023
Changmin veía a su novio tan emocionado que él también lo estaba. Mientras iban en el auto del aguatero, Sunwoo se la pasaba contando una que otra anécdota cuando pasaban frente a ciertos lugares.
— Una vez casi me muero en ese árbol — Mencionó Kim cuando pasaron junto a lo que parecía un parque.
— Claro que casi te mueres — respondió con obviedad — Tu eres un mapache, no un mono.
— Imbécil — bufo mirándolo mal — Es que una vez tenía una moneda, pero no sabía en qué usarla. Entonces vi ese árbol y parecía divertido subirse en él.
— A mí nunca me dieron permiso para subirme a los árboles.
— Qué infancia más aburrida — Se burló Kim mientras entrelazaba mejor sus dedos sobre sus muslos con el conductor — Como sea... Ahí estaba yo, con un enorme dilema: quería subir al árbol pero no tenía bolsillos para guardar mi moneda y si la dejaba en el suelo podía llegar alguien y robármela.
— La gran fortuna de los Kim — se burlo, desviando solo un poco la cabeza para mirar a su novio.
— Era pequeño y a mí me enseñaron a cuidar mis cosas.
— ¿Sí? A ver — mencionó Changmin con voz fanfarrona — enséñame la pantalla de tu celular.
— Ya no te voy a contar nada — soltó la mano de Changmin, haciendo al mayor reír.
— Lo siento amor — dijo aún divertido y llevo la mano de Sunwoo para besar su palma y después volver a entrelazar sus dedos.
— Resulta que no sabía dónde poner mi moneda — retomó su historia con gran entusiasmo — Pensé en guardarla en mi zapato, pero quería colgarme de cabeza del árbol así que se me podía caer.
— Mmm...— murmuró alzando ambas cejas.
— Así que pensé que lo más inteligente sería guardarla dentro de mi boca — Se encogió de hombros — En ese momento parecía una buena idea. Jamás se me ocurrió que cuando estuviese colgando del árbol de cabeza, la moneda por la gravedad iba a bajar hasta mi garganta.
— Eso fue muy tonto e irresponsable —concluyó volteando a mirar a su novio, ya sin ningún rastro de diversión — Te pudiste haber ahogado o algo...
— Pero sobreviví —Se jactó— ¡Oh! Mira, ahí es mi casa.
Changmin reconoció la casa Kim y estacionó su auto frente a el.
Bajaron de la mano y Sunwoo rápidamente se adentro a la casa.
Changmin se paso burlándose de las fotografías de su novio que colgaban en las distintas paredes de la casa. Sin embargo, a pesar de que decía que el Mocosito dientón se veía feísimo, lo cierto era que eventualmente ( y mentalmente) admitía que le parecía completamente adorable.
Con cada fotografía, Oh escuchaba la Wonnu-aventuras que este contaba.
— ¿Sunwoo? — preguntó la Kim menor adentrándose a la sala — ¿Que haces aqui?
— Kim Songjin, no seas grosera — regaño su hermano — Se saluda.
La pelinegra se sintió avergonzada y rápidamente hizo muchas reverencias en modo de disculpas.
— ¿Recuerdas a Oh Changmin? — interrogó y la menor asintió.
— Tu amigo...
— Bueno...ahora es mi novio.
La Kim agrandó los ojos y miro sorprendido a su hermano y luego al bonito peliblanco.
— ¿Donde ibas? — preguntó su hermano con un tono de voz mas serio.
— B-bueno, mamá no esta y olvide perdirle permiso para...
— ¿Pensabas salir?
— Solo en lo de una amiga.
Changmin fruncio el seño al sentir una especie de deja vu.
— No puedes.
— Pero Sunwoo...
— Dije que no — finalizó con voz firme y Changmin se dio cuenta que la Kim tenía demasiada ganas de gritar, pero no dijo nada, asintió obediente y giro para volver a lo que el supuso, su habitación.
— ¿Ella sabía que ibas a venir? — preguntó Changmin, sospechando lo que hacían con ella.
— ¿Songjin?
