03, ❛ evadiendo ❜

💢… ADVERTENCIA:  descripción de suceso traumático que podría herir la sensibilidad de algunos lectores. maltrato infantil, descripción de ataque de pánico y lenguaje obsceno
(se recomienda discreción)

❪ 🍓🩸🍓🩸 ❫

❛  EVADIENDO  ❜

capítulo tres ─── 03

. . .


3:33 am.
🌃 ──────. Departamento de
Igarashi Akira.

LA NOCHE SE CIERNE sobre la ciudad. Así como la amenaza de una lluvia ligera. Con un manto de nubes encapotadas, cubriendo el firmamento.

Pero en la oscuridad de la noche, se escabulle el dolor. Las pesadillas atormentan al joven Akira. Pesadillas envueltas en recuerdos del pasado.

Recuerdos, que nunca desaparecieron de su mente.

Pequeños espasmos en la realidad. Envuelto en sudor. El sueño se desliza tortuosamente por su inconsciente.

...

Su alrededor se envuelve en gritos. Desesperados. Gritos provenientes de su boca.

El dolor se aferra con fuerza al pecho, comprimido en angustia paralizante. Las lágrimas han nublado su vista por completo. Solo es capaz de ver el suelo amaderado, salpicado de sangre.

Corazón palpita en ardor. En su mente, no hay más que agonía. Dolor consumidor de cualquier pensamiento racional. Que desencadena en un llanto persistente brotando de su boca.

La única reacción que podría tener un niño ante la violencia.

Su cuerpo se encoge en sí mismo, cortando su delicada piel contra la madera. Queriendo ocultarse, cuando pasos retumban a sus espaldas.

Anhela huir, pero no puede. Presa del pánico.
Cuando oye la voz de la mujer estallando cual vidrio rompiéndose en mil pedazos.
La voz de su madre.

────¡Eres un pedazo de mierda!

Grita, rasgándose la garganta. Los pasos están sobre Akira. El pánico sube por su cuerpo cual enorme insecto. Su cuerpo reacciona para protegerse, envolviendo su cabeza y rostro en ellos. Aguardando, lo inevitable.

Su mente estalla en blanco, cuando las costillas reciben el golpe. Un grito de dolor se escabulle de sus labios. Cierra los ojos. Los golpes persisten, uno tras otro. Violencia concisa.

Oye cómo su madre se queja tras cada golpe, incrementando su fuerza. Akira no hace más que sollozar. Y su corazón bombea pánico. Incrementando el miedo desalmado de su mente.

Cómo sí la muerte estuviera a punto de quitarle la vida.

Su cuerpo se estremece. Tiembla. El suelo recibe uno de sus gritos cual sonido familiar, cuando una puntada de ardor azota contra sus costillas.

Las lágrimas ya son ríos de agonía. Rostro congestionado. Sollozos brotando por sí solos. La sangre se escurre fuera de sus fosas nasales.

Y poco a poco, la adrenalina funciona cual anestesia. Ocultando la agonía que su cuerpo experimenta.

Escucha otro grito femenino. Su mente trata de procesar lo que ocurre. 
Otra figura femenina se escabulle por el rabillo del ojo, pero es más ancestral que su madre. 

Los gritos femeninos aumentan. Pronto, unas manos sujetan su cabello con brusquedad. Y antes de que pudiera reaccionar, todo se funde en negro.

...

Una bocanada sobresalta a Akira Igarashi, despertando con violencia.

Su cuerpo se sienta en la cama, y el corazón se le estruja en pavor. Inconsciente, lleva una mano a su remera, estrujando la parte donde está su órgano vital. Intenta respirar, pero no puede. Solo toma bocanadas entrecortadas.

Palpitaciones. El sudor cubre cada fracción de su cuerpo. Su mente no reacciona. Inundada por el recuerdo y la sensación de muerte sobre sí.

El temblor se apodera de sí. Aferrando sus manos a las sábanas. Las lágrimas nublan su vista en la oscuridad.

No puede respirar. No puede pensar. Iba a morir en el recuerdo.

────Akira. Akira… ─Aizawa despierta. Su voz perfora sus oídos. Y sus manos no tardan en posicionarse sobre sus hombros. Pero no puede procesar sus palabras─. Escúchame. Estás a salvo...

Pero Akira no procesa la voz de Aizawa, tratando de calmarlo, queriendo traerlo a realidad.

Escucha sus gritos de pequeño y los de su madre. Escucha la voz de su inconsciente, de que el miedo es real. Que está allí. En su misma habitación. A punto de quitarle la vida.

El sollozo aumenta. Palpitaciones le aceleran apunto de estallar su corazón. El hormigueo se desliza por sus manos. Ya no puede sentirlas. 

Aizawa se mueve de lugar despacio, posicionándose frente a él, sentado. Sus manos se escabullen por su rostro, manchando las mismas con lágrimas que no dejan de brotar.

Escucha el lloriqueo de Kohi fuera del cuarto.

────Akira, concéntrate en mi voz. Estás a salvo. Estás conmigo ─continuó, con voz gentil. Su mirada incisiva perforaba sus cuencas nubladas de dolor.

Fuerza su voz. Dejando que sus cuerdas vocales vibren en agonía.

────No… No puedo… Dejar… ─balbucea. Las palabras trastabillan en pequeños sollozos.

Aizawa asiente. Su voz es el único sonido reconfortante de la habitación.

────Sí. Puedes. Inhala…

Pero detiene su habla, cuando Akira cierra sus ojos y las marcas oscuras de Shinigami aparecen en su rostro.

El gélido hormigueo le quita unos milisegundos del sufrimiento, cuando el demonio se manifiesta para ayudar. Pero no puede protegerlo del todo.

Shinigami experimenta el llanto. El miedo cual miles de insectos consumiendo su mente. El pánico, de que la muerte está sobre su cuerpo.

────Akira… Cálmate…  ─susurra, entrecortadamente. Aferrando sus garras en Aizawa, en sus manos, cual bote salvavidas.

Su mirada, pérdida en el pecho del mismo─. Ella… No… Te hará daño.

Consoló, presionando a que se calmara. Queriendo tomar el control de su mente.

Shinigami miró a Aizawa, quien asentía. El demonio tomó una profunda inhalación, en contra de la voluntad de Akira. La sensación de ahogo le abrumó, a punto de manifestarse en una arcada. 

Exhaló por la boca. Y repitió de forma inestable por su parte, intercalando con un sollozo que ahorcaba su garganta.

────Akira. Estás a salvo. Respira. ─insistió Aizawa, reprimiendo el dolor que las garras del demonio le estaban provocando en sus manos.

Shinigami le miró, asintiendo poco a poco. Siguió inhalando, cuanto el sollozo de Akira le permitió.

Y exhaló. Tragó saliva. Sorbió su nariz. Debía calmarse. Amortiguar el sentimiento de Akira para que no se descontrolara cómo en veces anteriores.

La ira era el sentimiento más fuerte y enfermizo que Shinigami podría experimentar; cual droga, nunca podía dejar de consumirla por parte de Akira. Pero el miedo, pánico y llanto. Podrían llegar a paralizarle por completo.

El llanto fue cediendo, cuando Shinigami consumió los pensamientos negativos. Pero el temblor duró por un tiempo casi eterno.

Los minutos transcurrieron, ajenos a Shinigami y Aizawa, calmando a Akira. 

El miedo se diluyó por su cuerpo. Y las lágrimas cesaron tras un largo rato.

Shinigami soltó a Aizawa, reemplazando el agarre por uno suave en sus manos. Miró al pelinegro, asintiendo con lentitud, mientras la respiración se tornaba densa, pero ya no era inconsistente. 

Alzó el mentón en la oscuridad, cerrando sus ojos. Inhaló profundamente, como cuando la ansiedad es una sombra sobre su espalda.

Inhala, por cinco segundos. Relaja su interior. Esfuma el pánico por completo. Sostiene. Latidos densos en su pecho. Abre los ojos.

Exhala, vaciando sus pulmones. Sus párpados pesan cómo el plomo. Pequeños espasmos tras el llanto se escabullen de sus labios.

Repite, siendo consciente de sí. Baja la mirada al pelinegro, sorbiendo su nariz. Pero no puede quitarle las marcas del recuerdo traumático a Akira. 

Lo siente dentro suyo, abrazado a sí mismo. Cerrando los ojos con fuerza, como el niño pequeño que era cuando todo ocurrió.

Siente su corazón, aún estrujado en angustia; como si le hubieran hecho un agujero y estuviera sintiendo el vacío del mismo.

Necesita consuelo. Y Shinigami, ya no puede dárselo todo.

Se vuelve a un silencio Aizawa, quien no soltó sus manos en ningún momento. Aguardando. Paciente.

Carraspea.

────Está bien… Ya pasó lo peor. ─murmuró Shinigami. Deja salir la última exhalación con cierta fuerza, y relaja su cuerpo encorvado hacia adelante.

────Déjalo salir. No puedes reprimirlo siempre. ─le sorprenden las palabras de Aizawa, en un murmuro conciso.

Alza sus ojos, en un respingo de ironía y cólera. Como si estuviera reclamándole por lo que hizo.

────No sabes cómo es ─replica, sorbiendo su nariz. Notó que su voz se había oscurecido accidentalmente─. No puedes controlar su miedo.

Se toma un momento para responder, procesando la respuesta en la oscuridad del cuarto. 

────Quiero protegerlo también. ─murmura.

Y Shinigami divisa su mirada, con sus sentidos agudos. Oye su corazón, palpitando de forma densa. Sus orbes cansados, completamente inyectados en sangre. 

Suspiró, rindiéndose ante la preocupación del contrario. 

────Traele un poco de agua… Por favor. ─pide, en un murmuro gentil.

Y Aizawa no tarda en cumplirlo. Vuelve cuanto antes, y Shinigami deja fluir el líquido frío. Sediento. Aizawa deja el vaso a un costado, en la mesa de luz, donde el velador se encuentra apagado.

