13.

“No te necesito”
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Jimin sonría feliz mientras cepillaba su cabello, ya estaba vestido con aquella ropa que compró especialmente para ese día.

— Dijiste que siempre me veo hermoso y es cierto pero hoy necesito verme más hermoso — habló con el mismo.

Terminó de cepillar su cabello y agarró un poco de bálsamo labial. Colocó un poco en sus labios, tal vez después de su confesión se darían un besito.

Iba a salir de su habitación cuando escuchó gritos a lo lejos. Rápidamente escondió el regalo, esperando que sus padres entrarán a gritarle, siempre que se escuchaban gritos era porque lo venían a regañar. Se quedó esperando a que sus padres entrarán pero nunca entraron pero los gritos aún podían escucharse.

Con mucha curiosidad salió de su habitación y fue corriendo hasta donde se escuchaban, era la habitación de su hermano.

— ¡Eres un mediocre! ¡¿A qué diablos vas a la escuela?! — gritó su madre enojada.

— Perdóneme... Yo no quería pero me obligaron hacerlo — se arrodilló enfrente de sus progenitores.

El señor lo aventó lejos de él mientras hacía una mueca.

— ¿Desde cuándo nos engañas? — cuestionó su padre mirándolo seriamente.

Taemin se levantó del suelo con mucho cuidado mientras limpiaba sus lágrimas.

— Desde que entré a la universidad — respondió entre sollozos.

Jimin observaba desde el marco de la puerta como su hermano lloraba y sus padres lo miraban con enojo. Cuando vio como su padre le iba a pegar a su hermano, no dudó ni un segundo en pararse enfrente de él para recibir el golpe.

Tal vez su hermano era un cobarde, pero el no. No iba a permitir que golpearan a su hermano enfrente de él.

Cayó al suelo mientras ponía una mano en su mejilla, su madre soltó un chillido y Taemin lo ayudó a levantarse.

— Jim...

— Jiminie, hijo. ¿Estás bien? — preguntó su madre acercándose a él.

— Hijo, perdón. No quería lastimarte — habló su padre.

Jimin soltó una pequeña carcajada mientras se levantaba por completo con ayuda de su hermano.

— Son unos hipócritas... Ahora que saben que Tae les mintió, ¿Se preocupan por mi?

— Hijo, ¿Por qué no estás molesto con ese? ¡Gracias a él te tratamos mal! — expresó su madre furiosa.

— ¿Lo golpearan como a mí? — cuestionó mirando a sus progenitores.

— ¡Por supuesto! Le haremos pagar todo el daño que te causamos a ti, todos los golpes que te dimos se los vamos a dar a él — dijo su padre tratando de jalar a Jimin hacía el pero este lo empujó.

— No voy a permitir eso, no lo van a tocar, no voy a permitir que lo lastimes hasta el punto de que ni siquiera se pueda parar como alguna vez lo hicieron conmigo — habló.

— ¡Jimin! ¿Por qué te comportas así? ¡Gracias a él te tratamos mal! — alzó la voz su padre.

— Él no tiene la culpa de que ustedes sean una asquerosidad como padres — mencionó.

— Jimin, si no quieres que te dejemos otra vez en cama ven acá y deja que le demos su merecido a Taemin — amenazó su padre.

— ¿Lo ven? Son un asco, no sirven como padres, son unos inútiles — habló — Tae hizo eso por qué ustedes en vez de motivarlo o ayudarlo lo iban a querer golpear como ahora.

— Eso no es justificación — dijo la mujer.

— Entonces, ¿sacar malas notas si es justificación para que golpearme? — cuestionó.

— Deja que me peguen, Jim... Me lo merezco — dijo su hermano.

— No Tae, estos idiotas necesitan terapia. No pueden golpearte por esto — habló Jimin.

— ¡Respeta a tu madre, Jimin! — gritó su padre.

— Taemin y yo nos iremos de esta asquerosa casa y de ustedes — avisó.

— ¿A dónde irán? No tienen dinero — se mofó su madre.

— Que te importa.

— No se pueden ir, son mis hijos — mencionó su padre.

— ¿Y? Ustedes son mis padres y son unos despiadados con nosotros — Jimin abrazó a su hermano — prefiero vivir en la calle a seguir estando con ustedes.

— No sabes lo que dices.

— Danos una semana para irnos de aquí — pidió Jimin.

— No se vayan, quédense — suplicó la madre mientras lloraba.

— Quédense, por favor — pidió su padre con la cabeza gacha.

— No se humillen. Nos iremos de aquí no importa si nos ruegan, estaremos bien lejos de ustedes.

Sin más que decir Jimin salió de aquella habitación con Taemin. Ambos se encerraron en la habitación del castaño, su hermano limpiaba sus lágrimas mientras soltaba leves sollozos aún.

— ¿Cómo se enteraron? ¿Les dijiste? — interrogó Jimin.

— No... Ellos llegaron con un sobre dónde estaba todo, no pude negar nada — respondió.

