02, ❛ agridulce ❜
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• contenido explícito
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❛ AGRIDULCE ❜
capítulo dos ─── 02.
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AKIRA ES UN SER DE LUZ y calidez. A donde sea que fuera, siempre recibía a las personas con una dulce sonrisa en su rostro, y los brazos abiertos.
El joven pelirosa posee un corazón bondadoso. Siempre y cuando no interfiera con su forma de ser -como héroe- y sus propios ideales. Gracias a esto, lograba hacerse de amigos y enemigos, más rápido que cualquier persona.
Sus relaciones -las buenas- resplandecían confianza y chispeaban en un profundo sentido de la amistad.
O simplemente, encajaba muy bien con la gente igual de carismática que él. Como Hizashi Yamada, Present Mic.
Akira dejó que Present Mic lo estrujara en sus brazos, contra su chamarra de cuero crujiente debajo de sí.
────¡Akira! ¡Estás de vuelta! ─exclamó el rubio, con su voz rasposa pero chispeante como un estallido de confetti─. ¡¿Te gustó la sorpresa, Aizawa?! ¡¿Te pusiste rojo como una manzana?!
Se burló, señalando al susodicho con sus manos enguantadas sin la punta de sus dedos.
Akira sonrió, como un niño pequeño, alejándose un poco para ver la reacción de su pareja: rodando los ojos.
────Fue una buena sorpresa. ─dijo, acomodándose las manos en el bolsillo del pantalón, luego de guiñar un ojo disimuladamente.
Akira sintió un calor suave en su rostro, sonriéndole con los labios cerrados.
Hizashi volvió a abrazarlo, pero pasando un brazo sobre sus hombros con cierta brusquedad; pero estaba acostumbrado a ello. Era algo característico del rubio, e Igarashi no tenía problema con que invadiera su espacio personal. Confiaba en él.
────¡¿Y cómo no?! ¡Si las sorpresas de Akira son las mejores! ─dijo, mientras le acariciaba el cabello con fuerza y diversión, provocando que soltara una risa de tentación─. ¡Par de tórtolos! ¡Tenemos que salir como en los viejos tiempos!
Mencionó con ferviente emoción, soltándolo de un momento a otro. Akira se acomodó el cabello, sin dejar de sonreír. Luego asintió, recordando los viejos tiempos en un flash veloz.
La emoción de ver a Present Mic, a quien consideraba su mejor amigo, hizo estallar su interior en serotonina.
Habían mantenido el contacto durante todo el año, pero en persona era tan diferente como con Aizawa. Teniendo en cuenta que Akira adora el contacto físico como muestra de afecto. Sentir el abrazo de Mic, oír su voz conmocionándole hasta los huesos. Todo se sentía más que bien.
Volvió en sí, mirando al rubio mientras un plan surgía en su mente abruptamente.
────¡Es verdad! Podríamos salir un fin de semana ─dijo, haciendo un ademán. Notó la emoción de planificar algo así haciendo ebullición en su pecho─. No necesariamente a un lugar. ¡Puedes venir con nosotros, Hizashi! Tengo un departamento aquí cerca.
Informó, aunque luego recordó que ya le había dicho sobre eso, señalando hacia la dirección donde quedaba su departamento.
Mic sonrió, y juró que pudo ver un brillo en sus orbes, detrás de sus anteojos anaranjados.
────¡Invitación aceptada!
────¡Oh, oh! ¡Me encargaré de la comida! ─exclamó, moviendo sus manos a la par, mientras congeniaba miradas con compañía─ ¡Tú trae algo para ambientar! ¡Las luces esas que parpadean!
Recordó las luces que Hizashi tenía en su habitación, de cuando se visitaban entre sí, mucho antes de perder su licencia y tener que irse.
Miró a Aizawa, quien les estaba viendo con una sonrisa sellada y la cabeza levemente inclinada de lado. Le sonrió, percatándose de su frenesí. Tomó aire, queriendo seguir con la cabeza fría; apenas había llegado, ¿en qué pensaba?
Pero la emoción de su amigo era demasiado contagiosa.
────¡Anotado! ¡Y tú, querido, más te vale hacer unas bebidas! ─replicó Mic, apoyando una mano en el hombro de Aizawa con cariño.
Aizawa hizo una mueca, pero parecía querer sonreír de lado. Miró Hizashi, con una mirada profunda. Y su voz se deslizó fuera de él.
────Perdí práctica. Puedo hacerles un café para la resaca ─dijo, encogiendo un hombro─. Al menos será entre nosotros.
Dijo, moviendo sus orbes oscuros hacia él, y luego hacia Mic. El susodicho sonrió, como si le hubieran dado la mejor noticia del día. Su dentadura brillaba y su rostro era tan expresivo como siempre.
Pero Akira percibió algo detrás de las palabras de Aizawa, solo que no logró analizarlo del todo. Solo disfrutó la mirada entrecerrada e incisiva que les estaba dando a ambos.
────¡Entendible! ¡Luego planeemos los detalles! ¡Tenemos una reunión, tórtolos! ─dijo, señalando la puerta de la sala de profesores a la distancia. Recordándole la misma.
Akira volvió en sí, a la realidad. Emprendiendo camino junto a Aizawa y Mic, sin tardanza alguna. No pudo evitar seguir la conversación, pero referida más Hizashi, de cómo había sido su mañana y cómo estaba en general.
Acabaron en un par de risas una vez que Aizawa entró primero a la sala. Sus risas resonaron como un sonido grotesco en el silencio del lugar, teniendo que detenerse abruptamente por ello.
Akira hizo una mueca al obtener las miradas expectantes de los profesores. Pero la del Director le alivió, saludando con la mano en alto. Sonrió al instante, imitándole, mostrando su dentadura con emoción.
Inconsciente, queriendo aliviar la tensión.
────Lamentamos la tardanza, Director. ─se disculpó, corriendo el asiento, con Aizawa a su izquierda, y Mic a su derecha. Cual trío de mejores amigos de secundaria.
────Está bien. Recién llegamos todos. ─replicó el Director, haciendo un ademán con su mano. Dejando que el silencio volviera a posarse sobre sus cabezas.
Se inclinó hacia adelante para correr más la silla, y entonces, Mic aprovechó para hablarle.
────Parece más un funeral que una reunión. ─susurró, divertido.
Akira reprimió una sonrisa, dándole la razón. Mordió su labio inferior, notando que Mic estaba reprimiendo también una risa. Viró hacia Aizawa, quien poseía una mirada profunda y de regaño.
Mic se encogió de hombros, apoyándose en el respaldo de su silla con una sonrisa de lado a lado. Aizawa suspiró en silencio.
Akira pasó su mirada por los profesores. Midnight enfrente suyo, sonriéndole de lado. A su lado, Snipe, Cementoss, y All Might, de derecha a izquierda. El Director en la otra punta de la mesa, y a la derecha de éste -y a la izquierda de Aizawa-, Sekijiro Kan; encargado de la clase 1B.
Notó una caja de donas sobre la mesa,, junto a un florero de margaritas. No tardó en tomar una. Pero se detuvo al hacerlo, mirando al Director, pidiéndole permiso con la mirada.
El Director le sonrió, tras un asentimiento. Akira dio el primer mordisco a la dona con relleno de fresa.
────Bien. Esta reunión es para informarles que Igarashi Akira es reincorporado como profesor en la Academia ─informó, moviendo su mano derecha e intercalando su mirada con cada profesor.
La noticia le emocionó incluso a sí mismo─. Será co-titular de la clase 1A, junto al profesor Shota. Pero también podrá apoyar a otras clases en su materia de psicología.
Dijo. Akira no contuvo la emoción, sentándose derecho y con el mentón en alto. El cuarto mordisco a la dona le empalagó la boca.
────Bienvenido de vuelta, querido. Se te extrañaba ─canturreó Midnight, haciéndole apretar sus labios para sonreírle. La profesora se inclinó en el respaldo, haciendo un ademán con su fina mano─. Pero supongo que Aizawa es el más feliz de esta sala.
Aizawa rechistó, pero otros profesores lanzaron también sonidos de diversión, incluso el mismo All Might rió por lo bajo; con excepción de Sekijiro.
Claro que estaban al tanto de su relación. Pese a que Aizawa se mantenía reservado con otras personas, por culpa de Akira, los habían sorprendido en una que otra ocasión de forma embarazosa.
La voz de Hizashi estalló.
────¿No deberíamos hacer una celebración por su regreso? ¡Propongo hacerla durante las pasantías! ─exclamó con brusquedad, haciendo sobresaltar a Aizawa en el lugar.
Aizawa habló por los pensamientos de Akira. Ya que solo unos instantes atrás, habían arreglado sobre una posible reunión entre ellos.
────¿Cuántas fiestas quieres hacer? ─cuestionó, arrastrando las palabras con ambas cejas en alto.
────Nunca son suficientes, querido. ─replicó con voz baja, bajando sus anteojos al puente de su nariz y guiñándole un ojo. Aizawa rodó los ojos.