Aizawa retoma su lugar, volviendo a tomar las manos del contrario. Ignorando, las heridas que le provocó en sus palmas; como raspones.

Shinigami sigue respirando profundamente, preparándose, para ceder ante Akira. 

────Akira. Por favor, cálmate ──murmura, temiendo el qué podría suceder.

Aizawa asintió, afirmando el agarre en las manos del contrario.

Akira vuelve en sí con una pequeña bocanada.

Y su rostro no tarda en fruncirse, cuando sus orbes se encuentran con los de Aizawa. Y la culpa se asoma por su mente por lo sucedido. Por lo que provocó.

Comienza a negar. Su vista amenaza con nublarse de nuevo en lágrimas. Y la negación, la culpa, se escabulle fuera de sus labios.

────Lo siento… lo siento. ─susurra, bajando la mirada.

Aizawa niega, inclinándose hacia adelante. 

────No, está bien. Estoy aquí. ─replica, murmurando un consuelo que acaba desmenuzando el corazón de Akira.

Akira se deja abrazar cuando culmina la oración. Estrujando su corazón en dolor.

Esconde su rostro en el pecho de Aizawa, manteniendo sus manos sobre éste para refugiarse y ocultarse al mismo tiempo. 

Las manos de Shota lo atraen, dejando que se refugie en sí. Siente cómo se estremece bajo sus brazos, y se esfuerza por contener los espasmos post-llanto. Queriendo regular su respiración. 

Los minutos pasan. Las caricias de Aizawa se deslizan por el cabello de Akira. Siente que respira a su par, teniéndolo de referencia. 

Oye su voz, un hilo de terciopelo, cerca de su oído.

────Estás a salvo, Akira ─susurra─. Todo está bien. 

Mueve su rostro a un lado, sorbiendo su nariz mientras vuelve a respirar con normalidad. Pero su pecho sigue entumecido de dolor. Un pinchazo arremete contra su sien. Y la sombra de la pesadilla está detrás suyo.

Se aleja apena de Aizawa, por impulso. Necesita acostarse. Necesita refugiarse con él.

Aizawa interpreta las señales de su mirada y casi a la par, hunden sus cuerpos en el colchón, debajo de las sábanas.

Akira escabulle su cuerpo contra la calidez del contrario. Abrazándose cuanto puede. 

Correspondido, sintiendo cómo es atraído y mimado contra el pecho de Aizawa.

Pero mantiene sus ojos húmedos abiertos, oyendo la respiración de Aizawa debajo suyo. Sintiendo cómo sus fuertes manos le acarician.

Un estruendo. Akira oye como truena el cielo. En el ventanal con balcón, donde la luz de la ciudad se cuela por las cortinas semiabiertas en el medio. 

Y el trueno da paso a la lluvia.

Una lluvia constante, pero ligera. Innumerables chasquidos sobre su cabeza, resonando como el único sonido que faltaba para calmarse, por completo.

Pronto siente el frío. Escabulléndose dentro del departamento cuál presencia deseada para descongestionar el ambiente. Otro comfort.

Siente a Aizawa removerse a su lado, y cómo escabulle sus labios a su frente. El picor de su barba, acompañado de un suave y profundo beso. Seguido de su voz.

────Estás a salvo, Akira. ─le murmura, profunda y aliviadamente. Volviendo a besarlo, pero en su mejilla.

Akira se deja besar el rostro, con la lluvia de compañía. Cerrando sus ojos. Aceptando el cariño, que desencadena un calor tibio en su corazón y cuerpo. Relajándose por completo al suspirar.

A salvo. Aferrado, a la única persona que podría hacerlo sentir de esa forma.

Agradece a Shinigami por sus adentros, pero el demonio duerme plácidamente.

Los besos cesan al cabo de unos minutos. Akira percibe cómo el peso de Aizawa cambia, volviéndose más profundo contra la cama; respiración mansa. 

Escabulle sus ojos hacia arriba. Divisando los párpados cerrados de Shota y la expresión relajada. 

Vuelve a su posición inicial, dejando que el cansancio de todo lo sucedido se aferre a su cuerpo por un buen rato. Pero ya no consuela el sueño.

...

EL SONIDO DE LA ALARMA, perforó los oídos de Aizawa Shota. Despertándolo violentamente.

Sus ojos ardieron en un zarpazo repentino, mientras procesa su despertar.

Volteó a la izquierda, buscando ciegamente su celular para apagar la irritante alarma con brusquedad. 

Suspiró, en el silencio de la mañana. El cansancio le obligó a voltearse a la derecha, y quedarse en cama unos minutos más.

Buscó con su mano el cuerpo de Akira, para abrazarlo. Pero su presencia está ausente.

Un espasmo le sobresalta. Abriendo sus ojos bruscamente e incorporándose. Su lado se encuentra armado, y la almohada sin arrugar. Corrió las sábanas de su cuerpo, levantándose con exasperación al recordar lo sucedido en la madrugada.

Su mente reacciona de forma fría. Dándose cuenta que no está en el cuarto. Abre la puerta, sus pies descalzos chasquean hasta el baño. 

Nada. Camina por el pasillo. Sus latidos pesan en su pecho. Creyendo, que algo había sucedió mientras dormía.

────¿Akira? ─llamó, saliendo del pasillo, moviendo su cabello del rostro.

Pero una dulce melodía le recibe en el living. Y el aroma a galletas le golpea la mente. Todo está bien.

Acabó suspirando, con un alivio abrumador en su pecho, al ver a Igarashi en medio de la sala.

Akira se encuentra parado de manos, sobre una fina alfombra de yoga. Pero no estaba haciendo tal ejercicio. El pelirosa mantenía sus ojos cerrados, con sus palmas a la altura de su pecho contra el piso, y las piernas extendidas hacia arriba. Sus pies terminados en punta. 

Pasó una mano por su cabello, que le había obstruido la vista un momento, echándoselo para atrás. Akira estaba bien.

Pero notó más, tras inspeccionar el lugar rápidamente, que había varios cuadernos sobre la mesa del living, y tazas vacías. Pero le sorprendió las bandejas de galletas sobre la mesada de la cocina. Cinco. Y la cafetera humeante a un lado.

Estaba despierto desde hace un buen rato.

Se hizo oír, adentrándose en el living. Recibió su mirada, sorpresiva. Y sus labios se ensancharon con una sonrisa.

────¡Hey! ¡Buenos días, cariño! ─exclamó, sosteniendo su cuerpo con una mano y saludando con la otra.

Le respondió con una sonrisa, acabando de llegar hasta él. Akira dejó de equilibrarse, poniéndose de pie sin esfuerzo alguno. Accidentalmente chocó con él, de frente. Pero el pelirosa aprovechó para incrustar un beso rápido en los labios.

Aizawa bufó, sonriendo de lado.

Compañía soltó una risita, pasando una mano por su cabello. Notó que tenía una fina capa de sudor en el cuerpo, y su remera sin mangas también estaba húmeda. Había estado un buen rato haciendo eso.

────¿Dormiste bien? ¿Quieres café, o algún té? ¡Hice galletas para llevar a la Academia! ─exclamó, señalando la cocina─. Con varios ingredientes. Chocolate, avenida, fresas, malvaviscos. Usé también los sabores que recuerdo le gustan a los profe-...

Aizawa le interrumpió, tomando su rostro entre sus manos, apretujando sus cachetes con cariño para detener el habla. Akira no se resistió, viéndole con sus ojos expresivos.

Aizawa suspiró.

────¿Por qué no me llamaste? ─cuestionó.

Akira movió su dedo índice en dirección al cuarto. Sus palabras brotaron estrujadas por sus labios.

────Pero la alarma acaba de sonar. ─indicó.

Rechistó.

────Me refiero en la madrugada ─recalcó, soltándolo poco a poco─. Te quedaste despierto, ¿verdad?

Akira frunció sus labios, encogiendo un hombro mientras zarandeaba sus manos.

────Pero hice galletas. Adelanté tareas para los chicos. Practiqué baile ─ennumeró, sin verle─. Te preparé ropa nueva. Y…

Aizawa rechistó, con gesto de negación. Ganándose la mirada confundida de Akira. 

────¿Recuerdas lo que te dije sobre reprimir? ─se atrevió a cuestionar, alzando una ceja con cierta frustración.

Akira bufó, negando con una sonrisa. Pero su tono le traicionó al responder.

────¡No estoy reprimiendo nada! ─exclamó, dando dos pasos hacia atrás con sus pies descalzos.

Aizawa cruzó sus brazos sobre el pecho. Disminuyendo el tono considerablemente. Dejándose llevar por la tensión del momento.

────¿Y por qué no hablas de la pesadilla? 

Cuestionó, sosteniendo su mirada. Pero Akira entreabrió sus labios, expectante de la pregunta.

El pelirosa relamió su labio inferior, posicionando sus manos en forma de jarrón alrededor suyo.

Desvió su mirada de Aizawa un momento hacia sus pies. Los movió, haciendo contrapeso con sus talones. El pelinegro aguardó, con la música del parlante sonando de fondo. 

Aizawa dejó salir un suspiro profundo. Sentía que estaba regañando a un niño.

────Shinigami dijo "ella no puede hacerte daño". Cuando estabas teniendo la crisis ─siguió, en un respingo de preocupación─. ¿Era sobre tu gemela o tu madre?

Cuestionó. Ganándose los orbes expectantes de Akira por la mención de ambas mujeres. Las únicas, que habían hecho mella en su mente. Y Aizawa lo sabía bien, por boca de Igarashi una vez que formalizaron su relación.

Akira le había contado toda su vida. Como un diario abierto, narrado por sí mismo.

Y la preocupación de que vuelva a tener pesadillas con respecto a su familia, le hacía estremecerse.

────… Madre ─susurró, bajando su mirada─. Pero no quiero hablar de eso.

Aizawa asintió.

────No tuviste pesadillas con ella desde la última vez que nos vimos. ─dijo, recordando que antes también tenía pesadillas de aquella forma. Lo sucedido en el pasado, no dejándolo ir.

