O5.
“Jiminie”
.
.
.
.
.
— Taemin sin duda es el mejor, si sigue con sus buenas calificaciones entrará a una universidad muy prestigiosa — comento la mujer con una sonrisa.
Taemin solo sonrió forzosamente mientras asentía levemente.
— No como alguien que se la pasa saliendo a cada rato en vez de estudiar — habló el señor mirando a su hijo menor.
— ¿Por qué no solo dices mi nombre? Te vez estúpido mandando indirectas — dijo Jimin mientras jugaba con la comida del plato.
— Eres un insolente, no entiendo porqué te comportas así. Desearía que fueras más como Taemin— habló con molestia su padre.
Jimin no tenía los ánimos suficientes para decirle a su padre que se esforzaría más o que él era mejor que Taemin. Hoy simplemente quería ver a JungKook y pasar un rato con él, desahogarse un poco.
— Pues sigue deseando.
Su madre, que estaba observando todo. Cansada de que su hijo fuera un malcriado con su padre se levantó de su asiento para acercarse hasta el castaño y golpearlo.
— Eres una deshonra para esta familia, solo te pedimos algo sencillo y no puedes hacerlo. — regañó — Sal de aquí, no queremos verte en el resto del día.
— Mamá...
— Guarda silencio, Taemin.— ordenó el señor.
— Jiminie, pide perdón. No hagas más grande el problema — propuso su hermano.
El castaño soltó una risita — No me vuelvas a decir así, idiota.
— No le hables así a tu hermano, respetalo.
— ¿Que esperas para irte? Sube a tu habitación y no salgas de ahí — ordenó su madre.
Jimin aventó las servilleta en la mesa y se levantó sin decir nada, salió de la casa dando un portazo.
[🥀]
JungKook observaba como el castaño se atascaba con la comida, después de responder el mensaje quedaron en verse en este local de comida rápida. Esperaba encontrarse con un Jimin viéndose en el espejo o revisando su teléfono, no encontrarse con un castaño comiendo como si llevara días sin comer.
— ¿No me vas a compartir de tu comida? — preguntó con una sonrisa.
— Pide lo que quieras, yo lo pagaré — respondió mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.
— Bien, iré a ordenar algo. ¿Quieres algo más? — cuestionó levantándose del lugar.
— Otra hamburguesa, una orden de papas y dos órdenes de alitas junto a un refresco, por favor — pidió.
— Está bien...Ahora vuelvo, Jiminie — dijo antes de alejarse de la mesa.
Jimin detuvo todos sus movimientos.
“Me acaba de decir... ¿Jiminie?”
El castaño volteó a ver al pelinegro, el cuál estaba en la barra pidiendo la comida. Sintió algo extraño en su estómago, como un cosquilleo. Pensó que era por lo mucho que estaba comiendo pero lo descartó, no era la primera vez que se atascaba de comida después de una discusión con sus padres.
— Creo que me gusta... — Susurró.
— ¿Quien te gusta? — cuestionó JungKook sentándose enfrente de él con una sonrisa, dejó la bandeja llena de comida en la mesa.
— Ah... Me gusta esta hamburguesa, si — desvió su mirada con nerviosismo y siguió comiendo.
— La comida es muy buena — dijo tomando una papa — No sabía que comías demasiado, eres delgado — comentó.
— Existe algo llamado metabolismo, tonto.
— Oye. Estás muy agresivo, ¿Pasó algo? — preguntó.
JungKook sabía perfectamente que la única manera de saber lo que pasaba con ese arrogante y el porqué se comportaba así, era siendo su amigo y tratarlo con amabilidad.
— Uh... Problemas que no te incumben — respondió mientras seguía comiendo.
— Eres muy lindo — halagó.
— Eso ya lo sé, tonto. De hecho, soy hermoso, mejor dime algo que no sepa.
— Eres el mejor en las artes plásticas — dijo.
