14.
“Jim...”
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Jimin estaba hecho bolita en su cama mientras Taemin lo abrazaba por detrás, ya era de madrugada y aún no podía dormir. Estaba recordando los momentos en los que estuvo con JungKook, dónde pensó que ambos sentían lo mismo.
— Solo me ilusionaste... — murmuró viendo en el retrato de JungKook que había hecho aquel día de clases. Se levantó de la cama con mucho cuidado de no despertar a su hermano y caminó hasta él, primero lo observo un poco gracias a la poca luz que entraba, después lo sujeto entre sus manos y le fue inevitable no llorar.
Buscó un cúter en los cajonera, una vez encontró uno, empezó a romper el lienzo en mil pedazos. Aventó el ya marco de madera al suelo junto con el cúter y se puso a llorar.
— Tonto...
Después agarró el folder que le había dado su hermano, lo abrió y vio las impresiones. Se enojó al ver que eran las mismas capturas que JungKook le había mostrado.
“Fue JungKook...”
[🥀]
JungKook miraba la caja de regalo que estaba en su escritorio. Llevaba tiempo mirándola, no había tenido el valor para abrirla. Recordó la discusión con Jimin y como este estaba todo empapado y llorando.
Abrió la caja y se sorprendió al ver el contenido, una bufanda color rojo, agarró los pequeños papeles y los empezó a leer.
Se sintió mal consigo mismo, aquella persona que había considerado un arrogante de primera le había hecho una bufanda y se había lastimado. Agarró su teléfono para mandarle mensaje a Jimin pero se sorprendió al ver el chat con él.
Aventó su teléfono a un lado y soltó un suspiro, Jimin tenía razón, le dió ilusiones con cada una de sus acciones y las cosas que le decía, nunca puso un límite ni le aclaró las cosas.
— Jim... Espero puedas perdonarme — Susurró.
Tomó la bufanda entre sus manos y la abrazó, sonrió levemente al sentir el aroma del castaño, canela. Estaba confundido, no sabía si realmente le seguía gustando Taehyung o no, pero lo que si tenía claro era que quería mucho a Jimin.
— Soy un tonto...
Se acostó en su cama pensando en los momentos junto a Jimin, eran bonitos, graciosos y amorosos en cambio los de Taehyung eran poco amorosos e incómodos. Estaba muy confundido en estos momentos.
[🥀]
JungKook buscaba con la mirada a Jimin pero no lo encontraba, la clase estaba a nada de comenzar y el castaño no llegaba.
— ¿Le habrá pasado algo? Espero se encuentre bien — murmuró una chica.
— Cuando lo ví ni siquiera podía creer que era él, hoy no venía como comúnmente lo hace — comentó susurrando un chico.
— Ojalá no le haya pasado nada malo.
JungKook intrigado por lo que acababa de escuchar decidió preguntarle a los chicos de quien hablaban.
— Disculpen, ¿De quién hablan? — preguntó.
— ¿No lo has visto? — cuestionó la chica, JungKook negó — Park Jimin, hoy se veía fatal.
— Sí. No traía puesta su ropa llamativa y bonita, traía un pants y una sudadera, pensamos que le pasó algo ya que cubría su rostro con un cuaderno — habló el chico.
— De seguro le salió un granito... — rió tratando de no pensar cosas malas.
— No creo, de las pocas veces que le ha salido granitos si viene pero lo cubre con maquillaje. — dijo.
— Cállate, ahí viene — la chica se sentó correctamente jalando al chico.
JungKook vio como Jimin entraba con la cabeza gacha y a pasos lentos, los chicos tenían razón, el castaño cubría su rostro con un cuaderno. Observó como tomaba asiento en su lugar, justamente un banco adelante de él. Iba a levantarse y hablar con él pero no pudo ya que el maestro llegó dando inicio a la clase.
— Alumno Park, estamos en un aula de clases, ¿Puede quitarse su gorra del suéter? Por favor — habló con un tono amable el maestro.
Jimin asintió levemente mientras se quitaba la capucha, con su mano izquierda tapó su mejilla. Tratando de cubrir el gran moretón pero fue inútil.
— Park, ven acá — pidió el maestro.
El castaño se levantó de su asiento bajo la atenta mirada de todos, llegó hasta donde estaba el maestro evitando la mirada del mayor.
— Ve a la enfermería, después ve conmigo en el receso para que anotes lo de la clase de hoy — ordenó.
Jimin volvió a su lugar, tomó su mochila y salió del salón.
Como el maestro le dijo, fue a la enfermería dónde se puso una pomada para el dolor. Estuvo ahí unos minutos antes de irse a la azotea a tomar un poco de aire, cerró los ojos para sentir la leve brisa en su rostro; escuchó su estómago rugir, hoy no había comido nada. Pues no tenía ánimos.
Buscó en su mochila algo que pudiera comer, más no traía consigo que pudiera quitarle el hambre. Se asustó cuando escuchó a alguien chillar de ¿Alegría?
— ¡Son deliciosos! — se escuchó.
Jimin caminó lentamente hasta donde se escuchaba el ruido y encontró a un chicos de hoyuelos comer hotteok. Se acercó a él para pedirle de esos panecillos que tanto le gustaban.
— Disculpa... — se puso de cuclillas aún lado del chico.
— Oh, lo siento. ¿Fui muy escandaloso? — habló tapando su boca mientras masticaba la comida.
— Uh... ¿Me puedes invitar de tus panecillos? Si quieres te los puedo pagar.
NamJoon observo al chico frente de él y se sorprendió al reconocerlo.
