Capitulo 22
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
Sasuke paseaba con su hija y de pronto quedó frente a frente con la Hyuga menor.
—¡Hanabi!—Sayuri corrió hacia ella y los tres comenzaron a pasear por los diferentes puestos de comida y juegos.
—Pensé que te habías arrepentido de estar con nosotros durante el festival Hyuga—soltó Sasuke con afán de molestar a la chica.
—Que casualidad, yo creí lo mismo—respondió desinteresada.
—Que bueno que ninguno de los dos se arrepintió—afirmó la niña feliz. Ellos también sonrieron y rápidamente, se contagiaron del entusiasmo que mostraba Sayuri. Ella parecía tener mucha energía y lo mejor de todo, era verla tan contenta. En pocos minutos de estar con ellos, Hanabi se olvidó un poco del mal rato, que el líder Uchiha les hizo pasar.
[...]
La ojiperla veía atónita a su hijo jugando con el Hokage, tal como si se conocieran desde mucho tiempo atrás. Aunque trataba de calmarse, su corazón latía a gran velocidad, ocasionando nerviosismo y torpeza en sus capacidades motoras.
—Aquí tienes—Hashirama hizo otro caballito de madera, dejando claro, de dónde obtuvo Tenchi, el que ya tenía. Ella se quedó impresionada con la tectónica realizada por el castaño, sin olvidar lo fuerte que se sentía su chakra. Ese hombre era increíblemente poderoso, era casi o incluso más poderoso que Madara.
—Y dime ¿ya probaste los rollos de canela? Escuche que durante el festival, se hornean los mejores—ella lo encaró sorprendida, no creía que fuera una coincidencia que él supiera sobre su gusto por esos postres.
—No, de hecho estuve hablando con Karin, Suigetsu y Jugo, aunque no los recuerdo, me sentí muy cómoda con ellos—el Senju sonrió—¿Le puedo hacer una pregunta?
—Claro que si—Hashirama fingió estar desinteresado pero en sus adentros pensaba que el corazón se le iba a salir.
—Usted y yo nos conocemos desde antes ¿verdad? Se que quizás le parecerá extraño, pero cuando lo veo, siento que nos conocemos y yo... me siento completamente perdida, siento que me falta algo y no se que es—el varón sólo quería morderle lentamente los labios al ver como ella lo hacía por el nerviosismo.
—Así es, tu y yo, nos conocimos tiempo atrás, cuando rescataste a Kuro de una muerte segura—por el momento, no quiso añadir más información y dejó que ella procesará todo.
—¿De verdad?—preguntó cómo si hubiera descubierto los regalos que les ocultaban los días previos a la navidad.
—La banca donde estamos sentados, la construí para ti, para que pudieras tener el mejor acceso admirar los fuegos artificiales—la ojiperla se levantó y observó la banca y también a él, sin embargo, Hashirama continuó jugando con Tenchi. De pronto una tierna imagen de ella sobre las piernas del castaño le calentó el pecho y sintió ganas de llorar.
Hashirama tuvo que esforzarse mucho para dejar que las jóvenes lo rodearán y todo lo hizo porque Tobirama le envió una señal apuntando en la dirección donde el equipo Taka y Hinata, tomaban asiento en el restaurante al aire libre. Debido a las decenas de personas, los chakras no eran detectables a menos que se enfocarán en ellos o que fueran ninjas sensoriales, cómo Izuna y su hermano. De ese modo Madara, no la sintió ni se percató de su presencia, quizás estaba tan distraído quitándose a Mei de encima que prácticamente, no podía pensar en nada más. La Mizukage, parecía un pulpo enredando sus ocho brazos el la anatomía del líder Uchiha aunque literalmente sólo fueran dos brazos que contaban con tentáculos, los cuales, se aferraban a él, en su totalidad.
Apenas miro a su ángel irse con el rostro triste y se deshizo de las féminas para ir tras ella, fingiendo una casualidad. No estaba seguro de que el plan funcionaría, pero luego de escucharla llamarlo Hashi, sintió que todo había valido la pena.
