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Miedo, una simple palabra de cinco míseras letras. Una palabra que debería ser inofensiva; difícilmente la erraríamos en un dictado o en un concurso de ortografía. Sin embargo, si se analiza a fondo todo lo que ese concepto conlleva, uno podría no terminar nunca.
¿Quién no ha sentido miedo alguna vez en su vida?
Miedo a los monstruos que viven debajo de la cama.
Miedo a las sombras que se reflejan en la pared frente a la ventana.
Miedo a no hacer bien las cosas.
Miedo a recibir un castigo.
Miedo a lo nuevo.
Miedo al fracaso.
Miedo de morir en el olvido...
Miedo al rechazo.
Miedo a enfrentarse a la realidad.
Pero si un día nos armamos de valor, encendemos la luz de la habitación y asomamos el rostro por el hueco entre el suelo y la cama, difícilmente encontraremos un ser maligno y despiadado debajo de ella.
Si llegamos hasta la ventana, puede que observemos que aquella horrorosa sombra peligrosa no es más que el reflejo de un árbol moviéndose debido al viento.
Quizás entonces, sonreíremos como tontos y sabremos que nuestros miedos más infantiles no son tan temibles como los recordábamos e imaginábamos.
Todos nos equivocamos, ese es un hecho completamente innegable. De igual manera, la práctica, el esfuerzo, la consistencia y diligencia pueden cambiar drásticamente nuestros resultados. Toda persona dispuesta a hacer sacrificios, así como a canalizar sus energías en una meta, es capaz de cumplir sus objetivos, por más ambiciosos y alocados que estos sean.
Una persona puede volverse el mundo de otra, siempre que sepa ganarse correctamente su corazón. Nadie vive para siempre, pero existen quienes dejan huellas que trascienden nuestro contexto histórico.
Conforme vivimos la vida, aquello nuevo que nos mataba de nervios, se vuelve familiar y cotidiano.
Hay miedos que una vez que los enfrentamos, se reducen a algo minúsculo e insignificante. Pero hay otros miedos que al querer vencerlos, sólo consiguen lastimarnos.
Porque si le dices a alguien que le amas, siempre existe el riesgo a recibir un «Lo lamento, yo no me siento del mismo modo» como respuesta. Peor aún puede que jueguen con tus sentimientos y te mientan vilmente de una y mil maneras. Entonces, ¿Cómo no va a dar miedo enfrentar la realidad? Si esa cosa llamada verdad, puede terminar siendo más dolorosa que cualquiera de nuestras más temibles suposiciones.
El chico canadiense sentía que podría ponerse a llorar. Estaba seguro de que, si tuviese a su linda madre en su rango de visión, correría hasta ella y le abrazaría con fuerza.
¿Por qué el dolor en el pecho ocasionado por un corazón roto no era algo que un beso en la frente dado por su mamá pudiese solucionar?
No había necesidad de mentir, él inclusive había confesado en voz alta que moría de miedo. La posibilidad de que los sentimientos de Yoshi no fuesen algo autentico, le aterraba sobremanera. Aun así, no podía alejarse de ese cuerpo que le abrazaba con fuerza.
Quería irse lejos, no verlo más. Pero del mismo modo, necesitaba quedarse y no alejarse jamás. Todo era tan contradictorio, al punto de no tener ni puta idea de qué hacer.
No estaba seguro de poder confiar de nuevo en él. No era como el motociclista se caracterizase por ser una persona especialmente mentirosa, pero en ocasiones, uno termina mintiéndose a sí mismo sin ser muy consciente de ello.
¿Realmente podía creerle a ese Hyung ahora que decía que aún lo amaba?
Kevin ni siquiera sabía como habían llegado a ese tema, pero sabía que debía enfrentar esa conversación algún día y ese día llego y lo estaban discutiendo ahora.
Kevin podía comparar la situación como cuando no conectas bien los auriculares a tu celular; puedes medio distinguir la letra de la canción, sin duda alguna eres capaz de percibir la melodía, pero aún así, estás perfectamente enterado de que eso no debería escucharse de ese modo. Entonces, puedes dedicar un par de segundos a acomodar el cable de los mismos y solucionar el problema. Pero en ocasiones, no era que el cable estuviese mal conectado, a veces, simplemente tus auriculares están descomponiéndose y cuando menos lo notas, sólo sale música por uno de ellos.
Si uno no es muy exigente, puede intentar sobrevivir de ese modo: Mejor unos auriculares con sólo una bocina funcional que unos que no se escuchan para nada.
Y uno puede acostumbrarse a eso. Tal vez, se necesitan meses para que esa única bocina deje de sonar por completo. Sin embargo, básicamente todas las canciones de hoy en día, transmiten lo que se conoce como Sonido estereofónico; El audio estéreo nos ofrece música de más calidad, porque escuchamos diferentes frecuencias por cada audífono. Sin embargo, esto es un gran problema si estamos escuchando música con un único auricular, porque estamos perdiendo señales acústicas, pues al momento en que se hizo la grabación, se utilizó más de un micrófono y con cada uno se grabó un sonido diferente.
Si Yoshi fuese música, Kevin siempre usaría sus audífonos para así nunca dejar de escucharlo, para sentirle adentrarse en su ser y cantar en armonía junto a él.
Lastimosamente, el castaño ya había sobreexplotado esa bocinita que apenas sí servía; era momento para comprarse unos auriculares nuevos. No obstante, al tener dos bocinas funcionales, sería capaz de finalmente apreciar esa música en todo su esplendor, lo que desataba dos posibilidades:
Se daría cuenta de cuan bella era realmente esa melodía o descubriría que esta distaba mucho de lo que él imaginaba, tal vez, finalmente comprobaría que esas canciones no eran para él.
Y daba miedo, tanto miedo...
— Me siento aterrado — Susurró el mayor contra su oído, sacando a Kevin de sus pensamientos — En estos momentos — Continuó explicando al no recibir respuesta por parte del futbolista — tienes mi corazón en tus manos y con una simple palabra tuya tienes el poder para destruirlo por completo.