Akira exhaló frustración.

────Porque me alejé de lo único que me hacía sentir seguro. ─replicó, alzando sus manos y dejándolas caer contra sus muslos en un chasquido. Refiriéndose al pelinegro.

Notó que alzó sus ojos, que amenazaban con cristalizarse. Pero no dijo más. No quería arruinar la mañana haciéndole recordar su pasado.

Pero en el silencio de Shota, Akira dejó que la respuesta brotara amarrada desde el corazón.

────… ¿Sabes cuánto tiempo deseé poder tener una mañana normal contigo? Cada día desde que estuve lejos ─confesó, incrustando sus orbes en compañía─. No quiero centrarme en mis problemas. Siempre tuve pesadillas, y lo sabes. Pero ahora…

────Ahora estoy contigo ─interrumpió Aizawa, alzando sus ojos mientras mantenía la distancia─. Sé que empeoraron porque estabas viviendo solo.

────Les hice frente solo. ─devolvió, negando.

Aizawa suspiró, con gesto de negación, sabiendo de su terquedad.
────¿Por qué no pedías ayuda como te decía?

Akira bufó. Una sonrisa envuelta en ironía se le escapó, acentuando su mirada en compañía.

────¿Crees que me la hubieran dado? ¿A mí? ─cuestionó, el hastío se deslizó en las palabras─. Nadie me quería cerca, Aizawa.

Confesó, y el susodicho sintió el peso de sus palabras. Pero le negó, guiado por el impulso de contestar en el mismo tono.

────Tú no te dejas ayudar, Akira. ─replicó, con gelidez.

Consternación subió por el rostro de Akira, paralizándole por las palabras ajenas.

Pero Aizawa se percató de lo dicho. Suspiró, negando, pasando una mano por su rostro para calmarse. 

La tensión se posó sobre sus cabezas. Miradas suaves, confundidas. Los corazones palpitaron al unísono por la frustración, desde el punto de vista de cada uno.

Aizawa estaba frustrado por la actitud de Akira: reprimiendo las cosas y luego estallando como lo había hecho el día anterior. 

Y Akira solo quería evadir sus problemas, al menos durante la mañana. La actitud de Aizawa no cooperaba; pero creyó que solo intentaba ayudar. El problema: podría llegar a ser muy frío.

Y Akira pensó que era su culpa.

Por eso mismo, fue el primero en romper el hielo.

────Perdona ─susurró, cerrando sus brazos, como abrazándose a sí mismo de forma inconsciente. Forzó su voz a sonar neutral─… No quiero empezar así el día.

Dijo, presionando sus labios con una sonrisa débil. Obtuvo su atención, y notó como las facciones del contrario se suavizaron, tras un asentimiento.

────Está bien. Yo también lo siento ─le replicó. Suspiró─. Dame unos minutos y… Desayunaré esas galletas que hiciste.

Dijo, sonriendo de lado.

Akira le sonrió de vuelta cuando Aizawa pasó a su lado, y dejó un suave beso en su mejilla. Su corazón se estrujó por ello. Acabando por enterrar las palabras frías del contrario.
Recordando cómo le había consolador aquella noche, aferrándose a la dulce tentación de aquel momento.

Empujó su habla. Retomando la energía positiva, cambiando el ambiente. Como sí nada hubiera pasado.

────¿Café negro? ─preguntó, volteando con una sonrisa, dirigiéndose a la cocina─. Tus gotas para los ojos están aquí. Y te dejé la camisa más oscura que tenía.

Dijo, señalando lugares diferentes del living y luego el cuarto en el pasillo. Aizawa se detuvo en el inicio del susodicho, posando su mano sobre el umbral para ver al pelirosa.

Akira le observó a la distancia, tras estar de cuclillas para acariciar a Kohi y levantarse el ánimo.

────Sí. Y gracias. ─le replicó, mordiendo su labio inferior. No estando seguro de qué más decir para aliviar la situación.

────Te daré unas vendas para… ─Akira siguió, señalándose sus manos y luego al pelinegro.

Aizawa divisó sus extremidades, notando las marcas que Shinigami le había hecho. Como líneas semi profundas en su piel─. Las limpié mientras dormías, pero no quería molestarte más.

Le asintió. Siendo consciente del ardor recién en aquel momento. No necesitaba puntos, pero sí debía cubrirlas.

────Está bien. Olvidé que las tenía. ─replicó, haciendo un ademán.

Retomó la marcha, pero se detuvo al oír de nuevo al pelirosa.

────… Gracias por lo de anoche. ─dijo.

Aizawa le vio de reojo, con un respingo de dolor en el corazón tras recordarlo. Pero lo reprimió, acabando por asentir con cierto desdén.

Dejó caer sus párpados, semicerrados.

────… Solo quiero que estés bien. ─aseguró, dejando que la impotencia se deslizara entre letras.

Akira bufó, sonriendo de lado a lado.

────Lo estoy contigo.

...

horas más tarde
🏙 ───────. Academia U.A.

...

LA HORA DEL ALMUERZO se daba con normalidad.

Bakugo se concentró en su comida, tratando de aislar su mente del bullicio del enorme salón.

Estaba más transcurrido que de costumbre, por un motivo ajeno a su conocimiento. Por lo que debió sentarse junto a Midoriya -a regañadientes- y en la misma mesa que varios de sus compañeros.

Pero los ignoró, como de costumbre, excepto a la charla que estaban teniendo sobre Igarashi Akira en los últimos 10 minutos de almuerzo.

────¿Creen que el profesor Igarashi sea como el profesor Aizawa? ─oyó a Tsuyu, del otro lado de la mesa.

Rodó los ojos por la pregunta, en un respingo de irritación. Claro que no. Podías ver la diferencia a kilómetros, pero probablemente se refería a la forma en que enseñaban.

────Es más gentil. Teniendo en cuenta que nos enseñará psicología del héroe. Aunque… ──replicó Midori ya a su derecha, pensativo unos momentos─. Me intriga cómo lo hará. Y si será en conjunto con el profesor Aizawa.

Bakugo rechistó. Pensaba lo mismo, pero no dijo nada.

────¡Sería interesante que enseñaran juntos! ¡Se ve que tienen muy buena química! ──acotó Mina, destellante de emoción.

Uraraka asintió, justo a la derecha de Shoto, quien estaba enfrente suyo.
────¡Sí! ¡Se ven tan tiernos juntos! ─exclamó, pero luego disminuyó su voz considerablemente, inclinándose hacia adelante─. ¿Creen que sean pareja desde hace mucho? 

Bakugo suspiró, negando. Claro que lo eran. ¿Acaso todos eran ciegos?
Pero sus propios pensamientos le sorprendieron, por el calor tibio que sintió en sus mejillas de solo imaginarse al profesor Aizawa en pareja. Y más, con alguien de su mismo sexo.

No esperaba algo así. Si bien era sabido que a Igarashi nunca se lo vio con una mujer en público, le era extraño. Se sentía, ¿avergonzado? No. Tal vez. No quería indagar al respecto.

Percibió un ápice colérico en su corazón.

────Oh, seguramente Uraraka. Pero… es tan extraño. ¿No creen? ─cuestionó Midoriya, bajando su tono.

Bakugo le miró por el rabillo del ojo, y notó algo que le hizo desviar la vista al instante. Midoriya se había sonrojado.

────¿Te refieres porque ambos son hombres o por otra cosa, Deku? ─preguntó Uraraka, naturalmente, dándole un sorbo a su bebida.

Midorya dejó escapar un quejido, como si hubiera sido descubierto in fraganti.

Lo miró, de nuevo, notando que movía sus manos con cierto frenesí, y el sonrojo había drenado a su rostro.

────¡Oh no! ¡No tiene nada de malo que sea un chico! ¡Si es feliz está bien! ¡Si ambos son felices! ─exclamó, haciéndole negar mientras rodaba los ojos─. En realidad, sí se veían felices. Y tiernos...

Dijo, inseguro. Bakugo notó que Midoriya le había dado una suave mirada a Shoto tras culminar.

Pero le ignoró, a la fuerza, dándole un sorbo a su propia bebida. Distrayéndose del calor en sus propias mejillas se autenticó, y también en su pecho.

¿Qué le pasaba? Solo están hablando de una relación entre profesores. Del mismo sexo. Una estupidez.

────Midoriya…. ¿Te referías a que el profesor Igarashi puede dar miedo? ─intervino Shoto, con aquella voz calma que le irritaba pero a su vez, le aliviaba de las exclamaciones de los demás. El peliblanco-rojo movió su cabeza a un lado─. Si piensas en su pasado como estudiante y reputación como héroe. Podría ser intimidante estar con alguien así.

Su declaración le hizo dar un respingo de ansiedad. Bajando la mirada, forzándose a mantener su ceño fruncido e ignorar de qué hablaban: el tema que hacía palpitar su corazón en ansiedad oculta.

Porque Bakugo, admiraba a Igarashi Akira en secreto. A Shinigami, más bien.

No se comparaba con su admiración hacia All Might, era más bien, un gusto culposo.

Cuando participó en su festival deportivo, de joven, quedando en segundo lugar. El primer vistazo que el mundo tuvo de Shinigami. Y que su corazón, lo había adoptado como una figura a seguir.

Admiraba cuán implacable era contra los villanos, no temiendo las consecuencias de sus acciones.
Mentiría si decía que no le avergonzaba estar frente a él, finalmente. Y siendo su profesor.

Tenía la oportunidad de hablarle. Entablar una relación alumno-profesor, y más profunda, por su admiración.

Pero su orgullo le asfixiaba. Provocando una reacción en cadena que amarraba sus acciones frente a su "ídolo". Y más, sabiendo que quería ayudarlos psicológicamente. 

Como la ayuda que nunca esperó, y necesitaba. Pero no se atrevía a tomar.

────¿Su pasado como estudiante? ─cuestionó Uraraka, trayéndolo de vuelta en sí─. ¿Qué tanto saben del profesor Igarashi?