Akira rió por lo bajo. Moviendo su cabeza de lado para ver al Director.
────Las pasantías son en unos días, ¿verdad? ─cuestionó, luego de tragar, recibiendo un asentimiento.
Aprovechó para tomar otra dona. Esta vez, de chocolate y sin chispas; no quería que el quisquilloso de Shinigami se quejara.
A Shinigami no le gustaban las chispas.
El Director continuó.
────No es mala idea, profesor Mic. Una bienvenida adecuada para nuestro profesor más joven ─dijo, dándole una sonrisa y señalándole─. Teniendo en cuenta que los alumnos estarán con adultos responsables. En ese caso…
────¡En ese caso deberíamos hacerlo un viernes por la noche! ─interrumpió Mic, poniéndose de pie con abrupción─. ¡Tengo un lugar perfecto para hacerlo!
────¡Una fiesta podría elevar el espíritu del joven Igarashi! ─exclamó All Might, contagiado de Hizashi.
Midnight acunó su mejilla, mientras cerraba los ojos y hablaba consigo misma más bien.
────Uuh. Tengo el vestido perfecto para la ocasión. ─volvió a canturrear.
────Sería divertido ─acotó Snipe─. Mic ambienta muy bien y Akira sabe elevar el ánimo.
Informó, haciendo un ademán con su mano.
Recibiendo la aprobación de su compañero, Cementoss.
────¡Sí! Aunque extraño sí es solo entre profesores. Podríamos… ─replicó, Cementoss. Pero Akira no oyó el resto de la conversación.
Terminó la mitad faltante de la dona, queriendo acotar algo a las conversaciones que estaban teniendo entre sí los profesores, claramente, desviándose del tema principal.
Pero sus palabras quedaron suspendidas, cuando la voz grave de Sekijiro, cortó la emoción de raíz.
────¿Y es lo adecuado? ─cuestionó, con sus brazos cruzados, ganándose la mirada de todos allí, incluso la de reojo de Aizawa.
Desinfló el momento con unas simples palabras de realidad─. Los villanos podrían aprovechar nuestra guardia baja para atacar.
Mic hizo amago de querer ponerse de pie. Pero se limitó a dejar que su voz saliera rasposa y levemente arisca.
────Si no quieres ir, no estás obligado. Puedes hacer guardia tú desde afuera. ─replicó, inclinándose en su asiento, aferrando sus brazos alrededor del mismo, hacia atrás.
Akira negó, con una sonrisa reprimida por la reacción de su amigo, volviéndose al profesor que se oponía a la propuesta. Por lo que habló, luego de lamerse el labio inferior.
────Es entendible tu preocupación, Sekijiro. Pero los alumnos estarán en pasantías y será viernes por la noche. No están solos. Y nosotros podemos protegernos. ──explicó, siendo lo más amable que podía.
El Director asintió, mirándolos a ambos.
────Akira tiene razón. Tenemos una oportunidad ahora. Yo estoy de acuerdo ─dijo, poniendo una de sus patas sobre su pecho. Akira se enterneció por ello, reprimiendo la emoción de considerar al Director como el más tierno de los presentes─. De todas formas, no nos vendría bien un pequeño descanso tras el festival y antes de los exámenes.
Aizawa intervino. Su voz profunda y tranquila fue un alivio entre emociones destellantes.
────Tendríamos que ser cuidadosos con el lugar a elegir, la hora y que no se filtre para nada. ─dijo, en un suspiro, manteniendo su mirada en el Director.
Aquello le sorprendió por completo. Abriendo sus ojos y labios. Aizawa no era de ir a eventos así como él, prefería mil veces hacer algo entre amigos en la casa de alguno; pero incluso eso podría aceptarlo apenas.
El Director asintió, retomando la conversación pero con Present Mic y los demás profesores.
Akira acabó la dona, limpiando su mano en una servilleta de allí. Bajó su tono, acercándose cuanto podía al pelinegro.
────¿En serio vas a acceder? No tienes que hacerlo… ─le susurró, colocando una mano en su muslo para llamar su atención.
Obtuvo su mirada, entrecerrada. Incisiva.
────No necesariamente tengo que sumarme al festejo ─dijo. Y su voz se volvió canturreante─. Puedo estar contigo… Y verte bailar nada más. ─bromeó por lo bajo, aprovechando que los demás estaban distraídos.
Akira notó un brillo peculiar en los ojos de Aizawa, haciendo que su corazón se saltara un latido cuando sintió cómo acariciaba su mano, disimuladamente.
Relamió su labio inferior, de solo imaginarse la situación. Aizawa sabía que bailaba bien. Muy bien. Imaginar las posibilidades...
────No me refería a la celebración en sí ─intervino Sekijiro, secamente. Obteniendo la atención por completo─. No creo que sea apropiado con Shinigami de vuelta.
Akira quitó la mano de Aizawa, volviéndose a Sekijiro lentamente. Claro, tenía que agregar a Shinigami a la conversación. Como la cereza del pastel.
Los profesores guardaron silencio, mirándole de reojo. Pero fue Present Mic quién cortó la ley del hielo. Esta vez, su voz había disminuido. Extrañamente serena.
────¿A qué te refieres? ─preguntó, cruzándose de brazos. Se había puesto a la defensiva. Pudo notarlo en la mirada que le dio a Sekijiro y el tono áspero de su voz.
Sekijiro miró de reojo a los presentes. Diciendo finalmente, lo que Akira temía que alguien iba a mencionar
────¿Vieron el incidente de esta mañana? ─cuestionó, dejando en vilo su corazón.
Exhaló, pasando una mano por su cabello en un respingo de ansiedad. Se obligó a hablar, al tener las miradas de los presentes. A excepción de Aizawa.
────Yo… Estaba de camino a la Academia. Tuve que enfrentarme a un villano ─aclaró, viendo a nadie en específico. Hizo un ademán─. Estaba robando un comercio y tenía un rehén. Un niño.
────Y lo mataste. ─acotó Sekijiro, con brusquedad.
Akira suspiró. La historia se repetía como un casette.
────Tenía un rehén ─inquirió, poniendo sus manos sobre la mesa y viéndole. Notó que su tono se había tornado brusco─. Iba a matar al niño con su ataque especial.
────Shinigami le arrancó un brazo y perforó el pecho con solo su mano ─informó, elevando su tono por encima del suyo. Miró a Aizawa y Mic─. Eso pasó.
Akira chasqueó su lengua cayendo rendido contra el respaldo de su asiento. Estaba diciendo lo que él quería de la situación. No había tenido alternativa. ¿Por qué no entendía eso?
────¿El niño está bien? ─cuestionó Midnight con voz calmada.
Asintió, viéndole.
────¡Sí! Nadie salió herido gracias a Shinigami. ─aclaró. Las palabras se le escaparon en la exasperación.
Pero Sekijiro insistió. Manteniendo su tono brusco y elevado.
────Cuestiono la presencia de Akira como profesor, Director ─dijo, viendo al susodicho─. ¿Realmente es necesario que esté con los alumnos?
Cuestionó, pero aquello fue un detonante por completo.
La cólera chispeó dentro suyo, obligándole a inclinarse sobre la mesa para verle mejor y llamar su atención. Un calor profundo abrazó su pecho y envolvió las palabras.
────¿Qué insinuas? ─cuestionó, equiparando su tono con el de compañía. Su mirada se oscureció cuando Sekijiro le miró─. Nunca le haría daños a mis alumnos. Bajo ninguna circunstancia.
Sekijiro rechistó.
────Eso dices ahora. ¿Qué piensa Shinigami sobre eso?
La voz de Shinigami no tardó en resonar en su interior.
────Pienso que eres un pedazo de…
Le interrumpió. Replicando al instante.
────Sé controlar a Shinigami. Nunca dejaría…
Pero Sekijiro le ignoró, volviéndose al Director.
────Director. ─habló, bajando su tono para que solo quedará su propia voz en lo alto.
La forma en que le interrumpió e ignoró provocó una punzada en el pecho.
Cerró su mano izquierda. Las emociones quedando atadas de pies y manos en la punta de su lengua. El Director apunto de hablar.
Y Aizawa, cortando el aire con su voz.
────¿Y qué hubieras hecho, Sekijiro? ─le cuestionó, mirándole.
Akira su tono lúgubre y su mirada era similar a dos cuencas gélidas cuando obtuvo su atención─. ¿Hubieras dejado que el villano se saliera con la suya? ¿O que matara al rehén? ─preguntó, concisamente─. Akira hizo lo mejor para preservar la seguridad del rehén seguramente.
Culminó, cual sentencia. Akira se mantuvo al margen volviendo a sentarse adecuadamente por la intervención de Aizawa.
Pero Sekijiro rechistó. Provocando un ápice de ansiedad cuando obtuvo su mirada, e ignoró por completo a Aizawa.