Sintió su pulso dispararse con locura. De repente, un atisbo de sensaciones contradictorias inundaba su ser. ¿Cómo podía tener miedo y sentirse feliz al mismo tiempo? Era tan hermoso escuchar a Yoshi Nori insinuándole que le quería, pero... eso sólo hacia las cosas más difíciles y laberínticas.
Miedo, sintió más miedo del que había sentido nunca, porque todo lo que siempre había soñado, aquello que anhelaba, lo que necesitaba para ser feliz, estaba ahí, junto a él, abrazándole con fuerza, con tanta fuerza.
Y así como cuando estás a punto de poner el naipe más alto del castillo (ese con el cual darás por finalizada la escultura) es cuando eres más consciente de lo fácil que sería que todas las cartas comenzasen a caerse, al canadiense le daba tanto miedo que todo se desmoronase; él no iba a poder soportar que todo se desmoronase, no de nuevo...
Pero...
¿Y si por alguna loca, absurda, descabellada y rara razón, resultase que Yoshi no mintiese?
No era que estuviese volviéndose optimista de repente, pero tampoco había que descartar la posibilidad, por muy minúscula que esta fuese.
Ni siquiera se dio cuenta, pero de repente, él también estaba correspondiendo el abrazo de Yoshi; Se sentía tan correcto. No tenía sentido, pero como siempre sucedía cuando sus cuerpos entraban en contacto, ese tacto se sentía maravillosamente correcto.
— Kevin, no llores — Pidió con un atisbo de súplica mientras se alejaba lo suficiente para limpiar con las yemas de sus dedos las lágrimas del menor — No llores. Perdóname por hacer que todo resultase de esta manera. Sé que te he lastimado y tú realmente no lo mereces, pero aun así ¿Puedes confiar en mí y en la veracidad de lo que por ti siento? —Preguntó totalmente expectante al mismo tiempo que le sujetaba por su barbilla.
— Yo quiero — Susurró viéndole a los ojos — No tienes ni idea de lo mucho que quiero creerte, pero...Tengo tanto miedo.
— ¿Sabes? A veces está bien tener miedo —Mencionó con amabilidad, sin dejar de verle en ningún momento — porque significa que estás a punto de hacer algo muy valiente. Sé que destruyo básicamente todo lo que toco, sé que soy un completo idiota y objetivamente hablando, no existe una buena razón para que confíes en mí — trago grueso — Honestamente, soy un potencial fracaso para un sinfín de cosas, pero... Siento...siento que tú puedes ser eso en lo que SÍ soy bueno, sólo dame la oportunidad de volverlo una realidad de nuevo.
—Tú...— Titubeó unos momentos, dando un par de pasos hacia atrás. A fin de cuentas, no es tan fácil confiar en una misma persona otra vez, en especial cuando has vivido de cerca el dolor de la decepción.
— Yo tengo miedo, me aterraba que tú no quisieses iniciar algo serio conmigo. Todavía me es difícil creerme que tú me ames. Kevin, tú eres demasiado para cualquier persona, pero por alguna extraña razón viste algo en mí. Por favor, discúlpame por no haber valorado los hermosos sentimientos que atesorabas para mí.
— Te quiero desde hace tanto y cuando me dejaste...
—¿Cómo no amarte? Si el mundo luce completamente distinto cuando te estoy mirando. Eres mi momento favorito del día. Tú sonrisa es mi arcoíris de bolsillo — Le observó unos momentos, como queriendo dejar que su mirada confirmase sus palabas— Sé que te he lastimado, pero créeme, ya no volveré a hacerlo — Prometió y después llevó sus labios a la mejilla derecha del menor, dejando ahí un casto y delicado beso.
Y ahí estaba, esa sensación cálida y reconfortante en el pecho de Kevin. Cerró los ojos y emitió un suspiro. Cuando los abrió de nuevo, vio al motociclista y este le sonrió.
— Más te vale — El futbolista fingió amenazarle — ¿Sabes? Tengo a un gran número de Pokémon en nivel 100, así que créeme, yo podría fácilmente partirte la cara si quisiese.
— No te queda bien ser el chico rudo cariño — se burlo.
—Eres un tonto — Susurró antes de estirar los brazos y abrazar a su malandro con fuerza.
No era que el miedo se hubiese ido por completo. Pero hay ocasiones en las que vale la pena correr el riesgo. Si perdemos, al menos que sea a sabiendas de que luchamos con todas nuestras fuerzas, dando todo lo que teníamos, sin lugar a remordimientos.
—La opinión popular es que soy algo así como un genio — El japonés replicó con amabilidad correspondiendo el abrazo.
—Pero eso es porque los demás no te conocen como yo lo hago — Concluyó con suficiencia — Yo en cambio, sé que eres un tonto.
—Te extrañé — Confesó Yoshi — No tienes ni idea de cuánto. De hecho, hace unos momentos, tenía más ropa sucia que ganas de vivir.
Kevin río y luego por un momento, nadie dijo nada. Más no era necesario, después de todo, ellos eran unos expertos en lo que a acuerdos silenciosos se refería.
—¿Te digo un secreto? — hablo Yoshi — Antes de volvernos a ver, cuando algo iba mal en mi vida, intentaba no pensar negativamente, dejaba que me dominase ''Mi lado artístico'' — Se burló de si mismo haciendo comillas con los dedos — Me inscribí en un taller de literatura y poesía, entonces me convencía de que estaba bien sufrir y sentir dolor, porque al menos, obtendría inspiración y de ese modo, podría convertir mis pesares en poesías — suspiro — Poesías que se podrían convertir en canciones, canciones que se podrían convertir en exitosas, éxito que podría convertir en dinero, dinero con el cual podrías comprar deliciosa comida y curar con ella todos tus males.
— Contigo todo se reduce a comida — acuso Kevin girando los ojos.