—Yo... yo siento mucho como me comporté con usted cuando desperté en el hospital—se disculpo y cerró los ojos teniendo más recuerdos de ambos, en diferentes lugares de la aldea. Él se veía indiferente a las otras mujeres, pero ella lo acababa de ver rodeado de ellas y por alguna razón que no podía entender, sentía muchos celos. No tenía derecho a sentirse así, dado que ella estaba con Madara... ¡Un momento! Se olvidó por completo de Madara ¿que le pasaba con el Hokage? ¿Que era ese efecto que tenía sobre ella? Y lo que era más extraño ¿Porque sentía esa necesidad de tenerlo cerca... muy cerca? A decir verdad, no había dejado de pensar en el acalorado sueño y al tenerlo tan cerca, le era imposible imaginar una y mil maneras de hacer realidad las imágenes del sueño.
—No te preocupes, yo te entiendo, después de todo, estabas recuperándote—Tenchi terminó durmiendo en sus brazos, tal como lo hacía cuando vivieron felices en las cabañas—Parece que está agotado—Hinata se conmovió cuando el castaño depositó un beso en la mejilla de Tenchi. Hashirama, lo había extrañado mucho, casi como a ella y al no verlo durante tanto tiempo, lo puso triste.
—Y su hijo ¿no viene con usted al festival?—preguntó para alejar las múltiples sensaciones que el Senju le provocaba—Me dijeron que usted tiene un hijo y yo, bueno, yo lo miré ayer... quiero decir, no lo estaba espiando, ni tampoco estaba tratando de inmiscuirme en su vida privada, yo solo, bueno...—se golpeó repetidas veces en su interior, por estarse comportando como una tonta. Seguramente el imponente hombre debía estar pensando que no quedó mentalmente bien, luego de salir del hospital sin memoria. Las mejillas se le encendieron y sentía que la lengua se enredaba sin poder articular correctamente las frases. El Hokage la estaba poniendo muy nerviosa y esa sonrisa anudada a esa intensa mirada, no le estaban ayudando a pensar con claridad.
Tenchi se estremeció cuando el Hokage soltó una sonora carcajada y en segundos durmió de nuevo sin importar que la risa del castaño no cesaba. Era como si el pequeño, ya estuviera acostumbrado a eso. Hinata también sonrió y sintió, como si ya hubiera vivido eso antes, era algo tan placentero, tan relajante y al mismo tiempo, divertido.
—¡Lo siento!—se disculpo tratando de ya no reírse por haberla visto tan nerviosa—Y respondiendo a tu pregunta, si mi hijo también vino al festival, pero se fue con sus nuevos amigos de la academia... Kenzo esta feliz desde que ingresó en la academia y conoció a niños de su misma edad—de nuevo esa cálida sensación en el pecho de Hinata. El niño se llama Kenzo y sin saber porque, tenía necesidad de verlo, de tocarlo. Le había sucedido desde el día anterior, pero pensó que se debía a lo que le contaron sobre él, sin embargo, no se trataba sólo de eso, era algo más, era como si lo necesitara formando parte de su vida—Mi hijo también te conoce, así que, si te encuentras con él, no te sorprendas si te abraza... Kenzo es muy cariñoso—omitió decir que era cariñoso con ella porque la apreciaba mucho.
—Me dará mucho gusto que lo haga—aclaro con sinceridad y lo ayudo a colocar a su hijo en la carriola. Era una lástima que no se aguantara despierto hasta que comenzara el espectáculo, aunque todavía faltaba una hora y quizás lo despertaba.
—Y dígame una cosa ¿porque vino aquí sola con Tenchi?—el Senju, no sabía como preguntar sobre la relación entre Madara y ella. A decir verdad, le costaba mucho preguntar por lo claro y recibir una cruda respuesta, como que ya se hubieran ida a vivir juntos o que se casarían de nuevo.
—Bueno, a decir verdad, creó que Madara-san esta "muy ocupado" para estar conmigo y perdí a Neji y a mi hermana—respondió con un deje de molestia por la probabilidad de que el padre de Tenchi, le hubiera sido infiel cuando aún estaban juntos.
—En realidad, ser el líder de un clan tan importante como el Uchiha, le mantiene constantemente ocupado, usted debe saberlo bien, ya que su padre es el líder de los Hyugas y al igual que Madara, la mayor parte del tiempo esta en medio de reuniones—la personalidad de Hashirama, simplemente, no le permitió expresarse mal de Madara, aunque sabía que no merecía ese trato, él no fue capaz de agregar más leña al fuego. Su amigo, no se había comportado como el maridó más fiel, incluso después de creerla muerta, las habladurías sobre el líder Uchiha, dejaban mucho que desear.
—Usted parece conocerlo—soltó casi sin pensarlo y él asintió.