────¿Vas a dejar que tu novio te defienda siempre? ─le cuestionó, severamente.
Akira no respondió, dejando que su mirada incisiva hablara por sí sola. Aizawa interfirió con la suya, tomando una compostura diferente. Recta. Silenciosa y fría.
Pero la voz de Hizashi intervino, equiparándose a la de Aizawa hace un instante.
───¿Vas a irte por ese camino, Sekijiro? ─cuestionó, moviendo su cabeza de lado. Notó que había bajado sus lentes, dejando que sus orbes fueran tan incisivos como los de Aizawa.
Sekijiro no respondió. Pero Akira acabó suspirando al notar que los profesores eran espectadores de todo.
No quería provocar un conflicto, menos con un compañero de trabajo. No en su primer día. Ni mucho menos, involucrar a Aizawa y Mic.
El Director intervino, finalmente.
────Akira me informó sobre el villano y lo ocurrido en sí, Sekijiro ─dijo, pero su mirada fue a parar a todos─. Quiero que sepan, que no hubiera aceptado al profesor Akira de vuelta si no estuviera seguro de que no sucedería nada.
All Might quiso intervenir, pero notó que había tosido por lo bajo, queriendo disimularlo. Aquello le hizo tensar su interior. Recordándole el por qué de la misma. Hizo nota mental, de luego hablar con el héroe en privado.
Pero luego carraspeó, volviendo a su voz normal. Sin exclamación alguna.
────De todas formas, nunca ocurrió nada cuando Akira era profesor anteriormente. ─dijo, moviendo su mano derecha.
Mic también intervino, rechistando bruscamente, poniéndose de pie con ambas manos sobre la mesa. Su interior se estremeció por el abrupto cambio de humor.
────Además, ¿realmente vas a criticar a Akira? ¡Porque yo tengo dos y más cosas para decir sobre tí como profesor, Sekijiro! ─exclamó, moviendo su cabeza a un lado mientras lo señalaba. Pero Sekijiro le ignoró, haciendo que su tono aumente─. ¡Eh! ¡No me ignores!
Exclamó, explotando en emociones coléricas. Pero aquello logró calmar a Akira, y sonreír por dentro; Mic se veía tierno cuando no se enojaba en serio. Divisó a Aizawa, que también estaba reprimiendo una sonrisa, en un gesto negativo.
────Profesor Mic, siéntese por favor ─pidió el Director─. El profesor Shota tiene razón. Akira nunca tuvo ningún accidente con los alumnos. ¿Por qué preocuparse ahora?
Sekijiro suspiró.
────… Para estar al tanto de sus clases.
Hizashi intervino, de nuevo.
────¡Eres un aguafiestas! ¡Hecho y derecho! ─exclamó desde el asiento, moviendo ambas manos.
Akira chasqueó su lengua, impidiendo que Sekijiro volviera a quejarse. Pero porque sintió cómo Shinigami tomaba el control de su habla, sin manifestarse por fuera. Empujando lo negativo dentro suyo. Tomando sus impulsos coléricos, para responderle a Sekijiro.
────Si fuera tú, me preocuparía por mi propia clase y mi rol en ella ─dijo, asegurándose de que su voz fuera oscura, masticando las palabras, mientras sostenía la mirada de Sekijiro─. De todas formas, nunca aceptaste que fuera profesor. Por qué empezar ahora, ¿no?
Cuestionó, obteniendo su mirada entrecerrada. Pero Akira, impulsado por Shinigami más bien, se la sostuvo, sonriendo de lado con la cabeza levemente inclinada.
────Damn. ─acotó Mic en un susurro.
Sintió el peso de la manos de Aizawa en su muslo, haciéndole volver en sí con una pequeña bocanada, y desviar su mirada de un Sekijiro que ya había dejado de mirarlo; como si hubiera escarmentado.
Miró a Aizawa, observaba de reojo. Las caricias en su muslo se autenticaron; le estaba diciendo que se calmara.
────Oigan, bajenle a sus humos. ─acotó Midnight, mirada incisiva.
Akira inhaló. Exhalando lentamente. Necesitaba calmarse.
───¡Estoy con Akira! No hay motivo por el que preocuparse ahora mismo ─habló All Might, retomando su tono de voz─ ¡Todavía no empezó ni con su primera clase, Sekijiro!
Exclamó, alzando sus manos sobre la mesa.
Al menos él sí estaba de su lado.
────… Como sea. Solo estoy advirtiendo. ─Sekijiro rodó los ojos, suspirando mientras se inclinaba en su silla.
Present Mic chasqueó su lengua.
────Aguafiestas. ─susurró, arrastrando la palabra.
Akira suspiró, bajando su vista hacia sus propias manos. No quería seguir discutiendo, era en vano. No solo porque ya había detenido al villano, no tenía ánimos de afrontar las consecuencias, pero más sobre sí mismo. Sobre su mente.
La situación le estaba generando una impotencia desagradable en su pecho. Arrastrándolo poco a poco a un estado inestable. Uno, que estaba reprimiendo y evadiendo todo el tiempo.
La voz del Director le hizo volver en sí, percatándose de que Aizawa le estaba sosteniendo su mano derecha, pero no le miraba.
────Bueno. Creo que esta reunión terminó. No quiero conflictos entre ustedes. Y hablo en general ─advirtió, en un tono apacible mientras se ponía de pie sobre la silla. Miró a Sekijiro─. Entiendo la preocupación por el profesor Akira, pero todo está bajo control. El profesor Aizawa de todas formas está con él, como titular. Si surge un inconveniente, tomaremos medidas al respecto, ¿de acuerdo?
Cuestionó. Todos asintieron, y respondieron a su manera. Pero Akira solo estaba oyendo su propia voz, salir como un rebrote cansado.
────Sí, director. ─dijo, poniéndose poco a poco de pie, luego de que Aizawa le soltara con una última caricia en su mano. Por instinto, tomó otra dona. Como una golosina de distracción.
────Bien. Vuelvan a sus clases. Y pongan una sonrisa por nuestros alumnos, ¿si? ─dijo, viéndole con una sonrisa de lado. Akira se forzó a sonreír, mientras asentía, recuperando la compostura─. ¡Oh! Respecto a la pequeña celebración por el regreso de Akira, veremos los detalles luego, ¿está bien, profesor Mic?
Advirtió. Mic replicó, guiñándole un ojo y señalando con su índice, haciendo ademán de irse para atrás.
────¡Gotcha! ─exclamó, ferviente, tras salir luego de All Might y Midnight.
Akira siguió a Aizawa, deteniéndose cuando el Director dijo su nombre.
────Akira, ¿puedes ir a mi oficina? ─preguntó, tomando unos papeles que no había visto antes─. Necesito terminar el papeleo contigo, así mañana tendrás tiempo para tu clase por completo.
Dijo. Akira asintió, dándole una semi sonrisa.
────Sí, señor. Enseguida. ─replicó, cerrando la puerta detrás de sí.
Suspiró una vez fuera, viendo a los profesores irse cada uno por su camino. Le dio un mordisco a la dona, buscando consuelo en el sabor dulce que esperaba le subiera el ánimo. Cerró la puerta detrás de sí.
────¡Bueno! ¡Aquí nos despedimos! ─exclamó Mic, haciéndole volver y obligando a que le mirara.
Asintió, apoyando su mano sobre él. A veces, desearía tener el combustible que tenía Hizashi; siempre alegre, como si no le costara nada ser una explosión de diversión en cualquier momento.
Pero solo era una bomba del tiempo. Acumulando cosas. Amenazando, con estallar en cualquier momento.
Miró a Hizashi.
────Nos vemos luego entonces ─suspiró─. Espero que alguna de las fiestas se concrete.
Sintió que Mic percibió su impotencia, por la forma en que le miró de lado con el ceño fruncido. El rubio colocó una mano en su antebrazo, dándole una caricia, controlando el tono de su voz.
────Tenlo por seguro, pretty boy ─replicó, guiñándole un ojo. Akira no contuvo una sonrisa por el apodo─. ¡Shota! ¡Cuídalo por mí!
Le advirtió al pelinegro, quien se había refugiado en su bufanda manteniéndose a un lado de ambos en el círculo que formaban.
────Querrás decir de tí. ─bromeó, en un tono cansado. Notó que le estaba mirando con los párpados caídos.
────¡Ha! That isn't funny. ─replicó Mic, señalandole con los ojos entrecerrados por igual, en tono de molestia fingida.
Akira sonrió por ello, saludando a Mic una vez que decidió seguir su camino.
Suspiró, volviéndose a Aizawa.
────Sales más tarde, ¿no? ─dijo, dándole una sonrisa débil─. Te esperaré hasta entonces.
Aseguró. Pero Aizawa giró su cuerpo en dirección suya, alzando sus cejas. Akira contuvo la respiración cuando le habló.
────¿Qué pasa? ─preguntó, acercándose más a él. Obligándole a moverse de la puerta, por si el Director la abría.