— Ahora tengo hambre ¿Me creerías si te digo que ayer apenas si probé bocado? En serio, estaba completamente sin apetito.
— Así que no te has desvelado porque me extrañaste — Kevin arqueo una ceja — Tú no podías dormir porque tenías hambre.
—De ti...— soltó coqueto.
—Sólo, sólo no hay que precipitar las cosas —Pidió desviando la mirada — Y menos hacia ese camino.
—Lo sé y lo entiendo — Dijo casi al instante— Nada de besos ni escenas de calzones volando por el aire mientras son arrojados en pleno manoseo — Finalizó con un poco de nostalgia.
— ¿Que?
— No es mi culpa que tengas puros libros sin salseo ni escenas con sus buenos toqueteos.
—Me estoy cuestionado seriamente qué clase de lecturas llevas a cabo.
— Unas muy ilustrativas — Se jactó — En fin, deberíamos lavar la ropa.
—Sí, deberíamos.
No la lavaron.
—¿Por qué vinimos al Río Han? —Preguntó Kevin con curiosidad sentándose junto al japonés en un escalón.
— Es de mis lugares favoritos y de los pocos que puedo visitar sin muchas complicaciones de por medio — Confesó sujetando la mano izquierda del mayor — Cuando me siento demasiado abrumado, me gusta venir aquí y observar. Pienso y no estoy pensando, simplemente me dejo envolver por lo que me rodea. Mis problemas parecen más pequeños cuando veo a las demás personas ir y venir.
— Es una vista preciosa — Admitió observando los edificios que se reflejaban sobre el agua cristalina que se encontraba unos cuantos metros frente a ellos.
— Aunque a veces resultaba un poco contraproducente — Informó en tono pensativo — Había parejas besándose, niños correteando con una sonrisa en el rostro, amigos bromeando llenos de camaradería. Entonces, caía en cuenta de yo era el único idiota que estaba solo. Tan patético...
— Yo una vez vine contigo — Casi lo susurró, pues, aunque él recordaba aquel paseo a la perfección, sería demasiado ambicioso esperar que también lo hiciese, a fin de cuentas, habían pasado mucho desde esa ocasión — Solo eramos amigos...
— Y me encantó que me acompañases —Mencionó sonando muy sincero — Recuerdo que fue el mismo día en que te pregunté si yo te gustaba. No sé como fui tan idiota y no indagué mucho al respecto.
—Sí — Se encogió de hombros y cerró ligeramente los ojos — Digamos que me fui un poco por la tangente aquel día. Aunque en realidad, siempre que se daba una situación en la que podías descubrir mis sentimientos, mi elocuencia te hacia tergiversar.
— ¿Te arrepientes? Ya sabes, de no haber aclarado las cosas en aquel momento.
—No — Admitió lleno de honestidad — Pese a todo, no haría nada que pudiese cambiar las memorias que tengo a tu lado. He llorado y me he roto, pero a pesar del dolor y del miedo, tuvimos nuestros momentos —Concluyó con una sonrisa melancólica.
— Tendremos todos los días para crear nuevos y mejores momentos — Prometió mostrándose bastante contento.
— De todas maneras, no hay que ser pretenciosos — Dudó unos segundos, pero tras dar un largo suspiro, decidió seguir hablando. Había que poner las cartas sobre la mesa — Sé que va a tomar su tiempo y entiendo perfectamente que tus nuevos sentimientos hacia mí, no es como que vayan a sustituir mágicamente... aquellos otros.
—No estoy muy seguro de estar entendiendo — Confesó Kevin — ¿A que te refieres con ''aquellos otros''?
— A tus sentimientos — Su voz se volvió temblorosa— por ese tal Jacobo...
— Es Jacob — corrigió y Yoshi giro los los.
— ¿Alguna vez viste la caricatura de Alvin y las ardillas? — Preguntó con total naturalidad, como si fuese el momento ideal para tener una conversación sobre ese tema.
—¿Qué? — Titubeó ligeramente y observó al motociclista con curiosidad — ¿Alvin y las ardillas? Bueno, sí yo veía eso.
— Yo no — Admitió y sonrió de lado— Jamás me llamó especialmente la atención. Pero otros niños la veían, así que sabía de su existencia. Por muchos años pensé que Alvin era el humano que los cuidaba.
— ¿Estas de broma? —.Preguntó divertido— Alvin es la ardilla del sweater rojo ¡Hasta tenía una A gigante bordada en el jodido sweater!
— Yo pensaba que eso era porque su dueño era muy egocéntrico. Además, el nombre es muy estúpido ¿No? Alvin y las ardillas, pero si Alvin es una de las ardillas el nombre no tiene sentido. Mejor se hubiese llamado Alvin y sus hermanos o algo así — soltó una risita — Y un día conversando con Min, fue que él me hizo saber que el humano se llama Dave.
— Yoshi...
— Yo puedo inferir muy erróneamente lo que percibo a mi alrededor... Min es una persona muy especial para mí, es de los amigos que más valoro y atesoro... — suspiro — Oh Changmin representa a la perfección lo que para mi significa la palabra camaradería —Hizo saber tranquilamente y con una especie de brillo en sus ojos — Haría que lo fuese necesario para ayudarle, confio inmensamente en él, pero al mismo tiempo, no me gustaría que se enterase de ciertas cosas, porque sé que el muy hijo de puta iba a usarlo en mi contra para joderme el día...
—Sí, sí...ya sé que lo amas, pero tiene novio. Uno muy posesivo, infantil y celoso cabe destacar.
Yoshi río y entrelazo mejor sus dedos con el menor.