El peliblanco negó con la cabeza y Sunwoo junto las cejas confundido.
— ¿Amor, que ocurre?
— Siempre te pasas hablando de confianza y esa mierda y que tal si empiezas por casa...
— Oh...
— No voy hacer parte de esto — bufo y giro con intenciones de irse, pero Kim lo detuvo.
— ¿Bebé?
— No le avisaste que ibas a venir, porque querías ver que hacía cuando ustedes no están.
— Claro que no...
— ¡Por supuesto que si! — grito enojado.
— ¿Porque te importa tanto?
Changmin se relamio los labios y lo miro con tristeza.
— ¿Tu sabes que soy hijo único, verdad? — preguntó y Sunwoo lo miro aún mas confundido — Siempre tuve la presión de ser el hijo perfecto, mis padres jamás quisieron volver a adoptar a otro niño, pero siempre quise tener un hermano, alguien en quién confiar...
— Oh..
— Lo que le están haciendo a tu hermana no esta bien — nego — La estas sobre protegiendo y eso podría causar que ella de todos modos haga las cosas que ustedes le quieren evitar, pero va a ser peor porque lo va a hacer a sus espaldas.
— ¿Porque estas haciendo esto?
— Estoy haciendo lo que desearía que le hubieran dicho a mis padres...
— Amor...— hablo Sunwoo y se acerco a el.
— Date cuenta antes que ella llegue a la etapa de mentirles veinticuatro horas al día y los siete días de la semana y que ya no se sienta cómoda hablando contigo — Tomo ambas manos de su novio y lo miro directo a los ojos — Confianza no es que ella te de sin discutir sus contraseñas o que les de la libertad de revisar sus chat o dejarse controlar por un hermano sobre protector. Confianza es acostarte en paz, saber donde estará ella, porque ella confió en ti y te dijo el lugar y tu sabrás que ella jamás hará nada malo porque ustedes les inculcaron buenos valores.
Sunwoo pestañeo, ya que jamás lo había de ese modo.
Songjin estaba mas que furiosa, se encontraba refunfuñando en su cama, escribiendo a su amiga lo que había pasado minutos antes.
Fruncio el seño al oír su puerta siendo tocada, ya sabiendo que era su hermano, lo dejo pasar.
— Vamos a salir con Changmin... — anuncio adentrándose a la habitación.
— Si, ahora me pongo algún suéter y...
— No, tu no — interrumpió y su hermana lo miro confundida.
— ¿Mamá ya esta por llegar?
Sunwoo negó y fue a sentarse en el borde de la cama.
— No...te quedaras sola.
Songjin no pudo evitar su expresión de sorpresa.
— O si aún quieres ir a lo de tu amiga, ve o dile que venga...
— ¿Sunwoo?
— Quiero ser el "Dios, esto tengo que contarle a mi hermano" y no "Dios, ojala mi hermano nunca se entere" — trago grueso — Se que mis actitudes también son consecuencias de las tuyas...
— Sunwoo...
— Confió en ti, mierda, los dos los hacemos...tanto mamá como yo — sonrió — Solo que es difícil asimilar que ya tienes diecisiete años y no siete — Su hermana sonrió con tristeza — Mamá ya vivió sus diecisiete, al igual que yo lo hice, ahora ve hacerlo tu, tonta...
Songjin sonrió, no sabiendo que mierda estaba pasando, pero fue a abrazar su hermano agradecido.
Tenía la obvia sospecha que su bonito novio tuvo algo (mucho) que ver.
— ¿Que le diremos a mamá?
— La verdad — se encogió de hombros — Que te fuiste a la casa de una amiga y que volveras antes que oscurezcan.
— ¿Puede ser después que oscurezca?
— No.
— Bien — suspiro y se paro de la cama — ¿Y quince minutos después que oscurezca?
— ¿Quieres que sean media hora antes que oscurezca?
Songjin negó asustada y salió casi corriendo de la habitación antes que su hermano se arrepintiera.
Sunwoo volvió a la sala y encontró a su novio hablando por teléfono. Se dio cuenta que Changmin siempre estaba atendiendo llamadas.