────En Internet hay mucha información, pero nada es seguro ─replicó Shoto─. Dicen que era alumno estrella en los exámenes prácticos, pero muy problemático con sus compañeros.

La voz de Kirishima le hizo volver en sí por completo. Sobresaltando su interior cuando se interpuso entre Shoto y Uraraka, justo enfrente suyo.

────¡Yo leí que casi lastima de gravedad a un alumno durante el festival deportivo de su época! ─exclamó, animadamente. Apoyando su antebrazo en el hombro de Shoto, quien no se molestó por ello.

Bakugo rechistó, tratando de ignorar el calor que subió por su pecho por ello por la presencia de Kirishima. Sus manos juguetearon con su bebida casi vacía. Pero su corazón siguió el impulso de su mente por hablarle al pelirrojo.

────No fue de gravedad ─acotó, ganándose la mirada de todos allí─... Casi lo mata.

Informó, con seriedad. Recordó lo leído al respecto, y cuánto recordaba de verlo en la TV, ya que habían censurado aquel momento.

Kirishima soltó una exclamación de sorpresa, junto a los demás.

────¿En serio? ─cuestionó Kirishima, inclinándose hacia adelante─. ¿Y aún así logró aprobar?

Su corazón se saltó un latido, obligándole a replicar desde el impulso.
────¡Agh! ¡Busquenlo ustedes mismos! ─exclamó, rezongando, tras cohibirse.

Kirishima hizo una mueca falsa de tristeza, incorporándose. Midoriya intervino por él.
────¡Kacchan! ¿Tú también sabes sobre cosas sobre el profesor garashi? ─cuestionó el peliverde.

Bufó.
────¡Qué te importa! ─exclamó, estallando en cólera.

────¡Ah! ─Midoriya exclamó, haciéndose a un lado.

────En realidad sí pasó ─intervino Shoto, mirando a Kirishima de reojo─. Obtuvo el segundo puesto.

El rostro de Kirishima pareció iluminarse por la respuesta.
────¡Todoroki! ¡¿Qué más sabes de él?! ─cuestionó, resbalando emoción y curiosidad.

Bakugo mordió el interior de su mejilla. Él sabía más cosas.

────… Algunas cosas ─replicó, y notó cómo elevaba el extremo de su labio, ocultando el mismo tras seguir hablando─. Mí favorita es saber que Shinigami en realidad debe ingerir sangre.

Kirishima se sobresaltó.
────¡¿Qué?! ¡¿Sangre?!

Bakugo rechistó.
────¡Ah! ¡No hagan tanto escándalo! ─se quejó, acomodándose en el asiento. También sabía ese dato.

Shoto movió su cabeza. Pero su habla lenta, solo acrecentó su cólera.
────Sí ─dijo─. No recuerdo bien por qué. Pero...

────¡Ah! ¡Si vas a dar información, hazlo bien! ─intervino, golpeando la mesa con exasperación, obteniendo la mirada de todos en la mesa.
Se forzó a seguir hablando, cuando los orbes expectantes de Kirishima perforaron los suyos.
Bufó, bajando su tono, cruzándose de brazos─.  Shinigami es un demonio, y le da a Igarashi habilidades caóticas propias de uno. Por eso tiene sed por la sangre, lo único que podría saciarle por completo. Pero Akira dijo que logró reemplazar la sangre al acostumbrar a Shinigami a...

Pero Kirishima le interrumpió, violentamente.
────¡Sabes mucho, Bakugo! ─exclamó, poniéndose de pie, posando sus manos sobre la mesa e inclinándose hacia adelante─. ¡¿Acaso admiras en secreto a Shinigami?!

Aquello le descolocó. Trayendo de vuelta el hastío e impulso.
────¡No me interrumpas cuando hablo! ─replicó, golpeando su mano contra la mesa. Provocando la risa chispeante de Kirishima, que detonó en que su corazón se estrujara con fuerza.

Midoriya pensó en voz alta.
────Pero, tendría que depender mucho de la hidratación, la dieta y el grupo sanguíneo de la persona. ─informó, mirando a la nada.

────Una vez dijo que a Shinigami no le gustaba la sangre de gente sin habilidades, ni de los adultos. ─replicó Shoto, haciendo que Kirishima se moviera a un lado, para no volcarle su plato de fideos.

────¿Le… gusta la sangre de gente joven? ─se horrorizó Uraraka.

Shoto asintió.
────Dijo que era mucho mejor que ingerir comida normal, sí ─pensó un momento, volviéndose a nadie en específico─. Una vez lo hizo en público. Con un villano, cuando se graduó.

Kirishima intervino.
────¿Hay un vídeo?

────Sí. Pero lo borraron... Shinigami había asesinado a un villano joven. Hiriéndole de gravedad para que unos civiles no salieran lastimados. Manchándose en el proceso ─explicó─. En el vídeo se veía cómo Shinigami lamía sus manos cubiertas de esa sangre. Y luego, con sus colmillos, ingería directamente del cuerpo inerte.

Culminó, provocando un silencio sepulcral. Pero Bakugo sabía eso. 
Si bien el dato era escalofriante, ya se había acostumbrado a los mismos.

Uraraka mantuvo su mirada en la nada. Consternada.
────Ah...

────Todoroki… Eso da miedo. ─susurró Midoriya.

Pero Kirishima intervino con violenta emoción.
────¡Eso es genial! ─exclamó, cortando por completo el silencio de miedo.

────¡Ah! ¡Kirishima! ─se quejó Midoriya.

────¡¿Creen que ingiera nuestra sangre si salimos heridos?! ─cuestionó, como si fuera completamente normal decirlo en voz alta─ ¡¿A qué sabrá tu sangre, Midoriya?! ¿O tú, Shoto?

────¡Ah! ¡¿Qué dices?! ─reaccionó Deku, alzando sus manos como si fuera lo peor que hubiera escuchado.

Pero Bakugo negó por la reacción del pelirrojo sonriendo de lado para sus adentros. Solo Kirishima podría tomar algo así de buena manera.

────¡Miren! ¡Allí están!

Exclamó Uraraka, señalando a la distancia, rompiendo la conversación sobre qué sabor tendría la sangre de la clase 1A.

Bakugo se volteó con leve interés. Todos divisaron a Igarashi y Shota charlando en las afueras del lugar, caminando por el pasillo, al lado de los grandes ventanales.

Notó que Igarashi tenía cajas en ambas manos, similares a las que traían donas. Pero no se veía igual que ayer. Su expresión era neutral. También notó unas marcas grisáceas debajo de sus ojos.

────El profesor Igarashi se ve muy bien hoy. ─acotó Kirishima abruptamente. Su presencia le sorprendió, colocándose justo a su lado.

Bakugo frunció el ceño, viendo a qué se refería el pelirrojo para evitar sentir el burbujeo en su pecho por su presencia.

Akira llevaba una remera al cuerpo, y un jersey amarrado a la cintura. Pantalón ajustado y botas a cordón. Sus muñecas estaban decoradas con pulseras y un reloj.

────¿Qué le habrá sucedido al profesor Aizawa? ─cuestionó Mina─. Tiene vendas en sus manos…

Bakugo divisó lo mencionado. Las palmas de Shota envueltas en una venda fina, y algunos de sus dedos tenían banditas de colores.

Aquello le extrañó. Pensando en qué podría haber sucedido de la noche a la mañana.
Pero dejó a un lado las suposiciones. No le importaba.

────Se ve que están hablando seriamente.

Susurró Tsuyu. Haciendo referencia a que ambos se habían detenido, frente a frente. Aizawa movía su cabeza en negación y Akira la movió a un lado, frunciendo su ceño.

Sus compañeros admiraron a la pareja, pero los demás alumnos hacían la vista gorda.

Midoriya quiso acotar algo más, pero entonces, Akira depositó un beso rápido sobre los labios de Aizawa, y luego se echó a reír. La preocupación se esfumó al instante.

Bakugo se volvió al frente. Notó qué Uraraka se había tapado el rostro, Midoriya estaba tan colorado como una manzana, Mina soltó una risita y Shoto fijó la vista en su comida. Kirishima era la excepción. El pelirrojo miraba la escena con una sonrisa de lado a lado.

────¡Hey! ¡Profesor! ─exclamó Kirishima, aturdiendo a los presentes.

Todos se voltearon a Igarashi y Aizawa, quienes se sorprendieron por el llamado. Pero Akira respondió al instante, agitando su mano en alto y con una extensa sonrisa; a la par que Kirishima.

Akira señaló el reloj de su muñeca, haciendo referencia probablemente a que ya terminaría el almuerzo. Aizawa, por su parte, les miró con los ojos entrecerrados y sin saludar.   

────¡Eso no era necesario! ──le gruñó a Kirishima, dándole un golpe en el antebrazo.

Kirishima chasqueó su lengua, poniendo su cabeza de lado.
────¡Sólo quería saludarlo, Kacchan! ─replicó, divertido.

Bakugo suspiró, en cuanto el timbre sonó, dando por terminado el almuerzo. Se puso de pie, con el barullo del lugar envolviendo sus oídos. Sus compañeros ignoraron lo sucedido, tomando sus cosas de su poco.

Pero Kirishima permaneció junto a Bakugo, como aguardando su respuesta con una sonrisa sellada. Katsuki se percató también de que estaba sosteniendo su propia mochila; no había notado que ya había guardado sus cosas anteriormente.

Suspiró, evadiéndolo. Pero Kirishima le siguió. Provocando una tensión extraña en su estómago.
────Si ya vamos a verlo en clase. Idiota. ─farfulló, rodando los ojos.

Kirishima bufó, sin dejar de sonreír. Bakugo sintió el peso de su mano sobre el hombro.
────Espero que no tengas esa actitud con el profesor, Bakugo ─replicó, obligándole a verle de reojo mientras se abrían paso entre los estudiantes─. Pero se ve que tiene mucha paciencia y amabilidad. No como el profesor Aizawa…

Advirtió, haciéndole rechistar por lo bajo y no responderle. Su corazón floreció en impotencia, de solo pensar, que podría abrirse con Igarashi Akira. Y no dejar que la ira le predomine la gran mayoría del tiempo.