— ¡Por supuesto! ¡Come los que quieras! Y no es necesario pagarme nada — le extendió la bolsa.
— Gracias — tomó un panecillo y le quitó la envoltura — Me sentaré a tu lado.
— Sí, no hay problema...
Ambos estuvieron en silencio mientras comían aquellos panecillos, NamJoon miraba de reojo al chico de su lado. Quería preguntarle qué le había pasado, pues su aspecto era muy distinto al que solía venir todos los días. Hoy traía un pants negro, su cabello estaba un poco desordenado, sus ojos levemente hinchados y traía un golpe en la mejilla.
— Uh... ¿Cómo te hiciste ese moretón? — cuestionó con nervios de que el castaño le dijera de cosas o se fuera.
— Mi papá me pegó pero no te preocupes, solo es un golpe, no duele mucho — respondió sonriendo levemente
— Aún así luces hermoso — comentó — lo que quiero decir, es que siempre luces bien, no me alegra en lo absoluto que tengas un golpe, claro que no, me refiero a que aún si te pones una bolsa de basura te vas a ver bien... Dios, ¿Que estoy diciendo? — quiso golpearse por lo que acababa de decir, ahora Jimin se iría.
En vez de escuchar un insulto o algo malo, solo pude escuchar la delicada risa del castaño.
— Tú si sabes apreciar lo que es hermoso.
— Eres hermoso, Park. No te conozco muy bien pero estoy seguro que también lo eres por dentro — habló.
— ¿Te refieres a mis órganos? — bromeó.
— Sin duda eres hermoso por dentro — habló bajito.
Escuchó su teléfono vibrar indicando un nuevo mensaje, abrió sus ojos con sorpresa al ver en el grupo de su taller fotos de Jimin esperando bajo la lluvia a alguien, después en un vídeo de cómo Jimin besaba a JungKook y este lo empujaba.
— ¿Qué ves? — preguntó con curiosidad Jimin.
— Oh... Nada importante — dijo soltando una risa nerviosa.
— ¿Puedo ver? — cuestionó mirando al mayor.
NamJoon le dió el teléfono, sabía que de alguna u otra forma se enteraría el menor. De seguro ese contenido ya estaba en los demás chats de talleres, no tenía caso ocultarlo. Vio como Jimin miraba la pantalla con un rostro neutral, después sonrió levemente.
— Ese idiota... ¿Cree que con eso me va a lastimar? — soltó una carcajada.
— Jimin, no te preocupes por esto, muchos en la escuela te apoyamos — trató de animar.
— ¿Cómo te llamas? — preguntó.
— Kim NamJoon...
— Bien, desde hoy eres mi amigo. Hoy en la salida me vas acompañar a mi casa para elegir mi ropa de mañana para verme fabuloso, no voy a permitir que ese idiota con su noviecito me humillen — habló dándole un abrazo al mayor.
— ¿Enserio te gustaba JungKook?
— Sí... Pero el me rechazó y no voy a estar detrás de él, no me importa ya — le dió un mordisco al panecillo.
— Está bien sentirse mal, un rechazó puede tomar tiempo en superarse.
— Soy Park Jimin y no voy a verme miserable por más de dos días — sonrió en grande — pero no te preocupes amigo, ya no seré tan arrogante.
— Mejor sigamos comiendo panecillos.
— Tienes razón, Nam.
[🥀]
JungKook buscó a Jimin en aquel salón donde se besaron pero no estaba, ya lo había buscado en todas partes y seguía sin encontrarlo. Sonrió cuando vio al castaño caminar hacia su dirección.
— Jiminie... — detuvo el caminar del castaño pero este solo lo golpeó.
— ¿Crees que esas fotos me van afectar? — cuestionó con enojo — Tu y tú estúpido noviecito son una basura, puedes reírte de mi si quieres, no me importa que haga alguien tan poca cosa como tú.
— ¿De que fotos hablas?
— Hazte el tonto... Sabes perfectamente cuáles fotos. No voy a gastar mi valioso tiempo contigo — empujó al menor.
— Terminé la pintura...
— No me importa, tu y yo ya no somos ni siquiera conocidos, así que no te me vuelvas acercar — habló.
— ¿No quieres verla? Hace poco te hacía mucha ilusión verla terminada.
— No me importa tu tonta pintura — mencionó.
— Me gustó mucho la bufanda — JungKook trataba de que Jimin lo perdonará pero no sabía cómo.
— Es una insignificante bufanda, no vale nada — dijo.
— No. Es una preciosa bufanda y más porque la hiciste tú — sujetó las manos de Jimin y vio que estaban llenas de curitas — También quiero que sigamos creando bellos momentos, Jim...
Jimin alejó sus manos y negó varias veces con una pequeña sonrisa.
— Basta de ilusionarme... Dices que fue mi culpa el haber confundido las cosas pero ¿Cómo no hacerlo? Si todos los días me decías cosas similares a esta. — habló mirando fijamente al pelinegro — confíe en ti y ¿Que hiciste?
— Yo...
— Me traicionaste, le mandaste las fotos a mis papás, gracias a ese estúpido folder tengo esto — señaló su mejilla.
— ¿De que folder hablas?
— Él que mandaste a mi casa y antes de que fingas no saber nada aquí tengo la prueba — sacó de su mochila el folder que había llegado a su casa — Son las mismas capturas que me enseñaste.
— No, yo no...
— Me voy, no tiene caso hablar contigo — sin más que decir se fue de ahí dejando solo a JungKook.
— Jim...
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