Capítulo 3
Me observo en el espejo de cuerpo completo que agradezco hay en la habitación, Martha ha llegado hace veinte minutos con mi vestido listo y lo ha colgado en su respectiva bolsa en el armario, es lo único que hay colgado. Llevo puesta mi bata de baño pero me quedo observando las malditas ojeras nivel dios que tengo debajo de mi rostro, deseando algún milagro para que se esfumen.
-¿Dónde se habrá metido la chica? Voy a marcarle -Dice Martha un tanto desesperada, ha contratado a una chica que es estilista y maquillista. Le agradezco, yo no se maquillarme tan bien así que prefiero dejarlo en manos de una experta. Segundos más tarde unos toques en la puerta de la suite hacen que saque mi vista de mi reflejo. Camino hacia la pequeña estancia.
-¿Ya ha llegado? -Pregunto al aire, pero obviamente a Martha, me encuentro con una chica de algunos veinte y tantos años, de complexión semi delgada, tiene uno de sus brazos cubierto casi por totalidad de tatuajes, cabello a los hombros castaño claro con mechas más claras.
-Una disculpa, mi Uber era un completo fracaso manejando -Dice la chica, yo le sonrío por que se a lo que se refiere. -Mi nombre es Christine.
-Mucho gusto Christine, pasa a mi habitación -Le indico, Martha cierra la puerta.
-Me quedaré acá por si ocupas algo linda -Dice Martha, le sonrío.
Christine y yo entramos a mi habitación, frente al espejo del lavabo del baño ya tengo la silla y ella me ha dicho que ahí esta genial. Enciendo los focos y tomo asiento.
-Mira, así está el rollo -Comienzo a decirle. -Soy un total fracaso como para decirte más o menos que tipo de maquillaje o peinado me puedes hacer, pero te muestro una foto del vestido que llevaré y quedo completa en tus manos.
-Por supuesto, no te preocupes, para eso estoy -Me dice graciosa. Saco mi móvil y comienzo a buscar la imagen en mi galería. Se la muestro y la analiza con la vista.
-Quiero suponer que algo ligero por que el color en si ya es muy llamativo -Le digo, desvía su vista del móvil hacia mi.
-Estas en lo correcto, ya se que haremos, tu solamente dejate llevar -Me dice, me río.
-Vale pues... -Comenzó por el peinado, algo sumamente sencillo, una coleta alta, me ha planchado el pelo, ha dejado un par de mechones delgados a las orillas de mi rostro.
Alrededor de veinticinco minutos después, me encuentro observándome en el espejo completamente impactada, me siento hermosa y eso que casi nunca siento eso. Mi piel luce muy tersa, mis cejas se ven perfectas, las sombras cálidas en mis párpados de un color muy bajo se ven increíbles, me ha colocado unas pestañas sencillas que se ven sumamente naturales, si no supiera que me las ha colocado por que lo he sentido pensaría que son mías naturales. Los labios, un tono nude con gloss que me da vida. Por supuesto, las ojeras han desaparecido.
-Me siento como una princesa -Le digo, ella se ríe.
-Lo eres, nunca lo olvides -Dice ella, niego riéndome.
-Tus manos han sido bendecidas querida, muchas gracias! No me imagino la cantidad de trabajo que tienes todo el tiempo -Le digo.
-Gracias ha dios no he batallado en estos últimos meses -Comienza a guardar los productos en sus maletines.
-Que fortuna! ¿Con quienes más has trabajado? Si no es indiscreción por supuesto -Le pregunto mientras sigo observando el detalle de mis ojos, me enamore.
-No te preocupes, no es secreto con quien he trabajado, he arreglado a The Weeknd, Justin Timberlake, Kj Apa, Billy Porter, Tom Holland, entre algunos más -Dice, yo me quedo impactada al escuchar su nombre, tanto que giro bruscamente para verla a ella y se asusta un poco.
-Perdón... -Levanta una ceja.
-¿Dije algo... -La interrumpo.
-No no no, perdón, es que... ¿dijiste Tom Holland? -Le pregunto, solo para reafirmar que escuché correctamente.