...

minutos después.
🏙 ──────. Patio de la Academia U.A.

...

AKIRA CONVOCÓ a la clase 1A en el patio de la Academia, exactamente debajo de unos árboles, ya qué el cielo estaba despejado tras la llovizna de la noche. Agradeció que el césped no tuviera charcos.

Apresuró sus pasos, apareciendo entre los árboles con su bolso y las cajas de galletas.

Notó que la mayoría estaba de pie, por lo que alzó su voz por completo para llamar su atención, e irrumpir en su burbuja.

────¡Buenos días, clase 1A! ─exclamó, cerrando sus ojos y alzando la única mano libre que tenía.

Las exclamaciones no tardaron en brotar de la clase. A medida que se adentraba y posicionaba frente a todos.

────¡Profesor Igarashi! ─exclamó Midoriya, sentado junto al alumno que identificó como Shoto Todoroki. A diferencia de la felicidad de Midoriya, Shoto se limitó a sonreír de lado.

────¡Profesor! ¡Hoy se ve muy bien! ─advirtió Uraraka, detrás de Midoriya, de rodillas sobre el césped.

Akira no tardó en hacer una mueca de ternura por ello, llevándose una de sus manos al pecho; con las pulseras tintineando entre sí.

────¡Ow! ¡Muchas gracias, Uraraka! ─agardeció, apresurándose para dejar su bolso a un lado, queriendo acercarse al alumno que estaba más alejado del grupo, justo a la derecha: Bakugo Katsuki.

────¡Profesor! ¿Qué hay en esas cajas? ─cuestionó Kirishima, de entre el medio del grupo. De pie, exuberante de energía.

────Huele muy bien… ─acotó Tokoyami. 

Akira se detuvo, posando con una caja en cada mano.
────¡Les traje galletas! ─replicó. Y la clase estalló en expectación por ello.

────¡Ah! ¡¿De verdad?! ─cuestionó Denki, junto a Kirishima.

────¡¿Por qué?! ─de nuevo Kirishima.

────Verán. Adoro cocinar, y me gusta compartir lo que hago ─confesó, encogiendo un hombro; con un respingo de pena al recordar cuándo las había hecho. Miró a la clase en general─. Espero que no les moleste.

────¡¿Cómo podría molestarnos?! ─exclamó Mina, poniéndose de pie. Casi lista para recibirlas.

Pero Tenya llamó su atención, poniéndose de pie con brusquedad. Su voz seria contrastó con la suya.
────¡Profesor! ¿Cree que es adecuado durante el horario escolar ingerir alimentos? ─cuestionó, impostado─. El profesor Aizawa…

Pero le interrumpió al ver que iba a mencionar a Aizawa. Acabando por acercarse a Katsuki, quien se quedó consternado por ello.

────Oh. Será nuestro secreto. Además, mis clases no serán cómo las suyas, Tenya ─le replicó al susodicho, para luego agacharse hacia Katsuki, entregándole las cajas de galletas. Dejando que su voz brotara con amabilidad─. Bakugo, ¿podrías ir pasando las cajas? Toma una antes. Hay de muchos sabores.

Advirtió. Bakugo dudó un momento, pero luego las tomó, a regañadientes y tras rechistar.

El joven abrió una de ellas, e inspeccionó las galletas. Akira se puso de pie tras agradecerle, notando que había tomado una con malvaviscos. 

Akira volvió al frente, acabando por sentarse con las piernas extendidas y las manos a sus costados, divisando cómo Bakugo mordisqueaba la galleta.

Era su forma de querer ganarse su corazón, una de las tantas. El presentimiento que había tenido respecto al joven Katsuki le había impulsado a entregarle la caja primero; teniendo en cuenta también que era el único alejado de la clase en aquel momento. 

────¡Profesor! ¿Por qué tenemos clase al aire libre? ─cuestionó Momo, levantando su mano.

Akira movió su cabeza a un lado.
────Me gusta estar al aire libre. Ayuda a despejar la mente sentir la brisa, el calor y el césped ─replicó, haciendo un ademán con su mano─. Creí que sería buena idea ya que es nuestra primera clase.

────Hmm. Sí, es agradable… ─acotó Kirishima, mordisqueando su tercera galleta en mano. Notó que tenía cierta afición por las de fresas.

Igarashi tomó una profunda inhalación, inclinándose hacia adelante con la espalda recta y las piernas cruzadas sobre sí.

────Bueno. Comencemos. Ya me presenté, pero vuelvo a hacerlo ─dijo, asegurándose de que todos oyeran su voz tras elevar su mentón─. Soy el profesor Igarashi Akira. Co-titular junto al profesor Aizawa.  Yo me encargaré de instruirlos en el área psicológica de un héroe. Ahora entraremos en detalles. Seguramente tienen sus dudas, ¿verdad?

Cuestionó, uniendo sus manos con un respingo de ansiedad, cuando Midoriya fue el primero en responder. 
────¡Anoté mis dudas cómo usted lo dijo, profesor! ─exclamó, sacando un cuaderno de su bolso mientras sostenía una galleta en su boca. Akira sonrió por ello, notando que Shoto le había imitado.

Poco a poco, todos fueron sacando sus cuadernos. Admiró aquello, porque le gustaba que tomaran nota de todo durante sus clases.

Mantuvo una sonrisa cálida al hablar.
────Bien. Pero, quiero que sepan que también Shinigami intervendrá en algunas clases. Más que nada en la práctica, que en la teoría ─aclaró, abriendo sus manos hacia ellos─. No deben temerle. Compartimos el control de mí cuerpo, y también habla por mí.

Informó, y cerró sus ojos, indicándole a Shinigami que aquella era su señal. 

El demonio se manifestó, provocando un hormigueo cuando sintió las marcas aparecer en su rostro y cuerpo.

Shinigami soltó una profunda exhalación, y Akira divisó las diferentes expresiones en los rostros presentes.
Recalcó la expresión de Bakugo, ensimismado en verle con un brillo peculiar en los ojos, de forma neutral. Kirishima quedó fascinado. Midoriya era un poco de todo. Y los demás, parecían temer que estuviera a punto de hacer algo impredecible y horroroso.

────Uh, no pongan esas caras ─canturreó, frunciendo el ceño, haciendo un ademán con sus garras. Divertido─. Déjenlas para cuando empiecen los exámenes.

Advirtió, y la sangre abandonó el rostro de ciertos alumnos, entre ellos, Midoriya.

Akira rechistó, retomando el control y haciendo que se esfumara al instante, como ahuyentando un insecto. Negó, retomando la compostura.
────Está bromeando. Solo quiere asustarlos ─tranquilizó, el alivio se hizo notar en el ambiente. Carraspeó─. Bien. Hmm… ¿Alguno quiere decirme de qué cree se tratará mi materia?

Empezó. Señaló a Deku, ya que había levantado la mano. De nuevo.
────¿Nos enseñará la mentalidad de un héroe frente a una adversidad? ─preguntó─. ¿Así como las respuestas químicas de nuestro cerebro ante el miedo o la adrenalina?

Akira dejó sus labios entreabiertos un momento.
────Eeh… Saquemos la parte química por hoy. Respuesta en el camino correcto, Midoriya. ─replicó, alzando su pulgar.

────Es todo un cerebrito, eh ─oyó a Shinigami dentro suyo─. Entiendo por qué le irrita a dinamita. Pero es muy tierno. No podría enojarme con él.

Dijo, presionando las palabras con ternura. Por instinto, Akira le ignoró.

────Como iba a decir, estaré aquí para acompañarles y ayudarle psicológicamente en su camino a ser héroes ─explicó, moviendo sus manos─. Mi clase se basará en hablar de cómo nos sentimos, ¿si? Cómo está nuestra mente frente a diferentes situaciones. Y qué deberíamos hacer, según nuestras capacidades.

Dijo, hasta que una alumna levantó su mano.
────Profesor ─intervino Tsuyu─. ¿Nos evaluará como lo hace el profesor Aizawa?

────Oh, bueno. Es un tanto diferente, Tsuyu ─dijo, buscando las palabras para no enredarlos─. Verás. Tendremos más teoría y la parte práctica de mi clase serán los exámenes. También tendré en cuenta su participación durante la clase. Y también su rendimiento en las prácticas con el profesor Aizawa.

Dijo, hablando con lentitud determinada.

Tsuyu hizo una mueca.
────Suena muy complicado.

────¿Nos evaluará según cómo actuemos en otros exámenes y prácticas? ─cuestionó Ojiro

Akira asintió.
────Sí. Pero eso dependerá de cuál sea y si es adecuado para sumarles nota. O si alguno lo necesita ─replicó─. Para eso también están las clases privadas, si alguno desea tomarlas.

Mina llevó su palma a su mejilla, apoyando su codo en su muslo.
────Hay muchas oportunidades de aprobar, profesor.

────¡Exacto! Pero eso no es lo importante ─dijo, alzando su dedo índice─. Verán. Quiero que sepan, que mi clase es su lugar seguro.

Dijo, dejando que la emoción se deslizara entre las palabras. Había ansiado poder decirles aquello desde el inicio.

────¿A qué se refiere, profesor? ─cuestionó Denki.

────Esta clase fue creada para ayudarlos y estar con ustedes, mentalmente. En mi clase hablaremos de cómo nos sentimos, por qué actuamos como lo hacemos ─explicó, alternando la mirada con cada uno─. Nuestros miedos a la hora de ser héroes, y otras cosas.

La sorpresa se esparció como un virus entre el grupo, así también como la emoción y los pequeños susurros entre sí.

────Profesor… eso es muy tierno. ─agregó Toru, llevando sus manos a su rostro por la forma en que se movió su uniforme.

────¡¿Será cómo contarle un problema a alguien especial?! ─cuestionó Kirishima, alzando su mano.

────¿Cómo nuestro psicólogo, profesor Akira? ─intervino Uraraka.

