El aire removía sus cabellos, Paimon comía con prisa, como si a la comida le pudieran salir pies e irse de ahí, Lumine no hacía más que verla con pereza, ya ni se sorprendía de la cantidad inhumana de alimentos que consumía su compañera.

Su cuerpo se tensó al sentirse observada, cerró sus ojos concentrándose para saber si quien la observaba era amigo o enemigo, cuando reconoció quién era relajó su postura, aunque frunció el ceño con extrañez.

—Paimon, ¿podrías adelantarte a Liyue y esperarme con Xianling?

—¡Eh! ¿Pero por qué? —cuestiona deteniendo su festín. 

—No es nada malo, solo quiero caminar un poco para despejar mi mente. 

—... Lumine, ¿aún piensas en Diluc?

La rubia suspira y mira al cielo. 

—Sí, pero pensar en él ya no duele como antes, así que no te preocupes, no iré a llorar ni nada de eso, únicamente quiero tener un tiempo a solas luego de todo lo que nos ha pasado aquí. 

La pequeña asiente un poco más convencida, no le gusta ver a su amiga triste, por eso trata de nunca dejarla sola para que ese sentimiento no se apodere de ella. 

—Bien, entonces iré con Xianling, tal vez me prepare algo delicioso si se lo pido —murmura con emoción. 

La viajera sonríe y niega, se despide de su compañera y la observa marcharse, cuando está sola suspira.

—Es una gran coincidencia que estés aquí —murmura a la nada, al no recibir respuesta resopla —. Sé que no te gusta hablar mucho, pero lo que sea que necesites trataré de estar a la altura de tu pedido —menciona. 

—¿Por qué yo necesitaría algo de ti?

—Supongo que es lógico pensarlo luego de pasar más de una semana sintiéndote rondando por cada lugar en el que yo estoy.

La persona se rebela frente a ella y la mira con seriedad.

—No necesito nada de ti y encontrarme en los sitios donde tú estás, tampoco es extraño, mi deber es proteger Liyue, yo siempre estoy en todos lados —menciona sin emoción. 

La muchacha suspira y niega. 

—Xiao,  si yo quisiera hacerle algo a la gente de Liyue lo habría hecho cuando Osial apareció, en cambio, ayude, comprendo que tu deber es proteger esta nación, pero yo no tengo malas intenciones, lo único que me retiene aquí es obtener alguna pista sobre el paradero de mi hermano —explica cansada. 

—... Ya te dije que no te sigo.

La rubia pasa sus dedos por su cabello con frustración.

—Te creería de no ser porque incluso en la noche estás rondando cerca de mí y de Paimon, si lo que te molesta es que esté en Liyue no te preocupes, buscaré la forma de irme cuanto antes de aquí —asegura de mal humor y se marcha por un camino diferente al de la comida de emergencia. 

Cuando el Yaksha se queda solo gruñe frustrado, pues incluso él no entiende que le pasa, ha estado tratando de convencerse a sí mismo de que sigue a la viajera por el bien de Liyue, pero luego de escuchar lo que ella le dijo se siente muy estúpido pues tiene razón

Ella ha demostrado tener solo buena voluntad para con toda la gente, incluso cumple con encargos tan insignificantes en los que le pagan muy poco, o nada, todo por conseguir aunque sea una mísera pista que la guíe a su hermano. 

Luego de meditar un rato, toma la decisión de no seguir más a la rubia, pues se da cuenta de que es una molestia inofensiva para todos los habitantes de aquel lugar.

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El día era caluroso aun cuando ya había atardecido, luego de una larga caminata Lumine por fin llego al final de la puerta de piedra, eso significaba que iba a entrar a Mondstadt, no es que le hiciera mucha ilusión estar tan cerca del viñedo, pero había pactado con Razor el verse ese día. 

Cuando atravesó al territorio del arconte anemo pudo ver al chico de cabello gris sentando en la orilla del agua mojando sus pies, aceleró su paso para encontrarse con él.

—Lamento la tardanza, ¿tienes mucho esperándome? —pregunto. 

—No —niega, guarda silencio por unos segundos y la mira con pena —, ¿lupical ya no estar triste? —cuestiona. 

Ella sonríe y se sienta a su lado.

—No Razor, yo ya no estoy triste, así que no te preocupes, mejor cuéntame, ¿qué has hecho en este tiempo? 