Akira alzó sus orbes a él, relamiendo su labio inferior.
────¿Por qué lo dices? ─cuestionó, no estando seguro si se refería a la reunión, o a su reacción de después.
────… Por todo. ─replicó, moviendo su cabeza a un lado.
Encogió sus hombros, no queriendo decirle la verdad de cómo se sentía. No era el momento.
Forzó su voz.
────Sí, sí. Estoy bien. Ya se acostumbrará a mí don aguafiestas ─dijo, refiriéndose a Sekijiro, encogiendo un hombro. Restándole importancia a las palabras─. Y Shinigami está bien. Solo que… ─se detuvo─. Te contaré de camino a casa lo sucedido.
Aizawa notó su vacilación. Pudo verlo en cómo analizaba su rostro, y probablemente, pensaba en qué decir y hacer.
Aizawa pasó una mano por sus cabellos, en un susurro profundo. Estaba dudando, y en cómo evadió su mirada un milisegundo. Pero no lo culpaba. Akira no quería hablar al respecto.
Dio un paso hacia él. Elevando sus manos para sostenerle el rostro. Obtuvo su mirada, inyectada en sangre. No había notado antes cuán irritados estaban sus ojos. Aiawa no se resistió, dejando que le sonriera y acunara su rostro tibio.
────No te preocupes. Estaré bien. ─murmuró, sin dejar de sonreírle.
Le asintió, mientras Akira corría sus mechones del rostro y la barba del contrario picaba en sus palmas.
Notó que iba a decir algo, pero el timbre resonando sobre sus cabezas detuvo cualquier respuesta del contrario.
Suspiró, soltándolo de a poco. Shota le imitó, pero exhalando las palabras con pereza.
────… Debo volver ─advirtió, dándole una caricia rápida en su mejilla derecha. Disfrutando la expresión tierna que le estaba dando─. Te llamaré cuando salga.
Se despidió, acercándose un momento al pelirosa. Depositó un beso profundo cerca de sus labios, apreciando la mirada ofendida que Akira no tardó en darle.
Akira rechistó, pero no dejó que se quejara por ello, viéndolo alejarse con una semi sonrisa en sus labios.
Siguió saludándolo con su mano en alto, hasta que lo perdió de vista una vez que dobló en el pasillo.
Y la sintió, saliendo a la luz por lo ocurrido hace unos instantes. Impotencia reprimida.
. . .
🌆 ────. Departamento
de Igarashi Akira.
DE CAMINO AL DEPARTAMENTO, Akira logró contarle a Aizawa lo sucedido por la mañana.
Se lo tomó mejor de lo que esperaba, porque Akira contó por encima lo sucedido. Sí, mencionó la violencia desmedida que utilizó Shinigami, pero también el por qué. El rehén, y la charla tensa con el héroe.
Durante la charla, omitió la parte más importante: cuánto le había afectado en realidad.
Ignoró sus propios sentimientos a medida que explicaba. Dejando que Aizawa le diera un pequeño sermón sobre que sí hizo lo correcto, pero era entendible la reacción de los héroes por ello.
Nunca se acostumbraron a su forma de ejercer la justicia. Lo mismo que había pensado.
Akira encogió sus hombros, restándole importancia. Reprimiendo la impotencia de cuánto peso tenía el rechazo de otros por sus buenas, pero cuestionables, acciones.
No volvió a mencionar el tema el resto del camino. No quería darle valor a la impotencia que estaba ocultándole al pelinegro.
El llavero tintineó en sus manos de forma persistente. Tras cruzar el umbral de la puerta blanquecina, un aire cálido envolvió los sentidos de Aizawa.
Pasó detrás de Akira, esperando a que cerrara y ambos se quitaran los zapatos antes de adentrarse por completo en el departamento.
Descansó los pies sobre el suelo alfombrado y Akira encendió las luces cálidas, colgando del cielo raso en una lámpara antigua.
Se sorprendió por la combinación de estilo rústico y moderno, incluso por los muebles ya adornando el lugar. Pensó que le habría costado una fortuna, pero recordó que Akira había trabajado para varias agencias reconocidas durante el año; el dinero no era un problema.
Divisó varias cajas esparcidas por aquí y allá, sin desempacar, a rebosar de elementos o mal cerradas. Mudas de ropas sobre una silla, de colores pastel y llamativos, y accesorios sobre la mesada de la cocina.
Se limitó a sonreír de lado. Seguía siendo desorganizado. Pero aún así, lograba encontrar armonía en todo.
────Lamento el desorden. Llegué ayer y solo desempaqué lo necesario. ─advirtió Akira, con pena de que fuera testigo de la vida ajetreada que tenía sin él. Porque eran polos opuestos cuando de organizarse se trataba.
Aizawa negó, pasando sus orbes por el living adornado con muebles pulcros de madera oscura. Un sillón ancho y completo, y dos de un solo asiento, junto a una mesa pequeña en el centro culminaban la decoración de ese lado. Junto al televisor, claro.
────Está más bonito que mi casa. ─bromeó, perezoso con sus palabras. Oyó a Akira soltar una risita, mientras ordenaba algo en la mesada.
Se adentró al living, curioso al notar que los muebles contra la pared sostenían varias fotografías. Así como de decoración: jarrones pintados a mano, inciensos sin encender, y más de cuatro frascos repletos de diferentes dulces.
Acarició el marco de las fotos, pero se limitó a tomar una donde estaba con Akira, y de fondo un enorme parque de diversiones. Reaccionando por la melancolía. Akira tenía casi todas las fotos de ambos juntos. Le gustaba tener recuerdos impresos.
En Aizawa, su expresión era cansada, como siempre, pero la sonrisa no faltaba. Akira por su parte, parecía el mismo Sol a su lado. Boca abierta y extendida en una sonrisa, teniendo un algodón de azúcar de diferente color en cada mano, mientras intentaba abrazarlo sin mancharlo.
Sonrió, por instinto. Un calor tibio de nostalgia envolvió su corazón. Aquella foto era de hace dos años y algo, probablemente.
La última vez que Akira pudo ir a un parque de diversiones, sin pensar en aquel accidente.
───¿Lo recuerdas? ─dijo, buscando al pelirosa con la mirada, mientras alzaba la foto.
Akira dejó de acomodar una caja, alzando su cabeza con una enorme frutilla en su boca a medio morder. Se la quitó, viendo qué tenía en su mano. Sorbió el líquido de la fruta, asintiendo.
───Parque de diversiones de Tokio. Casi te vomito en la montaña rusa y tú no dejabas de golpearte en la atracción de los espejos. ─recordó, rodeando la mesada y acercándose con ímpetu y diversión en su rostro.
Melancolía se deslizó por el pecho de Akira al recordar aquello; teniendo presente el dolor de estómago que había tenido por haberse reído tanto aquel día.
Aizawa rodó los ojos, avergonzado de aquella parte del recuerdo. Akira se colocó a su lado, y la ferviente emoción de los recuerdos se apoderó de sí, provocando un chispazo de energía.
Se puso de puntillas junto al pelinegro, dándole un beso rápido en el puente de su nariz.
Aizawa dio un respingo con ello.
────Lo recuerdo. Pero me refiero a cuando me salvaste. ─replicó, volteando el cuerpo en dirección de compañía─… Ya sabes. El día en que obtuviste estas cicatrices por mi culpa.
Señaló, acariciando las marcas debajo de los ojos de Akira con su pulgar izquierdo, sosteniendo su mirada.
Akira abrió los ojos, siendo inundado por una leve sorpresa. Claro que lo recordaba. Se incorporó, asintiendo. El recuerdo de aquel día volvió en sí como un flashback. Uno agridulce. De cuando se enfrentaron a un villano -uno de varios- que sí logró hacerle cicatrices en su cuerpo, pese a su regeneración.
Asintió, señalándole con el índice y la fruta en mano. Su tono disminuyó considerablemente al replicar.
────Sí… Antes de que fuéramos pareja. Bueno, gracias a ese día te diste cuenta que sí me importabas, y demasiado. ─dijo, quitándole la foto con gentileza y viéndola.
Los recuerdos cayeron como granos de arena en su mente. Mientras Aizawa le admiraba, como si también lo estuviera recordando.
Fue cuando Akira hacía pasantías como profesor en la clase de Aizawa. Aquel día, habían ido a un parque de diversiones, como actividad recreativa para los alumnos.
En ese tiempo, había nacido una extraña tensión.
Una en la que el otro no quería animarse a dar el siguiente paso, ya que habían pasado un año juntos como profesor amateur y profesor titular. Rodeados de miradas de reojo, favores, tensión floreciente, semi sonrisas, y más.
Akira no quería insistir y abrumarlo. Aizawa estaba avergonzado y apenado de sus sentimientos.
Pero aquel día, un villano apareció; el cual tenía control sobre cualquier metal. Y todo cambió.
En su momento, Aizawa no toleraba más anular su quirk, mientras esperaban la ayuda y Shinigami evacuaba el parque.