— Yo jamás me había puesto a pensar mucho en eso de las vidas pasadas, ni siquiera tengo una opinión sólida o justificada al respecto. Okey, lo admito, la verdad, siempre pensé que aquello era una idiotez — confeso el canadiense — Pero ¿Sabes? En estos momentos realmente me lo cuestiono. Yoshi, siento como si te hubiese amado antes, en un pasado donde estuvimos hechos el uno para el otro. Y yo lo supe, lo supe la primera vez que te toqué. Esa calidez tan familiar, ese sentido de pertenencia tan reconfortante, esa magia... Fue como una especie de Déjà vu secreto entre tú y yo. No sé, me gusta la manera que tienes de mirar. Y a veces, eres tan absurdo y ridículo que no puedo dejar de sonreír. Tú haces que eso de ''Dos pueden complementarse sin el resto del mundo'' tenga sentido y en verdad lo tiene, pues a tu lado a veces ni sé dónde estoy y realmente ni me importa, si es junto a ti, yo no necesito alguna otra cosa para sentir felicidad. Eres la persona a la que le quiero contar que tal estuvo mi día, a quien anhelo compartirle mis intereses, eres mi pensamiento más recurrente. Cariño, yo podría durar horas y horas describiéndote todo lo que me gusta de ti, así como el efecto que causas en mí, pero de momento, soy feliz simplemente sujetando tu mano. Además, debo confesar que no quiero acostarme a dormir teniendo miedo de que al despertar tú no estés ahí.
— Ya no hay marcha atrás — Concluyó con una enorme sonrisa pintada en el rostro, pese a que sus ojos parecían a punto de lagrimear — Ahora pon atención, quiero estar a tu lado en cualquier parte, el tiempo que estemos juntos, no me importa — Su voz cada vez iba poco a poco perdiendo seriedad— Porque has empezado algo ¿No lo ves? Desde que nos conocimos me tienes aferrado a ti, no importa lo que hagas, solo quiero estar contigo — Finalizó vilmente canturreando en tono alegre.
—Sí te acuerdas que tú personalmente me enseñaste esa canción de Bay City Rollers ¿Verdad? — Preguntó bastante divertido — Y no es que me moleste que me cantes I only wanna be with you, pero a decir verdad, esperaba otra clase de respuesta — Informó con amabilidad.
—Te aventaste tremendo diálogo de novela rosa para niñas cursis — Aclaró con obviedad— ¿Qué se supone que pudiese responder a eso? — Fingió quejarse, pero la sonrisa en su cara no le ayudaba a darle veracidad a sus palabras.
— Y ahora que estas mas contento ¿Que clase de poesía escribes en tu taller?
— Ya nada, no sirvo para escribir cuando estoy bien — se encogió de hombros — Creo que hasta me echaran del club.
— ¿Porque? — preguntó divertido el castaño.
— Porque según ellos "Estoy feliz como una lombriz" no es poesía — bufo molesto.
Kevin tiro su cabeza hacia atrás en una gran carcajada.
Dios, como amaba a ese malandro.
— Quiero ir al departamento, pero creo que no es buena idea...
—¿Por? — preguntó curioso el japonés.
—Hoy es el día número cien de Sunwoo y Changmin, así que creo no somos bienvenido esta noche.
— ¿La gente de la vida real en serio hace eso? Siempre pensé que lo de celebrar cien días era algo que solo sucedía con las parejas cursis de los dramas, jamás había conocido a alguien que realmente festejase esa fecha.
— No estoy seguro — Admitió con completa honestidad— No es como que tenga muchas referencias al respecto. Pero cuando Sunwoo me contó y le dije que no sabía sobre esa conmemoración, el idiota me vio como si yo estuviese blasfemando — giro los ojos — Changmin sí sabe que hoy cumple cien días con Sunwoo ¿Verdad?
—Pues... supongo —Mencionó en tono dudoso.
—¿Cómo que supones? — Se giró ocasionado que Yoshi casi se cayese y no dejándole más remedio que volver a sentarse correctamente— ¿Y si no lo sabe y hace sentir mal a mi amigo?
— Tenle fe — Replicó con suficiencia— Sé que Changmin es Kyu, pero con Sunwoo es simplemente "el" saca su lado bonito. Kim dice y Oh hace — destaco — Él mejor que nadie sabe la clase de novio que tiene, así que es obvio que se preparó para celebrar esta tontada. Le da regalos en días que no celebran nada y si escucharas las cursilerías que le dice cuando están dormitando, creerías que se trata de otra persona... Así que sí, claramente Min sabe que hoy cumple cien días con Kim.
— Sunwoo nunca me ha presumido ningún regalo —Murmuró el menor — Sunwoo jamás me ha presumido un regalo que Changmin le haya dado por haber cumplido semanas o meses... Yo creo que teniendo eso en cuenta, puede que él no sepa que hoy es un día especial.
— ¿Tu crees?
— Aunque creó que Sunwoo me contó sobre eso — Recordó — Dijo algo sobre que Changmin quiere celebrar esto en grande, así que por ello, deliberadamente no han festejado las otras fechas y algo sobre ambos fingiendo que no están al tanto del día, pero al final, todo ello con el propósito de ponerle emoción y esas cosas.
— No se...— Yoshi hizo una mueca nada convencido — Min no es la clase de chico que gusta de andar haciendo dramas.
— Y Sunwoo es rey del drama — río — De alguna forma muy estúpida, eso es algo bonito ¿No? Me refiero, para ellos como pareja. Debe ser entretenido, supongo.
— Son una pareja bonita, estúpida, pero bonita.
—Sí, realmente lo son.
Ambos se miraron con el mismo pensamiento.
Que no existe una pareja mas bonita que ellos dos.
Ahora ya no eran un "algo" oficialmente eran una pareja de nuevo.
.. .. .. Aʳʳᵒᵇᵃ ((🍓🍫)) ೃ
«...Y, en ese momento, nuestras miradas se cruzaron. Entonces lo supe; le iba a amar el resto de mis días»
¡Mentiras de mierda!
Al menos, eso solía pensar Oh Changmin cuando escuchaba a alguien hablar sobre esa tontería del «Amor a primera vista». Le parecía una total exageración, ¿Cómo se puede caer enamorado de una persona a quien vez por primera vez?