— Tae, me tengo que ir con Jungkookie. Quédate encerrado aquí, no les abras la puerta — mencionó mientras se miraba en un espejo su mejilla, agradecía que su mejilla no estuviera roja.

— ¿Estás bien? — cuestionó preocupado su hermano.

— Lo estoy. Por cierto, antes de que preguntes, nos iremos con el abuelo — habló con una sonrisa.

— ¿Él abuelo? — preguntó.

— Sí, cuando regrese te contaré más sobre mi plan. JungKookie me espera — agarró la caja de regalo y salió de su habitación.

[🥀]

El castaño llegó al lugar que se había convertido en uno muy valioso, ahí pasó momentos muy lindos con JungKook.

— Tengo excelentes gusto, JungKook es fuerte, guapo, es bueno en el arte y me quiere — Susurró.

Observó la caja de regalo que estaba sobre la mesa de piedra de aquel parque.

Miró su reloj, ocho con diez, soltó un suspiro mientras apoyaba su cabeza en la mesa.

— Tonto. ¿Vienes de rodillas o que? — Murmuró.

“Tal vez se está cobrando de las veces que lo hice esperar ”

— No importa, a mi futuro novio le puedo perdonar todo — Susurró con sus mejillas sonrojadas.

Mientras Jimin esperaba al pelinegro, este estaba con Taehyung, su novio lo había invitado a su casa y justo ahora estaban viendo una película.

— Cariño, ¿Me pasas mi teléfono? — cuestionó JungKook.

— No. Estás conmigo, JungKook. Vamos a festejar tu cumpleaños juntos, tu y yo — besó la mejilla del menor — Nadie más.

— Está bien, como tú digas, cariño — sonrió levemente.

Estuvieron viendo películas por casi tres horas, había empezado a llover levemente hace una hora pero ahora era una lluvia muy fuerte.

— Debe haber perros mojandose — dijo Taehyung con una sonrisa.

— Pobrecitos... Ojalá puedan refugiarse de la lluvia — menciono JungKook.

— Ven, vamos a darte tu regalo — jaló de la mano de JungKook hasta llevarlo a su habitación.

En cuento entraron Taehyung comenzó a besar a JungKook de una manera brusca. El menor correspondió un tanto apenado, era la primera vez que alguien lo besaba de esa manera. El rubio lo empujó a la cama y se subió arriba de él, nuevamente comenzaron a besarse.

— Jimin... — Murmuró JungKook entre el beso.

Taehyung al escuchar eso, se separó enojado.

— ¿Qué acabas de decir? — preguntó molesto.

— Yo, perdón... Es que Jimin una vez se subió arriba de mí y estaba recordando ese momento — trató de explicar.

— ¿Se subió arriba de tí? ¿Cómo me puedes comparar con esa basura? — interrogó.

— Jimin no es ninguna basura...

— ¡Cállate! — ordenó y derramó algunas lágrimas falsas — No sabes lo horrible que se siente que digas el nombre de el mientras te beso.

— Perdón, Tae.... Yo no quería — trató de acercarse al rubio pero esto lo alejó.

— Vete con él, de seguro prefieres estar con él a estar conmigo — sollozó.

— No, tu eres mi novio y te amo... Perdóname, por favor.

— Vete, no quiero verte hasta mañana. Me has lastimado — limpió las pocas lágrimas.

— Espero me perdones, no era mi intención, lo juro — mencionó.

— Toma un paraguas, no quiero que te mojes — dijo.

JungKook asintió mientras salia de la habitación un tanto desanimado. Se quería golpear así mismo por recordar aquel lindo momento dónde el castaño lo consintió, ahora tenía problemas con su pareja. Agarró su teléfono que estaba en sillón y se confundió al ver los mensajes de Jimin.

Estaba realmente confundido, no entendía nada. Lo único que tenía claro es que posiblemente Jimin se estaba mojando, aunque había más posibilidades de que aquel castaño se haya ido a su casa pero los mensajes decían otra cosa.

Se puso sus botas, tomó un paraguas y salió corriendo rumbo hacia el parque.

Taehyung en el momento que escuchó la puerta cerrada sonrió en grande, su plan estaba marchando bien.

— Ve por tu perro mojado, JungKook — habló mientras veía las imágenes que Kai le había mandado dónde Jimin estaba sentado en una banca completamente mojado.

[🥀]

Jimin abraza la pequeña caja tratando de que la lluvia no dañe la carta y bufanda que contenía la caja.

Miró a los lados en busca de JungKook, se sentía como un tonto al seguir ahí esperando bajo la lluvia a qué JungKook llegara.

— ¿Cómo te atreves a dejarme aquí? Ni siquiera un mensaje me mandas — se quejó sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

Estaba dispuesto a irse cuando escuchó la voz de JungKook gritarle, sonrió en grande y se levantó de la banca mirando como JungKook estaba cada vez más cerca.

“Bien Jimin, estuviste practicando y esperando este momento una semana”

— ¡JungKook! — gritó cuando el pelinegro estaba cerca de él.

