Lumine no conocía otro amor más que el amor que le daba a Aether, su hermano.

Este sentimiento era puro y desinteresado, la hacían cuidarlo, protegerlo, procurarlo e interesarse por él.

Por eso cuando comenzó a tener ese tipo de atenciones con Diluc pensó que era normal.

—Lo considero un hermano —pensó.

Todo tomo un rumbo diferente cuando empezó a sentirse nerviosa por su presencia, su voz profunda provocaba una revolución dentro de su estómago, sus mejillas se coloreaban de rojo ante cualquier pequeño acercamiento, su lengua se trabaja si los orbes carmesí la miraban con atención. 

No sabía que le sucedía, se sentía enferma, así que sé decidió a ir a Espinadragon para que Albedo la revisara, pues su viaje a Liyue estaba pronto a ocurrir y no quería viajar estando mal.

Solamente llegar el muchacho le pregunto cuáles eran sus síntomas, ella le contó todo, no se guardó nada, Paimon a su lado tenía las cejas contraídas de sorpresa, incluso Albedo arqueo una ceja incrédulo.

Cuando la rubia termino el alquimista suspiro.

—Lumine, tú no estas enferma, solo te atrae Diluc —explico.

—¿Atraerme? 

—Sí.

—No entiendo, ¿qué significa eso?

Kreideprinz guardo silencio, no sabía como explicarle a la viajera aquello, a decir verdad se sorprendía de que ella no supiera algo tan simple, eso le planteo serias preguntas de como era el lugar del cual venía.

Paimon, al ver que el alquimista no respondia, toma las manos de la rubia y la mira con calidez.

—Lo que Albedo quiere decir es que Diluc te gusta de una forma romántica, algo así como Glory quiere a Godwin —menciona.

—¿Ah? Pensé que ellos dos eran hermanos —susurra.

—¡Que! ¿Pero como crees que dos hermanos se van a manda notas de amor como las de Glory y Godwin? —cuestiona.

—Hermanos que se quieren mucho, así como yo quiero a Aether —dice inocente.

La comida de emergencia niega, Kreideprinz por fin habla.

—Me gustaría saber como es que son las relaciones en tu planeta de origen, así podría saber como explicarte. 

La viajera le cuenta todo lo que recuerda, aun con eso Albedo no sabe como explicarle, así que la manda con alguien que podrá hacerla entender. 

Termina regresando a Mondstadt, más específicamente a la biblioteca, busca a Lisa tal y como le dijo el alquimista, la bibliotecaria al leer la nota que le mando el rubio cenizo sonríe con burla.

—¡Oh, mi querida Lumine! No te preocupes, aquí está Lisa para explicarte todo lo que necesites —promete.

Tal y como lo prometió la bruja le explico con lujo de detalle lo que era el amor, también le dijo que lo que ella sentía por su hermano era amor fraternal, le dio una larga plática de como diferenciar ambos, claro está, con detalles que hicieron que sus mejillas se sonrojaran a niveles insospechados. 

Al comprender que lo que sentía por Diluc era un amor diferente al que sentía por su hermano, la hizo pensar en que debía de hacer. 

Lisa le sugirió hablar con él, o bien, tratar de pasar tiempo a su lado para ver si se podía dar algo más, la rubia estaba dudosa de aquella idea, pero al final termino accediendo cuando la castaña dijo que se verían muy bien juntos, además de añadir que el de cabello rojo parecía sentir algo por ella, pues siempre estaba muy pendiente de todo lo hacía.

Animada por ese pensamiento, retraso un poco más su partida a Liyue y comenzó a pasar más tiempo con Diluc.

Ese fue su primer arrepentimiento.