Podía ser que sintieses una atracción instantánea, que te gustase el estilo de aquella persona, que le vieses y pensases: «Sí le doy»... Pero sentir amor tras cruzar miradas, sencillamente era una total y completa mentira de mierda.
Él ni siquiera sabía cuando fue que cayó enamorado de Kim Sunwoo, definitivamente no sucedió cuando se vieron por primera vez.
Claro que podía recordar el día que conoció a su mocoso, aunque en aquel instante, jamás se habría jactado de ser el futuro novio de aquel arrogante capitán.
En esos tiempos, Sunwoo era un gruñón andante que lo tenía como sirviente, por lo mismo, el aguatero jamás hubiese concebido la idea de tener una relación con él.
Quizás era, que el menor era algo tímido; Sunwoo no era precisamente sociable ni extrovertido, así que no decía nada a menos que le preguntasen primero. Tal vez fue eso, el observar a una persona tan seria como solía serlo el futbolista al inicio.
Y cuando comenzaron a entablar conversaciones, se dio cuenta de lo interesante que Kim era. Con el tiempo, el capitán comenzó a tomarle confianza y dejó salir al niño tonto que llevaba dentro: le gustaba hacer bromas, divertirse, intentar cosas nuevas... Aun así, Changmin no tenía interés en el.
Pese a ello, por más que hacía memoria, no podía recordar cuándo fue que se enamoro de él. Sencillamente sucedió, con completa naturalidad, como un movimiento involuntario que hace tu cuerpo sin que tú lo tengas que pensar.
Sucedió, esa es probablemente la palabra que lo describe mejor: Sucedió.
La cabeza del bailarín era todo un lío; había ocasiones en que sentía que el menor le observaba casi casi con devoción. Por el contrario, había momentos cuando Kim estaba tan concentrado pasando el tiempo con Haknyeon que ni siquiera reparaban en su prescencia.
A pesar de que se considera un hombre bastante feliz y afortunado, ahí estaba, dando vueltas en su cama porque por primera vez en aparentemente cien días, iba a irse a dormir a sabiendas de que su mocoso y él no estaban bien.
Todavía no podía creerse que no iban a pasar la noche juntos, peor aún, que acababan de tener una discusión por una causa tan idiota.
Su tarde había sido un fastidio total, incluso tenía algo de migraña. Cuando llegó a casa, lo único que quería era sacarse toda la ropa y hacerse ovillo contra el cálido cuerpo de su novio. Ni siquiera se había puesto tan ambicioso como para esperar que su capitán estuviese despierto y le diese mimos.
¿Acaso era mucho pedir tener una tranquila noche de descanso después de haber trabajado toda la tarde?
Simplemente, era cuestión de trabajar sobre ciertas áreas de oportunidad, como lo era el enseñar a su novio que no podía hacer siempre su voluntad ni esperar que el aguatero leyese mentes.
Y si Changmin volvía y se disculpaba, el menor jamás aprendería. Siendo sinceros, una parte de él se estaba cuestionando si Sunwoo realmente había exagerado la situación o si, por el contrario, sus acciones estaban perfectamente justificadas, debido al hecho que Changmin se sentía culpable por las cosas que ocultaba a su pareja...
Después de meditar un buen rato, con su cabeza descansando sobre la almohada, llegó a la conclusión de que Kim si había hecho un drama fuera de lugar. Era como si el bailarín se hubiese enojado todas las ocasiones en que él le dio regalos al capitán sin ninguna razón en especial.
¿Acaso Sunwoo no tendría que haber intuido que el día número diecisiete Changmin le iba a regalar una botella de agua especial y por tanto, haber comprado él también un obsequio para el mayor?
¿O cuando Oh invitaba al futbolista a cenar no era justo que el menor lo hubiese invitado a desayunar? Y eso que el desayuno suele ser más barato que la cena...
Changmin podría decir muchísimos otros ejemplos, sin embargo, el pálido sabía que si aquellas situaciones hubiesen terminado en discusiones, la totalidad de sus argumentos serían injustificados, ridículos e idiota justamente como lo estaba siendo Sunwoo.
Quizás si semanas atrás, el mocoso hubiese mencionado que cumplir cien días como pareja es un evento importante y pese a eso, Changmin hubiese decidido que le valía una mierda o en su defecto, hubiese olvidado la fecha, podría entender la molestia y decepción de su novio. Pero tal y como se habían dado las cosas, era estúpido que Kim estuviese molesto y soltando reproches.
Lástima que llegar a una resolución sensata no le quitase el insomnio ni el vacío que sentía al saber que su arrogante capitán estaba enojado con él.
Ese mocoso lo tenía envuelto alrededor de su dedo meñique; que enorme influencia tenía Kim Sunwoo sobre él.
Kyu estaria muy decepcionado, aquel malandro rebelde le miraría con desdén y burla, pero Oh no tenía nada de que avergonzarse, a fin de cuentas, aunque su novio fuese un arrogante idiota, era un arrogante idiota que lo amaba, hacía las mejores mamadas del mundo y era realmente pasional y entregado...
Kyu podría jactarse de que era un alma libre y hacía lo que le daba la gana, pero todo en la vida tiene sus etapas y aquella ya había pasado. Siendo sinceros, a pesar de que Kyu actuaba como si pudiese conquistar el mundo, en el fondo de su ser, estaba muerto de miedo.
Alguna vez, antes de ir a dormir, había hablado con el futbolista sobre los fantasmas que cargaba en su interior; una parte de él, había tenido miedo de que Sunwoo lo tratase diferente o lo viese con otros ojos, pero su mocoso se había limitado a escucharle mientras le regalaba mimos y al final, tras muchos besos y reconfortantes abrazos, le había dicho que lo amaba y que siempre estaría ahí para él.
Los ojos llorosos y toda la ansiedad desaparecían mientras los dedos ajenos viajaban delicadamente sobre su piel.
Tal vez, debería ir a disculparse.
¿Por qué era tan condenadamente difícil estar molesto con Sunwoo?
