feliz hasta cumplir su objetivo.
Palabras: 2, 851
Autor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Viernes, 01, marzo, 2019.
Historia: "Artificio" #Ultima historia de la colección.
Nota del autor:
Hey! Ya está cerca! Qué cosa? El final de esta historia :D
En el próximo capítulo (Epílogo), no sólo habrán muchas referencias también revelaciones impactantes xd. Se publicará creo que hasta Abril. Pero primero quiero tratar de terminar otras obras mías como Incubó y Prohibido que esta última es una obra en colaboración.
Muchos de los personajes que aparecen en esta historia son Ocs. Osea míos.
Hasta la siguiente!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top