— Sunwoo llegó, nos vemos dentro de media hora...— hablo Changmin al móvil — ¡Por supuesto que no! — bufo y sin despedirse corto — Solo era Yoshi...— explicó al moreno, sin importar que Sunwoo no le había preguntado.
— ¿Se ven dentro de media hora?
— Lo siento — hizo una mueca y guardó su teléfono — Pero iré ahora...
Sunwoo bajo la cabeza triste. Siempre sentia a su novio ausente en la relación.
— ¿Quieres que te lleve al departamento?
Sunwoo negó y Changmin percibió la aflicción en el cuerpo de su pareja, pero lo sentía por él, Oh Kyu siempre estará primero.
— ¿Nos vemos en la noche?
— No, dormire aquí.
Changmin resoplo, porque no quería salir de esa casa estando en esos términos con Sunwoo.
El peliblanco se acerco al moreno para dejarle un beso, pero este esquivo el rostro. Eso molesto muchísimo al mayor y tratando de buscar la mirada de su novio, quién aún no tenía intenciones de mirarlo, solo giro los ojos y volteo para ir rumbo a la salida con un «Jodete» en su mente.
.. .. .. Aʳʳᵒᵇᵃ ((🍓🍫)) ೃ
— Me pareció muy bien lo que hiciste con la hermanita de Sunwoo — hablo Yoshi segundos después de oír lo narrado por su mejor amigo.
— Supongo...— dijo este aun molesto, tirando su lata de cerveza al cesto de basura a unos metros de el.
Ambos se encontraban en las carreras, ya había oscurecido y Oh esperaba ansiosamente encontrarse con Songjin.
— ¿Y que hiciste cuando se fue?
Changmin junto las cejas y observó al japonés.
— ¿Eh?
— Bueno, lograste sacarla de su casa... ¿Que pudiste recolectar? ¿Entraste a su habitación cuando Sunwoo se distrajo o...?
Changmin tiño sus mejillas en rojo. Ni siquiera se le había ocurrido eso, el simplemente fue sincero. Hizo lo que deseaba que hicieran por el en sus tiempos.
Yoshi sonrió al no tener respuesta del pelinegro.
— Min...
— Por favor, no quiero hablar — suspiro y se tapó el rostro.
— De hecho has estado de muy malhumor desde que llegaste — destaco el pelinaranja — ¿Peleaste con Kim?
— Odio el drama maldita sea — bufo — Esas peleas de pareja de mierda...¡argh!
— Así que pelearon.
— Esta siendo irracional, parece que se molesto porque le dije que iba a salir.
— Bueno...— murmuro cuidadosamente — La dimensión de tu drama es proporcional al tamaño de tu ego.
— Pues es el ego de Sunwoo coge todo el planeta...pues así es la dimensión de su drama.
— Min...
Kyu estaba por volver a descargar su ira, hasta que algo irreal había pasado.
Su crush, su precioso y perfecto crush estaba pasando frente a el y no solo eso ¡Lo sonrio!
Aunque fue menos de dos segundos, ya que después el hombre siguió de largo, pero fueron los dos segundos mas emocionates de su vida.
— D-dime que viste lo mismo que yo...
Yoshi río y asintió.
— Joder, me sonrió.
— Sunwoo siempre te sonríe y de hecho, también sonríe con solo verte.
— ¿Que?
— Amo a Kevin, así que te daré este consejo únicamente por el, a mi me vale si a Sunwoo le vuelven a ser infiel, pero tu eres mi amigo y tu novio es el mejor amigo de mi futuro novio.
Changmin arqueo la ceja, no entendiendo a donde quiere llegar el pelinaranja.
— ¿Que te ha dado Kyu, Min? — preguntó retórico — Drogas, bebidas, dinero, carrera, sexo, golpes, peleas...
— ¿Yoshi, que...?
— ¿Y que te ha dado Sunwoo? — preguntó serio — La verdad es todo más sencillo que explicaciones largas metáforas rebuscadas vueltas y vueltas — Yoshi arqueo la ceja cuando vio el alboroto que se estaba formando hacia una esquina y podría jurar que se trataba de una mini Sunwoo que recién había llegado — Kim te dio sonrisas, besos, cariño, confianza. Se que Sunwoo te hace sentir que no habías conocido nada y que la primera vez no siempre es la primera.