Los alumnos no lograron huir, y Shota no podía luchar contra él sin que le cortara su bufanda. Dejó de anular su quirk, tan solo un milisegundo al pestañear. Y los incontables trozos de metal que debieron perforarlo aquel día nunca llegaron. Porque Akira los recibió por él.
Akira detuvo sus pensamientos.
El problema de reconocer lo sucedido, no era recordar haber destrozado su cuerpo por Aizawa, sino el después de aquel momento. Cuando, al enfrentarse al villano con violencia frenética y la adrenalina nublado su juicio, los civiles sufrieron el daño colateral. Con sus propias vidas.
────Hey ─la voz de Aizawa le hizo volver en sí, percatándose de que estaba sosteniendo su rostro con ambas manos, dejando la foto junto a las demás. Se había perdido dentro de su mente. El tono del pelinegro le acarició cuando recobró la consciencia─. ¿Estás bien?
Se obligó a asentir, forzando una pequeña sonrisa, mientras disfrutaba del tacto de la piel fría en su rostro. Pestañeó varias veces, volviendo a respirar de forma consciente.
────Sí. Es solo que… ─se detuvo. No iba a hacerlo recordar todo lo malo de ello. Por lo que tragó el problema, soltando un trozo del mismo. Encogió un hombro─. Hay algunas cosas que no me gustan de ese recuerdo. ¡No contigo! ¡Con…! Ya sabes. El después...
Dijo, haciendo un ademán rápido. Dejó que Aizawa poco a poco le soltara.
Temió por lo que iba a decir cuando entreabrió sus labios. No quería que le consolara por algo sucedido años atrás; porque aún era una mancha profunda en su reputación de héroe, y en su mente.
Un ladrido le hizo volver en sí, recordando lo que quería presentarle a Aizawa. Utilizó el momento, olvidando el suceso como espantar un vaho de humo. Compañía frunció el ceño por el ruido.
Aprovechó para moverse hacia el pasillo que daba hacia la habitación, con prisa, a la par de sonidos de patitas golpeando en el suelo amaderado.
────¡Tengo otra sorpresa! ¡Pero ésta es más tierna! ¡Ven, Kohi! ─exclamó, acucillándose mientras abría los brazos a una pequeña figura adentrándose en el living. Aizawa movió su cabeza de lado, sonriendo. Hasta que vio un pequeño perrito correr a los brazos de Akira─. ¡Te presento a Kohi!
Exclamó, elevando al cachorro en el aire, mientras se ponía de pie. Se apresuró a ir hacia Aizawa, con la mascota lamiendo el rostro y dándole pequeños ladridos de felicidad. Blanco y negro, y unos tiernos ojos claros. Pudo notar un aura de alegría en el can.
Soltó una risita, acercándoselo a Aizawa, quien se mantuvo abstente, pero sonrió por la escena.
────… Es muy tierno. ─dijo, acercando lentamente su mano derecha para acariciar al susodicho.
Kohi dejó su atención en Akira para dársela a Shota. Olió su mano un buen rato, pero luego accedió a la caricia sobre su cabeza. Aizawa sonrió, al ver cómo el cachorro cerraba sus ojos mientras pasaba su mano sobre su cabeza y cuerpo.
────¿Verdad? Lo adopté hace un mes. Lamento no habertelo dicho, estuve ocupado ─confesó, murmurando. Para luego volver a disparar su tono chispeante, tras un asentimiento del contrario─. ¡Y también lo entrené para que participara en mis clases! Los chicos lo amarán.
Dijo, bajando al cachorro al suelo. La distracción perfecta de un suceso traumático del pasado.
Aizawa asintió.
────Recuérdales que no es un peluche. ─dijo, dándose la vuelta y volviendo su atención a las fotos.
Akira se tensó por ello, creyendo que retomaría la charla sobre el incidente en el parque de diversiones.
Pero divisó que puso su atención en las fotos que tampoco quería hablar al respecto, pero prefería esas a la anterior. Suspiró en silencio. En una estaba abrazado a su abuela materna, Yua Suzuki; el día en que se graduó de la Academia U.A. Y la otra, la única foto que no había quemado de su gemela: Igarashi Nozomi. En ella, estaban abrazándose de pequeños.
Aizawa viró sus orbes, sorprendiéndole. Pero aflojó la tensión al sonreírle, dándole la espalda para buscar el control de la TV. Con Kohi pisándole los talones.
────¿Puedo preguntar por ellas? ─cuestionó, sin verle─. Tu hermana y abuela... ¿Sigues en contacto?
Akira encogió sus hombros. Dejando salir las palabras sin pensarlas.
────No hablo con nana desde hace un mes. Ya sabes, está muy ocupada con su agencia de héroes ─dijo, haciendo un ademán con su mano─. Pero todo está bien con ella. Excepto por la parte en que me siguen comparando y diciéndome por qué no soy como ella.
Bromeó, en tono de burla repentina. Rechistó por la impulsividad, volviéndose a un Aizawa silencioso, que esperaba continuara.
Aizawa conocía a toda su familia, incluso a su padre difunto -sólo de anécdotas- y a su madre aislada en un psiquiátrico del otro lado de la ciudad. Su hermana y abuela, eran las sobras de su familia disfuncional, con quien mantenía el contacto porque no tenía otra opción.
────¿Y Nozomi? ─preguntó, agachándose para acariciar a Kohi, que ahora había regresado a él, moviendo la cola alegremente. Unos mechones de cabello se le escabulleron de la frente.
Akira encontró el control de la TV, el cual estrujó por accidente ante la mención de su gemela, como si se hubiera sobresaltado.
Se obligó a mantener la calma. A no recordar lo sucedido, años atrás. Lo que había hecho Nozomi. Lo que seguía grabado a fuego, y le estaba susurrando cual fantasma de las navidades pasadas.
Sus latidos incrementaron con fuerza y el dolor en su pecho volvió como un peso indeseado. Pero se obligó a respirar. No recordar. Aisló lo negativo, recuperando la compostura en el silencio de su respuesta.
Carraspeó, volviendo a verlo con una semi sonrisa.
────La visité hace unas semanas... Al parecer no van a cambiarla de prisión por buen comportamiento. Pero ya sabes, Nozomi es igual de impredecible que yo ─añadió, moviendo su cabeza de lado. Aún recordaba su voz de cuando la visitó, sarcástica y agridulce. Suspiró─. Te manda saludos.
Agregó, finalmente. Aizawa asintió, incorporándose poco a poco.
────Al menos están en contacto. ─aseguró, viendo lo bueno en la mención de los familiares.
Notó que lo rodeó, dándole una caricia en la cintura al pasar; se estremeció por ello, limitándose a morder su labio inferior.
Aizawa abrió la nevera, sacando un zumo de fresa y comenzó a buscar un recipiente dónde servirse. Siguiendo con el tema.
────¿Hay… algo que quieras hablar sobre ello?
Cuestionó. Akira le observó un momento.
No, no había nada de qué hablar. Porque lo malo ya había pasado hace demasiado tiempo.
Pero Aizawa siempre se preocupaba cuando visitaba a su hermana. Como si fuera a revivir lo sucedido, y él tenía que estar allí, asegurándose de que no volviera a tener un ataque de ansiedad al recordarlo. O que las secuelas no aparecieran de forma inesperada.
Pero estaban allí. En su patrón de comportamiento. Y en las pesadillas que sufría por las noches.
Suspiró, forzando su tono a que sonara chispeante.
────Nop. Estoy bien. Nada más quiere que la visite más seguido o terminará asesinando a un guardia de seguridad. ─dijo, sonriendo con los labios presionados.
Aizawa abrió sus ojos, mientras bebía del zumo. Acabó, relamiendo su labio inferior.
────De todas formas no puede, ¿no? ─cuestionó, sereno─. Tiene… el collar que suprime su quirk.
Dijo, señalando su cuello con desdén.
────Sabes que Nozomi puede hacerlo con sus propias manos. ─murmuró, como si fuera un trago difícil de ingerir. Pero era la verdad.
Así como él tenía a Shinigami, todos en la familia tenían un quirk relacionado a lo que la mayoría llamaba "caos". Cada quien tenía un quirk: "demonio", pero en diferentes niveles.
Akira tenía a Shinigami, quien a su vez le daba habilidades caóticas. Como sed por la sangre, las marcas oscuras en su cuerpo y las garras. La violencia desmedida, regeneración, y otras que aún no había descubierto, ya que no se había quebrado para conseguirlas.
Pero su hermana. Su hermana era otro tema.
Ignoró aquellos pensamientos. El lado maldito de su familia le daba escalofríos.
Se apresuró a buscar otra distracción. Y encendió el televisor al instante. Pero deseó no haberlo hecho. En cuanto oyó la voz de la reportera.
《 … Si bien Shinigami logró rescatar al rehén y neutralizar al villano conocido como Mollusk, los espectadores del momento aún siguen perturbados por lo sucedido.