Akira no tardó en asentir a todos. Uniéndose a la emoción.
────¡Algo así! ─exclamó, ferviente de que lo hayan tomado de aquella manera. A excepción de algunos. Cuando el bufido de Bakugo intervino toscamente.

────Tch… ─le oyó rechistar, cruzado de brazos. Ganándose la mirada de casi toda la clase por ello.

Akira recogió paciencia y mansedumbre. Dio un paso al frente. Moviendo su cabeza de lado.

────Bakugo, ¿quieres compartir algo con la clase y conmigo? ─preguntó, con gentileza. No obteniendo su mirada.

Pero la voz de Kirishima contrastó violentamente.
────¡Katsuki! ¡El profesor dijo que ésta clase es para charlar y decir cómo nos sentimos! ¡Expresate! ─exclamó, poniéndose de pie y alzando su puño en el aire.

Bakugo reaccionó al instante.
────¡Eh! ¡¿Qué te metes?! ─preguntó, equiparando su emoción con Kirishima, pero en cólera.

Akira se volvió al pelirrojo. Acentuando su tono en serenidad.
────Kirishima, no presionamos a nuestro compañero a hablar de cómo se siente. Solo…

Pero Katsuki le interrumpió.
────Agh. Esta clase no debería existir. ─se quejó, con aquel tono de irritación. 

Akira dejó que las reacciones de sus alumnos brotaran primero, mientras contenía cuánto le había dolido esas palabras.

────Kacchan, eso es muy ofensivo. ─murmuró Midoriya.

────¡Katsuki! ¡¿Cuál es tu problema?! ─exclamó Kirishima.

Pero Bakugo no respondió, limitándose a dar una mueca de frustración. Le extrañó aquello, como si estuviera ocultando algo detrás de toda esa ira.

────Chicos, dejemos que termine de hablar ─indicó, luego se volvió al rubio─. Dime, Bakugo. ¿Por qué piensas eso?

Cuestionó, sin una pizca de negatividad en su tono. Katsuki tomó su tiempo para responder. Acabando por exhalar. No obtuvo su mirada en ningún momento.

────… Es una pérdida de tiempo. Solo los débiles deberían tomar esta clase. ─replicó, llevando su cuerpo hacia adelante.

Akira supo a qué se refería. Pero una voz femenina también intervino.
────Hmm, Bakugo tiene en parte razón. ─oyó a Jiro, tras ubicarla entre el grupo. 

────¿Eh? ¡¿Jiro?! ─exclamó Mina, anonadada por la intervención de la joven.

Igarashi presionó sus labios, intrigado por saber qué diría ella. 
────¿Por qué creés eso, Jiro? ─replicó, frunciendo sus cejas.

Jiro suspiró, encogiendo un hombro.
────Podríamos enfocarnos en otras áreas de ser un héroe. No solo… Decir cómo nos sentimos. Y cómo se debe actuar frente a una situación ─recalcó─. En los exámenes prácticos aprendemos eso.

Akira le dio un gesto de afirmación, comprendiendo su punto. Suspiró, dejándose llevar por el impulso de hablar sin pensarlo, pero desde su lugar como profesor.

────Es un buen punto. Pero… Están en una etapa donde también necesitan apoyo mental ─recalcó─. Necesitan crecer mentalmente. Teniendo en cuenta todo lo que han afrontado hasta ahora. Como el enfrentamiento contra la liga de villanos. Y la presión que tienen por ser futuros héroes ─siguió, dejando que su voz brotara en un hilo de compasión─. ¿No les gustaría tener un lugar donde poder expresar cómo se sienten? 

Silencio. 

Descifró las emociones en los rostros de algunos. Como si la mención del accidente y la presión de ser héroes hubiera detonado algo dentro de ellos.

Suspiró. Tenía mucho trabajo por delante con ellos. Quería ayudarles a mejorar. No solo por su rol de profesor. Sino porque realmente deseaba que estuvieran mejor. Porque a su edad, nadie lo hubiera ayudado de aquella manera.

Tomó asiento en el césped, acomodándose con las piernas cruzadas. Notó que Bakugo, le estaba mirando de reojo pero luego volvía su vista al césped. Que había estado arrancando mientras hablaba.

Carraspeó.
────Miren, estoy aquí para ayudar. Quiero ganarme su confianza, para que puedan venir a mí cuando tengan un problema o no sepan a quién acudir ─explicó─. Claro, están sus familias para escucharlos. Pero, algunos pueden no sentirse cómodos con ello, y es entendible ─recalcó, con un respingo de impotencia en su pecho cuando ciertos alumnos alzaron la mirada─. No soy como el profesor Aizawa. Pueden hablarme de lo que quieran, y prometo que tienen mi confianza. Nos falta que yo gane la suya. Pero Roma no se construyó en un día, eh.

Trató de bromear, guiñando un ojo para aliviar el ambiente. Notó que Jiro asintió, bajando la mirada. Al menos ya había hecho entrar en razón a una.

────¿Y de qué hablaremos? ─cuestionó Midoriya. Notó que su tono había disminuido, y su mirada parecía apagada.

Aquello le hizo tensarse por dentro. Temiendo haber tocado algo sensible por lo dicho. Pero si fuera el caso, al menos había cuestionado de qué hablarían. Era algo bueno. Tenía iniciativa para seguir adelante.

Se acomodó en el césped.
────La mentalidad de un héroe. Y cómo son ustedes, cómo tal ─replicó─. Les ayudaré en conjunto. Hablaremos cómo clase y realizaremos actividades. Y quienes prefieran pueden tomar clases privadas conmigo ─recalcó, suavizando su voz de nuevo─. Ya sea porque se sienten más cómodos, necesitan nota extra, o por algo que quieran solucionar y necesiten apoyo.

Recalcó. Akira sentía que esas clases podrían ayudarles mejor en lo individual, como un terapeuta a parte, pese a que no había estudiado para eso. Tenía todas las intenciones de cooperar, ayudar y empatizar. La clase era el futuro de los héroes.

────¿También nos ayudará a mejorar nuestras habilidades? ─cuestionó Uraraka.

Akira asintió, volviendo en sí.
────¡Claro! Pero para mejorar nuestras habilidades, debemos mejorar cómo nos percibimos a nosotros mismos ─explicó─. Y yo estoy aquí para ayudarles.

Dijo, sonriendo hasta entrecerrar sus ojos con cariño.

────¡Eso es genial! ─exclamó Sero.

────¡¿Seré más fuerte si pienso que soy mejor que todos, profesor?! ─cuestionó Kirishima.

Akira rió por lo bajo, negando más para sí.
────No funciona así, Kirishima. ¡Pero me gusta la iniciativa! ─exclamó, señalándole.

La clase retomó pequeñas charlas al ver que no continuó hablando. Divisó a Midoriya ensimismado en su cuaderno, al igual que Shoto y otros alumnos más.

Pero su atención fue a Bakugo, de nuevo. Porque era el único que estaba teniendo aquella aura de negatividad que hacía palpitar su corazón en impotencia. Como si estuviera exiliado de la clase, pero por cuenta propia.

Tampoco participaba. Era el primer día, y no todos lo estaban haciendo, entendible. El problema, era que Bakugo era un tema peculiar. Porque ya había declarado su posición en contra de la sola existencia de su clase.

Katsuki ocultaba algo, de eso estaba seguro. Y había problemas. Pese a que no le gustaba suponer, podía sentirlo. Instinto de profesor joven y con demasiada empatía por los estudiantes.

Por dentro, deseaba hablarle directamente en privado y que le dijera todo. Pero presentía que Bakugo no era la clase de persona que se expresaba de aquella forma. Debía obtener su confianza de a poco. Las galletas fueron la punta del iceberg. Seguiría bajando.

Incluso, si debía arrancar trozos del pasado para hacerlo entender, que él también había sido así a su edad.

Suspiró, llamando la atención de todos nuevamente al hablar.
────Miren. Yo daré el primer paso para ganarme su confianza, ¿qué dicen? 

Sugirió, provocando exclamaciones de afirmación por parte de algunos.
────¿Qué tiene en mente, profesor? ─curioseó Denki.

────Les contaré sobre mí. Sobre mí experiencia a su edad ─dijo, moviendo su mano de presionar su pecho hacia adelante─. Porque, quiero que entiendan cuán importante es para mí enseñarles a ustedes.

────¡Pero no lo haga sí lo hace sentir mal, profesor! ─advirtió Sero, teniendo el apoyo de algunos más.

Eso le conmocionó. Pero se aseguró de mantener un tono alegre.
────¡Para nada! Además, me estoy abriendo con ustedes. Eso es importante. 

────Ohh. ─susurró Sero, acomodándose en su lugar.

Se tomó un momento, pero no quería pensar demasiado lo que les diría. Omitiendo las partes oscuras, y solo diría lo necesario. Si su mente lo permitía.

Inhaló, calmándose. Un respingo de comezón amenazó con brotar en sus manos, pero se esforzó por ignorarlo y comenzó.
────Cuando estudiaba para ser héroe, lo hice aquí. En la Academia… Era diferente de quién soy ahora ─se detuvo, bajando su tono─. Tenía problemas de ira.

Las exclamaciones se hicieron oír. Como si hubiera dicho su peor secreto.

Mina habló.
────¿Usted, profesor?

────¡Pero tiene demasiada paciencia! ¡Y es muy gentil! ─exclamó Uraraka.

Sonrió, asintiendo tras relamer su labio inferior.
────Oh sí, era una explosión de emociones ─replicó─. Siempre estaba en problemas. Pero un día… Se me fue de las manos.

Confesó. Sintiendo un sabor amargo en su mente. Unió sus manos, reprimiendo la oscuridad del recuerdo.
────Aah. Qué agridulce momento para recordarlo. ─susurró Shinigami. Haciéndole estremecer.

────¿Y luego, profesor? ─acotó Midoriya, haciéndole volver en sí.

