Capítulo 41

Mis ojos arden al abrirlos, mi cabeza duele un poco, supongo que las noches de llanto no son lo mejor, termino con los ojos adoloridos e hinchados. Veo la hora en el reloj en forma de lápiz gigante que tengo en mi mesita de noche y leo que son las 6:18 a.m. Cierro los ojos de nuevo, por mi mente pasa que en cualquier momento Tom estará aterrizando y se que vendrá hacia acá, pero realmente no quiero enfrentarme a él. 

Hoy es día de preparar todo lo que falte para salir mañana destino a los Estados Unidos para la primera galería, tengo que terminar mi maleta para las dos semanas que estaré allá, así que de una vez por todas me levanto. Si bien se que el vuelo de Tom aterriza a las 6:45 a.m, cada cinco minutos observo el reloj deseando que este no avanzara. 

Mi desayuno consiste en una simple avena con almendras, solamente bajo a preparármela y subo de inmediato a mi habitación. Observo en la silla cercana al armario la maleta con muchas cosas dentro, pero aún faltan más por meter. Le doy unas cucharadas a mi avena y comienzo a organizar las cosas, a veces metiendo unas y de nuevo sacándolas para acomodarlas mejor. 

El timbre de la casa suena y me quedo congelada, en mi mente pienso inmediatamente que es Tom, camino hacia la ventana y veo un auto frente a la casa, no lo reconozco, de nuevo el timbre de la casa suena y por obvias razones no puedo ver quien toca. Segundos más tarde la voz de papá me habla, si, efectivamente, mi tormento a llegado. 

Me observo en el espejo, soy un desastre al cien por ciento. Aún llevo mi pijama así que eso aumenta mi desastre al doscientos por ciento. Bajo las escaleras, lo poca avena que comí me hace estragos en el estómago, los nervios me consumen. Me acerco a la puerta y Tom está ahí esperando, su rostro es de impaciencia, papá pasa a mi lado y frota mi hombro en señal de apoyo, supongo sabe que algo anda mal. 

-Hola -Le digo, no me sale nada más, siento la misma presión en mi pecho de siempre. El se acerca a mi extendiendo sus brazos pero el pánico se apodera de mi, lo freno. 

-_______, tienes que decirme que sucede -Dice, me quedo observándolo, muerdo mi labio, no se ni siquiera como enfrentar esto. 

-No se como puedes actuar como si nada... no espera, si se, eres actor -Me río por mi comentario, soy tan estúpida. 

-¿de que hablas? -Mis ojos comienzan a mojarse, que acaso no puedo estar un minuto sin llorar, me preguntaba a mi misma siempre eso. 

-Se lo que hiciste en el pub al que fuiste -Su mirada abandona la mía delatandolo por completo, su rostro se pone serio y evita mi mirada. Se delata por si solo. -¿Por qué lo has hecho?

-Yo... lo siento mucho _______ -Sus ojos conectan a los míos que derraman lágrimas sin parar, el pecho se me oprime y siento mi corazón hacerse pedazos, el me observa con mirada de pena o tristeza, a este punto no se que pensar de él. 

-Te dí todo de mi Tom, me entregué a ti por completo... -Agacha su rostro, cubro el mío con mis manos, me da vergüenza que me vea destrozada por su propia culpa, el sabe que me estoy cayendo a pedazos por dentro. 

-Yo... -Su vista sube a mi, me siento de lo peor. Se acerca y me quedo inmóvil por el pánico-... no sabía lo que hacía, estaba muy borracho. 

-No lo puedo creer... -Me doy la vuelta, no quiero ni verlo. 

-Te juro ______ que nunca fue mi intención hacerlo -Sus manos toman mis brazos pero me quito de su agarre sin pensarlo, no quiero que me toque. 

-Dime la verdad Tom... ¿La otra vez... si te habías visto con ella? -Le pregunto, cierro mis ojos esperando el golpe de su respuesta. 

-Si... -Dice bajo, el sentimiento de ira se apodera de mi. Todo este tiempo me sentía culpable por haberme metido con su mejor amigo cuando ni siquiera eramos algo y el tuvo el descaro de meterse con alguien más mientras estábamos juntos.

-Creí que me querías -Me giro a verlo, no se si creer en su rostro de tristeza y culpabilidad, no después de todo esto. 

-Lo hago _______, tienes que creerme -Niego con la cabeza.

-Quiero que te vaya ahora mismo de aquí y no te quiero volver a ver en mi vida -La presión en mi pecho es insoportable, mi voz entrecortada lo hace muy evidente. El me observa triste.

-No es el momento correcto para estar juntos, pero pronto lo sera -Dice, me río de forma cínica.