-Si, Tom es un chica muy amigable, me cae muy bien -Dice, quiero morder mis labios pero no quiero arruinar el gloss. Martha aparece en el marco de la puerta del baño.
-_______, hay que darnos prisa, sigue el vestido -Dice Martha, asiento con la cabeza y regreso a observar a Christine.
-Bueno, Christine, mil gracias de verdad, me ha encantado -Le digo, termina de guardar todo y cierra sus pequeños maletines.
-De nada, es un gusto trabajar contigo, si me necesitas puedes hablarme -Me dice, le sonrío.
-Por supuesto que si, y gusto en conocerte -Nos acercamos y nos despedimos con un beso en la mejilla.
Martha acompaña a Christine a la puerta en lo que yo comienzo a sacar el vestido precioso de su bolsa (foto multimedia), lo dejo sobre la cama bien extendido, me observo una última vez en el espejo por que realmente adoré el peinado.
-Bien, veamos que después se nos hace tarde -Dice Martha entrando a la habitación apresuradamente, yo me río por que siempre dice que se nos hará tarde y nunca sucede.
Quince minutos después termino de colocarme los zapatos que me han recomendado usar las chicas de Carolina Herrera, me levanto y me observo de pies a cabeza, me siento bien, me siento bonita, y eso realmente pocas veces sucede.
-¿Lista? -Dice Martha, lleva en la mano su móvil y en la otra una tablet.
-Si, vamos -Le digo, tomo mi cartera a modo de bolso y meto mi móvil y un gloss, Chrsitine me ha puesto fijador en spray así que espero durar todo el tiempo con el maquillaje intacto.
Literalmente tenemos que cruzar la calle para entrar al complejo donde será la galería, inmediatamente personal de seguridad nos pide nuestros nombres y nos deja pasar cuando los damos. El ambiente es tranquilo pero a la vez movido, inmediatamente Martha notifica por mensaje que ya he llegado, soy una de las que dará un pequeño discurso una vez que presenten mis obras.
-Wow, realmente hay gente demasiado intimidante aquí -Le digo a Martha cuando veo a todas estas personas que se ven vestidas con las mejores ropas y con unas actitudes que los delatan por si solos.
-Tu actúa normal, como cuando me dices alguna tontería para burlarte de mí -Me dice.
-Ush... ¿me perdonas? -Le digo conteniendo la risa y ella no puede evitar soltarla.
-Anda, vamos con los organizadores -Me dice, la noche anterior había tenido la cena con los organizadores para discutir algunas cosas importantes y el itinerario del evento también.
Nos abrimos paso entre la multitud hasta llegar con las personas con las que me he reunido ayer, incluyendo a los demás artistas invitados. No puedo evitar ponerme nerviosa con las celebridades que ve a escasos metros de mí. Comienzo a saludar a los demás artistas de pintura como usualmente dicen, con Alberto Borea y Alejandro Epifanio son los únicos que ya conozco de exposiciones anteriores por lo que me da gusto verlos acá de nuevo.
-Mi amor, te ves in-cre-í-ble! -Dice Alejandro en español mientras me toma de la mano y me hace girar sobre mi lugar mostrando las telas sueltas de mi vestido. Me sonrojo.
-Gracias! -Le respondo.
-¿Me acompañan a saludar a alguien? -Pregunta Alberto, una chica que sostiene una bandeja con copas de algun tipo de vino rosado supongo pasa por nuestro lado, ambos chicos la hacen detenerse para tomar un par de copas, ellos saben que paso del alcohol.
-Si, vamos -Dice Alejandro. Caminamos los tres alejándonos del grupo en el que antes estábamos, atravesamos el lugar para llegar casi a la entrada del complejo.
-Timmy! -Grita Alberto, voy del brazo de Alejandro intentando no caer por sus pasos apresurados. Levanto la vista y veo a quien saluda Alberto, nos acercamos.
-Hermano, tanto tiempo -Dice el chico, siento que lo conozco de algún lado pero no lo sé. Terminan de darse un abrazo afectuoso y se gira a vernos, mis ojos conectan con los suyos y me quedo intrigada aún más. Me sonríe.