Changmin también poso su mirada en el barullo y comprobó que ya había aparecido la persona que tanto había buscado.
Ya eran casi las diez de la noche, no tenía idea de como Songjin lograba escaparse de su casa.
— Puedes ir con tu crush, incluso puede que llegues a la meta que tanto deseas o puedes ir a enfrentarte a esa pelirroja, pero yo te recomendaría que hicieras lo que realmente quieres hacer, lo que te niegas a aceptar.
— No se de que me estas hablando...
— Sunwoo esta en nuestro departamento, Kevin me lo dijo, ya que como salí contigo, llamo a su amigo.
— ¿Sunwoo esta en casa? — desvío su mirada rápidamente al japonés al oír el nombre de su chico.
— Esta en casa — confirmó asintiendo.
"Esta en casa sin imaginarse que le serás infiel" pensó Yoshi, sintiendo un poco de lástima por el capitán.
— Haz lo que te haga feliz esta noche amigo.
Sunwoo estaba dormido, hasta que sintió a una persona acostándose tras el, por instinto iba a girar y alguien detuvo rápidamente su codo.
El moreno pestañeo y sin importar que la oscuridad era total, sabía que se trataba de su novio.
El futbolista tenia demasiado sueño, pero no al grado de dejarse abrasar siendo que estaba muy enojado con Changmin.
— Lo siento...— hablo Changmin, llevando su mano a la cintura del alto para abrazarlo y apoyo su cabeza en la espalda de este.
Sunwoo solo se quedó en silencio.
— Te prometo que ya no habrá llamadas, ni tampoco salidas nocturnas y volver de madrugada...
— No es eso lo que quiero — repentinamente hablo Sunwoo y se atrevió a girar — No pienses que quiero controlarte...
— Se que no quieres controlarme...— trago grueso — Pero esas cosas ya no me hacen feliz.
Changmin llevo una mano a la oreja de Sunwoo y cerro sus ojos con fuerza.
— ¿Que te hace feliz?
— Ya te lo dije, cosas simples — sonrió sin ganas — Como estar con el chico que quiero, abrazados en medio de la noche, platicando sobre las cosas que me hacen feliz.
Empezó a acariciar la oreja del menor.
— Empezemos de cero — propuso Oh — Con más calma, con más afectos, sin depender de nadie. Creeré más en ti, valoraré más de tu compañía. S-solo te pido...
Sunwoo finalmente se atrevió a tocarlo, llevando un mechón blanco mojado, lejos de sus ojos.
— Tenme paciencia, aprenderé a como cuidarte, cómo quererte, cómo hacerte feliz, solo tenme paciencia — le beso dulcemente la nariz — nunca había tenido un amor tan valioso como el tuyo.
Esas palabras fueron algo raro de pronunciar hasta para él mismo. No obstante, existen personas por las que uno intenta ser alguien mejor de lo que en realidad es. Tal vez, Kim Sunwoo era esa persona en la vida de Oh Changmin, por eso el bajo se sentía agradecido de poder, en ese momento, mediante sus caricias demostrarle al menor todo lo que sentía por él.
Ambos unieron lentamente sus labios.
Esos besos a Changmin le recordaron un poco al primero que habían compartido, pues era uno que demostraba lo que sentían. Era uno de esos instantes que no son generados por el calor del momento; uno cuando la pasión es más que algo ardiente que te hace actuar sin pensar y con rapidez, sino que ofrece calidez, confort y un lugar al que sientes que perteneces, así que puedes tomarte tu tiempo para recorrer, palpar, acariciar y conocer.
Sunwoo retira las manos del cuello del mayor, las lleva hasta la camisa de Oh quien siente esas manos desabrochando los botones hasta que los tibios dedos ajenos terminan por deslizarla haciéndola caer al suelo. A diferencia suya, el futbolista vestía una playera holgada, la cual le ayuda a sacarse para después lanzarla por ahí.