-No, jamás lo será Tom, me traicionaste y eso nunca lo olvidare, ahora sal de aquí -Me acerco a el colocando mis manos en sus brazos empujandolo hacia la puerta que está a un metro de distancia, el no dice nada, por supuesto que no tiene nada que decir, es un cobarde. Abro la puerta y antes de cerrarla en su cara la detiene. 

-No te voy a insistir, por que te conozco y se que no me vas a perdonar, pero quiero que sepas que tu realmente me importas... -Me quedo observándolo a los ojos, tratando de encontrar algo de verdad en sus palabras pero el resentimiento me lo impide. 

-Te voy a confesar algo... algo que me atormentó todo el tiempo que estuve contigo y que ahora me doy cuenta que no es tan horrible como lo que tu hiciste. -Tomo una bocanada de aire, pensando las palabras que diré y como tratar de herirlo también. 

-Dime -

-Me acosté con Harrison poco antes que saliéramos oficialmente -Sus ojos me analizan, agacha la mirada y yo me siento mal, como siempre. 

-Vaya... el hijo de puta lo logró -Me quedo extrañada con sus palabras, levanta la vista y sus ojos irritados me demuestran lo que sienten. 

-¿A que te refieres? -Le pregunto.

-Aléjate de él _______ -Me río de nuevo, como puede decirme eso cuando el verdadero traidor era él. 

-Ahora que lo veo el parece ser más honesto que tu, vete ya -Mi labio inferior tiembla porque realmente quiero romper a llorar pero me contengo. Suspira, se da la vuelta y camina, cierro la puerta de un golpe y junto mi frente en la madera cerrando los ojos. Maldita la hora en que me he metido con él. 

Unas manos se posan sobre mis hombros y las reconozco de inmediato, me giro sobre mi lugar, papá me observa con lástima, como no. Abro los brazos para abrazarlo recargando mi oído en su pecho ya que es por mucho más alto que yo, posa su mano sobre mi cabello y yo me permito llorar como siempre lo he hecho con él, que me ha soportado mis estupideces amorosas y siempre me ha consolado. 

-¿Por qué te gusta tanto el drama querida? -Me pregunta, regulo mis sollozos pero no le respondo, me podría quedar una eternidad junto a él y no me cansaría. Pero finalmente me suelto de su agarre.

-No lo sé, pero estoy comenzando a odiarla -Le digo, limpio mis mejillas húmedas, acomoda mi cabello que es un desastre. 

-Se que no es de mi incumbencia, pero siento que hay algo raro en todo eso -Levanto las cejas, sorbo la nariz por millonésima vez. 

-¿A que te refieres? -Le pregunto. 

-Yo hable con Tom varias veces y jamás me había hablado tan enserio de ti, quizás algo esta sucediendo que lo está obligando a hacer lo que hizo -Me dice, me quedo con la mayor incógnita de la vida en mi mente, apenas iba a responder pero no me deja. -Tienes que superar esto querida, aprovecha que tus sentimientos están a flor de piel y úsalos haciendo lo que mejor sabes hacer. 

Se acerca a mi, toma mi cabeza y deja un beso sobre mi cabello, se aleja atravesando la estancia yendo a la cocina, cierro los ojos y deseo que todo esto sea solo un mal sueño, pero en cuanto los abro recuerdo que no es así. Todo se fue a la mierda en tan poco, lo peor de todo, no se realmente en quien confiar ya, creo que no confío ni en mi misma. 

Definitivamente la peor mañana que he tenido en toda mi vida, regreso a mi habitación, me siento en la cama observando a la nada, me siento aplastada por un gran peso y no me deja respirar, siento mi pecho adolorido y pienso que es mi corazón hecho pedazos o que quizás me esta dando un infarto, no lo sé, ojalá así fuera. 

Mi móvil vibra, me estiro y lo tomo de entre las colchas, enciendo la pantalla solo para ver un mensaje, un estúpido mensaje.

"Todo esto tiene un fin que no me gusta, pero se que tu no lo querrás comprender por que se que te he hecho daño. La vida me puso en tu camino y realmente siempre lo agradeceré, mi vida a tu lado se resume en el mayor amor que he dado y recibido en toda mi vida, tu me has hechizado hoy y siempre. Me duele alejarme de ti, de lo que teníamos y lo que pudimos tener, pero estoy seguro que nuestros caminos se cruzaran alguna vez más, y nos daremos cuenta que siempre hemos estado destinados. Perdón por hacerte sufrir, todo tiene un porqué y espero poder decírtelo algún día. Siempre tuyo."

Mis ojos arden, la respiración me falla por el ahogamiento que siento al leer las palabras, toda mi vida pensaba que el chico al cual finalmente me entregaría por completo iba a ser siempre mío, tal parece que eso nunca sucede. Lanzo el móvil de nuevo a la cama, observo el cielo por la ventana de mi habitación, nublado, como casi siempre. El día apenas y comienza y ya es el peor de mi vida. 


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