Las grabaciones del momento son pruebas clave. Así como la discusión que mantuvo con el héroe Demolisher, ya que éste le había cuestionado su forma de actuar ante el enemigo… 》
Aclaró, y Akira se perdió en los vídeos siendo reproducidos en la TV, de un momento a otro.
Shinigami arrancando la pinza del villano, la sangre del mismo salpicando. Los gritos de la gente que no recordaba haber oído. El niño llorando a sus espaldas. De afuera, se veía más estremecedor.
Y luego él, discutiendo con el héroe, Demolisher. Se vio a sí mismo alterado, con el rostro congestionado y destilando cólera de su mirada. No había sido consciente de ello. No lo recordaba así.
Sus latidos se incrementaron con fuerza, de nuevo. Notó en su campo de visión, a la derecha, que Aizawa poco a poco se encaminó en su dirección.
El volumen de la TV era generosamente alto.
《 … Gracias a la colaboración de un policía que logró hablar con Shinigami, podemos confirmar que el héroe regresará a ejercer su profesión como profesor. Nada más, y nada menos, que a la Academia de héroes. Donde anteriormente había trabajado… 》
Sintió un hormigueo en su cuerpo, y Shinigami tomó el control un milisegundo. Hablando por él.
────¡Sabía que ese hijo de perra no era bueno! ¡Te dije que me daba mala espina! ──exclamó, conmoviéndole.
Shinigami volvió adentro suyo. Dejándole el control por completo de sus emociones. Inestables. Percatándose de la impotencia acariciándole como manos rasposas. En caricias que se deslizaban a su pecho, oprimiendo. Y luego subían a su garganta, sujetándola. Formando un nudo en su tráquea.
Aizawa se colocó a su lado, pero no podía oír lo que decía. Solo estaba la voz de la reportera, ahora con un invitado especial, perforando en su mente, hilando la impotencia que se había estado guardando todo este tiempo.
《 … La verdadera pregunta que deberíamos hacer es, ¿realmente necesitamos a alguien como Shinigami cuidando y velando por nosotros? 》
《 Shinigami actúa con violencia desmedida. ¡Acciones que podríamos comparar con villanos! ¡Su abuela es Yua Suzuki! ¡Una heroína! ¡Con su propia agencia y un récord de heroísmo! ¡Todos la aman! ¡¿Por qué no puede ser así Shinigami?! ¡Si tan solo…! 》
Aizawa presionó el control por él, cambiando de canal abruptamente. Volvió en sí, apenas, evadiendo la mirada de Aizawa al suelo.
Las palabras dichas por el invitado y la reportera hicieron mella en su mente y pecho. Notó que el picor volvió a sus manos. El nudo en su garganta se había autenticado. Le estaba ahorcando. Provocando que sus ojos se humedecieran de forma inconsciente.
Pero lo ignoró. Reprimió el dolor como solo él sabía hacerlo. Buscando desesperadamente una distracción.
Su cachorro, Kohi, comenzó a lloriquear cerca de la cocina.
───Heey, tranquilo… ─le consoló dirigiéndose al cachorro, acuclillándose a su altura sin tardar en acariciarlo. Su voz brotó quebrada, sofocante. Carraspeó, tras calmarlo.
Aizawa le miraba, silencioso. Pero le ignoró, pasando su atención a dentro de la nevera. Ocultando las lágrimas que se estaban acumulando en sus ojos─. ¡Oh! ¿Quieres que te haga alguno de tus favoritos? ¿Curri, Tonkatsu? ¡O podemos pedir sushi! ¡En aquel restaurante cerca de la casa de Mic! ¿Seguirá abierto?
Cuestionó con rapidez, sorbiendo su nariz. Reprimiendo la impotencia con un tono divertido. Se limpió las lágrimas con el dorso de su muñeca bruscamente.
La voz de Aizawa resonó peligrosamente cerca detrás suyo. Cual vaho de profundidad.
───Akira...
Pero le interrumpió. No quería oírlo. No quería tocar el tema. ¿Por qué tenía que haber encendido la TV?
───¡Oh! ¡Hace unos días encontré un postre latinoamericano! ¡Le dicen tarta! ─exclamó, abriendo sus ojos para tratar de no derramar más lágrimas. Cerró la nevera, sin dejar de darle la espalda. Se posicionó frente al lavaplatos con prisa, queriendo distraerse con más cosas, sin dejar de hablar─. No tengo ingredientes como dulce de leche, por ahora, pero puedo...
Pero lo sintió, sin previo aviso. El calor de Aizawa contra su cuerpo. El peso del mismo cayendo sobre sí y paralizándole.
Su mente quedó en blanco un instante. Mientras los brazos contrarios odeaban su cuerpo. Abrazándolo. Apoyando su mentón sobre su hombro.
Sintió sus cabellos caer sobre sí. Se estremeció. Como el único estímulo que necesitaba para dejar escapar el dolor. Y su mente lo hizo.
Dejó que el pelinegro lo abrazara. Que lo contuviera. Hasta que sus cuencos marrones desbordaron lágrimas hacia sus mejillas, sin su permiso.
Cerró sus ojos, cubriendo su rostro con una mano. Un quejido se escapó de sus labios. El nudo en su garganta apretujó con más fuerza, y el vacío doloroso en su pecho golpeó su corazón.
Frunció su rostro. Los reclamos, las miradas, lo juzgador, todo, le abarrotó en un instante.
Y su propia mente creó las preguntas dolorosas. Las que había ocultado y respondido a medias, con un optimismo fuera de lugar.
¿Por qué había intervenido? Si nadie quería que lo hiciera. Nunca lo aceptarían como héroe. ¿Por qué tenía que ser así? No servía. No funcionaba.
Un círculo vicioso. Actuaba, se defendía, ocultaba y luego se quebraba. ¿Por qué tenía que ser tan inestable? Si tan solo fuera como los demás, ¿lo aceptarían así? No. Nunca lo harían. Era un imbécil.
───No tienes que reprimirlo conmigo. ─aseguró Aizawa, susurrando cerca de su oído. Un onsuelo doloroso en su mente. Aumentando el llanto que estaba ahogándolo.
Le soltó, obligándolo a que volteara lentamente. Akira dejó que quitara su propia mano del rostro, y viera el desastre que era.
Bajó la mirada, no quería que lo viera así. Llorando como un niño. Inestable. Las manos de Aizawa tomaron las suyas, mantuvo su atención en ellas.
Trató de inhalar, pero en cuanto lo hizo, el sonido de un llanto se le escapó, y su corazón se estrujó en dolor. No podía dejar de llorar. No podía.
───Hiciste lo correcto, pero ellos no lo entienden ─susurró Aizawa, acariciando sus manos con ambos pulgares. Su rostro se movió a un lado, queriendo agacharse para que lo viera─... Nunca lo hicieron.
Akira elevó su mentón, inhalando profundamente. Las lágrimas tibias se escurren por sus ojos, inundando sus mejillas como un caudal de impotencia cristalina. Sorbió su nariz, una, dos. Sonrió, irónico. Forzando su voz quebrada.
───… ¿Sabes? De eso mismo quería convencerme cuando todo terminó ─dijo, relamiendo su labio inferior. Descansando su mirada nublada en Aizawa─. Incluso se lo dije al héroe. Pero él. Ellos. Solo… ─su voz se quebró, obligándolo a detenerse y volver a bajar la mirada. Carraspeó apenas─. Es mi primer día. Mi primer día y ya soy un completo desastre…
Volvió a quebrarse, como si todo lo que fuera a decir detonara en un sollozo.
Un sonido ahohado volvió a escaparse de sus labios, cuando Aizawa tomó su rostro de un momento a otro. Acunándolo entre sus manos.
───No. No pienses así. ─aseguró, en un tono más firme, con pinceladas de cariño.
Akira negó, dejando que sus manos cayeran delante suyo. Lo miró. Pensamientos intrusivos sobre qué estaba haciendo. Cómo había reaccionado. Estaba arruinando todo.
Forzó su voz, de nuevo, dándole un gesto de negación.
───Y… Y no quiero que estés molesto por no haberte dicho lo sucedido antes ─sollozó. Y cada vez que habló, su respiración rastrabillaba con las palabras─. Por irrumpir en tu clase. La conversación con el director. Y llegar tarde. Y…
Le interrumpió, afirmando el agarre en su rostro, pero sin ser brusco.
───Hey. No... ─susurró, sosteniendo su mirada que contrastaba por completo con la suya─. No eres una molestia. No haces todo mal ─consoló, en un tono determinado, notando que Akira volvía a reprimir un sollozo─. Respira… Respira conmigo.
Advirtió comenzando a inhalar profundamente, durante cinco segundos. Mantuvo. Y exhaló. Akira sorbió su nariz, tomando las riendas de su respiración con esfuerzo.