Antes de volver a besarle, Changmin lo observa unos momentos. Se preguntó cuando fue que ese arrogante capitán se volvió alguien tan importante en su vida; esa que hace que su corazón se acelere tanto que podría usarlo de musa para componer canciones tan cursis que seguramente se avergonzaría de cantar a alguien más que no fuese a él.
Ve de nuevo esos labios. En esos momentos dichos labios no tienen ni siquiera un poco de brillo o bálsamo encima y aparte estaban a oscuras. Quizás lucen tan deliciosos por la sensación que ellos siempre desprenden. A Changmin le fascina tener su aliento mezclado con el del menor, sentir contra su pecho los rápidos latidos del corazón ajeno, las pequeñas caricias que le ofrecen las manos del futbolista sobre su espalda, ambos brindándose calidez mutuamente en esa habitación donde solo están ellos, simplemente él y su ''Tú yo...cosos"
El peliblanco empieza a dejar besos en el rostro del futbolista. Besa su mejilla con lentitud, sintiendo al menor temblar un poco. Besa su cuello, haciéndolo suspirar. Desliza su lengua por el hombro de Sunwoo y un jadeo se hace presente.
Los brazos de Kim rodean la cintura de su novio haciendo que la distancia entre sus cuerpos sea casi inexistente. En cambio, los brazos del mayor rodean su cuello.
Changmin delinea lentamente los labios ajenos antes de dejar en ellos un pequeño mordisco y adentrarse en el interior de los mismos hasta encontrarse muy gustosamente con aquella lengua que tanto le fascina; esa que cada vez que siente sobre su piel causa estragos en la misma.
Debido a que apenas pueden verse, Sunwoo hizo un mal movimiento y termino lastimando al bajo, solo haciéndolo reír.
El mayor se sienta en el borde de la misma todavía luciendo una estúpida sonrisa en su rostro; pasa lentamente sus manos sobre el torso del capitán quien se encuentra frente a él, ahora de rodillas.
Sunwoo puede sentir los labios de su novio contra su abdomen, rozándolo el área con parsimonia, dejando un pequeño rastro de humedad tras ellos.
Las manos del bailarín están sobre su cintura. Oh ha dejado de besarle, parece muy concentrado con los cordones del pantalón pijama del moreno. Eventualmente, el alto es consciente de dicha prenda deslizándose a lo largo de sus piernas para finalmente chocar contra sus pies, haciendo un ruido casi inexistente al llegar a dicho lugar.
Ayuda a su novio a deshacerse del pantalón corto que vestía esa noche. Pasa sus manos suavemente por los tobillos del bailarín. Besa delicadamente las pantorrillas, besa esos muslos que tanto le gustan y por si fuera poco, escucha esos jadeos que tanto le fascinan mientras siente unas cuantas caricias sobre su cuello.
Antes de incorporarse detiene su vista en la ropa interior del platinado, se nota que está un poco humedecido. Le resulta reconfortante saber que su novio está comenzando a excitarse tanto como el mismo.
Ambos vuelven a besarse, sus piernas se entrelazan hasta que, sin darse cuenta, básicamente Sunwoo está sobre el mayor.
Comienza a depositar húmedos besos en la clavícula del bajo, viajando rumbo a su cuello, quedándose un rato en esa zona que tanto le gusta lamer y besar. Sus labios continúan deslizándose lentamente; llegan a su pecho brindando caricias sobre la piel ajena, dejando pequeños rastros de saliva y de humedad hasta que dichos labios se detienen sobre uno de los pezones para empezar a lamer y después ligeramente succionar mientras siente los dedos de su pareja estrujarle el cabello en respuesta al placer recibido.
Las manos del aguatero, en algún momento, abandonan el cabello negro y comienzan a descender; se detienen en la parte posterior del cuello del alto, dejando ahí tiernas caricias.
El futbolista continúa sus atenciones hacia su novio llevando sus labios por el abdomen de este, escuchando a su Hyung emitir algunos gemidos mientras su cuerpo se estremece ligeramente.