—Conozco a Madara desde que éramos niños.
—Entonces de ahí es que me conoce ¿o me equivoco?—ella recordó que Hanabi le dijo que encontró a Kuro, cuándo vivió dentro del distrito Uchiha.
—Así es—se limitó a responder, aunque en un principio sintió que estaba a punto de recordarlo, ahora ya no se sentía tan seguro y ese hecho comenzó a desanimarlo, dado que moría por abrazarla y sentir su calor. Extrañaba dormir con ella, amanecer juntos, las conversaciones, extrañaba todo de su ángel y se debilitaba al no saber por cuanto tiempo, estarían alejados y lo que era peor, quizás cuándo lograra recordar todo, terminaba enamorada de Madara, por segunda ocasión.
Hinata lo noto triste, no obstante, permaneció mirándolo por el rabillo del ojo, puesto que si lo hacía directamente, pensaba que se lanzaría a tocarle el hermoso rostro y no quería faltarle al respeto y menos ahora que sabía sobre la amistad entré Madara y él. Pensó que continuaría hablando, le gustaba escuchar el timbre de su voz, era muy tranquilizante, sin embargo, él se quedó perdido en sus pensamientos, quizás estaba pensando en la rubia que estaba colgada de su brazo, en el restaurante y por alguna razón, pensar en eso, le trajo una amarga sensación en la boca.
—¿L-la chica con la que estaba en el restaurante, era su pareja?—Hashirama la encaró y notó un brillo en sus ojo. Pensó que era molestia por haber cruzado la raya y se estaba entrometiendo en su vida privada—Discúlpeme... no debi preguntar eso, no era mi intención entrometerme en su vida privada—el Senju evitó saltar del gusto. El plan de Tobirama funcionó y su ángel, estaba celosa.
—No te preocupes, no hay nada de mi vida privada, que no sea del conocimiento público—la encantadora sonrisa derritió a la Hyuga—Y respondiendo a tu pregunta, no, la hermosa chica, no es mi pareja, aunque según lo que me contó, hasta quiere mudarse a Konoha para que nos conozcamos mejor—la imprecisión de ser herida por un kunai, se apoderó de la ojiperla, al escucharlo decir que era una "hermosa chica" ¿Pero que rayos le estaba pasando con ese hombre? El tener un sueño erotico con él, no lo hacia parte de su propiedad.
—Ya veo—soltó con la voz quebrada. Tenchi ya se había despertado y jugaba con los caballitos de madera y en ese momento, el cielo se iluminó con la primer luz artificial. Hashirama de inmediato tomó a Tenchi entre sus brazos para que tuviera mejor acceso y para Hinata, fue la imagen más tierna que hubiera podido ver. El Senju giró para verla y le regaló una sonrisa y fue en ese momento, que algo más llegó a su cabeza... ¡La perdí Hashi! Perdí a mi hija ¿Que significa esto? se preguntó preocupada por la desgarradora sensación que le causó ese... recuerdo o, quizás no era un recuerdo y la verdad, no sabía cómo interpretarlo, no obstante, las imágenes, no se había detenido... No te preocupes mi ángel, todo va a estar bien yo siempre estaré a tu lado. Hinata quedó sentada en la banca, tratando de contener los latidos de su corazón. El Hokage se preocupó al verla en ese estado.
—¿Que le sucede? ¿Que tienes mi ángel te duele algo?—el Senju quiso taparse la boca por decirle ángel, pero al verla tan temerosa, ni siquiera lo pensó y lo que era aún peor, fue el hecho de tenerla abrazada contra su pecho, con la mano que no sostenía a Tenchi. Ahora sólo estaba esperando, el doloroso empuje que ella le daría, sin embargo, este no llegó.
—¡Mi ángel...! Usted me llamaba así ¿verdad?—ahora entendía porque cuando despertó en el hospital, él se acercó y la llamó así.
—¿Pudiste recordarlo? También te llamaba Hina-chan aunque para mi, eras un an...—Hashirama no terminó la frase, debido a una feroz voz.
—¿Que haces aquí con esté Hinata? Y tu ¿porque tienes a mi hijo en brazos?—Madara fue con rapidez a donde lo llamaban, pero se encontró directamente con Mei y por si no fuera suficiente, también encontró a una de las jóvenes con quien había mantenido unos encuentros sexuales en otra aldea algunos meses atrás. Estuvo escuchando las insinuaciones de Mei, sin poder dejar de pensar en Hinata y en Tenchi.