Cierto era que su novio podía ser absurdo, ridículo y exagerado, pero a fin de cuentas, todo eso que formaba parte del concepto básico de la personalidad de Kim Sunwoo, fue lo que cautivó en un inicio.
El menor había logrado ver a través de él, se había dado cuenta de que, tras esa fachada de seriedad e indiferencia, se escondía un ser repleto de inseguridades que anhelaba encontrar una persona que comprendiese que estaba lleno de temores.
A decir verdad, no era como que Changmin quisiese ir a disculparse; no sentía que tuviese que hacerlo, pero quería dormir con su novio... Realmente quería. Sin embargo, dudas comenzaron a emerger; quizás el capitán seguía molesto.
¿Qué tal que ambos volvían a explotar? Si él fuese a esa habitación, Kim estaría esperando una disculpa y él no estaba con ánimos de mentir.
Dicen que en el silencio y en la oscuridad, el tiempo es lento, que cierto era aquello...
¡Maldito insomnio!
¡Maldita su boca que expresó su opinión con las palabras incorrectas!
¡Maldito el idiota al que se le ocurrió que cien días como pareja debía ser una celebración!
¡Maldito el mismo idiota del punto anterior! Porque al idiota NO se le ocurrió hacerlo un evento viral y popular bien sabido por todos.
.. .. .. Aʳʳᵒᵇᵃ ((🍓🍫)) ೃ
Observaba la puerta de la habitación de su novio, Sunwoo seguramente ya estaba despierto.
Ya casi eran las nueve y Kim tenía compromisos que cumplir como capitán, así que lo mejor sería buscarlo más tarde para tener esa conversación que se debían.
Se adentró a la cocina y decidió prepararse un café. Hyunjae puso un plato con pan tostado sobre la mesa y tomó asiento.
— ¿Y bien? — hablo el alto al mismo tiempo que apuntaba con su mano a la silla frente a él, como invitando al aguatero a que se sentase — ¿Qué le hiciste a nuestro Sunwonnie?
— ¿Qué le hice? — Preguntó con incredulidad— ¿Por qué crees que le hice algo?
— Oh Changmin — Mencionó casi con condescendencia — Ustedes dos parecen conejos en celo, pero ayer dormiste en la habitación de Jacob y Sunwoo durmió con Younghoon ¿Tú piensas que me voy a creer que eso fue mera casualidad?
— ¿En este casa se enteran de todo? — preguntó y dio un sorbo a su café.
— Sabes que te tengo un enorme aprecio ¿Verdad? — Hyunjae le sonrió con amabilidad— Me encanta verlos feliz y en este momento no lucen así ¿Qué sucedió?
— Ayer Sunwoo y yo cumplimos cien días siendo novios — Mencionó como si no fuese la gran cosa.
Es que no era la gran cosa, tampoco estaban cumpliendo mil días o algo así bien épico.
— ¿Ya cien días? — Jaehyun preguntó emocionado — ¡Qué rápido se pasa el tiempo! Tienes que contármelo todo ¿Qué te regaló? ¿Qué le regalaste? — Guardó silenció abruptamente — Ayer no estuviste en casa —Vio al bailarín con reproche — ¿Es en serio pequeña ardilla? ¿Se te olvidó?
Changmin no contestó y solo miraba la taza que estaba en sus manos.
— ¿Cómo lo has olvidado? — Inquirió con incredulidad y después negó con la cabeza— ¿Qué no te enteras de nada?
—¿Me vas a decir, que esa tontería de los cien días, es algo bien sabido por todo el mundo?
—Pues sí — Admitió Hyunjae lleno de obviedad — Bueno, nosotros no lo sabíamos, hasta que Chanhee nos obligó a festejarlo, como sea, lo olvidaste...
—Pero yo no sabía, no pueden decir que olvidé algo que no sabía.
— La ignorancia no es excusa — dijo serio — Y bien ¿Qué hiciste entonces? ¿Le pediste disculpas? ¿Le dijiste que se lo compensarías con creces?
— ¿Por qué? — Oh preguntó a la defensiva— Yo no hice nada malo, no es mi culpa no estar enterado de esas cosas.
Hyunjae lo miro con reproche.
— Le dije que hoy podíamos hacer algo, pero que estaba cansado y quería dormir, así que le pedí que no hiciese un drama innecesario.
— Eres el primer novio con el que va en serio — Hyunjae suspiro — Tú sabes lo ilusionado que él está contigo, para él los pequeños detalles son importantes, aunque no le dieses un obsequio, si simplemente le hubieses dicho «Mi amor, gracias por estos cien días a tu lado» ten por seguro que Sunwoo se hubiese sentido feliz.
— Le dije que hoy podíamos hacer algo, pero él se puso a hacer berrinche — Replicó intentando sonar como si tuviese la razón, pero en el fondo, las palabras del novio de Juyeon le habían calado en lo profundo de su corazón.
— Se que sabes lo de su novia infiel, para el tu eres algo nuevo, algo que estaba buscando en ella, contigo quiere hacer todas las cosas que ve con Chanhee, pero no lo hizo con nadie mas porque no se llegó a interesar en alguien hasta el punto de ponerlo en práctica — le sonrió amable al platinado — Tal vez sientas que te duele la cabeza, pero lo que sientes no es migraña, es tu cerebro intentando comprender tu propia idiotez.
— ¿Me acabas de decir Idiota?
— En ningún momento dije que eras idiota —El alto aclaró mientras ponía mermelada sobre un pan tostado — Puede que lo piense, que lo haya insinuado y que sea verdad, pero yo nunca diría que eres un idiota — Le sonrió con inocencia.
— Ni siquiera sé por qué te cuento estás cosas, no estás ayudando en nada.
— Te di mi opinión — Le recordó sin dejar de degustar felizmente su desayuno — Pero como no te di la razón, has decidido tirarme a loco.
— Quizás no quería un consejo objetivo o imparcial — Murmuró enojado — Tal vez sólo quería que alguien se pusiese de mi lado.