Con sus manos acaricia de nuevo los muslos del mayor. Se incorpora un poco para así poder despojarse de su ropa interior. Después, ayuda a su pequeña ardilla a hacer lo mismo con la suya, quedando así completamente desnudos.
Changmin estira sus brazos para atraer al capitán hacia su cuerpo y volver a sentir su calidez. Juntan sus frentes, aspirando sus aromas.
Kim lo besa, deslizando su lengua por el interior de esa cálida y húmeda boca.
Rompen el contacto. Intercambian miradas; sus ojos están llenos de tanto cariño que sienten que este se desbordaran hasta llegar a los dos y se inundarán por completo.
Sunwoo toca el rostro de Changmin, lo acaricia pausadamente. Quiere tocarlo hasta que sus largos dedos memoricen todos sus contornos, incluso esas pequeñas arrugas que se están formado alrededor de los ojos ajenos debido a que el idiota chillon está sonriendo.
Las manos del mayor recorren lentamente los brazos de su novio, sus ojos encontrándose en todo momento. Changmin alguna vez escuchó la frase''Hacer el amor con la mirada'' y vaya que pensó que era una cursilería, toda una idiotez, pero por alguna razón no puede dejar de pensar en ello mientras se refleja en esos ojos que ofrecen una sensación cálida que se guarda en su pecho.
Se observaron varios segundos, llenos de complicidad y de anhelo. El menor rozó su nariz con la ajena antes de besarle con suavidad para después abandonar sus labios y perderse en el resto del cuerpo del aguatero; su frente, su mejilla, su cuello, su pecho.
Los dos soltaron un gemido al sentir la hombría de su novio chocar ligeramente contra la propia.
Sunwoo se posicionó en medio de las piernas del bajo mientras sus manos se deslizaban habilidosamente sobre sus muslos hasta descender a las rodillas del bailarín; dejando caricias en la parte trasera de estas porque sabía que a Changmin le gustaba cuando lo acariciaba en aquella zona. Con su vista comenzó a buscar aquel tubo de lubricante que recordaba haber dejado sobre la mesita de luz a un lado de la cama. No demoró mucho en encontrarla, estiró una de sus manos hasta alcanzarlo.
Dirigió una de sus manos a la retaguardia del mayor, comenzando a dejar algunas caricias en dicha área todavía sin acercarse a su entrada. Tomó una almohada y su novio, entendiendo lo que eso significaba, levantó un poco su cadera para que la almohada quedase debajo de ella.
— Oh — llamo con tono agitado — ¿Los preservativos? ¿Dónde los tienes?
— No — Negó con la cabeza — Hazme un bebé.
Sunwoo río y bajo a morder su mentón.
— ¿Tanto quieres retenerme?
Changmin también río y llevo sus labios a la carnosa boca del moreno. Sunwoo simplemente curva sus labios en una sonrisa en medio del beso, porque no importa el momento, su novio siempre encuentra una tontería para decir.
Kim colocó sobre sus dedos una muy generosa cantidad de lubricante, acariciando lentamente la entrada del platinado con tanta parsimonia que podía escuchar a su novio casi jadear y con su otra mano apretó un poco uno de los muslos de Changmin porque realmente esos muslos le fascinaban demasiado. Después, deslizó lentamente el primer dedo en el interior de su novio quien se removió un poco debido a la intromisión. Espero unos segundos antes de comenzar a moverlo y cuando finalmente lo hizo, ocasionó que Oh gimiese mientras arqueaba la espalda.
— Sunwoo...
El alto movía su dedo con delicadeza al mismo tiempo que observaba a su pareja enredar las manos en la sábana y lo escuchaba suspirar fuertemente.
Al cabo de un rato, introdujo el segundo. Lo juntaba y separaba del primero, girándolos un poco, haciendo ademán de sacarlos, pero sin llegar a hacerlo para después darles más profundidad, alternando sus movimientos y repitiéndolos cada cierto tiempo hasta que los jadeos del mayor se hicieron bastante sonoros e incluso el mismo Changmin se empujaba para un mayor contacto.