El de ojos rojos se pone a contarle de un modo muy infantil su día a día, que van desde cazar con los lobos hasta ayudar a Bennet cuando se lo encuentra. 

La rubia no hace más que sonreír, Razor es como un niño, aquello le causa mucha ternura, cuando el muchacho termina de contarle cómo le ha ido, decide que es hora de comer, parece que Paimon adivina sus pensamientos, pues de repente se aparece. 

—Parece que tienes un sexto sentido cuando de comida se trata —murmura Lumine. 

—Paimon tiene que cuidar que no coman sin ella —declara. 

La viajera se encoge de hombros y niega. 

—Eres increíble —dice con sarcasmo. 

Los tres se ponen a comer la comida que preparo Lumine con antelación, la pequeña hada flotante le explica al niño de donde proviene cada uno de los platillos, él no entiende mucho sobre esa conversación, pues para él la comida solamente proviene de aves, jabalís, peces, manzanas o solsettias. 

Aún así escucha a la parlanchina personita, cuando acaban con eso se quedan un rato en silencio, mismo que se acaba cuando el de cabello gris se lanza al agua, la rubia arquea una ceja ante lo raro de la situación, no es hasta que el chico sale que comprende porque hizo aquello. 

—Pez, yo llevarlo a los lobos —susurra. 

—¡Ah! Pero necesitaremos más peces para darle abasto a todos —indica Paimon. 

—Umm, ah, es cierto, más adelante cerca de las casas que están por el viñedo hay un lugar donde se reúnen muchos peces, podemos tratar de atrapar más para los compañeros de Razor —idea la mayor. 

—Será algo complicado, pero podemos intentarlo, tal vez hasta podemos quedarnos con algunos peces para hacer brochetas —murmura con emoción la pequeña. 

—Acabas de comer y ya estás pensando en más comida, en serio que eres increíblemente glotona —se lamenta la rubia. 

Luego de esa charla proceden a ir al lugar que menciono Lumine, cuando llegan pueden ver varios peces reunidos en un punto en específico, antes de que ella pueda decir el plan para capturarlos más fácilmente, Razor se lanza al agua para atraparlos, ante eso la chica resopla. 

—Paciencia, solo necesitaba un poco de paciencia —masculla mientras se quita las botas y se mete al agua para ayudar al menor. 

Por largo rato se la pasan pescando con las manos, algo muy complicado a decir verdad, pero ya no importaba, Paimon animaba, pero únicamente eso, no se dignó a meterse al agua como ellos. 

Al final terminan todos mojados, la noche ya ha caído, la pesca fue un éxito, la comida de emergencia ha ido por algo a su tetera, para poder cargar todo lo que pescaron. 

Al terminar de guardar todo, los dos chicos se sientan en el pasto mirando el cielo.

—Gracias, lobos comer mañana —dice a modo de agradecimiento el chico. 

La rubia sonríe y niega. 

—Al contrario, gracias a ti, hace mucho no me la pasaba tan bien, eres como un hermanito menor, es divertido solo pasar el rato, se siente tal y como era estar con Aether —murmura con nostalgia. 

—Umm, ¿hermano de lupical aún no aparecer? —pregunta.

—Aun no, espero pronto obtener pistas sobre él, la verdad ya me estoy desesperando —proclama revolviendo su cabello, suspira y fija su vista en el agua —. Tengo planeado ir a Inazuma, el único problema es que sus fronteras están cerradas por el momento, así que estoy esperando a ver como soluciono eso —explica. 

—¿Inazuma estar muy lejos?

—Sí, para llegar allá, tenemos que ir en barco, la única persona que se aventuraría a llevarnos no está en Liyue, así que por eso estamos esperándola —cuenta Paimon.

—¿Por qué no nadar hasta allá? —suelta con inocencia. 

La pequeña de cabello blanco se rasca la cabeza incómoda, antes de que pueda decir algo la risa de Lumine rompe el silencio. 

Paimon mira esto asombrada pues nunca había escuchado a la rubia reír así, Razor ladea la cabeza sin entender, la viajera abraza a este último con agradecimiento. 

—Gracias, enserio eres como el Aether de mis recuerdos, aunque bueno, él no olía así, ¡Paimon, ayúdame a darle un baño a Razor! —ordena. 

La pequeña asiente animada, por la buena actitud de la chica. 

Esa noche Lumine olvida todas sus preocupaciones, que ni siquiera le importa que Xiao siga con su actitud desconfiada o que Diluc la mire desde lejos con nostalgia.