Continuó en el restaurante, donde también se encontraba Hashirama y para su sorpresa, estaba rodeado de mujeres. Los otros Kages también se hallaban en el mismo sitio, así que no le quedó de otra que seguir escuchando los tratados de los que hablaban. Cerca de una hora, todo terminó y cuando miró a todos, se dio cuenta que no estaba Hashirama. Apretó los puños con fuerza, sintiendo que ese panorama, ya lo había vivido con anterioridad. Trató de buscarla por entre todas las personas, sin embargo, no la encontró y movido por la fuerza que lo guió tiempo atrás, fue hasta donde los encontró a solas y para su rabia, ahí mismo los encontró. Parecía que entré más trataba de separarlos, más se atraían.
—Nos encontramos aquí por coincidencia y el Hokage sostuvo a Tenchi, para que vea mejor las luces en el cielo—la ojiperla no entendía porque Madara le estaba hablando así al Hokage, sin importar que eran amigos, después de todo, ellos no estaban haciendo nada malo.
—Ella tiene razón, no entiendo cual es tu mal humor Madara—el Senju, se puso en alerta dado que el azabache, no tenía ningún derecho a ponerse así.
—¿De verdad no lo sabes?—cuestionó Madara con sarcasmo.
—Creó que es mejor que nos vayamos—Hinata se iba acercar a tomar a Tenchi, pero Madara fue más rápido y prácticamente se lo arrebato a Hashirama de los brazos, logrando que el niño hiciera un berrinche—¡Ven con mamá!—la ojiperla cargó al niño en brazos y se alejó, no sin antes, hacer una reverencia al Hokage y lanzar una mirada de reproche al Uchiha.
—¡Espera...! Ire con ustedes—la ojiperla se molestó más por la actitud de Madara y no estaba dispuesta a soportar sus faltas de educación, aún cuando era él, quien se dejaba toquetear de manera muy íntima por otras mujeres.
—No es necesario, podemos ir solos, usted mejor continúe entreteniéndose con las mujeres con las que estaba—dicho eso, se marchó muy molesta.
—No te quieras pasar de listo Hashirama—exigió Madara, al no poder retener a Hinata. Quería caerle a golpes al Senju por atreverse a estar con su ojiperla.
—Todo lo contrario... Si te atreves a volverla a tratar así, te juro que olvidaré que alguna vez fuimos amigos—el semblante alegre del Hokage, quedó sustituido por uno de furia—Si hasta ahora me he mantenido al margen, ha sido sólo por ella, incluso cuando no has jugado limpio, pero si me enteró que la maltratas haré que te arrepientas—tal como se fue la ojiperla, también se marchó el Hokage, aunque por otro camino, dejando al Uchiha enfurecido.
...
Hinata salió de entre las personas y se adentró por el camino que la llevaría a su clan. Estaba muy confundida por los recuerdos y al mismo tiempo, molesta con Madara por su forma de proceder. Tenchi se recargó en su hombro y aún iba perdida en sus pensamientos, cuando se encontró de frente con una mujer, a la cual no creía conocer, no obstante, su pecho se contrajo y una repentina molestia se apoderó de todo su ser.
—¡Entonces es cierto! Después de todo, los chismes eran ciertos... esta viva y de regreso en Konoha—Hinata frunció el ceño, pero evitó ser grosera, ya que no sabía si la fémina la conocía o si quizás eran amigas, aunque no entendió que quiso decir con estar de regreso.
—Buenas noches... ¿Nos conocemos?—primero debía saber el nombre para poder darse una idea de la identidad de esa mujer.
—Así es, mi nombre es Suki Uchiha y créame que si nos conocemos—la ojiperla dio unos pasos atrás. Ese nombre, ese rostro, estaba segura que si se conocían, pero ¿porque le causaba esa molestia con sólo verla? Pensó indagar más sobre ella, pero Tenchi se puso muy inquieto y comenzó a llorar. Mientras trataba de calmarlo, enfocó a Suki para disculparse y se estremeció cuando se percató de la mirada llena de odio, hacia su hijo.
—Disculpe que no la recuerde, pero debo marcharme—se disponía a irse cuando la Uchiha le hablo de nuevo.