¿Por qué nadie podía entender su punto de vista?
Changmin se levantó de la silla y se encaminó rumbo a la salida, topándose con el novio de Hyunjae.
— ¿Sucede algo? — Juyeon con preocupación al ver el rostro de la pequeña ardilla.
— Que soy un idiota — Mencionó con ironía mientras metía las manos dentro de los bolsillos — Aparentemente...
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«La palabra tácito es utilizada para definir algo que no se expresa pero que se sobreentiende. Se refiere a todo lo que está implícito, es decir, lo que se sabe y se percibe sin necesidad de nombrarlo.
«Si tuviese que expresar nuestro ''Eso-que-tú-y-yo-sentimos-el-uno-por-el-otro'' en una palabra, sin duda alguna, esa sería tácito.
«Nunca ha habido necesidad de gritarlo a los cuatros vientos; no tenemos que vestir esas ridículas ropas de pareja o hacer cosas tan obvias como caminar tomados de las manos. Simplemente, cuanto tú me ves, cuando yo te veo, ambos lo sabemos.
«Aunque estemos rodeados de personas, aunque te encuentres en el otro extremo de la habitación, con una simple mirada tuya adornando tu hermosa sonrisa, yo lo sé y cuando esos preciosos labios se curvan con mayor entusiasmo, yo sé que tú sabes que yo lo sé.
«Me haces sonreír estúpidamente, entonces siento que todo aquel que me ve se da cuenta. A veces siento que todo el mundo lo sabe, siento que existe un acuerdo silencioso entre nosotros, un pacto secreto donde el mundo entero finge ignorancia para dejarnos disfrutar a ti y a mí.
«Siempre me haces reír... Se supone que yo soy lo que muchas personas clasificarían como "Agorero aguafiestas" Pero ¿Cómo no reír si te la vives diciendo y haciendo tonterías?
«Amo tus estupideces.
«Amo ver la manera en que se arrugan tus ojos cuando ríes. Amo tu fea risa; tan fea, tan ruidosa, tan tuya.
«Amo el sabor de tu cuerpo bajo mi lengua... Me estoy muriendo por tener una probada más de tu deliciosa piel...»
Changmin soltó el lápiz en ese instante.
¿Qué cosas andaba escribiendo?
Bufo tirando el cuaderno de Yoshi al suelo. Seria la última vez que lo ayudaría a escribir un poema, por el que lo echen de ese estúpido club.
Gruño pensando de nuevo en su novio.
No era como que él y Sunwoo llevasen cien días peleados. Apenas eran las once de la mañana y ellos habían discutido en la madrugada de ese mismo día, no era para tanto. En serio no era para tanto, pero aun así, no podía ayudar a su amigo con su tarea porque sentía esa enorme necesidad de hablar con su novio.
No iba a disculparse, al menos no por lo de los cien días...Pero tal vez podía ofrecer disculpas por no haber reaccionado mejor.
Quizá debió decirle a Sunwoo con amabilidad que él no sabía sobre la fecha y que de haberlo hecho, sin duda alguna le hubiese preparado una sorpresa...Debió haber consolado a su capitán y con besos y caricias hacerle olvidar el mal rato que había pasado.
¡Pero no! Oh Kyu terminó perdiendo el temperamento.
Realmente tenía que hablar con Sunwoo, no quería que su discusión estúpida los siguiese torturando.
Como era Domingo, no había clases, así que no fue a buscarlo a la universidad.
Lo buscó en el departamento que compartía con Yoshi y Kevin le informo que no había rastro de el.
Changmin desesperado condujo hasta la casa Kim y nervioso toco la puerta, una hermosa mujer lo recibió y también le dijo lo mismo que Kevin, no sabía nada de Sunwoo.
Oh estaba tan preocupado que estaba a nada de incluso conducir hasta la casa de la abuela de su novio y de hecho estaba apuntó de hacerlo, hasta que recibió un mensaje de Yoshi.
Resulta ser que Sunwoo había salido con Ju Haknyeon.
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Changmin se recostó en uno de los sofás de la sala y decidió llamar a su novio por teléfono. Ya ni siquiera recordaba cuantas veces le había marcado en las ultimas horas. Al parecer, el menor seguía lo suficientemente molesto como para dignarse a responderle.
En eso, se escuchó el sonido que hacía la puerta principal cuando alguien la abría.
No era Sunwoo.
—Qué raro verte aquí a estar horas —Mencionó Younghoon mientras le sonreía a su mejor amigo — Y mucho más extraño verte solo.
— Alguien tiene que cuidar el departamento — suspiro.
— Ya en serio ¿Qué se supone que estás haciendo?
— Te haré un favor y te ahorraré esta conversación.
—¿Es sobre tú y Sunwoo? — Preguntó el Kim mas alto.
— Tuvimos una discusión.
—No me sorprende, el tiene un carácter de mierda — solto con obviedad — ¿Y por qué discutieron?
No podía creerse que iba a contar esto por segunda vez en el día. A él no le gustaba andar ventilando sus problemas, a este paso, iba a terminar dando una conferencia de prensa al respecto.
—¡Pero tú no sabías! — Mencionó Younghoon cuando Changmin terminó de hablar — Si tu no sabías ¿Cómo se te pudo olvidar? No es como que sea algo de lo que todo el mundo esté enterado.
—¡Eso es lo mismo que yo dije! — Oh se sentía feliz de que al fin alguien se pusiese de su lado.
— Deberían terminar, está claro que ustedes realmente no se comprenden. De puro coraje, deberías buscarte otro novio — dijo y Changmin por primera vez en el día sonrio — No es tu culpa cielo, pero tampoco es su culpa. Yo creo que Sunwoo más que estar molesto contigo, debió sentirse desilusionado y cuando vio la poca importancia que le diste, terminó molestándose. Entiendo que para nosotros no sea algo importante, pero tú mejor que nadie deberías entender por qué para Sunwoo sí lo es. No creo poder decirte algo que realmente te ayude, tu mejor que nadie sabe como estoy en esta mierda del romance, pero te daré un consejo, que por cierto tu papá Lulu me dio: "Jamás te vayas a dormir estando peleado con tu pareja, los problemas no se solucionan aplazándolos"
— Realmente desearía haber resuelto esto cuando sucedió, tienes razón, no debí dejar a Sunwoo solo en su habitación — Guardó silencio un rato — ¿Le puedo decir que tu me diste consejos para recuperarlo?