— Por dios, estás todo empapado... — habló tapando a Jimin con el paraguas.

— No estaría mojado si hubieras venido a la hora que te dije — hizo un mohín.

— ¿Qué? ¿Cuando me quedé de ver contigo? No recuerdo — habló confundido.

— Te dije por mensaje que vinieras a las ocho aquí y tú me dijiste que sí... — respondió mirando al pelinegro — pero eso no importa ahora, lo importante es que estás aquí.

Jimin sonrió tiernamente y se abalanzó hacia los labios de JungKook. Este lo empujó lejos de él provocando que el castaño cayera en el pasto.

— ¿Por qué hiciste eso? — cuestionó limpiando su boca.

El mayor se levantó del suelo y miró a JungKook fijamente.

— Me gustas mucho, Jungkookie — confesó entregándole la caja.

JungKook aventó la caja al suelo mientras negaba varias veces. Jimin miraba con lágrimas en los ojos su regalo mojarse, aquella bufanda que con tanto esfuerzo había hecho estaba en el suelo.

— No Jimin, yo no te gusto. De seguro solo estás confundiendo la amistad, tu a mi no me gustas — habló, trató de sujetar la mano del mayor pero este la alejó.

— Si no te gusto, ¿Por qué me dijiste "te amo"? — cuestionó dejando caer sus lágrimas.

— Yo nunca te dije eso.

— ¡Lo hiciste! — gritó empujando al pelinegro — ¿Por qué me tratabas así si no sientes nada por mí?

— Confundiste las cosas. No es mi culpa — habló.

— ¡Eres un idiota! — gritó dándole una cachetada al pelinegro.

— ¿Te enojaste porque no te correspondí? ¡Jimin tengo novio! No lo voy a dejar por tí — mencionó.

Jimin se quedó quieto mientras lloraba mirando el suelo.

— Toma, vete a casa. Mañana te mando mensaje para ponernos de acuerdo con las clases — le extendió el paraguas.

Jimin levantó la mirada y pudo leer el apellido Kim en el mango de la sombrilla.

— ¿Estabas con esa copia mientras yo me mojaba? — cuestionó entre sollozos.

— Taehyung es mi novio, respetalo y sí, estaba con él — respondió — Toma y vete a casa, mañana no te daré clases.

— Quédate tu estúpida sombrilla — dijo enojado — y sobre las clases, ya no habrá, ya no quiero tus tontas clases.

— Jimin, no hagas berrinches, me necesitas para pasar con diez — habló.

El castaño soltó una risita amarga mientras limpiaba sus lágrimas.

— No te necesito.

— Me necesitas, Jimin... No seas arrogante.

— No te necesito, puedo pasar la materia yo solo — mencionó — Eres reemplazable, Jeon.

— Mira quién lo dice, la persona que vive tras la sombra de su hermano — sujetó con fuerza la mano de Jimin — Vamos a mi casa, no quiero que te enfermes.

Jimin se zafó del agarro y golpeó al pelinegro en la mejilla.

— No quiero volver a estar cerca de ti, te odio.

— ¿Estás haciendo esto solo porque te rechacé? Eres un inmaduro, Jimin — se quejó.

— Vete, déjame solo — ordenó dándole la espalda.

— Jim...No te comportes así, si sigues así...Le diré a todos de tus problemas — amenazó para que el castaño se fuera con él.

— Aparte de idiota también eres un traidor...

— Yo... — se quiso disculpar al saber que había tocado un tema sensible, se odiaba mucho.

— Anda, ve y dile a todos que a Park Jimin lo golpean sus padres, que cuando quiere llorar se pellizca, que después de una discusión siempre se atasca de comida y que su espalda está llena de marcas debido a los golpes de mis padre, anda, ve y diles a todos — habló.

— Jimin... Lo siento.

— Ya no va ver más clases desde hoy... No te necesito más, tampoco quiero que me vuelvas hablar y olvida todos los momentos que pasamos juntos — habló con su voz entre cortada.

Jimin limpió sus lágrimas y miró a JungKook de una manera fría, una última vez antes de irse lejos de ahí.

JungKook se quedó parado viendo como Jimin se alejaba de él. Desvió su mirada hacia la caja de regalo, la recogió y se la llevó a su casa.

[ 🥀]

— Minie, al fin llegas.... Estaba muy preocupado por ti, ¿Ya son novios? — se cayó al ver a su hermano empapado con una expresión de tristeza.

— Si llega a venir Jeon, no lo dejes pasar y mucho menos le digas que estoy en casa — ordenó subiendo por las escaleras.

En el momento que llegó a su habitación se encerró, poniendo seguro a la puerta. Empezó a quitarse la ropa mojada y la dejó en el piso, después fue a su tocador, dónde observó su rostro lleno de lágrimas, sonrió forzosamente.

— Él se lo pierde, no sabe que yo soy mejor que el — Susurró — no necesito de él, puedo conseguir a otro.

Acarició su mejilla levemente mientras soltaba un quejido.

— No sabes apreciar lo bueno...

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