Respiró junto a Aizawa. Regulando sus latidos, poco a poco. Relajó su rostro, siendo sostenido por el pelinegro. Descansó sus propias manos sobre las suyas, no queriendo que lo soltara.
Cerró sus ojos, sintiendo el tacto del mismo.
Quería abrazarlo, sí. Pero temía por la sensación de ahogo. Por eso aguardó, paciente a calmarse por dentro.
El aire con aroma a galletas inundó y vacío sus pulmones. Aizawa le siguió indicando que respirara con él, por un buen rato. Pero el tiempo pareció detenerse. Como agua tibia escurriéndose en su cuerpo. Latidos lentos y densos. Respiración apacible. Estaba calmándose.
Carraspeó. Pestañeando varias veces tras tener el control de nuevo. Ya había pasado lo peor.
Aizawa le soltó de a poco, no sin antes, limpiarle las mejillas con sus propias manos. No contuvo una sonrisa, débil, disfrutando del cariño como un dulce de consuelo.
Compañía suspiró al verle, sosteniendo su mirada con todo el amor que Akira podía percibir ahí mismo.
Entreabrió sus labios para hablar, pero algo suave se escabulló entre sus pies. Y un pequeño ladrido les obligó a bajar la mirada a ambos. Kohl había estado sentado a sus pies todo este tiempo.
Soltó una risita y Aizawa habló por ambos.
───Mira. Hasta Kohi piensa que lo hiciste bien. ─bromeó, agachándose apenas para acariciar al cachorro y obtener un pequeño ladrido a cambio.
Sonrió, pero la culpa no tardó en abrumarle. Porqué sí, estaba calmado, pero a qué costo. Había arruinado el momento.
Sorbió su nariz, limpiando sus ojos con pereza mientras soltaba un quejido. Arrastrando las palabras con vergüenza.
───Aaah. Ya arruiné el ambiente. ─se apenó, escurriendo sus ojos con los últimos rastros de lágrimas. Sintiendo un leve pinchazo en su sien izquierda.
Aizawa se incorporó. Mirándole con ambas cejas en alto apenas.
───No lo arruinaste. Es entendible que llores por eso, ¿si? Deja de reprimir ─replicó, queriendo sonar severo, pero Akira solo lo sintió como una caricia profunda fingida en regaño.
Movió su cabeza a un lado por eso, hasta sentir que volvía a acunar su mejilla─. No es bueno para tí. Ni para ninguno de los dos.
Susurró, destilando preocupación. Akira asintió, sorbiendo su nariz.
───Perdona. ─murmuró, bajando la mirada.
Provocó un gesto de negación en Aizawa.
───No te disculpes ─suspiró─. Estoy contigo.
Aseguró, como siempre lo hacía cada vez que lo necesitaba. Como una promesa cómplice, Que ambos esperaban, ninguno rompiera.
Por ahora.
Akira hizo una mueca repentina, como si hubiera sufrido un escalofrío intenso. Aizawa dio un paso hacia atrás, al ver cómo las marcas de Shinigami brotaban del rostro de su pareja.
Shinigami le quitó la mano del rostro de Akira. Y su voz brotó como el terciopelo oscuro.
───Ya. Cálmate. Estás bien ─consoló a Akira, a su manera. Luego le hizo a un lado, dándole una palmadita en el hombro─. Yo me encargo de él. Las lágrimas se van rápido cuando tomo el control.
Pero Aizawa suspiró, siguiéndole con la mirada.
───No tienes que obligarlo a calmarse ─advirtió, cruzándose de brazos hacia el demonio manifestado─. Ya estaba calmado.
Dijo, con cierta molestia en su tono profundo. Shinigami rechistó, viéndole con una de sus manos en la nevera.
───No lo estoy obligando. Lo protejo ─replicó, alzando su índice con su garra oscura─. Le digo "acunar". Tomo el control por un rato, mientras Akira se mantiene dentro y relajado ─explicó─. Si quiere puede salir. Pero no se está oponiendo…
Dijo, volteandose con una mueca y ojos bien abiertos. Aizawa suspiró, con un respingo de hastío por el comportamiento repentino de Shinigami.
Sabía que era su forma de cuidarlo y protegerlo. Pero él también podía hacerlo. Quería pasar más tiempo con el pelirosa. Quería acunarlo, y consolarle él mismo. Alejarlo de los pensamientos que le atormentaban y del mundo en sí. Casi, de sí mismo.
Pero no podía hacer todo. Mucho menos, obligarlo.
Suspiró, dándole la espalda.
───Claro. Olvidé que podías hacer eso. ─mintió, para no tener que discutir sobre qué quería él.
Dejó que se encargara de Akira. Después de todo, no se había resistido a que Shinigami tomara el control.
Shinigami le ignoró. Abrió la nevera con brusquedad, agachándose por completo sin doblar las rodillas. Husmeando.
───¡Agh! ¡Tengo hambre! ─exclamó. Sonido de platos chasqueando y siendo movidos. Notó que estaba agarrando varias cosas con ambas manos─. Estofado, ensalada, pollo, frutas ─se volteó, teniendo un trozo de pollo frito en su boca al cerrar la nevera. Las palabras brotaron sofocadas por la comida, notando los colmillos incrustados en el pollo─. ¡Sí había comida! ¡¿Qué necesidad de cocinar y hacerme esperar?!
Dijo, colérico. Aizawa bufó, negando. Shinigami ya debería saberlo: Akira quería cocinar porque era su forma de calmar la ansiedad, y porque amaba hacerlo en sí. Pero Shinigami tenía menos paciencia que él.
Le vio maniobrar con varios platos y recipientes hasta la mesa del living, a unos metros de los sillones a la izquierda. Los apoyó con cuidado, y comenzó a dar mordiscos a diestra y siniestra. Principalmente, del pollo frito.
Suspiró, siendo consciente del cansancio en su cuerpo finalmente. Necesitaba tomarse una ducha si pretendía mantenerse despierto más tiempo por Akira.
Guió sus pasos hacia el pasillo, notando más habitaciones. Supuso que el baño estaba allí.
───… ¿Te molesta si me ducho rápido? ─cuestionó, cerrando sus ojos un momento para aliviar el ardor en ellos.
Shinigami negó, limpiándose la boca con una servilleta. Notó cómo le daba una sonrisa retorcida. Disminuyendo su voz bruscamente.
───Uuh. Una ducha… ─ronroneó, pasando su lengua por sus dientes.
Aizawa rodó los ojos, adentrándose en el pasillo.
───¿Te molestaría alcanzarme una muda de ropa luego? ─preguntó, aguardando un momento para oír su respuesta sin verle.
───¡Si quieres también te caliento el agua! ─le escuchó, en tono bromista. Pero le ignoró, negando con una semi sonrisa inconsciente.
Aizawa arrastró sus pies hacia el baño, a través del pasillo apenas iluminado.
Sus ojos pesaron cual plomo, ardiendo bajo los párpados caídos. Dejó que la luz suave le cegara un momento una vez en el baño, arrimando la puerta sin cerrarla para oír a Shinigami en cualquier caso.
Baño moderno, pero los azulejos eran similares al granito. Bastante espacioso, con una tina grotescamente grande; sonrío, inconsciente, por un pensamiento travieso relacionado a él y Akira.
La canilla produjo un chirrido, y el agua salió cual cascada gentil hacia la tina, luego de haberla tapado para que líquido no se escabullera.
Suspiró profundamente, quitándose la camiseta con cierto esfuerzo. Los músculos se quejaron, obligándole a estirarse para aliviarlos.
El calor se hizo presente con rapidez, por lo que se inclinó para abrir la llave de agua fría y equilibrar el agua; aún así, amaba los baños calientes. Sus músculos se relajaban al instante. Como cuando Akira le daba masajes en el cuerpo.
Pasó la punta de sus dedos hacia el cinturón de su pantalón, comenzando a desabrocharlo sin prisa. Pestañeó dos veces. Y se percató de la puerta siendo abierta, y la presencia detrás suyo.
Suspiró. Dejando que su voz saliera cual brote profundo y rasposo.
───¿Akira volvió en sí? ─cuestionó, pero su respuesta, fue sentir las manos de Shinigami sobre su torso desnudo.
Instintivamente, un quejido se escapó de sus labios. Las manos tibias de Shinigami se escabulleron por su pecho, acariciándole hasta subir a sus pectorales, con lentitud tortuosa.
Presionó sus labios, estremeciéndose un momento por ello. El cuerpo de Akira se pegó a su espalda. Movió su cabeza de lado, cuando Shinigami acarició su pectoral izquierdo con sus garras.
La vergüenza acaloró su rostro. Hace unos instantes, estaba llorando en sus brazos. Y ahora esto. No era apropiado. No quería obligarlo.
Pero…
───Akira… ─susurró, queriendo que Akira volviera en sí antes de que Shinigami se sobrepasara con él.
El agarre en su pectoral se autenticó bruscamente, provocando que un quejido profundo brotara sin su permiso. El aliento de Shinigami le acarició el cuello.