—Le sugiero que vaya al cementerio, ahí podrá tener mas acceso a las cosas que le interesan—la sonrisa llena de maldad, erizo los vellos de la ojiperla y sin decir nada más, apretó a su bebé de manera protectora, para marcharse lo más rápido que pudo, ya se encargaría de averiguar quien era esa mujer. Su forma de hablarle, como el comportamiento que tuvo con Tenchi, incluso con ella, le indicaron estar alerta.
No sabía si debía ir al cementerio, o no ¿que se supone que encontraría en ese lugar? Después de todo, los restos de su madre descansaban en el cementerio del clan Hyuga, no obstante, apenas la escuchó sugerirlo y sintió gran necesidad de ir hasta ese lugar. Debía averiguar que era lo que no podía recordar, ya se había cansado de no saber que fue de su vida en el lapso de tiempo que no recordaba. Ya no estaba dispuesta a soportarlo. Si después de acudir al cementerio, no recuperaba sus recuerdos, le pediría ayuda a Obito. Él podía usar el Sharingan y traerle luz a las sombras, sin importar que tan malo sea, ella quería saberlo todo.
[...]
La mañana siguiente del festival, Karin se preparaba para el encuentro con Hinata. Suigetsu y Jugo, también insistieron en ir y así podían hablar mejor sin tanto alboroto, como la noche anterior.
—Será mejor que se den prisa, o me marcharé sólo—les aviso Jugo, cuando toco ambas puertas, de sus dos compañeros. Él estaba muy contento, por ver a Tsuki, o más bien a Hinata.
—Ya-ya ¿porque la prisa?—Suigetsu salió de su apartamento comiendo una manzana y minutos después, Karin se unió a ellos para ir al lugar donde se veían con la ojiperla.
...
Los tres salieron y cuándo caminaban por las avenidas de Konoha, se encontraron de frente con el Hokage y su hijo, los cuáles no dudaron en parar a saludarlos.
—Buenos días Hokage-sama—los tres chicos hicieron una respetuosa reverencia hacia el mayor y su hijo.
—Ya esta bien, no sean tan formales—Hashirama sonrió con amabilidad, al igual que su hijo—Y díganme ¿como se sienten en sus nuevos apartamentos? ¿Encontraron todo a su gusto?—hasta ese momento, él no había podido preguntarles si estaban cómodos.
—Pero claro—soltó Karin sonriendo—ahora ya no me despierto con toda la ropa mojada, sintiendo que me oriné, debido a esté—la joven apuntó a Suigetsu—Durmiendo todos en la misma cueva, Jugo y yo, pagábamos las consecuencias.
—¡No es mi culpa que tuviera pesadillas y me convirtiera en agua!—remarco el joven molesto y avergonzado—además tu fuiste la que más culpa tuvo, pues gritabas como bruja que le cae agua encima y nos asustabas—la fuerte risa del Hokage, resonó por todos lados. Kenzo también comenzó a reír casi como su padre, aunque él no entendió muy bien, de que se trataba todo.
—Disculpe a estos dos Hokage-sama, parece que no saben cómo comportarse—se disculpo Jugo muy apenado por el poco tacto de sus compañeros de equipo.
—No te preocupes Jugo-san, de verdad necesitaba esto—Hashirama continuó riendo con las ocurrencias de los amigos de Hinata y apenas podía imaginar, lo que fue para ella vivir con ellos.
Luego de unos minutos conversando, se despidieron. El equipo Taka, se fue al encuentro con la ojiperla y el Hokage, a dejar a su hijo con los padres de Naruto, ya que debía salir a una misión a Suna y partiría con el Kazekage y su grupo de acompañantes. No es que la idea de abandonar Konoha, o mejor dicho a su ángel, le causará gracia, pero debía de ocuparse personalmente de asuntos diplomáticos.
...
El equipo Taka llegó y se sentaron en las mesas de afuera para tener mejor vista y también por sugerencia de Jugo, ya que si esos dos comenzaban otra discusión, no molestarían a los clientes dentro de la cafetería.
[...]
—¿Te verás con Karin hoy?—inquirió Hanabi, la cual, tomaba el té con Chiyo, mientras Hinata terminaba de vestirse.
La Hyuga mayor permaneció en silencio sin escuchar la pregunta de su hermana, dado que su mente era similar a una marea embravecida. Las imágenes con el Hokage, su dolor, el consuelo que el castaño le brindó, unido a lo que sintió cuando estaba con Madara, donde también hubo imágenes y finalmente lo dicho por esa extraña mujer.