— Ya lo sé. Mejor dime porqué hace rato me dijiste “Jiminie” — ordenó mientras seguía comiendo.
— Suena lindo, ¿No crees? — soltó una risita al ver un leve rubor en las mejillas del mayor.
Jimin siempre había odiado que lo llamarán así, ya que siempre se lo decían así era para compararlo con su hermano pero está vez, escuchar a JungKook llamarlo así lo hacía sentir especial.
— Eres afortunado, eres la única persona que tiene permitido llamarme así.
— ¿Enserio? Wow — fingió asombro — Entonces para que tú también seas afortunado llámame JungKookie.
— Sería afortunado si pasara con diez artes plásticas, no por llamarte así — rió.
JungKook se aguantó las ganas de golpear e insultar al chico enfrente de él.
— Deberías ser un poco más amable con los demás — opinó.
— Nadie merece mi amabilidad.
— Bueno, al invitarme a comer estás siendo amable — dijo.
Jimin lo pensó un poco antes de volver a comer.
— Es que eres una persona muy afortunada, solo eso.
— Jiminie, eres muy lindo — habló mientras limpiaba un poco de ketchup de la comisura de los labios de Jimin con una servilleta.
— Ya sé que soy lindo — dijo con un poco de nervios.
[🥀]
Jimin mordía levemente la madera de su pincel mientras observaba fijamente al pelinegro. Está ves JungKook dijo que harían retratos.
— Creo que ya terminé...Espera, falta todavía — habló.
— ¿Puedes dejar de fruncir la frente? — preguntó JungKook.
— Ah, sí. Si — habló ignorandolo por completo.
— Jiminie, ¿Acaso quieres que te pinte con arrugas?
Y como por arte de magia el castaño dejó de fruncir su frente y posó, dándole vista a JungKook de su mejor ángulo.
— Ahg, no sé para que poso si de todos los ángulos me veo perfecto — comentó con una pequeña sonrisa.
Siguieron pintando hasta que Jimin agarró el lienzo del caballete viendo con orgullo su pintura.
— Terminé — avisó mientras seguía admirando su pintura.
— Yo igual. Trae tu pintura para verla — ordenó.
Jimin obedeció y con mucho cuidado de no mancharse de pintura óleo se acercó hasta JungKook y le mostró su pintura.
— Te puse rosa en tu cabello — señaló.
— Al parecer, te encantan las rosas — soltó una risita — Nuevamente. Le pones mucho empeño a los detalles y sabes memorizar muy bien un rostro desde todos los ángulos.
— Fue algo difícil pero lo logré — sonrió tiernamente — ¿Me puedo quedar con esto? Me gustó mucho.
— Por supuesto, es tu pintura.
Jimin soltó un pequeño grito de felicidad y JungKook lo observó con una ligera sonrisa. El castaño en las clases no se comportaba nada arrogante, hasta pareciera otra persona.
[🥀]
— Vaya... No sabía que le dabas clases a ese arrogante — habló Taehyung bebiendo un poco de su malteada.
— Bueno. No es como si me gustase darle clases — dijo JungKook mirando con una sonrisa boba al chico enfrente de él.
— Dime, ¿Jimin no tiene nada planeado para llamar la atención está semana? — cuestionó.
— Ah... No sé, supongo que no. ¿Por qué?
— Pues para yo hacer lo mismo. No sé porqué se fijan tanto en él cuando yo soy mejor — comentó.
— Tae. ¿Jimin te cae mal? — preguntó.
— Sí. No lo soporto.
— Taehyung, me gustas mucho. Para mí eres la persona más hermosa — confesó con sus mejillas sonrojadas.
— JungKook, apenas te conozco — se burló del pelinegro — Acepté esta salida porque pensé que me dirías algo importante de Jimin pero no, así que adiós.
Depósito un pequeño beso en la mejilla del menor antes de salir de aquella cafetería.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top