───Akira se fue de sabático, cariño. ─canturreó─. Y olvídate de esa vergüenza. No estaría aquí si no él no lo quisiera...
Dijo, sorprendiéndole.
Quiso voltearse, pero Shinigami inclinó su rostro hacia el cuello. Paralizando su cuerpo en cuanto sintió cómo abría su boca.
La lengua de Shinigami acarició todo su lado izquierdo. Estremeciendo cada fracción de si.
El agarre en su pecho se autenticó, pasando la atención a su pezón. Elevó la cabeza, disfrutando las caricias circulares sobre éste, mientras su mano derecha, se escabullía entre sus cabellos.
Hizo una mueca, queriendo reprimir un quejido que amenazaba con brotar de sí, de nuevo. Hasta sentir los labios de Shinigami besar su cuello.
Besos profundos, húmedos. Sintió las vibraciones de sus gemidos, y cómo comenzó a intercalar los besos con lamidas.
Peligrosamente, percibió cómo abría su boca, como si fuera a tomar una bocanada profunda. Pero cuán equivocado estaba.
Shinigami incrustó sus colmillos en su cuello. Un zarpazo envuelto en dolor y placer le paralizó, obligándole a arquearse. Llevó su mano derecha hacia el cabello del pelirosa, estrujándolo.
La mano derecha de Shinigami se aferró a su cintura, y en cuanto quiso percatarse, sintió cómo lo estaba atrayendo a su pelvis.
───Mierda… ─gimió, presionando la dentadura. Sintiendo su lengua acariciar el lugar mordido, cómo anestesia húmeda y tibia.
Shinigami rió por lo bajo.
───¿Con esa boca te gusta besar a Akira? ─cuestionó. Susurrando su aliento caliente sobre sí.
Aizawa volvió a gemir por lo bajo. La pelvis de Shinigami arremetió detrás suyo, profundamente. Dejó de arquearse, teniendo que sostener sus manos sobre el borde del lavadero, en cuanto su mente se tornó blanquecina.
Todo pensamiento fue reemplazado por uno solo. Uno que le estaba paralizando, haciendo palpitar su entrepierna y gemir por lo bajo.
Shinigami se unió a sus gemidos, pero los suyos eran divertidos. Chispeantes. Como si se burlara de lo que estaba haciéndole.
Sintió sus garras aferrarse a su cadera, con fuerza, obligándole a inclinarse más. Hizo una mueca, colocando su mano derecha contra la pared, equilibrándose mejor.
No pudo evitar alzar la vista hacia el espejo, empañado, viendo su rostro congestionado de placer y sus ojos teniendo brillo propio; con los mechones de su cabello cayendo hacia adelante. Una mueca de excitación le adornaba, con sus ojos semicerrados y labios abiertos. Su cuello rojizo por completo.
Pero cuando vio a Shinigami. El demonio pelirosa estaba sonriendo, lamiendo su labio inferior con ímpetu.
Desvió su mirada de él, al sentir cómo el bulto detrás suyo se endureció aún más. Bajó el rostro. La palpitación en sí era insoportable. Necesita hacer algo al respecto.
Un espasmo se le escapó abruptamente, en cuanto Shinigami se inclinó con fuerza hacia él. Su mano derecha se escabulló a su rostro, tomándolo de las mejillas con fuerza, pero sin clavarle las garras. Obligándole a ver el reflejo de ambos.
Divisó, y sintió cómo acercaba su rostro a su oído izquierdo, sin dejar de verle. Con aquellos ojos que derrochaban el mismo sentimiento que los suyos. Pero era profundo. Lujuria oscura.
Percibió su mano izquierda bajar a su entrepierna. Sus garras rasgaron el pantalón por encima, trazando un camino hasta su entrepierna. Se estremeció, dejando salir una exhalación profunda, cuando envolvió su mano en su bulto, y presionó.
───Tranquilo. Akira se encargará de ésto. ─susurró, lamiendo su mejilla, antes de echarse hacia atrás.
Aizawa volvió en sí, respirando de forma irregular.
Se dio la vuelta, notando que Akira ahora estaba en control. Respirando por la boca. Y la respiración envuelta en un vaivén irregular.
───¿Estás…? ¿Estás bien? ─le cuestionó, pasando una mano por su cabello, ahora humedecido por el calor del baño.
Iba a responder, pero Akira se volvió hacia la tina en expectación. El agua estaba apuntó de desbordar.
Notó que la remera de Akira se fue hacia adelante, dejando al descubierto parte de su espalda baja. Akira soltó, accidentalmente, un quejido, creyendo que iba a resbalar tras poner su peso contra la tina y equilibrarse para cerrar el grifo.
Aizawa mordió su labio inferior, llevando su mano derecha hacia su entrepierna.
───Akira… ─gimió su nombre. Guiado por la excitación que había quedado desatendida.
Akira se volteó con prisa, no queriendo mojarse las ropas. Se volvió a él, y no tardó en ver la expresión que le estaba dando, y lo que habían dejado a medias.
Igarashi acortó la distancia, acercándose a los labios de Aizawa sin siquiera pensarlo. Reposó sus manos sobre su pectoral desnudo. Impactando sus labios humedecidos con brusquedad.
Aizawa gimió, sintiendo el delgado cuerpo de Akira sobre el suyo. El sabor salado en su boca, y su lengua escabulléndose cual tercero en discordia. Escabulló sus grandes manos hacia el cuerpo del pelirosa, por debajo de su remera, acariciando su cintura. Atrayéndolo con fuerza hacia sí.
Akira se apartó un instante, gimiendo en la boca del susodicho cuando sus pelvis se reencontraron. Un gemido profundo, levemente agudo. Aizawa sonrió, cuando compañía comenzó a mover su cadera hacía él, frotando suavemente; en sincronía con sus gemidos.
Reanudó el beso, de forma desincronizada. Los sonidos de sus bocas y lenguas chocando entre sí, motivaron los movimientos de cadera de Akira y la palpitación en ambas entrepiernas.
Shota llevó una de sus manos a la nuca de Akira, sujetando su cabello corto y profundizando el beso de un momento a otro.
Las vibraciones de sus bocas culminaron con Aizawa despegándose bruscamente de Akira, dejando su boca humedecida por completo, con un pequeño hilo de saliva a la distancia que puso.
Le obligó a elevar el mentón, mientras seguía controlando su respiración irregular y sus ojos semicerrados le veían. Lujuriosos. Akira estaba desbordando excitación. Y Aizawa, ya no podía soportar más de ello.
Entreabrió sus labios para hablar, para pedirle pasar a la siguiente fase.
Pero Igarashi le interrumpió bruscamente.
───Hagámoslo… Por favor. ─rogó, sosteniendo su mirada. Sintió sus manos escabullirse a su cinturón, y comenzar a desabrocharlo con exasperación.
Aizawa se apresuró a replicar, en cuanto pasó su atención a los botones, y poco a poco, el pelirrosa fue acuclillándose. Sin quitarle la vista de encima.
───No… No quiero obligarte. ─susurró, llevando su mano al rostro. Calor abrumador le congestionó, una vez que las manos de Akira se escabulleron dentro suyo.
Akira alzó sus orbes, abriendo su boca poco a poco. Aizawa contuvo su respiración, con el aliento de Akira a escasos centímetros de sí, cuando replicó, colocando sus manos adecuadamente alrededor suyo.
───Sí quiero… No te preocupes. ─susurró, aliviando por completo su cuerpo.
Y Aizawa cerró sus ojos, echando su cabeza hacia atrás, cuando los sonidos de ahogamiento profundos inundaron el baño, envueltos en chapoteos.
Aquella noche, bajo el firmamento oscuro y los sonidos de la ciudad, el departamento de Akira estalló en sonidos placenteros.
Y el tiempo fue ajeno a la pareja, que se fundieron entre sí en un calor abrasador. Compensando, el tiempo que sus cuerpos habían estado alejados del otro.
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ARS MORIENDI ©
2022 ──── mha.
. . .
🍓: N/A: hace calor 🥵
another cap en tiempo récord. espero les haya gustado, tanto como a mí 🥸
introducción del bestie de la otp ☑️ shippeo fuerte a Mic con Akira y Aizawa; les advierto de antemano por lo que se viene 🥸
mención de familiares ☑️ sienten curiosidad por la gemela y la abuela de Akira? y lo que habrá sucedido? 👀
mención de suceso traumático ☑️ el pasado de Aizawa y Akira >>
lit el nene se hizo fiambre por Aizawa JAJSJS
y Akira reprimiendo todo pero a su vez siendo profe de psicología 🥸
necesita terapia y que lo protejan por todo lo que c viene ddd Y DULCE DE LECHE PAPÁ DDD
anyways, espero disfruten este cap con los pequeños datos nuevos <3 y el final obvi 🥸
ya c viene la primera clase de Aizawa con la clase 1A ujuu
🌈 nos leemos prontoo🌈
( ⭕ )
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