—¡Hinata-sama! ¿Está lista?—Neji se había ofrecido a acompañarla hasta donde se reuniría con sus amigos y cuando se acercó, la miró con la vista perdida. Chiyo y Hanabi se encogieron de hombros, al ver que tampoco el joven obtuvo respuesta. No fue hasta que Tenchi gritó, que la ojiperla no salió de sus pensamientos.
—¡Nii-san! ¿Llevas mucho esperándome?—observo a su hermana y a Chiyo y tuvo la certeza que la habían llamado y no las escuchó—E-estaba distraída.
—¿En serio? No nos habíamos dado cuenta—agregó Hanabi, sonriendo con sarcasmo.
—¿Quieres dejar a Tenchi conmigo? Así puedes quedarte más tiempo paseando por la aldea—sugirió Chiyo, con la esperanza de que se encontrará con Hashirama. Ella estaba segura que estando cerca de él, los recuerdos comenzarían a llegar con mayor rapidez.
—Esta bien... gracias Chiyo-san, trataré de no demorar mucho.
—Por mi, puedes demorar el tiempo que quieras, yo amo cuidar a este muchacho—sonriendo se despidió de su bebé y de las dos féminas, para salir con su primo.
Ambos caminaban en silencio, hasta que Hinata decidió romperlo—¡Nii-san...! ¿Que fue lo que sucedió durante todo este tiempo que no logró recordar?
—¡Hinata-sama!
—Tu has sido la persona que mas me has entendido desde niños, no me dejes en esta oscuridad... Por favor—si Neji tenía una debilidad esa era Hinata y al verla a punto de llorar angustiada, ya no pudo seguir ocultando lo que tenía derecho a saber. No le importaban las consecuencias, él le ayudaría.
—Está bien, cuando regresemos al complejo Hyuga, iremos a donde entrenábamos y le contaré absolutamente todo—como en los viejos tiempos, ella se lanzó a sus brazos feliz de haberlo convencido.
—Gracias nii-san, ahora ven, te presentaré a mis amigos—la eufórica joven, lo tomó del brazo y prácticamente lo arrastró con ella hacia el lugar de encuentro. Neji tenía el día libre y pensaba ir a entrenar con Rock Lee, hasta que su prima terminara, sin embargo, Hinata no pensaba dejarlo ir, al menos no, por el momento.
Cuando los primos llegaron, los Taka apenas se estaban sentando, así que no tuvieron que esperar.
—Buenos días—los tres le respondieron el saludo y sus miradas viajaron de ella, al joven que la acompañaba—quiero que conozcan a mi primo... Neji Hyuga—Jugo fue el primero en saludar con una reverencia, después de decir su nombre, seguido por Suigetsu, pero cuando fue el turno de Karin, todos la miraron, ya que parecía hipnotizada por el apuesto Hyuga. Suigetsu le dio un codazo para regresarla a la realidad.
—K-Karin Uzumaki, para servirte—Neji sonrió y la pelirroja sintió que se desmayaría ¿Que hombre era ese? Ella no creía haber visto semejante dios griego. Si bien es cierto que los ojos de Hinata le parecían encantadores, nunca imagino que también en un hombre adulto, pudieran lucir tan increíblemente sexis y no sólo eran los ojos, era todo él.
—Estoy sumamente agradecido con ustedes por todo lo que hicieron por mi prima—les dijo a los tres—ahora los dejo a solas, para que platiquen.
—¿Porque no nos acompaña? Después de todo, siendo primo de Hina-chan, no deben tener secretos—sugirió Jugo.
—Si, quédate con nosotros, así los conoces mejor—esta vez fue Hinata, quien lo retuvo y ya no se pudo alejar.
Suigetsu estuvo dándole codazos a Karin durante todo el rato que estuvieron con los primos Hyuga. Jugo no soporto por más tiempo y le envió una amenaza a su compañero con solo la mirada. Ellos no eran consientes que los dos Hyugas se daban cuenta de todo, pero se mantuvieron sin decir nada. Debido a que Neji aceptó revelar todo, la ojiperla se relajó y ya no cuestionó a sus amigos, sólo se dedicó a divertirse con el encantamiento que tuvo Karin con Neji
Los cinco se despidieron, quedando de verse seguido. Hinata y Neji se dirigieron al complejo Hyuga, pero Rock Lee, les salió al encuentro, para reclamar por la ausencia de Neji, la ojiperla lo animó a irse con él y ella se dispuso a continuar, no obstante, su objetivo, no era el complejo Hyuga, si no, el cementerio.