Suspiró. Hilando el recuerdo como si hubiera puesto una cinta a reproducirse.
────Fue en el festival deportivo de mí época. Cuando debía luchar contra un compañero, así como lo hicieron ustedes. Que por cierto todos estuvieron genial. Los felicito ─agregó en un susurro, alzando sus pulgares. Algunos sonrieron por un momento.
Pero luego recuperó la compostura. Disminuyó su voz─… Usé a Shinigami. Perdí el control sobre mis emociones, y casi le quito la vida a mi rival, por no poder controlarme.

Dijo, con rapidez. Como si hubiera tragado algo sin saborearlo. Luego presionó sus labios, el silencio se posó sobre el grupo.

Y entonces la oyó. La voz de Bakugo. Como un invitado llegando tarde a la reunión.
────Pero no lo mató… ─murmuró, mirándole de reojo cuando Akira se volvió a él.

Akira le asintió. Sosteniendo su mirada por un tiempo. Notó que había dejado de fruncir el ceño.

────Un profesor logró noquearme a tiempo. Pero si no hubiera sido así… ─se detuvo. No quería entrar en detalles de qué había pasado en aquel momento. Suspiró─. Le hubiera quitado la vida a un inocente.

────Pero, ¿por qué? ¿Qué sucedió para que no pudiera controlarse? Si se puede saber. ─acotó Sero, con cierta serenidad en su voz─ ¿O no estaba controlando bien a Shinigami?

Inhaló, poniendo recta su espalda.
────Verán. Mis emociones influyen en Shinigami, y en cómo él se manifiesta. Sí, puede manifestarse y tomar por completo el control de mí y hacer lo que quiera ─recalcó, haciendo un ademán─. Pero, siempre una emoción es la que predomina su accionar.

Culminó. Y Midoriya no tardó en traducir sus palabras.
────Entonces, si usted siente mucha ira y Shinigami se manifiesta de mientras… ─se detuvo, como calculando el resultado de una ecuación─ ¿Shinigami es cegado por ese sentimiento y actúa de forma errática?

Le asintió.
────Así es, Midoriya ─dijo. Acabando por querer dar el por qué de la emoción en el accidente─. Una semana antes del festival, ocurrió algo muy malo en mí vida. Por parte de un miembro de mí familia… 

Pero se detuvo. Cuando el suceso amenazó con salir a la luz. Inhaló profundamente, tratando de indicarle a Shinigami que le ayudara a reprimirlo cuando la picazón se hizo notar en sus palmas; se rascó, no pudiendo contenerse. Los latidos se tornaron densos.

Sintió cómo el demonio respondía en su auxilio, ocultando el recuerdo como si lo hubiera enterrado de nuevo en los traumas de su adolescencia. Y también a los involucrados. Su gemela, y su padre.

Acabó por suspirar. 
────Actualmente, puedo decir que no estaba preparado para participar en el festival. Y no debí hacerlo ─dijo─.  El recuerdo de lo sucedido, así como los sentimientos que reprimí y el no saber cómo actuar, provocaron la situación.
《 Todo pasó, sí. Pero, nadie podía ayudarme. Porque nadie sabía cómo me sentía, y yo no podía explicarlo sin enfadarme con todos. Incluso conmigo misma. 》

Culminó, suspirando. Un trago amargo de recordar.
Dejó que su silencio amortiguara un poco la tensión, tras alzar su mirada cálida al grupo.

────¿Y… cómo lo logró? ─preguntó Shoto, por primera vez hablando.

Akira sonrió, sintiendo satisfacción por haber logrado que Todoroki participara.

────Mi abuela me ayudó a equilibrar mis emociones ─replicó─. Controlarme yo, para hacerlo con Shinigami.

────¿Por eso creó ésta clase? ─cuestionó Ojiro.

Asintió.
────Es uno de los motivos por la cual insistí en crearla en la Academia, sí ─dijo─. Porque quiero ayudarles a que no pasen lo mismo que yo.

Momo intervino, no dejando que se volviera sentimental.
────Perdone la acotación profesor, pero Shinigami aún pierde el control, ¿no? ─le cuestionó, alzando su mano─. Por eso le quitaron su licencia varias veces. Y tuvo problemas con los villanos y su forma de actuar…

────Momo… ─susurró Uraraka, queriendo señalar qué había dicho.

Asintió. Le daba la razón. Pero no quería entrar en detalles sobre por qué Shinigami hacía lo que hacía. No podría decirles, porque no tenía ánimos de sentir la impotencia dolorosa en su pecho. Y el cómo lo trataban los demás por ello.

Admiró a la joven estudiante.
────No soy perfecto como héroe. Ni cumplo con lo que enseño, si soy sincero. Y les pido perdón de antemano ─dijo, presionando sus labios─. Mí moral es complicada y mí forma de actuar también. Por eso estoy aquí, ayudándoles a que sean la mejor versión de ustedes mismos. Sí me dejan y quieren, claro.

Advirtió. Un nudo se asomó por su garganta, acariciándola. No quería que ellos fueran como él. No se sentía como un ejemplo a seguir, y eso le dolía. Por eso estaba allí, abriéndose de par en par, para que aceptaran su ayuda. De hacerlos mejor que él.

Se percató de que había perdido la compostura al pensar en todo ello, y su rostro se había apagado. Cuando la voz de Kirishima, le hizo volver en sí.

────¡Profesor Akira! ─le llamó. Akira no tardó en verlo, con una mano alzada─. ¡Yo sí acepto que me enseñe!

Exclamó, y luego le siguió Denki.
────¡Yo también! ─le copió, incluso alzando su propia mano.

Akira asintió, dando un respingo en su nariz. Suspiró, retomando la actitud del inicio. No quería desinflar el ambiente por sus problemas. No como ocurrió en su departamento, con Aizawa.

────Está bien. La confianza se construye con el tiempo, no se debe presionar ni apresurar. ─dijo, alzando su índice, como si fuera algún sabio dando consejo ─se inclinó, dándoles una sonrisa─ ¿Qué opinan sobre lo que les hablé?

Cuestionó, dejando que su voz chispeara de nuevo. Se animó a ver a Katsuki, ahora erguido pero con el ceño fruncido decorando su rostro. Notó que sostenía un cuaderno en sus manos, y una lapicera golpeaba contra éste.

Le sonrió de lado, sorprendiéndole al verle. Bakugo desvió la mirada, autenticado su fruncir de ceño. Al menos, contar lo sucedido tuvo su recompensa.

────Es muy bueno que se abra de ésta manera ─acotó Sato, por primera vez─. Ninguno de nuestros profesores lo hizo. Ni siquiera el profesor Aizawa.

Movió su cabeza de lado.
────Bueno, no todos se sienten cómodos haciéndolo. O no ven que sea necesario ─replicó─. Por mi parte, quiero ser transparente con ustedes. Para que lo sean conmigo cuando quieran.

Recalcó, acompañando sus palabras de una dulce sonrisa sellada. Acabó por exhalar. Poniéndose de pie con un quejido.

────Bien. Continuemos ─dijo, chocando sus manos entre sí─. Hoy quería hablarles sobre algo que pienso, es básico en psicología del héroe. Para empezar en el tema.
Dijo. 
────Quiero que lo recuerden, para lo que vaya a sucederles en el futuro ─indicó, dejando que su voz poco a poco se tornara seria. Dejó que sus manos se movieran mientras hablaba─. La gran mayoría de los villanos los ataca físicamente, es cierto. Pero un buen rival, lo hará psicológicamente.

Declaró, pese a que era algo obvio. Les estaba preparando para el examen a futuro. El examen práctico contra Shinigami.

Sero alzó su mano.
────¿Se refiere a burlarse? ─cuestionó.

Akira hizo una pequeña mueca con sus labios.
────Es más profundo que eso. Si los conoce, el rival podrá jugar con sus emociones. Usará eso en contra suya ─indicó─. Así como el simple hecho de que son jóvenes, y es normal que sean emocionales y actúen en base a ellas.

Indicó.
────… Entonces. ¿Cómo le hacemos frente a alguien así? ─preguntó Momo.

────¡Atacando! ─respondió Kirishima en su lugar.

Akira lanzó una exclamación. Sabía que respondería con ello.
────¡Ah! Eso es justo lo que el rival querrá que hagan, porque está atacando sus emociones. ─explicó, ensimismado por la emoción que dejó salir abruptamente.

Kirishima entrecerró sus ojos.
────Oh.

────Entonces, les está obligando a reaccionar y pensar con el corazón. Y no con la mente ─continuó─. Eso sí es doloroso, porque estará jugando con ustedes. Y hará lo que quiera con ello.
Indicó, asintiendo lentamente, antes de proseguir.
──Por suerte, podemos hacer algo al respecto. Trabajar en nuestras emociones ante las batallas ─dijo─. Y yo les ayudaré en eso.

Dijo, intercalando la mirada en aquellos alumnos que se dejaron llevar por sus emociones en el festival deportivo. O que en sí, fueron un estallido de las mismas. Midoriya. Shoto. Kirishima. Katsuki. Uraraka...

La voz de Midoriya se coló entre sus pensamientos.
────Entonces, ¿debemos reprimirlas? ─cuestionó, levemente tímido.

Akira le sonrió de lado.
────Todo lo contrario, Midoriya ─replicó─. Les enseñaré a usar sus emociones, para luchar mejor.

Culminó, haciendo que Midoriya asienta y vuelva a escribir.

Akira volteó a un lado, chocando sus orbes con el joven Katsuki. Éste le sostuvo la mirada, dejando que contemplara el pequeño brillo en sus orbes explosivos por lo dicho.

...

. . .

al mismo tiempo
🏙 ─────. Sala de profesores.

AIZAWA DEJÓ QUE SU MENTE DIVAGARA.

Con brazos y piernas cruzadas, se dio permiso de descansar unos minutos tras el papeleo que todo profesor debía cumplir.

Podría disfrutar de su descanso de unos minutos, si no fuera por All Might tecleando de forma persistente frente a su computadora, y Mic tarareando una canción; luego de que le advirtiera, bajara el volumen de su voz por unos momentos.

