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Una taza fue puesta en la mesa, el café de la cafetera había terminado y ya podía ser servido, el chico vio el pequeño humito que salía de este al ser servido en su taza, tomó unas bolsitas de azúcar, dos para ser exacto.
Amaba el café dulce, lo removió con sutileza y bebió un poco, sintió aquel líquido caliente hacer contacto con su lengua y se quemó olvidando que esta era muy sensible.
Dejando la taza de lado, su vista regreso al periodico marcando los posibles trabajos, su teléfono vibró recordando la Junta que tenía ese día con un diseñador de interiores. Respiro profundo, él había llegado temprano. Acomodó sus gafas en el puente nasal.
ㅡ Veo que llegaste tempranoㅡ mencionó su amigo y colega Kim Yongyeom.
ㅡ Soy puntual.
ㅡ Me alegro, buenos díasㅡ el chico mencionó mientras tomaba asiento a su lado. Observo las mangas de la camisa de su amigo y suspiroㅡ. Al menos usa maquillaje para cubrir tus manos, si el cliente nos niega por tu culpa, tendrás que buscar a un nuevo diseñador de interiores.
Su molestia era notoria, Jeon consideró si usar banditas color piel en su mano, pero era inevitable amaba sus tatuajes, pero estos les traían muchos problemas.
El ingeniero Choi Si Won tomó asiento enfrente de ellos, comenzaron a hablar, lo que parecía una grata reunión terminó en una muy desagradable cuando Jungkook mostró el portafolio de sus diseños.
ㅡ No trabajo con vándalos.
Ambos se impresionaron por la palabra dicha. Yugyeom tosio falsamente, Jeon solo escondió su mano.
ㅡ No somos vándalos, no sé, de qué habla.
ㅡ Alguien que usa tatuajes es solo vandalismo, ¿acaso fuiste un vago? ¡No quiero que roben!
El señor Choi se levantó de la mesa dejando a ambos chicos solos. Yugyeom se levantó de inmediato.
ㅡ ¡DE NUEVO TU CULPA!ㅡ alzando la voz llamando la atención de los demás consumidores.
ㅡ Deberías comportarte.
ㅡ ¿Comportarme? Me habla él que se tatuó ilegal, te recuerdo que los tatuajes solo son para gente de la calle, por tu culpa nadie nos contrata. ¡Estoy harto!
ㅡ Los tatuajes no son malosㅡ Jeon se apresuró a decir mientras le levantaba de su asiento.
Yugyeom molesto lo sujetó del brazo y le subió las mangas, todos los comensales observaban la escena, todos comenzaron a murmurar.
Jungkook se sintió incómodo. Una mesera se acercó y le pidió que se retirará; para la sorpresa de ambos solo fue a Jungkook el único que fue sacado del restaurante.
...
Jeon regresó a su apartamento con todos los ánimos abajo, vio su portafolio y sintió más rabia.
Entró y arrojó el portafolio al suelo, al cerrar la puerta de su apartamento, se sentó frustrado. Estaba cansado, nadie lo aceptaba, todos lo juzgaban.
Se sentía mal y nadie le interesaba. Quiso llorar de frustración.
Una llamada internacional le cayó en su teléfono, ignoró. Otra cayó nuevamente ignoró. Se levantó, se lavó la cara, buscó un cuaderno y un lápiz, recordó un juego de su teléfono y diseño como mejor sabía hacer, probaría suerte vendiendo un diseño por Internet.
Las horas pasaron hasta que llegó la medianoche, sus ojos ardían, el desveló le hacía mal pero qué podía hacer al respecto. Otra llamada llegó a su teléfono y agotado contestó.
ㅡ Habla Jeon.
ㅡ ¿Jungkook? ¡Soy Taehyung!
ㅡ ¿Tae? ¡Hey! ¿Qué tal?ㅡ alejó el teléfono y vio que era un número Europeo.
ㅡ Bien, vivo en París.
ㅡ ¿Francia?
ㅡ Si, ¿no es genial?
ㅡ ¿Sigues con Hoseok?
ㅡ Hobi, no… larga historia, pero en un año decidí viajar y me quedé en París, la capital de la moda.
ㅡ Increíble.
ㅡ Siempre hombre de pocas palabras, en fin. Tengo un amigo…bueno, él tiene una presentación en una galería de Artes, su hermano es el galardonado, es la estrella de la noche y quería saber si quieres venir.
ㅡ ¿Te escuchas? Quieres qué viaje de Corea hasta Francia solo por una presentación de Artes.
ㅡ En efecto, yo pagaré tu viaje.
ㅡ ¿Tramas algo?
ㅡ Si, bueno no, ven por favor necesito un amigo aquí.
ㅡ Esta bien.
ㅡ Te enviaré todo, será divertido.
ㅡ Es una gala de artes ¿qué tiene de divertido?
ㅡ ¡La aventura!
ㅡ Demasiadas emociones en dos palabras.
ㅡ No seas aburrido Jeon, te falta un cambio de aires.
En efecto Jeon, necesitaba un cambio de ambiente. Ya no sentía aquella palabra llamada "hogar" en Corea del Sur.
¿Qué tan malo podía ser tener una aventura?
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