Se adentró a paso lento, sintiendo que el corazón se le saldría en cualquier momento. No sabía que iba a encontrar, pero estaba segura que su vida cambiaría a partir de ese día. Observó en distintas direcciones y sus píes se movieron hacia un lugar en específico.
—¿Que esta haciendo mi espada aquí?—pregunto en voz alta. Se agachó para tomarla y fue en ese momento, que miró la inscripción en la lápida... En memoria de Hikari Hyuga, te recuerda tú madre Hinata Hyuga—¿Pero que es esto?—se desmoronó y comenzó a masajear su cabeza debido al dolor.
—¡Hinata! ¿Que estás haciendo aquí?—como si del rugido de una fiera se tratara, la ojiperla retrocedió hasta quedar sentada abrazando la lápida cuando Madara apareció frente a ella.
El Uchiha, terminó su trabajo de esa mañana y como siempre que estaba en Konoha, se dirigió hacia el cementerio, a colocar flores en la tumba de su hija. Cuando terminará, tenía la idea de buscar a su ojiperla para arreglar las cosas entre ellos, no podía dejar que el tarado de Hashirama, ganará terreno sobre él, pero cuando se adentró en el cementerio, apenas podía creer lo que veía. Prácticamente palideció con la imagen de Hinata, hincada con la espada en la mano y lo peor, fue cuando la llamó.
—No...—la morena estiró la mano para que no se acercara y de pronto, Kuro llegó hasta ella seguido por Hanabi y Ko.
Hanabi jugaba con Tenchi y Chiyo los veía, de pronto Kuro se puso en alerta y Chiyo se levantó de la banca y aseguró que Hinata estaba mal. Apenas lo dijo y el animal salió corriendo hacia Konoha. La castaña llamó a Ko y ambos corrieron tras el lobo.
—¿Hinata que tienes?—Hanabi sintió miedo al ver la condición de su hermana—¿Que le hizo a mi hermana?—le preguntó a Madara.
—No le hice nada, apenas llegué y la encontré aquí—respondió con temor, pero no de la Hyuga menor sino de lo que le podía suceder a su mujer.
—Te has portado como un cobarde con tu esposa ¿como pudiste abandonarla ahora que espera un bebé tuyo? Es una niña... apuesto a que ni siquiera lo sabías ¿o me equivoco?
—Deje muy en claro, que no quería casarme con ella y si lo hice, fue porque no tuve otra opción. Nunca me la hubiera llegado a la cama, si no fuera porque me convenía para que no interfiriera con los asuntos del clan, pero la muy tonta se enamoró y no conforme, también se embarazo para tenerme a su lado... Pero escúchame bien, nada hará que me quede con ella, ni siquiera la mocosa, que debe ser una debilucha como ella y su maldito clan me retendrán a su lado.
—¡Ella era mi hija!—aseguro con lágrimas en los ojos, mientras más y más recuerdos comenzaban a invadir su cerebro. Recordó a Suki y la cena que tuvieron en casa de Shisui cuando la trataron peor que a una basura.
—Ven conmigo, hablemos de esto—Madara se acercó a ella y se detuvo cuando miró el Byakugan en sus orbes y la espada empuñada en su mano.
—No se me acerque—exigió antes de desmayarse. Ko, la tomó en brazos y corrió con ella al complejo Hyuga. El azabache quiso seguirlos pero Hanabi y Kuro se lo impidieron.
—Es mejor que no se acerque, es más que evidente ¿no lo cree? Mi hermana ha recordado todo y dudo mucho que usted pueda volver acercarse a ella—sin decir nada más, se marchó dejándolo atrás.
[...]
Hashirama ya estaba en camino a Suna con el Kazekage y su grupo. Naruto, Kakashi, Obito y Yamato, lo acompañaron como sus guardias y dejó a Tobirama en su lugar, para que se ocupara de los asuntos de la aldea en su ausencia. Estaría afuera por más de una semana y le dolía saber que no podía ver a su ángel por tantos días. Si las cosas fueran distintas, no dudaría en llevársela con él, para pasearla por todos lados, sintiéndose orgulloso de tenerla.
[...]
—¿Como esta mi hija?—preguntó Hiashi cuando Tsunade fue a revisarla al complejo Hyuga.