Trató de relajarse, pero su mente no dejaba de sacar a la luz lo sucedido aquella mañana; y en la noche. La charla tensa con Akira. La crisis. Sus propias palabras siendo lanzadas fríamente. Pero no sabía qué hacer.

Akira no quería conversar respecto a lo sucedido, y él tampoco iba a obligarlo a decirle cómo se sentía. Empeoraría todo. Y lo que le faltaba, era complicar su relación.

Pensó en cómo hacerlo sentir mejor, en las cosas que le gustaban al pelirosa. La idea de llevarlo a algún lugar luego de clases surgió en su mente. ¿Pero antes debía disculparse de nuevo por lo sucedido en la mañana? No. Eso le traería el recuerdo y ahora estaría en la clase 1A.

¿Debería consultarle a Mic?
Miró de reojo al susodicho. Pero la inseguridad surcó su corazón. No estaba seguro de nada.

Soltó un suspiro brusco, ahuyentando los pensamientos con rapidez. Pasó sus manos por el rostro, inclinándose hacia adelante. Suspirando frustración.

────Oh, lamento molestarte, Shota ─oyó a All Might, de repente─. No me acostumbro a teclear rápido.

Le miró. El héroe se había detenido de teclear. Dio un gesto de negación, poniéndose de pie para despejarse y estirar las piernas.

────No, no eres tú. Es… ─se detuvo. No iba a explicarle sus pensamientos ansiosos y carcomientes que tenía en secreto. Exhaló, haciendo un ademán.

Pero Mic intervino, desde el otro lado de la sala.
────¿Problemas en el paraíso, darling? ─cuestionó, echando su silla hacia atrás y quedando levemente suspendido. Notó que tenía su quinta galleta -cortesía de Akira- en mano. Akira había hecho algunas a parte para el rubio, de chocolate. Puro favoritismo.

All Might entreabrió la boca, como sorprendido de que fuera cierto, por cómo rodó los ojos. Aizawa imitó a Mic, buscando consuelo en las galletas de Akira. Escabulló su mano por la caja, tomando la de fresas. Porque le recordaban a él.

────No es tan serio.  ─mintió, dando un mordisco crujiente. Dejó que el profundo sabor a fresa se escabullera de su boca.

Mic chasqueó su lengua, enumerando con sus dedos.
────¡Liar! Akira me contó lo sucedido ─exclamó, mientras se ponía de pie─. Pero entiendo por qué no quieres hablarlo. No es como si disfrutara del chisme…

Dijo, haciendo una mueca con sus labios. Aizawa se volvió, pero no le sorprendió que Akira le haya contado. Mic era el confidente de ambos, y tampoco le molestaba. El problema sería, si fuera alguien ajeno a él.

Siguió masticando, disfrutando de unos segundos antes de replicar.

Pero All Might lo hizo por él.
────No sabía que discutías con Akira ─comentó, tomando una galleta con cierta inseguridad─. Es alguien muy… optimista y alegre para ello.

Encogió un hombro, a sabiendas de que había sido parte culpa suya por sus palabras. Pero le molestaba que fuera terco. Terco como un niño pequeño.

Suspiró, con gesto de negación.
────No discutimos. Tuvimos roces en una charla ─corrigió, tocando su sien con la mano libre─. Pero estamos bien.

Hizashi se acercó a él, señalándole con la galleta a medio morder.
────Tienes que ser muy idiota para molestarle. Es un pretty boy. Revestido en azúcar y arcoiris ─exageró, moviendo sus manos a la par de su voz chispeante─. ¡No debiste decirle esas cosas!

Recriminó, y Aizawa supo a qué se refería. Rechistó, negando para sí. Ya lo sabía. Era consciente de su actitud. 
────Lo sé, Mic. Pero ya me disculpé y…

Pero el sonido de la puerta abriéndose le interrumpió su respuesta aireada. Todos viraron hacia allí, con el Director haciendo acto de presencia. 

Tragó su frustración. notando que All Might les estaba observando, antes de voltearse hacia el recién llegado.

────Qué tal a todos. ─saludó, antes de subirse a una silla y de allí a una mesa, con cierto apuro.

Pero Aizawa notó que el Director tenía la mirada caída, y su atención estaba puesta en los papeles que traía en mano, notó que las páginas tenían la foto de una persona en ellas.

Mic se acercó disimuladamente a su lado, acercando su rostro cerca de su oído.
────No creas que te salvó la campana. ─susurró, divertido. Poniéndose erguido a su lado, aguardando al Director.

Suspiró. Iban a tener una larga charla más tarde.

El Director carraspeó.
────Sé que están ocupados, pero hay algo que deben saber ─advirtió, dándole un papel a cada uno. Mic le alcanzó uno con cierto aire de serenidad─. La policía acaba de enviar este telegrama. Dicen que es un villano joven que estuvo atacando a unas horas de aquí… Quieren que estemos atentos. Y yo quiero que ustedes lo estén.

Dijo, en un tono severo que le extrañó tuviera. Espantó la frustración, guardando su preocupación por su relación en un cajón, por un rato. Inhaló, tornando su mente en frío.

Aizawa pasó su atención a las páginas del reporte policial. Leyendo con atención.

El nombre del criminal: Mako. 18 Años, aproximadamente. Sin historial, pese a los ataques que el director mencionó, ocurridos hace unas semanas. Aizawa frunció el ceño. No había oído de tales ataques, ni tampoco del joven. 

Morocho, ojos azules oscuros, delgado. No se había anunciado con algún apodo, pero la policía le había dado uno pasajero: Heraldo.

Se le atribuían diferentes crímenes: asesinato. terrorismo. secuestro, incendio provocado…

Algo se estremeció dentro suyo tras detenerse en la lista. Su clase 1A, apenas y eran unos años más jóvenes que él. 

Casi le parecía irreal, teniendo en cuenta que no recordaba haber oído de él. ¿Lo estaban manteniendo en secreto? Eso explicaría por qué no era noticia. Pero, ¿por qué les informaban ahora?

────Pero, si cometió tantos delitos. ¿Por qué recién ahora nos dan la información? ─cuestionó Mic, como si le hubiera leído la mente. Su tono se había tornado oscuro, delatando en la confusión de la situación─. ¿Por qué no supimos sobre él antes?

Notó consternación en su rostro, con el ceño fruncido y sus característicos lentos sobre el puente de su nariz. Pensó que era un reflejo de lo que estaba experimentando él mismo por dentro.

El Director suspiró, negando.
────Era confidencial. Y querían estar seguros de darnos los datos adecuados. No quieren que la prensa se entere ─replicó─. Al parecer, está vinculado a la Liga de Villanos…

Dijo. Mic presionó sus labios, bajando la vista para seguir leyendo. All Might se mantenía en ello, ensimismado en la información.

Aizawa suspiró, imitándoles. Pero sus manos rastrabillaron entre las hojas, cuando leyó las habilidades de “Mako” y por encima, algunos datos que lograron recolectar.

Sentidos, fuerza, agilidad y velocidad sobrehumanos. Proyección de energía. Control de la materia.

Desmembra a sus víctimas con sus manos, así como una posible ingesta de sangre de las mismas.

Tenía similitudes con Shinigami.

Un estruendo le hizo volver en sí. Las alarmas detonaron sus oídos, ensombreciendo la sala en luces rojas titilantes. Su corazón se saltó un latido, dejando caer las hojas a sus pies por la coincidencia. 

Otro estruendo. Había sido cerca de la puerta principal. ¿La Liga de Villanos atacaba? ¿La prensa? No. Las alarmas eran rojas y sonaban como cuando alguien se infiltraba en la Academia.

Respiró profundamente. Debía pensar en frío.

────¿Están atacando? ─cuestionó el Director, saltando fuera de la mesa.

 Pero Mic lo trajo de vuelta en sí, tomándolo del antebrazo e impulsándolo a que saliera corriendo fuera de la sala, seguido del Director y All Might. Pero All Might ya no podía transformarse.

Las palabras del Director resonaron entre las alarmas, a medida que seguían corriendo. Sí, estaban atacando al frente. Siguieron corriendo, pero se obligó a pensar. ¿Por qué atacar desde el frente, sabiendo que todo quedaría sellado?

Se detuvo en seco, dejando que el Director siguiera corriendo junto All Might. Las luces titilaban sobre su cabeza, mientras calculaba dónde estaba cada profesor. Midnight, Cementoss, Snipe, Sekijiro, Mic, él mismo. Todos estaban dentro del edificio.

Excepto, por Akira.

────¡Shota! ¡¿Qué haces?! ─exclamó Mic, trayéndolo en sí al apretar sus hombros. 

Aizawa negó, incrustando sus ojos en él.

────El frente puede ser una distracción ─informó, sosteniendo el antebrazo para obtener su completa atención─. Akira es el único fuera del edificio.

Anunció, con un respingo de pavor en su voz. Tal vez iban por Akira.

Un escalofrío recorrió su espalda, en cuanto se colocó sus gafas especiales. Mic sostuvo sus hombros, asintiendo. Su voz se oscureció como el pasillo en donde estaban,

────Entonces ve. ─declaró, soltándole.

Aizawa no lo dudó, tras darle un gesto afirmativo. Cada fracción de su cuerpo, le impulsó a que corriera. 

. . .




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ARS MORIENDI ©
2022 ──── mha.

. . .

🍓: N/A: wenas

. espero les haya gustado el cap de hoy
donde la otp tiene ✨ problemas ✨ y Akira trata de ganarse el cora de Bakugo; ya c explica mejor por qué Bakugo es como es con Akira 🤧 unas ganas de tener a Akira como profe dd

pa ser sincera, no puedo esperar a avanzar más porque se vienen ✨ cosas fuertes ✨
y más ahora que les presento a Mako, un oc de último momento, pero que será clave para Akira 👀

🌈 anyways, nos leemos pronto y
gracias por el apoyo;

no olviden comentar y votar
que me hacen el día 🥺🧡

( ⭕ )

💢 ... INTRODUCIENDO a:
" Mako "

( ⭕ )

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