Sunwoo sabía que estaba creando un sentido de urgencia en su aguatero. No lo iba negar, le encantaba verle así. Entonces, llevó un tercero para brindarle apoyo a los otros dos. Pensó en si a su novio le gustaba lo que él estaba haciéndole; una vez Oh le comento que le encantaban sus manos así que Sunwoo esperaba estar haciendo un buen uso de ellas.
Su pequeña ardilla había jadeado varias veces su nombre, en la última ocasión hubo un deje de súplica que le hizo saber a Sunwoo que había llegado el momento.
Se colocó sobre su propio miembro una generosa cantidad de lubricante y se masturbó por un momento mientras esparcía el mismo a lo largo de su pene, realmente no quería dañar a su bebé cuando entrase en él.
— Oh...
Sujeta con firmeza su hombría que pulsa denotando cuan ansioso se siente y la alinea contra la entrada del mayor. Comienza a adentrarse en su interior con lentitud y delicadeza.
— Mghm...
Kim toma con una de sus manos el eje del bajo. Comienza a palparlo, estrujarlo, lo siente crecer y endurecerse por completo. Paralelamente continúa adentrándose poco a poco en el cuerpo ajeno. Changmin se muerde los labios como si intentase ocultar la incomodidad que estaba sintiendo, así que Sunwoo vuelve a pasar su lengua por el largo cuello ajeno; dejando reconfortantes caricias en él, subió por su mentón, rozó sus labios, sólo un momento antes de romper el silencio que únicamente se interrumpía por el ruido que creaban sus besos y la fricción de sus cuerpos.
— Changmin — llamo por su nombre, mientras juntaba sus narices — Yo también, mi amor.
— Me quieres — menciono, ya sabiendo a que se refería el pelinegro.
Entonces, Kim dejó un beso en el lóbulo de la oreja de su Hyung y le murmuró un ''Te amo'' mientras una de sus manos buscaba la ajena, para al encontrarla, entrelazar sus dedos.
Changmin tiro la cabeza para atrás. Teniendo sensaciones encontradas. No era la primera vez que le decían que lo amaba, pero parecía nada compararse al "Te amo" que había confesado su novio.
— ¡Sunwoo!
Continúa avanzando. Sentirse completamente dentro de Changmin es tan deleitable que quisiese moverse con fuerza, dejarse llevar, concentrándose exclusivamente en su propio placer. Sin embargo, los únicos movimientos que realiza son los de sus labios contra la piel ajena.
Cuando Kim escucha a su novio decirle que puede continuar, empieza a marcar un ritmo que se caracteriza por embestidas llenas de suavidad. Inicia lento porque sentir las manos del bailarín aferrarse a sus hombros con fuerza mientras comienzan a salir suspiros por su boca es una sensación tan jodidamente reconfortante y deliciosa que, en definitiva, no quiere que se termine. Así que sí, Sunwoo prefiere seguir un ritmo pausado que le permita alargar lo más posible ese bello momento.
El chico debajo de él comienza a gemir de manera entrecortada, su cuerpo tiembla de forma ligera y sus manos se mueven erráticamente descendiendo por la espalda del moreno.
En realidad todo eso para el menor es una experiencia nueva también: estar durante la intimidad dándole caricias tan cariñosas a alguien en lugar de unas completamente lujuriosas mezcladas con un deje de brusquedad. Sucede que antes jamás había albergado sentimientos así de inmensos; sentimientos que ocasionan no se arrepienta de nada de lo que hace en ese momento.
¿Desde cuándo se ha vuelto tan cursi?
Sin dudas, su pequeña ardilla es el culpable de todo ello.
"Su Changmin. Suyo''
Suyo en el sentido de pertenencia; saber que Oh le ha regalado con su compañía y afectó un lugar donde se siente seguro y esperar que dicha sensación sea recíproca. Es un compromiso entre ambos, una promesa tácita siempre presente en sus miradas.
Cuando el cálido aliento a berrys de Changmin golpea su piel y le susurra que lo quiere, que lo desea, el futbolista experimenta escalofríos de placer.