—Esta bien, no hay nada de que preocuparse, al parecer solo se le bajo la presión, pero ahora ya esta mejor y se encuentra dormida... les sugiero que la dejen descansar.
—Creó que mi hermana ya recordó todo—afirmó Hanabi llamando la atención de todos.
—¿Y como tomara lo de la niña?—ese tema era lo que más preocupado tenía a Hiashi.
—Por eso, no se preocupe, ya lo recordó y fue en el cementerio donde la encontramos Ko y yo, cuando seguimos a Kuro—la joven le explico al patriarca lo sucedido.
—¿Y porque fue al cementerio? ¿Como lo supo?—Chiyo también estaba interesada en saber sobre la salud de la joven.
Dentro de la habitación de Hinata, todos los recuerdos olvidados, llegaron uno a uno en el perfecto orden. En la mañana despertó asustada y corrió hacia Tenchi. Con lágrimas en los ojos, recordó la noche en que Madara prácticamente la forzó a tener relaciones con él y después de esa noche, fue el secuestró de Neji.
Recordó todos los desprecios que le hicieron dentro del distrito Uchiha y lo más importante, recordó a la persona que siempre estuvo a su lado, en las buenas y en las malas además de su familia, que nunca la abandonó—Mi Hokage—sonrió entré las lágrimas y el corazón se le aceleró con solo pensar en él.
Dejó al niño durmiendo y se dio un baño para salir corriendo hacia la torré del Hokage, tenía que verlo.
Llegó en tiempo récord y saludando a todos, se dirigió a tocar la puerta.
—Pase—escuchó desde adentro y con una sonrisa entró, sin embargo, apenas miró a Tobirama y su sonrisa desapareció—¡Hyuga-san! ¿Como le puedo ayudar?—el Senju, quiso reír cuando la miró borrar la sonrisa. Eso no le sucedía muy a menudo, ya que la mayoría de las jóvenes, se sonrojaban cuando lo encontraban sustituyendo a su hermano.
—¡Senju-sama! Disculpe mi llegada tan repentina, pero... yo, bueno, yo...—la joven jugaba con los dedos y la blusa tratando de contenerse debido a los nervios.
—Busca a mi hermano ¿verdad?—ella asintió muy apenada—Lo lamento, pero él se fue ayer a Suna, para solucionar asuntos referentes a la aldea.
—¿Y cuando regresa?—el ánimo que tenía antes de llegar, se fue y ahora sólo quedaron ganas de llorar.
—Me parece que el viaje puede tomar cerca de dos semanas.
—¡Tanto!—soltó sin pensarlo y llena de valor lo encaró—Deme permiso para ir a alcanzarlo—Tobirama se sorprendió cuando escuchó el pedido lleno de determinación que solicitó la ojiperla.
—Pero Hyuga-san... —ella caminaba de un lado a otro y el Senju guardó silencio.
—Por favor, yo he recordado todo y no quiero esperar aquí, temo que pase algo y de nuevo nos separemos—el albino no se pudo resistir a las encantadoras perlas y no le quedó mas remedio que autorizar su salida.
—Dispondré a Kiba Inuzuka y a Shino Aburame, para que la acompañen. Hubiera mandado a Neji, pero lo necesito para otra misión.
—Gracias Senju-sama, se lo agradezco mucho, es usted el mejor—la joven casi brincó de la emoción y salió luego de hacer una respetuosa reverencia. Tobirama sonrió cuando se quedó a solas y de nuevo entendió, el porqué su hermano estaba loco por ella.
—Hermanito, no sabes la grata sorpresa que te vas a llevar—lo dijo en voz alta y mando llamar a los jóvenes que acompañarían a la Hyuga.
...
Muy a pesar de las protestas de Hiashi y todos los Hyugas, Hinata preparó todo para partir a Suna en busca de su Hokage. Kuro y Tobi viajarían con ella y Techi se quedaría al cuidado del clan Hyuga. Dejó dicho que si Madara la buscaba no le dijeran a donde estaba. Lo único que debía saber era que estaba en una misión y ella sólo se dedicaría a darle alcance a Hashi. Apenas podía imaginar, todo lo que debía haber sufrido viéndola con Madara,.. ¡Madara! Ese era otro tema que debía arreglar cuando regresara, pero con Hashi a su lado, le podía dar la cara a todo el mundo de ser necesario.
Continuara.
Me disculpo por la demora y por las faltas de ortografía, en cuanto las encuentre, las iré corrigiendo 💕😊
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