— Le dices algo y juro que dejo de ser tu amigo — amenazo.
Changmin río y tomo el rostro del alto y le dio como cinco besos diciéndole cuanto lo ama, mientras que Younghoon se quejaba riendo.
Choi se lamento tener que precensiar esa escena justo cuando iba bajando las escaleras.
El día pasó con lentitud, pero Kim seguía sin atender su móvil. El bailarín incluso le mandó mensajes diciéndole que lo extrañaba y que necesitaban hablar, pero no recibió respuesta de regreso. Tal vez Sunwoo estaba más molesto de lo que él había pensado en un inicio.
Conformé las horas pasaron, comenzó a preocuparse.
¿Qué tal que le había sucedido algo a su novio?
Quizás, esa era la razón por la cual Sunwoo no le había regresado las llamadas.
Aunque si eso hubiera sucedido, Haknyeon habría avisado, ya que recordó que esos dos estaban juntos.
Estaba en la cocina intentando beber un vaso de leche, no era como que tuviese hambre, aunque realmente apenas si había probado bocado en todo el día. Su ansiedad estaba aumentando, seguía sin tener noticias de su mocoso.
Ahora se daba cuenta de la importancia de ese arrogante capitán en su vida. Realmente esperaba que todo estuviese bien, él no podría soportar si le pasase algo a su chico.
¿Por qué todavía no volvía a casa?
Escuchó pasos y el sonido lejano de voces...
— Sigo pensando que el otro equipo era mejor — dijo Sunwoo lleno de diversión — Y tu acento en inglés es un asco Hakkie — rio.
— ¿Qué dices? — el bajo moreno replicó al instante — Si no fuese por mi apariencia coreana, cualquiera que me escuchase habría pensado que yo era un mafioso italiano que andaba spikineando in inglishhh.
Sunwoo río aun mas fuerte, con el moreno estando casi pegado a el.
Changmin observó a sus dos compañeros de equipo perderse por el pasillo que daba a las habitaciones.
Se mordió los labios y se sintió la persona más idiota en todo el universo.
¿Por qué sus ojos se habían puesto llorosos?
Estaba tan ofendido. Todo el estúpido día quiso hablar con su novio, toda la estúpida tarde le marcó por teléfono y toda la estúpida noche estuvo lleno de angustia pensando que algo le pudo haber pasado a Sunwoo.
Se sintió tan idiota... Él había estado angustiado porque había peleado con su novio, pero Sunwoo había pasado un día de lo más lindo y divertido.
Que decepcionante era saber que esa pelea no les había afectado de la misma manera, él realmente era un idiota.
Se dirigió a uno de los baños y se echó un poco de agua a la cara, respiró repetidas veces a profundidad e intentó tranquilizarse.
Tenias ganas de tomar su llave e ir a las carreras. Realmente necesitaba correr, que la brisa fuerte debido a la velocidad golpee su cara. Subirse a la moto e ir hasta donde su motocicleta aguante.
Pero ni siquiera tenia moto y era por la culpa de Kim Songjin.
¡Malditos Kim!
Cuando sintió que su apariencia estaba decente, se encaminó a su habitación y se adentró en ella.
— Oh — llamo Sunwoo mientras se levantaba de la cama del aguatero — Olvidé mi celular, acabo de ver todas las llamadas y los mensajes que me enviaste.
—Sí bueno, ya no importa —Mencionó con indiferencia, ignorando a Sunwoo que parecía querer tomarlo de la cintura.
— Escribiste que me extrañabas, yo no tenía mi celular, por eso no me di cuenta, no es como que no quisiese responderte, simplemente no sabía que me habías marcado.
— ¿Y? — Preguntó desafiante— ¿Acaso no puedo molestarme contigo por algo que tú no sabías?
— Por favor, no hay que seguir discutiendo.
—Para ti es fácil decirlo, tú no estuviste todo el estúpido día con la incertidumbre de si tu novio estaba tan molesto que por eso no atendía tus llamadas, ni pasaste horas con el temor de que le hubiese pasado algo.
— Mi día tampoco fue fácil — bufo — también te extrañe y quería que aclarásemos las cosas...Amor, también sentí miedo de que estuvieses tan molesto conmigo que ya no quisieses ser mi novio.
— Eres mi novio Sunwoo y te amo, pero en estos momentos me siento muy molesto contigo, me hiciste pasar un día de mierda... No quiero gritarte ni que me grites, pero no puedo abrazarte y besarte como si nada hubiese sucedido, tenemos que hablar, ambos lo sabemos, pero en estos instantes no me siento con ánimos de hacerlo ¿Puedes por favor dejarme solo y permitirme aclarar mis pensamientos?
—Estás siendo injusto — Murmuró Kim con las cejas juntas.
"Ahora ya sabes lo que se siente" Quiso responder Changmin, pero obviamente no lo dijo. No seria un inmaduro como Sunwoo.
Sunwoo solo lo miro por algunos segundos para después asentir y salir de la habitación de sus Hyungs.
Changmin se revolvió el cabello frustrado.
¡Debieron cogerse mas y amarse menos!
Jsjsjs hoy toco Martes con M de MoonNori.
Realmente actualizó mejor cuando me dispongo una fecha, en este caso día.
Alto drama se mandan los SunKyu.
En fin...
Espero actualizar la reconciliación algún sábado o un martes.
Muchas gracias por el apoyo a este fanfic y nos seguiremos leyendo♡♡♡♡
25 de octubre del 2022
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