-Estos son mis colegas de oficio, Alejandro... -Señala a Alejandro y se dan la mano - y mi querida británica favorita ________, chicos, él es Timothee Chalamet.
-Mucho gusto -Extiende su mano hacia mi y la tomo, inmediatamente la eleva un poco para el inclinarse un poco y dar un muy fugaz beso en mis nudillos, me quedo perdida por su mirada intensa.
-Hola... -Alcanzo a pronunciar, tiene la mirada pesada y me hace sentir extraña, siento mis mejillas calentarse.
-Por dios, míralos... -Dice Alberto, Timothee suelta mi mano lentamente y puedo por fin mirar hacia otro lado. Me río por las palabras de Alberto.
El evento comienza pasadas las 8 de la noche, el pequeño escenario en el centro del complejo captura nuestra atención, donde el presentador comienza a dar una breve introducción sobre nuestra vida personal, muy poco detallada obviamente, pero que nos introduce a las personas que vienen a la exposición. Terminando su explicación, me hace el llamado a mi para dar un pequeño discurso, las piernas me tiemblan pero aún así subo los pequeños escalones del pequeño escenario, el presentador me da el micrófono cediendo la palabra y comienzo a hablar.
Terminada mi muy breve discurso de agradecimiento por estar el día de hoy acá con nosotros, las puertas de la sala continua al complejo se abren oficialmente, la gente puede pasar al siguiente complejo donde es un laberinto de mamparas con nuestras pinturas en exhibición. Me emociono mucho, como siempre, me siento feliz, me siento, por que realmente amo que observen mis pinturas y puedan sentir lo que quiero transmitir con ellas.
-Es impresionante -Una voz recientemente conocida distrae mi atención de una de las obras de Alberto, giro mi vista hacia el origen de esa voz. Paso saliva.
-Bastante -Regreso la vista al frente.
-Pero no tanto como las tuyas -Dice él de nuevo, sonrío de lado, entrecierro los ojos y regreso a verlo, se acomoda las ondas naturales de su cabello castaño hacia atrás.
-¿Las has visto? -Pregunto, el sonríe.
-Por supuesto -Levanto una ceja, nerviosa, escondo mis manos detrás en mi espalda y me pongo completamente de frente a él.
-¿Cuál te gustó más? -Le pregunto, lo piensa por unos segundos.
-Luna -Dice seguro, sonrío.
-Vale, haz pasado la prueba... es una de mis favoritas -Me giro a ver la pintura de nuevo.
-Supongo que la mía también... ¿tienes algún compromiso terminando el evento? -Trago fuerte, madre mía.
-Mmm no... ¿por qué la pregunta? -Comienzo a caminar a la siguiente pintura, siento sus pasos detrás de mi.
-Quizás podemos ir a cenar algo... -La siguiente pintura de Alberto es aún más impresionante, me quedo perdida en los detalles.
-Vale -Le digo sonriente.
Cuarenta y cinco minutos después el evento termina, Martha ahora se ocupa de los interesados en algunas de mis piezas, ella es una experta tratando con los clientes, yo solamente me encargo de hacer mis pinturas. Le doy aviso a Martha que voy a salir con Timothee y ella se emociona, pero le digo que es solamente un nuevo amigo.
-¿Lista? -Me pregunta Timothee.
-Si -Cruzamos la puerta de salida, hay gente amotinada, él no es el único "famoso" que hay en esta galería, era de esperarse que los paparazzis estuvieran presentes a las afueras del complejo esperando fotos frescas que difundir. No fue la excepción.
Timothee toma mi mano en un intento por no ser comida por los sujetos que se abalanzan sobre nosotros con sus camaras y flashes mortales, justo en la calle ya está una camioneta negra de la cual un señor tiene abierta la puerta, Tim me da el paso a entrar primero, las luces de los flashes me ciegan por completo pero puedo entrar con facilidad. La puerta se cierra una vez que el entra y la noche continúa.
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Ja! Escuché una de sus "deseos".
Será Timothee un nuevo interés amoroso para __________?
Me gustaría leer sus teorías ❤️
Nos vemos!
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