Continúa entrando y saliendo del cuerpo de su novio, con profundidad. Se separa un poco, lo suficiente para con mayor facilidad poder brindarle atención al miembro de Oh. Al posar la yema de su dedo pulgar sobre la punta, siente varias gotas de líquido preseminal; ya había sentido algunas contra su abdomen hacía unos instantes. Envuelve la longitud con sus dedos comenzando a bombear casi al ritmo en que brinda sus embestidas. Su mano se desliza con firmeza y sin titubear mientras observa la expresión de su novio; tiene con su carita completamente ruborizada.
— Tan hermoso — admite el menor en medio de un jadeo.
Abandona el pene de Changmin, meramente para poder besarlo de nuevo y volver a esas embestidas un poco más profundas. La fricción alrededor de su hombría y la manera en la que el interior del aguatero estrujaba su longitud, era tan indescriptible.
Su novio también movía su cadera, se empujaba a sí mismo, buscando todo lo que Sunwoo pudiese darle. Así que decidió adentrarse en él usando mayor fuerza hasta que sintió a su pareja contener la respiración y jadear de una manera completamente diferente a las anteriores. Entonces, Kim lo entendió: era ahí. Acababa de encontrar ese punto en que debía concentrarse y no abandonar porque ahí era donde le gustaba a su bebé. Sunwoo amaba esa forma en la que gemía y se retorcía debajo de él.
— Mierda...¡Joder, Sunwoo!
Escuchaba sus propios gemidos mezclarse con los del bailarín; unos eran un poco más roncos y los otros eran solo gruñidos. En algún punto, colocó sus manos sobre la cadera ajena. Podía sentir la hombría del mayor chocar contra su torso y de repente sintió la esencia de Changmin derramarse contra este, dejándolo un poco pegajoso y caliente, haciendo que su propio pene todavía en el interior de Oh se sintiese completamente aprisionado.
Cuando las paredes del bajo se contrajeron con fuerza extasiando completamente al capitán haciéndole casi gruñir mientras daba sus últimas estocadas, antes de alcanzar su propio orgasmo y correrse dentro del aguatero, fue un instante perfecto; uno donde todo se siente tan intenso, uno con aquel hormigueo por todo su cuerpo culminando en su vientre, con esa sensación reconfortante en su pecho, con esas temblorosas manos que le hacen sentir querido. Sí, en definitiva, todo es tan perfecto, tan apoteósico, tan todo.
— Mierda, Changmin...
Se dejó caer sobre el cuerpo de su novio quien no dudó en abrazarle. Se quedan unos momentos así, simplemente escuchando los todavía agitados latidos de sus corazones.
Sunwoo sintió un beso sobre su cabello, así que levantó un poco su rostro para dejar uno sobre la frente ajena también.
Kim se incorporó lentamente saliendo del interior de su novio, se giró un poco, para recostarse junto a Changmin quien rápidamente se acurrucó a su lado.
— Sunwoo... — llamo mientras acariciaba la mejilla del moreno con su nariz — Yo también te amo.
— Lo se.
— No pude — titubeó un poco luciendo avergonzado — Cuando me lo dijiste yo no te respondí. Quería hacerlo, en verdad lo intente, pero eran tantas sensaciones al mismo tiempo y...
— No importa — admitió con voz amable — Ya lo sabía, te dije que soy completamente irresistible ¿Como no amarme?
Changmin giro los ojos y mordió al arrogante de su novio.
— Tu, yo...cosos — murmura el menor, cerrando sus ojos.
—Sí, Wonnu. Tú, yo...cosos — menciona divertido Oh, porque le daba un poco de gracia que todavía siguiesen diciendo esa tontería y peor aún, que a él le gustase decirla.
Ambos se acomodaron para dormir, con Changmin pegando su espalda al pecho del alto, mientras este lo abrazaba enterrando su nariz en su cuello.
Changmin se acomodo y cerro los ojos.
Definitivamente había hecho la elección correcta. Oh Kyu nunca podrá conseguir lo que Sunwoo le estaba ofreciendo.
25 de octubre del 2022
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